Fraternidad mixta...¡UNA MIER...

By lolipop2698

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Tras conocer la infidelidad de mi padre y la indiferencia de mi madre sobre mi decido cumplir mi sueño y alej... More

1.Las apariencias engañan, o eso dicen, ¿no?
2. La búsqueda comienza
3. El desayuno de los campeones
4. Limando asperezas
5. Presentación en sociedad
6. No beberé nunca más
7. ¿Qué me he perdido?
8. Mi hermano y compañía
9. Hacía mucho tiempo
10. La mejor fiesta de pijamas del mundo
11. Pasados por agua
12.Primeras impresiones
13. Buenos días por la mañana
14. Ella, famosa
15. Notición
16. Eres una caja de sorpresas
17. La llegada
18. Perdiendo el control
19. Descubriendo la verdad
20. Ding-Dong, soy yo
21. En nada nos vemos
22. Por una pizza y una crepe, lo que quieras.
23. Bragas de abuela
24. M-A-T-O
25. Vamos a hablar de sentimientos
26. ¿Y si me meto a monja?
27. Descubriendo sentimientos
28. Halloween
29. Momentos embarazosos
30. A ver quien puede más.
31. Verdades ocultas
32. El cuento de hadas
33. A posar se ha dicho
34. Alguien esta celoso
35. ¡Ya es Navidad!
36. Nochebuena
37. Es el siglo XXI
38. Nochevieja
39. No queria que esto pasara
40. La vida esta llena de sorpresas
41. Si es un secreto, no lo puedes contar
42. Amor a primer mordisco
43. Las cosas se rompen, las personas tambien
44. Se puede solucionar
45. Que sea San Valentín no significa que sea un buen día
46. A veces es mejor olvidar que castigar
48. Noche de chicas
49. A veces pienso que quien lleva los pantalones en esta relacion es tu abuelo
50. Esta claro que esto no es lo mio
51. Lo que se hace por amor
52. ¿Relaciones abiertas?
53. Gripe, ven a mí
54.¡OH DIOS MÍO!
55. La convivencia es muy fácil desde el exterior
56. ¿Es posible una reconciliación?
57.¿ Es este el final?
58. Las vacaciones tienen sorpresas
Epilogo
Agradecimientos y Novedades

47. Mierda, se me ha olvidado

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By lolipop2698

Puede que el día de San Valentín no fuera el esperado, pero con Ryan a mi lado todo fue más fácil.

Me ingresaron en el hospital y aunque posiblemente penséis que fue un coñazo, no fue así. Los chicos, todos, hicieron el viaje a Florida y se disfrazaron de médicos solo para cuidarme. Eddie hizo de doctor y por suerte no nos echaron del hospital.

Cuando volvimos a casa, toda la familia estaba en ella. Mi padre, mi hermano, Tom y los padres y el abuelo de Ryan. La cena fue de todo menos normal, parecía más un interrogatorio.

El abuelo de Ryan no nos dejó hacer manitas mientras veíamos la película pero el no dejo de obsequiarnos con sus esperanzas sexuales de la residencia.

Ryan me llevo a la cama y no pude estar más agradecida por ello.

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ESCUCHAR LA PRIMERA CANCION QUE OS PONGO, YA SE QUE POSIBLEMENTE NO TENGA NADA QUE VER CON LA HISTORIA PERO ES QUE ME PARECE PRECIOSA

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Tres semanas después

Me remuevo sobre el pecho de Ryan y aspiro su olor. Lo sé, hace semanas criticaba que Ryan hiciese eso conmigo y ahora lo hago yo como si fuera una acosadora de one direction.

Acaricio mi mejilla con el bello del pecho de Ryan haciéndome cosquillas y sin poder evitar una risita. Él se mueve y cuando veo que se empieza a despertar, sin perder la oportunidad, me pongo encima de él.

La camisa de Ryan me tapa lo justo y necesario, aunque claro, puede que yo me haya abierto algún que otro botón.

Ayer, Ryan y yo por fin celebramos San Valentín. En el hospital me dijeron que no me iban a operar por lo que ahora solo llevo una venda que me puedo quitar.

