Edward estaba en su habitación bastante intranquilo. Caminaba de un lado a otro y no sabía qué hacer, estaba desesperado. Para su fortuna el fin de semana había llegado y así no tendría que acudir al colegio, no quería ver a nadie, solamente quería hundirse en su nerviosismo y olvidarse de todo el mundo. Estaba metido en un problema bastante grave. ¿ahora qué haría? Se preguntaba una y otra vez mientras recorría su habitación.
Tocaron la puerta y Edward dio un respingo. Estaba tan concentrado en sus cosas que eso lo había asustado.
—¿Quién? —pregunto con un hilo de voz.
—Yo bebe—susurro James del otro lado de la puerta.
—Pasa y ponle el seguro—el omega se sentó en la cama con las piernas cruzadas. Miro como el joven entraba y le dedicaba una enorme sonrisa—Tenemos que hablar James—dijo preocupado.
—¿Qué pasa bebe? ¿Te sientes mal? — el alfa se sentó junto a Edward tomándole las manos y dándole un dulce beso.
—Necesito decirte algo que está pasando, no sé cómo lo vayas a tomar, pero a mí también me sorprendió mucho—sonrió de lado—Tienes que mantenerte tranquilo y solamente así encontraremos la manera de resolverlo. Solamente pido que me escuches.
James elevo una ceja y miro fijamente los ojos verdes del chico que más quería. Parecía nervioso e inquieto. Eso era extraño en Edward, él siempre estaba tranquilo.
Edward respiro de manera profunda y miro al alfa.
—Creo que estoy en estado...— el silencio se hizo presente.
James sintió como un balde de agua fría le caía en la cabeza. Si habían tenido relación un par o quizá cientos de veces, ¿Pero en estado? Ambos tenían 16 años. No podían ser padres tan jóvenes. Era una completa locura. Eso no estaba bien.
Entonces en ese mismo momento Edward supo que había perdido a su James para siempre. Lo sabía y lo sentía.
El alfa se levantó. Sin decir nada salió de la habitación. Edward sintió el corazón partirse en mil pedazos. Se deslizo hasta el suelo y pego la cabeza en sus rodillas, no único que le quedaba era llorar.
Pero algo sucedió. James regreso a la habitación con un papel en la mano.
Edward lo miro con una ilusión de tener una familia con él. Quería decirle tantas cosas, que todo estaría bien, que serían felices, como sus padres, que podrían salir adelante a pesar de ser tan jóvenes. Por un momento Edward sintió que tenía una oportunidad de ser feliz.
—Este es el numero de una de mis amigas, ha tenido más de cuatro abortos, seguramente ella te ayudara, ella sabe la receta del té que puede hacer que te libres de este problema.
El omega se levantó del piso y miro al alfa que se mantenía en silencio y con la mano estirada.
—¿¡ERES IMBECIL O QUE TE PASA!? —Edward tomo de la playera a James arrojándolo fuera de su habitación—¡NO QUIERO VERTE JAMAS EN MI VIDA! ¡MALDITO COBARDE! —Edward dio un portazo y se encerró con seguro!
James se acomodó la playera. Y miro a ambos lados del pasillo. Para su desgracia, ahí estaba su padre, Niall lo miro fijamente, el alfa no dijo nada, entro en su habitación imitando la acción de Edward.
—¿Qué fue eso? —pregunto Harry asomándose por el corredor
—Creo que hay problemas en el paraíso—susurro Niall—Nuestros hijos—hizo una mueca.
—Ya veo. ¿Vas tu o voy yo? —Harry elevo las cejas.
—Hablare primero con Edward ¿Si? Tu sigue en el trabajo, yo después de aviso que paso—el rizado solamente asintió.
Niall se acomodó su ropa y camino hacia la puerta del pequeño omega, era normal tener problemas al principio del noviazgo, seguramente después estarían como si nada, ocultando su amor de sus padres.
Niall toco varias veces la puerta sin recibir respuesta.
—Edward, sabes que puedo pasar sin pedir permiso, es mejor que me abras—el seguro se escuchó y Niall abrió la puerta, el omega se estaba acomodando en la cama intentando disimular que había estado llorando. El rubio cerró la puerta, se agacho y recogió un papel—Esto estaba tirado ¿Es tuyo? —pregunto mostrándoselo.
—Déjalo por ahí tío—sonrió tristemente.
—¿Qué pasa amor? ¿Por qué estas llorando? Y no me digas que no, que tienes los ojos rojos. ¿Algún problema con James? ¿Qué te hizo? Que soy su padre y puedo castigarle si te lastimo—sonrió sentándose frente a ese chico que bajaba la cabeza—Sabes que puedes tenerme confianza.
—¿Te puedo hacer unas preguntas? —el rubio asintió rápidamente—¿Qué se siente ser de alguien? Me refiero a tener lo del vínculo y esas cosas. Ya sabes— a Edward le apenaba un poco preguntar eso. Pero necesitaba saberlo.
