Dylan.
Pasamos al frente a exponer el puto tema de esta vieja puta que cada vez se mueve mas para que yo.vea su pechos operados o rellenados de hielo.
Mire a Thomas que explicaba casi todo acerca del tema y veía como su mandíbula cerraba y se movía, como si masticara algo muy suave, me fije en su vestimenta y se veía muy fresco y simple.
-Y con esto acabamos- dije yo terminando de decir mi parte escrita en lo antebrazo.
-Bien chicos pueden irse, ustedes diganme sus números para asentarle su calificacion- dijo y paro el culo apoyándose en el escritorio a lo que Thomas y yo hizo mueca de asco.
-11- dije viendo a otra parte que no fuera ella.
-12- Thomas moroda sus uñas y reia por lo reacción.
Después de eso salimos y me adelante por instinto a la cafetería, Thomas se había separado hace unos segundos.
Al entrar vi a Kaya sentada en nuestra banca pero no sola si no con su chino ese. Pedí un café y me senté en medip de los dos.
-Lamento interrumpir, Hola soy Dylan O'Brien- tome la mano de chino y la agite, lastimándolo.
-Soy Ki- se sobo el brazo-
-Si el chino- musote, tomandole a mi café.
-Es coreano- dijo Kaya.
-Da igual- rodee los ojos.
-¡Quitate imbécil!- voltee a mis espaldas y el imbécil de Will le gritaba a Thomas, su camisa estaba llena de espagetti y Thomas estaba en el piso al lado de los contenedores, todo la cafetería volteo.
-Perdón... Willl... Yo- un ruido se escuchó, era la patada de Will que por suerte Thomas esquivo.
Me pare hecho una furia pero Kaya me jalo, me solté de su agarre casi tirándola y al avanzar a paso rápido avente el café, empuje las mesas y sillas que estaban ahí.
Al llegar a Will lo voltee de la camisa y solté mi puño en su nariz, que rápido sangró.
Lo tome del cuello y lo puse en la pared.
-Vuelves a tocarlo y te juro que clavare un tenedor en tu ojos y te lo daré de comer- escupir en lis palabras y lo solté al piso, todos me estaban viendo y Thomas se había parado se sacudió. Me abrí paso y salí por la puertas haciendo que bailaran en el aire.
-¡Thomas! ¡Thomas!- los gritos de Kaya se escuchaban por el pasillo. Pare en seco y la vi, apreté mis labios y puños, mis nudillos dolían.
-Dejame en paz- seguí mi camino y llegue al único lugar donde podía esta tranquilo y por pena... Llorar.
El balanceo leve del columpio me hacia recordar cuando era niño, aquí donde vivo el cielo estaba gris y las nubes tronaban en señal de lluvia.
¿Que me pasa? No le hablaba, de repente ¡Pum! Le doy permiso de hablarme, le hablo, me junto con el, lo defiendo y me enojo solo por eso.
¿Que me haces Sangster?
Suspire, veía al piso y mis tenis sucios- Dyl- reconocí esa voz, estaba parando enfrente mio y me miraba con cierta lastima.
-¿Que mierda haces aquí? Largarte, agrave que te salve el culo-
-Kaya me dijo donde encontrarte y no me iré no eres mi amo. Gracias- se sentó en un columpio de al lado, así pasaron como 10 minutos asta que volvió a hablar- Estos columpios son deprimentes- río.
-Para mi son tranquilidad- lo vi y me sonrió- pero también son tristes y deprimentes.
Río y se empezó a balancear -El cielo le da ese toqué tan...-
-Especial-
-Si, Dylan quiero decirte que no de viste hacer lo de hace rato-
-Y dejar que te diera en tu madre, lo tomare en cuenta-
Reímos al mismo tiempo- Para la próxima...-
-No habrá próxima- lo mire enojado.
-¿Que? ¿Por que?-
-Por que yo no lo permitiré-
-