Tiffany's POV
Cody se ha ido hace una hora, no he dejado de llorar aún, tal vez lleve 4hs llorando por lo que sucedió.
Mi cabeza reposa en el pecho de mi mejor amigo, él también estaba mal, Mel había recibido un mensaje de su padre diciendo que debe partir hacia Rusia mañana mismo junto a su hermana, no había explicación alguna, era una orden explícita, de las que se deben cumplir sin protesta alguna. Meredy la debe tener más presionada de lo normal.
Me pican los ojos, aún caen lágrimas de ellos a pesar de todo lo que he llorado, pero Derek dice que eso es mejor a que me guarde el gran dolor que siento.
Si les da curiosidad saber lo que pasó se los diré:
Todo está relacionado con mi hermana Star y una Lucy abriendo la boca para contar toda la... la maldita verdad...
*Flashbacks*
Nuestro día estaba siendo perfecto, Cody a cada instante muestra que es el mejor novio del mundo.
El picnic fue perfecto, trajimos oreos y las galletas rellenas favoritas de Cody así que mi rubio estaba feliz. También trajimos jugo de durazno que es el favorito de ambos. Todo era perfecto.
-¿Te he dicho que ese traje de baño te queda perfecto? Seguramente el que lo eligió te conocía a la perfección. -dice mientras me tomaba de la cintura y robaba un beso. Yo no pude evitar reír en medio del beso.
Sí, este traje de baño me regaló un día para malcriarme.
-El que me lo regaló tiene muy buen ojo para su novia. -digo divertida y él frunce el ceño pero no puede evitar reír.
-¿Novio? ¿Acaso tienes otro? No recuerdo haber dicho que yo te regalé. -no puedo evitar soltar una carcajada. Es un idiota.
-Te amo novio. -digo mientras me apego más a él.
-Te amo novia. -dice y nos fundimos en un dulce beso.
El hambre nos había atacado y decidimos dejar nuestros juegos de playa para ir a alimentar nuestros estómagos o se volverían unos monstruos y devorarían la humanidad. Principalmente el de Cody. Mi novio me daba de comer en la boca como una niña cosa que me divertía, también ponía algunas oreos en su boca para luego darme de tal manera. Desde ese segundo de mi vida, mis besos favoritos fueron los de sabor a oreos con un extra de Cody. Yo también intenté hacer lo mismo con sus galletas pero se me desarmaban por completo y no podía. Él se reía de mí muy divertido y me enseñó cómo hacer para que no se rompa, ¿acaso se puede ser más perfecto que Codd Steven Larsson que sabe dar perfectos besos dulces con galletas?
Ya satisfecho de haber jugado en el agua y haber tenido ese dulce almuerzo, nos recostamos en los toallones que trajimos, él me atrae por la cintura y siento como rápidamente su respiración empieza a ser ligera.
Se está quedando dormido.
Empiezo a pellizcar su mejilla para que no duerma, sé que hoy despertó temprano, pero igual, anoche no nos quedamos hasta tarde como para que se canse ni nada.
-Mierda Tiffany, tengo sueño. -dice refunfuñando. Ruedo los ojos y me siento soltando con brusquedad mi cuerpo del suyo.
-Has lo que quieras Cody, por lo visto no te importa para nada nuestro día. -digo malhumorada y al borde de las lágrimas. Al instante de aquellas palabras, siento como sus brazos me atraen a su pecho. -Suéltame, ya no quiero nada. -digo mientras me remuevo en sus brazos pero no logro zafarme.
-Venga, no te enojes, dime lo que quieres hacer y lo haremos, a la mierda mi sueño. -dice depositando un sonoro beso en mi mejilla.
-¿Para qué? ¿Para que luego estés de malhumor? No, gracias. -suspira con pesadez y nos tumbamos en la toalla.
-No te enojes, fue algo repentino culpa de una pastilla que me tomé, pero se me pasará el efecto. -intenta convencerme.
¿En qué momento se tomó la pastilla? Oh, cierto, antes de salir...
Upsi...
-Me dio sueño también. -digo intentando arreglar lo que hice.
Cody niega con la cabeza en lo que se pone de pie, me tiende la mano y empezamos a caminar. Íbamos por la orilla de una forma totalmente romántica, no podía enojarme con él, era un perfecto chico que sabía cómo arreglas las cosas cuando se proponía, siempre intenta no hacerme enojar en contra de su propia comodidad, me tiene antes que nada, se comporta tan perfecto que el día en que me deje -cosa que espero jamás suceda- no sabría qué hacer sin su presencia.