Ryan me preparo una cena en el jardín de casa, con velas y música clásica. La cena estuvo deliciosa pero el postre fue lo mejor. Había pastel de chocolate, pero al final acabó siendo pastel de chocolate sobre mí. Cuando estábamos tumbados en el césped nos dimos cuenta de que no podía entrar con ese vestido a la casa, fue entonces cuando me cambie mi vestido por su camisa. Subimos a su habitación y cuando acabamos de hacer lo que hacen los enamorados, nos dormimos desnudos, piel con piel. Aunque eso no duro mucho, a mitad de la noche, me entro frio y me puse su camisa y esta mañana cuando me he despertado lo he hecho con Ryan, con su olor y con su camisa. Simplemente perfecto.

Cuando vine aquí el primer día en lo que menos pensaba era en enamorarme y mucho menos de ese capullo que me llamo niña pija sin ni siquiera verme. Ahora está en mi cama y solo puedo pensar en que soy su niña pija, su princesa, su pequeña. El para mí lo es todo, lo que me completa, lo que me hace sentir segura, le quiero con toda mi alma y no puedo creer que sea tan afortunada de tenerlo entre mis brazos.

A veces empiezo los días con miedo, temiendo que va a pasar algo haciendo que todo se rompa, se resquebraje. Es marzo y en junio se acaba el curso. ¿Qué pasara entonces? ¿Seguiré aquí? ¿O volveré a Florida? Sé que quedan cuatro meses pero es que con Ryan el tiempo pasa demasiado rápido y siento como si cada momento que tenemos se escapase entre mis dedos y la fecha se acercase sin disimulo.

Ryan interrumpe mis pensamientos cuando sus manos me agarran la cadera. Una sonrisa incipiente asoma en sus labios, pero sus ojos todavía siguen cerrados.

Me acerco a él y le doy un sonoro beso en los labios para después tumbarme sobre su pecho. Mi respiración se acompasa rápidamente al latido de su corazón y empiezo a sonreír.

–Buenos días.- me dice él con la voz ronca.

–Buenos días.- le digo sonriendo en su pecho.

– ¿Y este despertar?- me pregunta

–No sé, me apetecía.- le digo juntando mis manos en el pecho de Ryan y apoyando la cabeza en ellos.

– ¿Algo que decir?- pregunta y yo frunzo el ceño.

–Mmmmm.... ¿Quieres ducharte conmigo?- le pregunto y por un momento su mirada se envuelve en decepción pero rápidamente vuelve a lo que era.

–Puede, tu ve yendo.- me dice y yo le sonrío dándole un corto beso en los labios.

–Ahora nos vemos.- le digo y él me sonríe con una sonrisa extraña. ¿Qué le pasa?

Volví a mi cuarto a cambiarme tras darme una ducha, SOLA. No le di importancia así que cogí la ropa, me vestí y me peine.

 Salí de mi habitación para ir a buscar a Ryan. Cuando entre en su habitación él no estaba, pero de repente lo vi venir por el pasillo solo con una toalla colgando de su cintura. Si movió solo un poco la mano podría hacer que cayese al suelo.

Sin quererlo me empecé a morder el labio y solo cuando Ryan tiro de el para soltarlo me di cuenta. Me cogió de la barbilla y me la levanto para darme un seductor beso. No era un beso de buenos días, era un beso de te quiero. Me beso con cariño y delicadeza pero no por eso fue menos simple. Posiblemente fue el mejor beso de toda mi vida.

–Woah!- le dije con una sonrisa despampanante en mis labios. Aun con tacones, Ryan es más alto que yo y tengo que mirar hacia arriba.

–Me voy a cambiar.- me dice pasando a mi lado. No pude resistirme y la mano se me fue a la toalla haciendo que antes de que la puerta se cerrase viera ese culo por el que me levanto cada mañana. Tras la puerta se escucha una risa que me hace reír a mí.

Decido esperarle apoyada en la pared de al lado de su puerta. Cuando sale de la habitación me incorporo y nos disponemos a bajar las escaleras. En el pasillo se me sale un zapato por lo que Ryan me adelanta y cuando él va casi por el final de la escalera y yo ni si quiera he empezado a bajarla, oigo el peor conjunto de palabras de la historia.

– ¡Feliz Cumpleaños, Ryan!- oigo que gritan en el piso de abajo.

Ryan se dispone a darse la vuelta pero yo corriendo me pongo en la parte de la pared que no se ve desde las escaleras

Mierda, mierda, mierda.

La he cagado. La he cagado pero bien.

Me asomo con disimulo y veo que no hay nadie en la escalera. Bajo con cuidado intentando no hacer ruido con los tacones. Cuando llego abajo veo a Eddie a punto de entrar en el salón.

Ah no, no es posible cariño.