—Ni yo mismo lo se corazón—suspiro Niall—No soy de Zayn como todos creen, si tengo una enorme marca en mi cuello. Pero no he formado ese vínculo que tienen tus padres, creo que eso va más allá de una simple marca o reclamación de alguien, es más que el amor, es para siempre y la verdad yo jamás he querido formar el vínculo con Zayn, no se es un enorme paso que no estoy listo para dar. ¿Entiendes? Hay muchas maneras de demostrarse amor, no exactamente con un vínculo. Yo le digo a Zayn que lo quiero mucho, pero nada más. Acá entre nos Edward, no me veo con Zayn toda la eternidad, cualquier cosa puede pasar, quizá si salimos librados de esta batalla entonces tomare la decisión de formar algo con él. Yo nos pasa algo a alguno de los dos, el otro sufriría como nunca, porque es como si te arrancaran tu otra mitad. Por eso me he esperado tanto tiempo.
Edward aspiro su nariz—¿Y mis padres? ¿Por qué ellos tomaron el riesgo?
—Por qué se aman, como saben que son le uno para el otro, yo no quiero sufrir por eso mejor esperar, no me gusta llorar, ya sabes. Para todo hay tiempo Edward, ten eso en cuenta—le guiño el ojo.
—Entiendo tío Niall—sonrío de lado—¿Y el tío Zayn no dice nada porque no formes un vínculo con él?
—Bueno, nadie sabe que no hemos aun formado eso. Solamente él y yo y ahora tu claro—le toco la nariz—Pero Zayn me dice que debemos formalizar esto, pero le digo mis motivos y me entiende. Es bastante comprensivo—sonrío.
—El tío Zayn es bastante comprensivo ¿No? —suspiro—Que bueno que te entienda y apoye.
—Si, por eso mismo le eleve un poco su ego y deje que me marcase, ya sabes para satisfacer sus deseos de alfa dominante—rio el rubio—Espero que entre tú y mi hijo todo se mejore bebe—Niall se inclinó y le dio un beso a Edward en la frente—Que puedan arreglar sus deferencias.
—Gracias. Me has ayudado mucho.
—De nada mi amor, te dejare solo, para que descanses y te calmes un poco. Más tarde te traeré un bocadillo ¿Quieres?
—Si por favor tío.
—Muy bien amor—Niall se levantó y salió de la habitación. Tenían que darle tiempo a Edward, quizá estaban pasando por una mala racha, seguramente lo solucionarían.
Edward tomo su celular y se colocó los audífonos, quería perderse en su mundo y olvidarse de todos. Jamás olvidaría a James diciéndole eso. Dio un enorme suspiro y encendió el reproductor. La canción Goodbye My lover de James Blunt. Cerro los ojos y se acomodó en la cama. Las lágrimas de Ed comenzaron a rodar por sus mejillas, recordar todo lo que había vivido con James le rompía el corazón, pero le destrozaba la actitud que había tomado. No se habían cuidado y por eso ahora estaban las consecuencias. Edward necesitaba pensar que iba a hacer. Tenía dos opciones, o les decía a sus padres y ellos lo ayudaban o le marcaba a la amiga de James y terminaba con eso el solo.
Pero tenia mucho miedo. Él no quería terminar con una vida.
*
Dos semanas después.
Zayn se encontraba en la sala de la casa leyendo un libro que Niall le había entregado "Como dejar de ser imbécil" el titulo sonaba bastante extraño, pero era bastante interesante.
El moreno prestaba suma atención, cuando de pronto escucho un portazo. Se levantó y camino hacia la entrada, era James, estaba demasiado molesto, subía las escaleras casi corriendo, después de unos segundos Edward abrió la puerta, tenía lágrimas en los ojos y se tocaba el estómago como si le doliera mucho.
—¿Edward? ¿Te encuentras bien? —Zayn se acercó un poco mirándolo. Estaba pálido y respiraba con muchos trabajos.
Solamente asintió y siguió caminando muy despacio.
Edward subió las escaleras muy despacio. Zayn lo seguía a pocos pasos tenía miedo de que el omega cayera al suelo. El moreno se aseguró de que el pequeño entrara a su habitación, se veía muy mal, era mejor comentárselo a sus padres. Pero mejor después, Harry y Louis estaban muy ocupados haciendo el amor. Así era casi siempre. La pequeña Olivia aun no salía de su clase de ballet.
*
Harry se acomodaba la ropa mientras Louis lo miraba, su omega era tan sexy, tan perfecto y olía tan bien. Jamás se cansaría de poseerlo. Era delicioso estar dentro de él. Aunque sonara extraño así era.
—Supongo que Olivia ya llego—menciono Harry abrochándose la camisa de seda rosa que llevaba.
—Pues sí, ya es un poco tarde—suspiro tocando la espalda de su omega.
—¿Cuándo te vas a cansar de esto? —pregunto Harry llevando una mano hacia sus rizos y acomodándolos un poco.
