Un Verano Desastroso [#CG2]

By maclightning

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ADVERTENCIA ⚠️ NO LEER LA HISTORIA SI NO LEÍSTE "CAMP GOYS" ANTES, ES SU SEGUNDA PARTE Y ES POSIBLE QUE SI C... More

PERSONAJES.
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#VamoACalmarno
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CHANNN.
RESPUESTAS.
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49 (FINAL)
50 (EPILOGO)
AGRADECIMIENTOS.
Extra 1 (Boda <<Lesse>>)
#AskMac
Extra 2 (Luna de Miel)
Extra 3 (Las Vegas)
Extra 4 (El final de un comienzo)

3.

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By maclightning

¿Podrían seguirme en mi cuenta de Instagram? micaelacarranza_ se los agradecería mucho❤️

Ahora los dejó con el capítulo!

•••

Que horrible es sentir que miles de elefantes pasaron sobre uno y sentir que tu cabeza está por estallar en cualquier momento.

Que horrible es tener resaca.

Y que horrible es cuando no puedes recordar nada de lo que hiciste la noche anterior y tampoco saber el motivo de porque alguien duerme contigo en tu cama, ni mucho menos porque una mano está tocando tu pecho izquierdo.

Un poco confundida me di vuelta encontrándome con la cara de Max, literalmente babea mi almohada.

¿Cómo llegue aquí? Lo último que recuerdo es estar en casa de Bailey.

Me alejé para que deje de tocarme, inmediatamente rodó dándome la espalda y llevándose mis sabanas con él.

—Lavina—murmuró entre sueños.

—Wilson—palmeé su espalda, no quiero hacer un alboroto porque si llego a gritar mi madre se enterara que tengo un chico en mi habitación y se pondría a imaginar cosas que no son.

Por suerte estaba vestida con la ropa de ayer.

Max estaba muy cómodo roncando. Le di una patada haciendo que cayera de la cama.

La puerta se abrió abruptamente mostrando a Brea asustada.

Cuando me vio suspiró.

—¿Está todo bien?—preguntó . En sus manos llevaba un vaso de agua.

—¿Que sucedió?—fruncí el ceño.

—¿No recuerdas?—le dió una breve mirada a Max que yacía dormido plácidamente en el piso. Me entregó una pastilla y el vaso.

—No—dije llevando el vaso a mis labios. De repente algo paso por mi cabeza, me levante rápido y sin querer pise a Max—No me digas que nosotros dos...

No podía seguir con la frase, esto tiene que ser un error.

Un grave error.

TENÍA QUE SERLO.

—¿Qué pasa?—Max se levantó. Ahora es cuando me doy cuenta que no lleva camiseta.

Oh mi dios.

—¿Que sucedió anoche? ¿Te aprovechaste de mi condición?

La sangre para este entonces hervía dentro de mí.

Se estiró exhibiendo su pecho.

—No me aproveche de nadie, tu viniste sola hasta aquí, no hice nada.

Si es posible mi boca en estos momentos estaría tocando el piso.

—¡No!—exclamé tirándome encima suyo.

Brea se mantuvo callada con su miraba fija en los abdominales de Max.

Pervertida.

—Dime que es mentira—dije zarandeándole de los hombros.

—Pensé que habíamos quedado en que yo era un mentiroso—dijo dándome un leve empujón.

—Brea—dije llamando su atención—¿Qué sucedió exactamente anoche?

Mi prima parpadeo varias veces hasta que su mirada se centró en mí.

—Bebiste demasiado entonces comenzaste a llorar sin motivo alguno,
por lo que decidimos traerte hasta tu habitación para que descansaras—señaló a Max, este se estaba colocando la camiseta—Vomitaste y luego te dormiste profundamente.

—Ah, bueno—murmuré , luego giré para encarar a Max—¿por qué estabas en mi cama, tocándome?

Al mencionar eso mi prima abrió los ojos.

—¿Tocándote?—titubeó Max. Su rostro se transformó de todos los colores.

—¿Tocaste a mi prima? —chilló Brea—Pensé que teníamos algo especial.

Max frunció sus cejas y luego me miró como pidiendo mi ayuda.

Mi cabeza en este momento estaba comenzando a doler por lo que los dejé con sus problemas y salí de mi habitación en dirección a la cocina.

Necesito comida, eso ayudará.

Al entrar vi a mi madre besando a su novio.