Cojo del brazo a Eddie como si fuese la última talla M de la falda que me gusta en rebajas y me lo llevo a la entrada.

–La he cagado.- le digo cuando estamos cara a cara. Eddie se tapa la boca con la mano.

–Se te ha olvidado.- Dice, no es una pregunta, es una afirmación. Yo asiento totalmente avergonzada.

–Ayer me acordaba, ¡Incluso me puse una alarma!- le digo y miro mi móvil, el muy capullo no ha sonado.- Soy un desastre. Todavía tengo que ir a por su regalo y esta mañana me ha preguntado si tenía algo que decirle y le he preguntado si quería ducharse conmigo.

– ¿En serio?- dice Eddie riéndose. Yo le pego con la mano que no está vendada y él se queja. Los hombres están hechos de mantequilla.

–Tengo que irme.- le digo– Necesito que distraigas a Ryan para que no oiga la puerta.

– ¿Y qué quieres que haga?- me pregunta

– ¡Y yo que sé!- digo gritándole en un susurro. Nos quedamos en silencio un par de minutos cuando Eddie levanta la cabeza y me sonríe.

–Coge tu bolso que en un momento estas en la calle.- me dice mientras se va hacia el salón. Yo corro piso arriba y meto todo lo necesario en el coche.

Dios que rastrero, ¿Debería felicitarle ahora? ¿Debería no felicitarle ahora? ¿Puede salir peor si hago cualquiera de las dos acciones?

Cuando vuelvo al piso de abajo empiezo a oír gritos. Corriendo me asomo para ver qué ocurre pero me vuelvo a esconder cuando veo que esos gritos son de Eddie. Está cantando.

Feliz cumpleaños Ryyyyyyyyaaaaaaan

Qué pena que no seas GAYYYYYY

Hoy es tu cummmpleañooooos

Y podriiiiia hacer que te lo pasaaaases muy bien

Mi mano esta en mi boca para que mi risa no se oiga. En la segunda frase, Ryan estaba por los suelos riéndose. Aproveche los gritos de celos de Josh y las risas de Ryan y salgo de la casa.

Arranco el coche y me voy directa hacia el centro comercial. En el primer semáforo en el que paro cojo el móvil y llamo a mi ayuda particular.

– ¿Si?- dice el interlocutor del otro lado.

– ¿Matt?- digo yo– Se me ha olvidado.

-Ya decía yo que tu llamada iba en esa dirección.- me dice mientras se ríe.

–No te rías, idiota.- le digo– Voy hacia el centro comercial y no me acuerdo de cómo se llamaba el grupo.- le digo

–Upss, yo tampoco. Quizás deberías cantarme un poco de alguna canción.- me dice y yo pongo los ojos en blanco.

–No pienso hacerlo– digo y él se empieza a reír.

–Pues, como que alguien me está llamando, me tengo que ir.- dice y hago justo lo que no quería

I don't ever want to let you down

I don't ever want to leave this town

Because after all

This city never sleeps at night

It's time to begin, isn't it?

I get a little bit bigger, but then

I'll admit, I'm just the same as I was

Now don't you understand

That I'm never changing who I am?

–Ah!! Si, ya me acuerdo– dice y yo respire para no lanzar el teléfono por la ventana.

–Imagine Dragons.- me dice y cuelga.

Cuando llego al centro comercial me dirijo hacia el centro donde vendes las entradas rezando porque todavía queden.

La verdad es que se muy poco de Ryan pero estoy más que segura que este grupo de música le encanta. Su móvil está repleto de canciones de este grupo y cuando se ducha, ya sea conmigo o sin mí, canta sus canciones.

Corro en busca de las entradas y cuando me dicen que todavía quedan estoy por lanzarme a besar a ese hombre, pero claramente, no lo hago.

Compro dos entradas en la parte de delante, para así poder verlos bien. En Abril, estaremos viendo a los Imagine dragons y cantando sus canciones como locos fans.

Cojo el teléfono y llamo a Ryan.

– ¿Dónde estás?- dice nada más coger el teléfono.

–Hola a ti también.- le digo omitiendo su enfado.

– Rose... ¿Dónde estás? Te has ido sin decir nada, estaba preocupado.- me dice y yo sonrío. Que mono.

–Tengo una sorpresa.- le digo – Ven al centro comercial, te espero en la entrada.- le digo y oigo como se ríe.

–Me das miedo.- me dice.

–No debería.- le digo colgando.