—Jamás amor—Louis se sentó sobre la cama y se acercó al oído de Harry—¿Entiendes? Voy a hacerte el amor todos los días de mi existencia. Me voy a pasar todos mis días teniéndote y amándote.
Harry sonrió y negó con la cabeza.
—A mí también me gusta tenerte amor—el rizado se giró mirando los ojos de su alfa—Siempre haremos el amor—Louis tomo de la nuca a Harry besándolo más intenso.
—Tengo que ver a los niños—susurro en sus labios.
—Otra vez—suplico Louis mordiendo los labios de Harry—Por favor amor.
Pero la puerta sonó. Louis gruño y Harry solamente se rio bajo. En una casa con tanta gente era imposible tener privacidad por completo.
—¿Qué? —dijo Louis besándole el cuello al omega.
—Es Edward, tiene temperatura y está sudando frio. Louis tienes que verlo.
Harry se levantó casi corriendo mientras Louis se ponía la ropa. El omega salió de la habitación y camino rápido hasta el cuarto de su hijo. Entro sin tocar, ahí estaba todo tapado y temblando. El rizado le toco la frente, en efecto, estaba ardiendo en temperatura.
—¿Amor que sientes? —Menciono Harry tomándole la mano.
—Frio—susurro sonriendo débilmente.
—Ya llegué—dijo Louis con el maletín que tenía muchas medicinas y todo para revisar a su hijo, Louis sabía todo acerca de la medicina, había estudiado algunos cuantos semestres antes de convertirse en eso que ahora se había convertido. Pero lo había aprendido bien y con eso bastaba.
Louis reviso a su hijo. Parecía una infección demasiado fuerte en el estómago, no soportaba que lo tocaran. El alfa le dio algunas pastillas, si no mejoraba para mañana lo llevarían de inmediato al hospital. Aunque no solían ir a lugares públicos, alguien podría reconocer a Louis, que se suponía que estaba muerto. Era mejor ver como reaccionaba Edward.
Harry dejo un beso sobre la frente de su hijo, la temperatura había cesado, al menos se quedaron un poco más tranquilos.
—Dejemos que descanse, si mañana sigue igual tendrás que llevarlo al hospital Harry—el rizado solamente asintió ante las palabras de su alfa. Arropo bien a su pequeño y le acaricio el cabello.
—Puedo quedarme a cuidarlo esta noche—menciono Zayn con toda tranquilidad—Me toca cuidar esta noche y bueno, de paso veo que Edward no empeore ¿Si?
—Muchas gracias Zayn—Harry le sonrió agradeciendo. Estaría más tranquilo si alguien se quedaba con su hijo.
Harry, Louis y Niall salieron de la habitación. El moreno se sentó en ese pequeño sofá que había dentro. Se acomodó un poco y fijo la mirada en Edward que se removía un poco en la cama.
—Tío Zayn—susurro mirándolo y dedicándole una sonrisa.
—¿Te sientes mal? —pregunto rápidamente el alfa.
—No. Solamente quiero hablar con alguien. ¿Sabes? Me siento solo. Mi hermana se la pasa en sus clases y James, bueno ya no es lo mismo—Menciono con una infinita tristeza.
—Ustedes siempre han sido grandes amigos ¿Qué paso?
Edward aspiro su nariz, no pudo evitar que sus lágrimas corrieran por sus mejillas, hablar de eso le dolía en el alma.
—No llores, cualquier cosa se va solucionar entre ustedes, vamos Edward, una amistad tan larga como la de ustedes no se puede romper de un día para otro—Zayn intento animarlo. Se levantó y camino hasta la cama del menor sentándose a su lado, se acarició el cabello y le miro a los ojos.
—No creo que se solucione—susurro limpiando sus lágrimas—Hay tío Zayn, si yo te contara, pero tengo miedo de lo que pienses de mi—Edward se sentó en la cama sintiendo mucho dolor en el estómago.
—No te levantes, es mejor que te quedes acostado. Por favor Edward—suplico el alfa tomándolo de los hombros.
Edward hizo un puchero y se aferró al cuello del alfa. Necesitaba un abrazo, sentir que alguien se preocupaba por él. El omega escondió su cara en el cuello de Zayn respirando ese aroma tan delicioso que el alfa irradiaba. Edward se alejó un poco del moreno tocándole las mejillas. Ambos se sonrieron.
—Lo siento tanto—susurro Edward acercándose más y más a los labios de Zayn. Este no se movió, se quedó quieto.
El omega atrapo los labios de Zayn besándolo dulcemente, solamente había sido un impulso, su omega pedía agritos probar los labios de ese alfa. Lo conocía de toda la vida, era su tío. El mejor amigo de su padre, pero era demasiado atractivo. Olía tan bien y sentirlo tan cerca le hacía sentir muchas cosas en el estómago.
Hola buenos dias, ha estado haciendo mucho aire, el techo hace un ruido extraño y mis gatos parecen que estan ivernando :C xD jeje
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