Bajó del vehículo y dio unos pasos hacia adelante para luego voltear y sacudir su mano en forma de saludo. - ¡Hasta pronto Guideon! Gracias por todo –
-¡Oh por favor, Mabel! No ha sido nada – Respondió alegre el albino mientras le saludaba dentro del auto. La chica sonriente caminó hacia la cabaña mientras el coche se asegurara de que ella entrara sin problemas para luego arrancar y marcharse.
Ella saludó a su cerdo y luego fue a ver si alguien estaba en la casa hasta notar que su hermano estaba dormido en la mesa sobre muchos papeles escritos y algunos abollados. La castaña sonrió para luego tomar una manta y acercarse a él para ponerla sobre su lomo. Luego desvió su mirada hacia lo que hacía.
"En la feria ganó una bolsa gigante de dulces y le tuvo que dar un par a Bill quien se hacía pasar por el profesional..." Leyó borrando su sonrisa de apoco. "Un chico que nunca había visto y encima actuaba extraño decía ser su amigo..." Sus ojos se agrandaban con sorpresa. "Siempre se olvida del cubo que le dio el tío contra Bill sabiendo que él la engañó por unos dulces". Mabel cada vez respiraba con más dificultad. "Me miente sobre lo que sueña y pronuncia su nombre mientras duerme". Tomó rápidamente de las hojas y las destrozó en pedazos mientras las recolectaba para luego tirarlas por la ventana y que el viento las desparramara. Tomó una bocanada de aire para luego liberarlo sintiendo como se descargaba un peso de encima.
-Mabel regresaste – Se volvió a poner tensa. Volteó lentamente para sonreírle a su hermano ahora despierto.
-Sí, hola Dip Dip – Intentó parecer lo más normal pero no podía evitar ponerse así, su hermano no era un tonto. Él se levantó por completo con sorpresa mirando la mesa palmeándola con un poco de pánico.
-¡¿Qué?! ¿Qué pasó con mis apuntes? – Se agachó para buscarlo por abajo, luego se levantó y miró por todas partes.
-¿Qué apuntes? – Desvió la mirada Mabel como si también lo buscara. Dipper se quitó el gorro para luego despeinarse frenética soltando un gruñido pesado.
-Nada... - Volvió a sentarse sintiéndose derrotado. Mabel se balanceó sobre sus pies.
-Bueno, iré al cuarto – Dijo mientras caminaba hacia las escaleras. Dipper asintió y la dejó ir. Una vez adentro la chica cerró la puerta. Esperó unos momentos mientras se acariciaba a sí misma sobre la cabeza. Abrió la puerta y asomó la cabeza, ahí estaba Dipper quien rápidamente cambió de dirección. -¿Qué haces? – Preguntó con nerviosismo.
-Nada, iba al baño – Silbó su gemelo mientras abría la puerta del baño y luego la cerraba detrás de sí. Mabel comenzó a respirar agitadamente, Dipper estaba vigilándola. Cerró la puerta otra vez y se apoyó su espalda sobre la misma mientras caía lentamente sintiendo como su cabello se quedaba pegado a la madera. Luego escuchó unos pasos y volvió a levantarse para luego sentarse en su cama con rapidez y tomando un peluche cualquiera, el primero que encontró. Dipper abrió la puerta con velocidad.
-¿Dijiste algo? –
Mabel negó con la cabeza. Su hermano retrocedió cerró la puerta. Ella suspiró y escuchó la puerta abrirse otra vez.
-¿Qué? –
-No dije nada- Sonrió nerviosa Mabel.
-Ah, lo siento, creí que si – Volvió a cerrar la puerta. Mabel se levantó y abrió la puerta descubriendo a Dipper ahí al frente. -¿P-Paso algo?-
-¿Vas a quedarte ahí toda la noche? ¡¿Qué sucede contigo?! – Dipper quedó mudo y Mabel pasó por al lado suyo empujándolo hacia un lado y corriendo fuera de la cabaña. Esta vez sintió que Dipper la dejó en paz.
Se había adentrado al bosque, lo cual era un poco peligroso ya que era de noche, no podía ver nada por lo oscuro que estaba todo y terminó tropezando con una raíz de árbol cayendo estrepitosamente por sus gritos sobre las hojas. Quedó unos momentos en el suelo sintiendo como lo negro cada vez se volvía más oscuro, ahora no podía ver ninguna luz. Se levantó de a poco para terminar sentada sobre sus talones y levantar la mirada hacia lo único que podía ver: Bill Cipher.