Antes de ir a la entrada veo algo que me interesa en una tienda y lo compro.

Me dispongo a ir hacia la entrada cuando Eddie me llama.

– ¿Si?

–Nos vamos a un aqua park

– ¿Cómo?- digo riendo

–Es el regalo de Ryan, por cierto, acaba de salir.- me dice

– ¿Así que a un aqua park? Sé que ya empieza a hacer calor pero, no crees que es un poco pronto?- pregunto.

–No, es casi como una tradición el ir a un parque de atracciones en cada uno de nuestros cumpleaños.- me dice y yo me sorprendo.

–Bueno, pues...¡Genial!- le digo sonriendo.

–Te voy a hacer una maleta, ¿Qué te meto?

–¿Un bikini quizás?- le digo riendo.

–¡Oh? ¿No lo sabes? Es un sitio nudista, obligatorio ir desnudo– me dice y yo me paro en seco en medio del centro comercial.

–¿Co..Como dices?- digo y de repente oigo su risa.

–Sabes eres tan capullo como mal cantante.- le digo volviendo a andar hacia la entrada.

–Te he ayudado, agradécemelo.- me dice y yo a regañadientes por la broma le digo gracias.

–¿Entonces, que te meto?- y se empieza a reír por su estúpido juego de palabras.

–Méteme el bikini de flores, una falda o pantalón, me da igual elige tu.- le digo

–De acuerdo..... ¿Qué le has comprado a Ryan?- pregunta y yo sonrío negando con la cabeza.

–Adiós.- le digo cuando llego a la entrada y le cuelgo.

Espero sentado en uno de los bancos que hay. Saco el móvil y comienzo a jugar al juego de los minions, estoy enganchadísima. Ryan me ha tenido que pasar algunos niveles porque, yo le dije que con la mano vendada no podía jugar bien. Mentira. Él es mejor que yo en este juego y lo del brazo se está pasando así que quizás debe pensar alguna otra escuda, aunque la verdad es que creo que Ryan sabe que él es mejor.

El tiempo se me pasa en seguida y cuando veo que alguien se sienta a mi lado y demasiado cerca de mí, me dispongo a cantarle las cuarenta, pero el olor de la colonia de Ryan invade mis fosas nasales y me lanzo a por sus labios.

–Feliz cumpleaños.- le digo pegada a sus labios. Él me sonríe y junta nuestros labios.

–Se te había olvidado.- me dice mientras me da la mano para levantarme.

–En mi defensa diré que soy penosa para recordar los cumpleaños y que me puse una alarma que no sonó.- le digo con un sentimiento de culpabilidad.

–¿Penosa?- me dice riendo mientras me da la mano y nos metemos en el centro comercial.

–Desde pequeña el día de antes me acuerdo totalmente del cumpleaños, de la felicitación que voy a hacer...de todo, pero es despertarme por la mañana y se me olvida. Una vez, cuando mi hermano y yo íbamos todavía al instituto entre a lavarme los dientes cuando él estaba lavándoselos. Era su cumpleaños y no fue hasta que llegamos al instituto que lo felicite, por eso me pongo alarmas, ¡Porque se me olvidan!.- digo levantando los brazos y dejándolos caer.

–Tengo que confesar algo.- me dice y yo le miro.- Te empezó a sonar el móvil esta mañana, era la alarma y la quite.- me dice y yo me pongo seria.

–No me he acordado por tu culpa– digo dándole un golpe en el brazo.

–¡AY mujer! Que fuerte pegas.- me dice y yo vuelvo a pensar en lo blandos que son los hombres.

–Bueno, no importa, he reservado para comer. Yo invito.- le digo.

–¿No se supone que es el cumpleañero quien invita?- pregunta

–Eso solo es cuando el organiza las cosas, si lo organiza otro, paga el otro.- le digo mientras entramos en un restaurante un poco elegante, pero no demasiado.

El maître nos indica nuestra mesa y tras sentarnos, Ryan me coge la mano por encima de la mesa.

–Tengo un regalo.- le digo– La verdad es que no sabía que cogerte. Llevamos viviendo en la misma casa siete meses y apenas se nada de ti.- le digo como protesta.

–¿Qué quieres saber?-pregunta

–No sé, ¿color favorito? ¿Libro, película? ¿Practicas o te gusta algún deporte? Ese tipo de cosas.- le digo.

–Rojo, no tengo ningún favorito en respuesta a la segunda película y baloncesto, me gusta y a veces lo practico.- me dice y yo haciendo un mohín le doy el sobre con las entradas.