Si fuera posible me hubiese sacado los ojos en ese momento.

Aclaré mi garganta haciendo que ambos despeguen sus bocas.

—Hija—se apartó rápidamente de su lado.

Brandon al verme despareció sin omitir ninguna palabra.

A pesar de que lo conozco hace cinco meses. Y por lo que me entere apenas llegue del campamento, ellos mantenían una relación hace más de un año a escondidas de mí.

Mi madre no sabía cómo decírmelo y también quería estar segura que su relación era seria.

Brando todavía es tímido en ese sentido, no le gusta demostrarse cariñoso con mamá cuando estoy presente.

Me agrada, hace feliz a mi madre y eso es lo único que importa.

—La próxima vez que los encuentre así, estoy segura que quedaré ciega—dije abriendo la heladera.

—Tu celular estuvo sonando toda la mañana—señaló mi aparato que yacía arriba de la mesada.

Revise mi teléfono donde tenía dos mensajes de Marleen, veintitrés llamadas perdidas de Bailey, más seis mensajes y trece mensajes de Ciara.

Todas preguntando como estaba luego de lo de ayer.

Abrí nuestro grupo de WhatsApp y decidí contestarles por ahí.

Estoy bien con un poco de dolor de cabeza, pero viva.

Mi celular sonó y en la pantalla apareció el nombre de Marleen.

—¿Si?

—Bailey y Brent se irán a la noche. Iremos a almorzar todos juntos en Werner, puedes traer a Brea y a Max.

Miré el reloj que estaba en la pared indicaban las diez de la mañana.

—Entendido. Nos vemos allí—avise y colgué.

—Almorzarás con las chicas—afirmó mi madre. Asentí terminado de beber mi jugo.

En eso oímos a Brea y Max bajar a los gritos.

—Vete, no quiero verte—gimoteó mi prima, ¿es serio?

Creo que debería ir por la actuación en vez de abogacía.

—Eres una loca—dijo Max.

La puerta se cerró.

Brea apareció por la puerta lo más calmada.

Mamá y yo nos miramos.

—¿Que fue todo eso?—pregunté.

Se encogió de hombros.

—He encontrado con quien divertirme en estas vacaciones—dijo enarcando una ceja—espero que no te moleste que bromee con tu chico, no es nada serio.

—No me importa mientras no haya sangre—sacudí la cabeza—¡Hey! No es mi chico.

Mamá rió.

—No es mi chico—aclaré, pero ninguna de las dos me hizo caso.

*

El almuerzo de despedida de los chicos fue emotiva, cabe decir que llore más que todos.

Creo que me bajará la regla, siempre me pongo más sentimental cuando eso pasa.

Sé que no se están yendo para siempre, pero con Bailey siempre fuimos unidas y será raro no verla por aquí.

Igual me pone contenta porque sé que esté fue un paso más en su relación con Brent, no todos los días conoces a tus suegros.

—El camión de mudanzas—Brea me dió un codazo para que miré a la casa de enfrente, y efectivamente había un camión y varias personas alrededor.

Un auto estaciono detrás del mismo, supongo que serán los nuevos dueños, ignorando lo que sucedía en esa casa termine de abrir la puerta para entrar a mi casa.

Un riquísimo olor a chocolate llamo mi atención por lo que me dirigí a la cocina con mi prima siguiéndome.

Mamá estaba concentrada adornado un pastel.

—¿Hiciste un pastel para mí?—pregunté abrazando a mi madre.

Ella sabía de lo mal que estaría cuando Bailey se fuera, me conoce tan bien. Es la mejor madre del mundo.

Traté de pasar mi dedo por el chocolate pero me dió un golpecito en la mano.

—Es para los nuevos vecinos.

¿QUÉ?

¿Y QUE PASA CON SU HIJA?

ESTOY MAL NECESITO CHOCOLATE

Y HAMBURGUESAS

ESTOY DEPRIMIDA.

A nadie le importas.

Brea se rió a mi lado.

La fulminé con la mirada.

Mamá me entregó el pastel, la miré confundida.

—No era para mí ¿Recuerdas?

—Lo recuerdo—dijo empujándome a mí y a Brea hacia la puerta de entrada—Se la llevarán a los vecinos como bienvenida al vecindario.

—Pero....—mi hermosa madre nos había cerrado la puerta en la cara.