-¿Qué haces aquí? – Preguntó con una mirada de mal humor. Mabel se levantó por completo limpiándose lo que podía.
-Mi hermano me está descubriendo... tenía que alejarme de él para charlar contigo... -
-¿De qué quieres hablar? – Su voz de enojo era cada vez más notorio. Mabel se cruzó de brazos notando aquello.
-¿Y ahora por qué estás molesto? –
-Yo te pregunté primero... - Se volteó dándole la espalda. Mabel rodó los ojos.
-De seguro ya lo sabes... pero ni Candy ni Grenda podrán acompañarme al concierto...- Bill se mantuvo en silencio. – Asique... estaba volviendo a casa cuando me topé con Guideon y... me levantó el ánimo... entonces pensé que él podría acompañarme al concierto...y lo invité - Jugueteó con sus dedos y luego entrecerró los ojos para luego mirarlo otra vez. -¿Es por Guideon? – El ojo de Bill se hundió en su forma triangular para luego aparecer en su espalda junto a su moño y sus brazos y piernas se voltearon, ahora su espalda era su cara y su cara su espalda.
-¡¿QUÉ?! ¿Por qué crees que estoy molesto por ese pequeño mocoso? – Cerró los puños con fuerza. – ¡No debiste haber invitado a esa... bola de grasa con patas! – Esta vez Mabel se sintió ofendida.
-¡Oye! Él ya creció y está muy diferente, no digas esas cosas ofensivas– Le señaló como si le estuviera retando a un niño. – Además ¡Prefiero ir con él en vez de ir sola! – Extendió sus manos.
-¡Pudiste conseguirte otro acompañante! – Cada vez se volvía más rojo llegando a su punto.
-¡¿AH SI?! ¡¿CÓMO QUIÉN?! ¡DIME! – Se encogió los hombros. – Wendy tiene que trabajar al igual que Soos, Dipper no le gusta esa banda, Candy y Grenda no pueden, asique ¡¿Quién?!- Espetó Mabel cada vez molestándose más del comportamiento de Bill.
-¡YO! – Respondió con fuerza mientras se agrandaba de color rojo. Mabel tenía los ojos bien abiertos pero luego de parpadear un par de veces frunció el entrecejo y levantó sus manos sin entender.
-Espera, ¿Te gusta mi banda favorita la que tanto llamas "tu banda favorita de jirafas apestosas"? –
-¡NO! ¡PERO NO ME IMPORTARÍA ACOMPAÑARTE! – Mabel quedó en silencio mientras le miraba con cara de tonta. -¡Consigo otra entrada, me meto a mi cuerpo y te acompaño! Pero nooo, quisiste ir con el canoso – Terminó gruñendo mientras lo nombraba.
Mabel había quedado como una estatua. Llevó su mano a la boca mientras se daba palmadas mirando con los ojos entrecerrados a su amigo que aún parecía bufar con mucho enojo. La castaña suspiró y se encogió de hombros.
-Vaya, lo siento Bill, no sabía que querías acompañarme, debiste haberlo dicho antes, siempre me vigilas y ¿no pudiste aparecerte para ofrecerte? De verdad lo...-
-¡Oh pero eso no es problema Estrella fugaz! – Dijo mientras volvía a su tamaño y color. Mabel ahora estaba confundida. – Un pequeño error, nada más ¡Jaja! – Se rio como si de verdad le causara risa. – Solo vas a tener que decirle a la pequeña BOLA DE CARNE CON PATAS Y CANAS... - Se volvió rojo otra vez solo para llamarlo así. –... que retiras lo dicho y que tienes otro amigo para que te acompañe – Terminó sonriendo como si nada. Mabel arqueó una ceja mientras marcaba una mueca con el labio.
-¿Qué? ¡No voy a hacer eso! La pasé muy bien con él, y me parece algo cruel invitarlo para luego...-
-¡HAZLO! ¡A ÉL NO LE IMPORTARÁ! – El triángulo fruncía el ceño mientras con sus manos parecía querer aplastar algo. La castaña puso mala cara y luego señaló hacia el suelo.
-YO NO VOY A DECIRLE ESO A GUIDEON, voy a ir con él te guste o no – Al decir esto parecía como si el triángulo perdiera el control pero luego volvió a la normalidad.