Su preciada y amada presencia.
Ya habíamos caminado varios metros de donde estábamos, todo yendo tan perfecto. Pero nada es eterno...
A lo lejos veo a 3 personas que reconozco fácilmente, eran Colin, un alfa; Liam, un panther que es el novio de Alex; y a nada más ni nada menos que mi hermana mayor, Lucy. Cuando esta última hace contacto visual conmigo, sonríe con maldad y se acerca a nosotros.
¿Qué mierda trama?
-¡Hermanita! ¡Cuñadito! ¿Qué andan haciendo? ¿Una ridícula cita romántica? -pregunta con falsedad.
-Tiffy, ¿cómo te ha ido? -pregunta Liam muy amistoso. Como un panther, él siempre fue muy amable.
-Bien. ¿Ya te liberaron?
-Sí, hace unos días por suerte. Por cierto, ¿él es tu novio? -pregunta curioso.
¿Acaso el que estemos tomados de las manos y que Lucy lo acabe de llamar "cuñadito" no lo hace lógico Liam?
-Sí, él es Cody Larsson. Cody, él es el antiguo receptor, a quien ibas a remplazar. -digo y ambos se estrechan la mano.
Cody y Liam se ponen a hablar sobre fútbol dejándonos de lado a los 3 que restábamos. Mi hermana se acerca a mi oído susurrándome algo que me deja totalmente petrificada.
-Sé dónde estuvo nuestra querida hermana mayor todos estos años.
Siento como mis ojos se cristalizan, un nudo infernal se va formando en mi garganta, ella se estaba refiriendo de mi hermana mayor, de quién me cuidó aquellos tiempos en que nos abandonaron, aquella persona que me destrozó con su partida, pero que aún así la amo tanto por el solo hecho que lleva mi sangre.
-¿Dónde está Star? ¡Dime Lucy! -grito llamando la atención de los 3 chicos que nos acompañaban.
Cody se acerca de inmediato a mí para ver lo que me pasaba, toma de mis mejillas y siento que en cualquier momento lloraré. Quiero a mi hermana.
-¿Qué sucede amor? ¿Qué te dijo Lucy? -pregunta preocupado y las lágrimas caen sin previo aviso.
-Ella sabe dónde está Star, sabe dónde está mi hermana mayor. -me aferro a él y mi novio de inmediato me envuelve en sus brazos. Observo de reojo a Lucy y puedo ver en ella una sonrisa de satisfacción.
-¿Quieres saber la verdad Tiffa? -asiento frenéticamente al no poder soltar palabra alguna. -Te lo diré, pero antes necesito preguntarle algo a tu noviesito.
¿A Coyi? ¿Qué querrá con él?
-¿Qué sucede Lucy? -pregunta confuso con el ceño fruncido.
-¿Es cierto que tienes una hermana adoptiva? -pregunta Lucy y no entiendo su pregunta. Pero Coyi sí.
-Sí, bueno, en realidad la adoptaron para ser mi niñera, no mi hermana. -dice encogiéndose en hombros. -¿A qué se debe esa pregunta?
-¿Esa chica se llama Marian, cierto? -asiente. -¿Recuerdas su apellido antes de ser adoptada.
-Era Cooper también.
Un momento, Marian tenía el mismo apellido que nosotras, es adoptada, debe estar teniendo 25 años. Acaso será...
-¿Sabías que tu familia le agregó ese nombre a ella? Su verdadero nombre no es Marian. -dice Lucy y empiezo a sentir unas arcadas ante este pensamiento.
-Sí lo sabía, pero nunca me dijeron su verdadero nombre, ¿cómo sabes eso? -pregunta mi novio con el ceño fruncido.
-Mi querido Larsson, déjame decirte que esa chica que vive postrada en una silla de ruedas, es nada más ni nada menos que nuestra hermana mayor, Star.
Y fue ahí como mi mundo se empezó a derrumbar...
Cody me suelta, observa con impacto unos segundos sin poder creer lo que Lucy acababa de decir, observando mis ojos verdes más penetrante que nunca. Los mismos ojos que posee mi hermana mayor, lo mismo que poseemos las 3. Niega repetidas veces con la cabeza empezando a caminar de un lado para otro mientras se jalaba el cabello. No lo culpo, yo también poseo el mismo impacto, acabo de enterarme que mi propia hermana, mi propia sangre, abusaba del amor de mi vida.