—¿Nos comemos la torta? Que se jodan los vecinos—Brea se frotó las manos e intento sacarme el pastel de las mías.

Alguien tocó la ventana. Mamá nos miraba desde adentro.

—Vamos—murmuré cruzándome a la otra calle.

Todavía había gente entrando y saliendo de la casa.

Una señora rubia que parecía amable se encontraba dando indicaciones sobre cómo colocar los muebles, supongo que es la dueña.

Ella se percató de nuestra presencia y se fue acercando a nosotras.

—Hola, chicas ¿necesitan algo?—preguntó sonriendo.

—Hola, soy Lavina, su vecina—dije—vivo justo enfrente.

—Soy Brea—saludó mi prima.

—Oh, encantada. Soy Debbie—dijo dándonos un abrazo efusivo, casi hizo que tirara el pastel.

—Bueno, bienvenida. Este es un presente de mi madre para usted—se lo entregue.

—Se ve delicioso, gracias—caminó hasta la entrada de su casa—por favor, pasen.

Dejó el pastel en la mesada de la cocina.

—Perdón por el desorden.

—No se preocupe, es entendible—habló Brea.

—¡Hijas! Tenemos visitas—gritó—Deben tener la misma edad que ustedes, espero lleguen a ser grandes amigas. Fue duro para ellas dejar sus amigos y todo eso.

Asentí.

Una chica se asomó por la puerta. Tenía el cabello de color caoba, ojos azules y era de estatura media.

—Ella es una de mis hijas—señaló Debbie.

—Hola—dijo la chica con una sonrisa en su rostro—Me llamo Alexa.

—Hola, soy Lavina y ella es Brea, mi prima. Somos sus vecinas.

Asintió.

—Mamá, no encuentro la caja de mis zapatos—chilló otra chica.

—Todavía está en el camión, espera a que la bajen—contestó su madre de forma calmada. Su hermana rodó los ojos—Tenemos visitas, saluda.

A diferencia de Alexa, ella era rubia y se podía decir que un poco más baja que su hermana.

Al vernos sonrió o eso pareció.

—Hola, soy Bethany.

Su nombre hizo eco en mi cabeza, estoy segura que he escuchado ese nombre en alguna parte y su voz me es conocida.

Negué con la cabeza, debo estar confundida. No la conozco.

—Disculpen pero iré a buscar mis cosas, un gusto-—dijo Bethany saliendo del lugar. Su mamá nos dió una mirada de disculpa y salió detrás de su hija.

Y de pronto algo vino a mi mente.

¿Llamé a Jesse anoche?

Comienzo a recordar que deje un mensaje en su teléfono y logré comunicarme después pero una chica atendió en su lugar, luego me puse a llorar y apareció Max para consolarme. También recuerdo haberle pedido que se quede conmigo, es por eso que estaba en mi cama esta mañana.

—¿Estas bien?—preguntó Alexa con una mirada preocupada.

—Estas pálida—acotó Brea agarrándome de un brazo.

—Estoy bien—dije tanteando mis bolsillos para buscar mi teléfono—necesito un poco de aire. Nos vemos después, si quieres—Le dije a Alexa.

—Me encantaría—contestó.

—Me quedare un rato si no es molestia, Alexa—dijo Brea, a lo que ella negó.

Salí de la casa e inmediatamente busque en mi teléfono los registros de llamada.

Y efectivamente el número de Jesse está ahí, mierda.

Revisando mí teléfono también me di cuenta de algo.

TENÍA UNA LLAMADA PERDIDA DE JESSE

Seguramente oyó mi mensaje y le di tanta lástima que decidió llamarme después de mucho tiempo.

Estaba mirando las llamadas perdidas cuando mi dedo presionó en llamar a Jesse nuevamente.

Por estas cosas odio los táctiles hacen cualquier cosa menos lo que les ordenas.

Rápidamente corte.

Corrí hasta mi casa y subí hasta mi habitación.

Me senté en mi cama y me recosté tratando de calmarme.

En ese momento mi teléfono sonó avisando que tenía un mensaje nuevo.

" :) "

JESSE.

Maldición.

¿Qué significa eso?

+++++++++++++++++++++++++++++++

Espero que les guste.

#TEAMJESSE O #TEAMMAX

AH.

GRACIAS POR LOS VOTOS <33333333333333333

NOS VEMOS EN EL PRÓXIMO.


BESOS

MAC

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