-Bueno, esto se puede arreglar – Desvió la mirada otra vez actuando como si no pasara nada. – Solo tenemos que hacer un trato – Mabel le miró incrédula mientras se cruzaba de brazos. – Tu... no irás con ese papanatas al concierto... a cambio... yo no lastimaré aquel papanatas – Sonrió con su ojo mientras llevaba su mano con fuego azul hacia ella. Mabel retrocedió y se apartó de su mano.
-¡No puedes lastimarlo! –
-¿Ah sí? ¡¿Y tú qué sabes?! –
-No puedes a no ser que hagas un trato con alguien para hacerlo –
Bill refunfuñó sabiendo que tenía razón, odiaba ser tan débil como para no poder lastimar a alguien sin que otro se lo pidiera. Mabel suspiró con tristeza y luego se acercó unos pasos hacia él.
-Bill, te quiero, pero no me gusta que me prohíbas estar con alguien, no tienes el derecho de hacerlo, yo no te hago eso – Intentó hacerlo entrar en razón pero Bill se cruzó de brazos mientras le miraba con seriedad.
-Eso es porque no conoces a ningún amigo mío... -
-Aun así, ¡si los conocería no haría lo mismo que tú!... - Respondió cerrando los puños y luego volteándose. – Y se acabó, no voy a discutir contigo sobre con quién debo y no debo ir – A sus espaldas Bill gruñó mientras hacía como si quisiera ahorcar a alguien. Mabel abrió los ojos y descubrió que aún estaba en el suelo pero alguien le estaba sacudiendo.
-¡Mabel! ¿En qué estabas pensando?- Era la voz de su gemelo. Le sujetaba de los brazos e intentaba ayudarla a levantarla mientras ella gemía por sus heridas. - Ven, volvamos a la cabaña- Levantó con ella su linterna.
-Dipper... estas actuando extraño... - Confesó su gemela.
-No más extraño que tú... - Respondió con un poco de mal humor, pero luego suspiró. – Lo siento... - Ella negó con la cabeza.
-Creo que... tal vez tienes razón... -
-Solo... estoy preocupado por ti Mabs – Le dio una palmeada en el hombro. – Me sentiría un poco más seguro si dejaras de olvidar tu cubo... - Sacó aquel artefacto y se lo entregó en su mano. Ella se puso un poco tensa pero lo recibió y luego lo guardó en su bolsillo con solo una pequeña risa nerviosa. Caminaron hasta salir del bosque, ya podían ver las luces de la cabaña. – Y... ¿Cómo te fue hoy? –
-Ni Candy ni Grenda van a poder acompañarme al concierto así que me deprimí un poco – Dipper hizo una mueca mientras apagaba la linterna ya que podían ver hasta llegar a la cabaña. – Y luego me encontré con Guideon – Mabel lo observó para descubrir su expresión, estaba un poco sorprendido, pero no enojado.
-Wow ¿Enserio? Que bien – Sonrió un poco. Después de lo del raro Armagedón había notado como el albino hacía todos sus esfuerzos para cambiar, de hecho no dejaba de agradecerle lo que hizo para poder salvar a su hermana. – He escuchado que sigue siendo pequeño y adorable... - Rio y Mabel luego le acompañó, tenía razón.
-Bueno, sigue siendo el mismo Guideon solo que más bueno... - Sonrió mientras Dipper abría la puerta para que ella pasara primero. – Estaba desanimada pero luego él me llevó a un parque de diversiones y nos divertimos muchos, tienes que ir algún día a ese parque, sus atracciones son geniales – Sonrió en emoción.
-¿Ah sí? – Se sentó en el sillón de su tío mientras su hermana le contaba.
- Y bueno... - Desvió la mirada. – Le invité a que me acompañara al concierto – Terminó mirándole con una sonrisa. Dipper borró su sonrisa.
-Sabes que podías pedirme a mí para acompañarte si tus amigas no lo hacían – Arqueó una ceja mirándole con molestia. Mabel se le quedó mirando como si fuera una estatua y luego frunció el ceño mientras cerraba los puños con enojo.
-¡¿Ahora todos en el mundo quieren a acompañarme a un concierto que ni siquiera les gusta?! ¡UISH! –Espetó la chica mientras pisaba fuerte hacia la habitación y cerraba estrepitosamente la puerta. Su hermano quedó pasmado para luego sacudir la cabeza y mirar por donde se fue.
-¿Qué le pasa? – Suspiró cansado.