–Espero que te guste.- le digo cuando veo que lo abre. Sus ojos se abren y veo que sonríe. Le gusta.

–Hay dos.- me dice sonriendo como un niño pequeño con chuches.

–Para que invites a alguien.- le digo, la verdad es que me había auto invitado en su regalo y es él el que tiene que decidir.

–No sé a quién invitar....quizás...a ti.- me dice y yo sonrío como una niña pequeña con chuches.

–Me encantaría ir contigo.- le digo mientras él me besa la mano y me agradece el regalo.

La comida transcurre de manera natural, nada es forzado. Cuando traen el postre saco unas velas que había comprado y las enciendo, le canto el cumpleaños feliz bajito y cuando sopla le digo que pida un deseo. El asiente y cuando las apaga me mira con fijamente y me sonríe.

Volvemos en coches separados a la casa pero cuando aparco en la plaza, el me abre la puerta y me ayuda a bajar. Es un amor.

Entramos en la casa y lo primero que veo son unas siete maletas en la entrada.

–¿A done vamos esta vez?- pregunta Ryan sonriendo y saltando de alegría.

–¡AQUA PARK!- grita alguien desde el piso de arriba.

–Rose, cámbiate, ponte algo más veraniego porque nos vamos ya.- me dice Ryan y yo sonrío.

Subo corriendo a mi habitación y veo mi bikini de flores encima de la cama. Me pongo el biquini y encima una blusa vaquera clarita y un pantalón de encaje.

Bajo corriendo emocionada las escaleras y me encuentro los chicos en bañador y sin camisetas. Cuando me ven me sonriendo, se dan una vuelta sobre sí mismos y yo asiento, después se ponen las camisetas y cada uno nos montamos en nuestros respectivos coches.

Ni Ryan ni yo conducimos al no saber exactamente a dónde vamos. Nos ha tocado en los asientos de atrás y no podríamos estar más contestos. Parecemos adolescentes metiéndonos mano sin que nadie se dé cuenta.

Hoy veo a Ryan despreocupado, como debería estar. Desde que volvía casa del hospital me ha cuidado durante todo el día y cuando le dije que ya me veía bien de ir a la facultad casi le da algo. Me venía a buscar a la salida de cada clase, me llevaba los libros. Sé que ha estado preocupada de que de repente apareciese mi madre o Dean por ahí pero yo sé que después de lo ocurrido no se arriesgarían tanto.

Cuando llegamos al parque acuático reservamos una habitación de hotel y Ryan de repente me coge en volandas.

–¿Qué haces?- le pregunto riendo mientras pongo mis brazos alrededor de su cuello.

–Ya sabes, pasar el umbral.- me dice y yo me rio.

–Ryan, no es un matrimonio de verdad.- le digo mientras me acerco para besarle.

–Bueno, así voy practicando para cuando sea el de verdad.- me dice y eso hace que mi corazón se hinche tanto que pienso que va a explotar.

Cuando me baja, me empiezo a quitar la ropa y a doblarla para que no se arrugue.

–Tengo una sorpresa para esta noche.- le digo y él se da la vuelta. Su mirada me recorre de arriba abajo.

–¿Puede haber un adelanto de la sorpresa ahora?- me dice sonriendo mientras se acerca a mi derrochando sensualidad.

Cuando está a solo un paso de mí se abalanza y me agarra de la cintura para devorarme con sus labios. Pego un salto y me agarro con las piernas a su cintura. El me pega contra la pared y cuando empieza a bajar su reguero de besos hacia mi cuello alguien llama a la puerta.

–¡Salir ya!- dice la voz de detrás de la puerta. Ryan y yo reímos y nos separamos.

Durante toda la tarde nos dedicamos a pasar de un tobogán a otro. Es la primera vez que voy a un parque acuático y me lo estoy pasando bomba

De repente veo a Eddie con unos manguitos de la sirenita. Lleva todo el día tomando el sol y ahora se mete con manguitos.

–¿Por qué va con manguitos?- le pregunto a Ryan.

–No sabe nadar.- me dice tan tranquilo, ¿Qué hacemos aquí entonces?

Eddie se tira al agua y cae boca abajo, no se mueve no hace nada y eso nos alerta a todos, incluido al socorrista que se tira a la piscina para salvarlo.

El corazón me va a mil por hora y cuando salgo de la piscina para ir hacia Eddie veo como Josh empuja al socorrista tirándolo al agua.