-Coyi... -estaba a punto de hablar pero él me interrumpe hablando a la nada.
-Marian es hermana de mi novia, joder, la mierda, puta vida. -decía sin parar de jalarse su rubia cabellera. -la chica que abusaba de mí era mi futura cuñada, a quien postré en una silla de ruedas, quien arruinó gran parte de mi vida. ¡Maldita sea! -dice dando una patada al suelo arenoso con su pie en recuperación provocando que ahogue un grito.
-Mi amor, ¡cálmate! -me acerco a él pero me vuelve a alejar.
-No te acerques Tiffany, ¡no te quiero cerca! ¡Llevas la maldita sangre de la persona que más odio en mi vida! De esa maldita golfa que arruinó mi vida, mi niñez, me dejó sin el amor de mis padres. ¡Sin una adolescencia normal! -estaba realmente alterado, no sabía cómo enfrentar la situación, solo podía llorar.
Ante tanto movimiento, igual pude captar las lágrimas que caían de sus bellos ojos azules, hice varios intentos fallidos para acercarme a él pero fue más inútil que Mina en la cocina. Ya estaba desesperada al máximo, no quiero perder a mi novio así, no a mi Coyi.
Cody fue disparando a la cabaña, intenté dar con su paso pero me fue imposible, él era mucho más veloz que yo hasta caminando.
Cody's POV
Que asco de vida, que asco mi puta vida. ¿Acaso jamás conoceré la felicidad sin que ésta se estropee de la peor manera? Amo a Tiffany, la verdad es que la amo con todo mi puto corazón, pero la impotencia que se siente el saber que ella es hermana menor de la persona que más odio, de la persona que arruinó gran parte de mi vida, eso no puedo superarlo con tanta facilidad, es muy complicado para mí.
Al llegar a la cabaña, me encuentro en la entrada con mis mejores amigas y Drake charlando tranquilamente, intento pasar sin que me dirigieran la palabra pero eso sería imposible tratándose de la presencia de Lyna.
-¿Coy? ¿Qué sucede? -me pregunta mientras me seguía en lo adentro de la cabaña.
-No puedo Lyna, no soportaré un minuto más con ella. -digo con mucho dolor.
-¿Qué sucedió? ¿Qué te hizo Tacchi? -pregunta furiosa.
-¡Se cruzó en mi camino! ¡Es la hermana de mi peor enemiga! -grito en lo que empiezo a armar mis maletas.
-¿Hablas de Marian? -asiento sin dejar de empacar mis cosas. Ella me abraza por la espalda y quedo congelado. Era lo que menos resistiría en estos momentos. -Vete, toma tu tiempo y llámame si me necesitas, siempre estaré a tu lado sobre todas las cosas mejor amigo. -asiento con lentitud y ella se retira dejándome a solas.
Me siento unos segundos en la cama mientras limpiaba las lágrimas de impotencia y dolor que derramé hace minutos. En eso que lo hacía, la rubia de ojos verdes entra a la habitación, el verde de su iris fue totalmente opacado por el rojo irritante que le había ocasionado el llorar mucho.
-No te vayas Coyi, por favor, ¡yo te amo! ¡No puedo vivir sin ti! -esas palabras fueron como un puñal en mi pecho, dolían, demasiado.
Ignoro con mucha fuerza sus palabras y prosigo con las maletas, ella intentaba detenerme y convencerme para hablar, pero no podía, sentía que si hablábamos las cosas podrían salirse aún más de control destrozando a Tiffany de una manera injusta. No puedo hablar con ella.
De un momento a otro, Derek y Melody estaban en la puerta intentando impedir mi partida, pero no pudieron, mi dolor me dio aquella fuerza que alguna vez la obtuve de niño para defenderme ante la maniática hermana mayor de mi novia.
Al salir, me despido de Lyna con un fuerte abrazo, lloramos un poco pero nos separamos antes de hacer mayor la dolorosa situación, me subo a mi auto ya con las maletas en éste y decido marcharme a casa. Decido partir hacia New York en lo que resta de vacaciones.
*fin de flashbacks*
La velocidad estaba al máximo, si tenía un accidente no me sorprendería, aunque a la vez eso buscaba. Mi vida ya perdió todo su puto sentido, no tengo a padres que me quieran, no tuve una buena adolescencia, no tuve amigos, no volveré a jugar fútbol, y lo más doloroso: no volveré a tener a la mejor novia del mundo...