–¡Es mi novio, gilipollas!- dice y de repente le da una bofetada a Eddie haciendo que se levante.- ¿Qué coño hacías?- dice Josh riendo mientras Eddie le acompaña.

No sé si enfadarme o no. Cuando miro a Ryan y veo que se está riendo sé que debo reírme.

El resto de la tarde no varía mucho. Cuando nos empezamos a convertir en pasas subimos a las habitaciones y... sorpresa. Hay trajes de Hawaiana, para Ryan y para mí.

Ryan se lo pone sin ningún problema y yo me rio de sus pintas. Lleva dos cocos en el pecho.

Cuando termino de vestirme, Ryan me regala piropos por todos partes. Al llegar a la terraza donde nos esperan todos me quedo quieta cuando les veo a todos vestidos de Hawaianas. Todos llevan sujetadores de cocos.

Cuando los chicos nos ven le hacen una seña a la camarera que empieza a poner la canción del cumpleaños feliz. Todos los del bar empiezan a cantar, aunque no le conozcan de nada.

Las copas vuelan y el juego del limbo llena la noche. Luke nos ha ganado a todos siendo el nuevo rompedor de records. Bailamos, nos hacemos fotos, reímos, comemos tarta, Ryan me besa...todo lo que podría desear.

Cuando veo que todos los chicos están distraídos, me subo a Ryan a la habitación.

–Espera aquí– le digo y me meto al baño con la bolsa de la compra de hoy.

No es nada súper escandaloso, solo es un sujetador negro y una braguita negra, pero lo especial es el vestido que viene con el conjunto. Es súper suave y sé que causara un gran impacto.

Me asomo por la puerta para ver que Ryan esta donde lo deje pero me sorprendo cuando me encuentro a toda la panda en la habitación. Corriendo me quito el vestido y me pongo el albornoz.

–¿Qué hacéis aquí?- les digo.

–Es tradición que durmamos todos juntos, así que ya puedes ir haciendo sitio en la cama.- me dice y yo sonrío.

–Vale.- digo y borro mi sonrisa.- pero ahora no.- digo mientras los empujo hacia la puerta.- Tengo que darle un segundo regalo a Ryan.

–¿No vas a decir nada?.- dice Luke mientras lo empujo para que salga de la habitación.

–Bueno... ya sabes que me encantan los regalos.- dice Ryan sonriendo y Luke se va como una diva enfadada.

–Luego os avisamos.- les digo guiñándoles un ojo.

–¿Ya estas lista?- me pregunta Ryan.

–Casi.- digo volviendo a entrar en el baño. Me pongo otra vez el vestido.- Cierra los ojos.- le digo y cuando salgo veo que está sonriendo.

Me pongo enfrente de él, pero no muy cerca, quiero que me vea.

–Ábrelos.- le digo y él lo hace. Le veo sonreír y morderse el labio...Dios.

–Acércate.- me dice y yo sonrío pícaramente.

–Encantada.- le digo mientras deslizo el vestido para que caiga. La boca de Ryan se abre y veo como comienza a respirar de forma acelerada.- ¿te gusta tu regalo?- pregunto mientras paso mi mano por el canalillo.

–No lo sé, no lo veo muy bien.- me dice.

–Debe ser la edad.- le digo mientras me acerco asegurándome de mover la cadera de forma exagerada.

Cuando estoy enfrente de él me tira a la cama y se pone encima de mí.

–Ahora te veo muy bien.- me dice y se lanza a besarme.

Cuando acabamos de hacerlo tras tres veces, avisamos a los chicos que agotados vienen a la habitación y se tumban en los sofás y en el suelo para dormir. En la cama solo estamos Ryan y yo.

Aprovecho y apoyo mi cabeza en su pecho mientras sus brazos me rodean.

Me duermo con las palabras "te quiero nena" que Ryan me susurra mientras me da un beso en la cabeza

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Buenas noches chic@s, como veis he puesto muchas fotos y videos hoy espero que os gusten.

He estado a punto de subir una parte del capitulo hoy y otra mañna porque no se me ocurria que poner pero lo he conseguido.

Hoy he recibido por fin mi book trailer. A ver que os parece. Dejar las opiniones en los comentarios

Estoy cansada y no se me ocurre ninguna pregunta asi que si a vosotros si, decirmelo.

Votad y comentar

Hasta el proximo domingo

Un besazooooo <3<3<3<3

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