PoV Rose:
Estaba aturdida, confundida y enojada.
Mis hermanos amenazan y golpean a Oliver, además de romper su celular y luego todos castigados. Que vida. Siento que mi cabeza está dentro de un jodido limbo.
Si me pidieran rescatar algo bueno de toda esta situación sería el incondicional apoyo que Aaron me da y la increíble unión familiar que hay en todos los Campbell.
Simplemente estoy cansada. Cansada de que mis hermanos se metan en problemas por protegerme, cansada de Mark y de Oliver y enserio estoy cansada de preocuparme a cada segundo de que algo vaya a pasarle a Aaron.
En fin... al volver a casa me siento en el sillón y tomo mi cabeza entre mis manos y cierro los ojos con fuerza
—Rose — me dice Adam y se sienta a mi lado
—Rose hermanita — susurra y coloca su mano en mi espalda, abro los ojos y mi hermano esta sonriendo de lado tiernamente
—Dios, Adam, ¿qué le está pasando a esta familia? — mi voz sonaba quebrada y tenue
—No lo sé, pero ningún loco lunático podrá con los Campbell. Somos familia, y la familia se protege — añade él y lo abrazo
—Esto me está superando Adam, dijo que lastimará a Aaron — confieso y mi hermano me mira
— ¿Amenazó a el vecino? — me pregunta y asiento
—No te preocupes Rose, todo estará bien. No dejaremos que ese demente arruine las cosas — sé que lo dice para calmarme, pero me siento ahogada, necesito un respiro urgente.
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Por fin viernes. El invierno se hace presente y no tengo ganas de salir de la cama, estoy tapada hasta la nariz y mi cama no puede ser más cómoda y acogedora. Todo eso cuando tengo que levantarme para ir a la escuela.
Con un gran esfuerzo salgo de la cama y busco algo que ponerme. Opto por unos jeans negros entallados, una blusa un tanto holgada de color gris, botas marrones por debajo de la rodilla y un abrigo largo negro. Al salir y como era de esperarse mis hermanos por poco me asfixian
— ¡¿Dónde estás Adam?! — exclamo con mi linda cara pegada a la pared
—Adam se sentía mal — me dice Matt bajando las escaleras. Pobre Adam, espero que se recupere pronto.
Al llegar a la cocina el desayuno está listo
—Chicos tengan mucho cuidado, hay una muy fea tormenta de nieve afuera y las calles están peligrosas — nos advierte nuestra madre
—Si hay tormenta, ¿por qué no cierran la escuela? — cuestiona Connor indignado
—Tú sólo no quieres ir a estudiar — le dice Jasper riendo
—Claro que no, soy un estudiante dedicado — la forma de expresarse de Connor me hacia reír
—Dedicado a holgazanear — añade Liam tentado de la risa
—Los detesto — se queja Connor.
Con hermanos así nunca se pueden aburrir
—Mamá — comienza a decir Matt y ella lo mira
—Si, ¿qué ocurre Matt? — le pregunta atenta
— ¿Cuándo iremos a visitar a nuestros primos? — mi madre parece repasar el viaje en su mente
—Bien, hoy es viernes, último día de clases. Hoy iré a retirar los boletos, salimos mañana por la noche. ¿Por qué la pregunta? — se interesa en saber pero Matt parece no tener una respuesta
—Nada, sólo quería saber — le responde.
Oh Matt, mamá te habrá creído pero a tus hermanos no vas a engañar querido. ¿Qué escondes hermanito?
Terminamos de desayunar y no tocamos más el tema. Subo por mi bolso y Liam me mira
—Oye Rose, ¿no te pareció raro el comentario de Matt en el desayuno? — sabía que no era la única que lo había notado
—También lo notaste, ¿cierto? — respondo sonriendo ampliamente
— ¿Qué esconde? — pregunta en voz alta.
Al salir Matt estaba algo nervioso pero lo que más me llamó la atención fue que veo salir a Aaron de su casa. Me miró y le sonreí pero sólo me dedicó una fría mirada indiferente y se subió a su auto.
Sentí algo raro. Me lo quedé viendo hasta que Liam me da la vuelta
— ¡Rose! — me dice y realmente me sorprende, estaba algo aturdida
—Si, ya sé — le digo para luego seguirlo a él y al resto de mis hermanos.
En todo el trayecto me distraje pensando en el pasado evento
" ¿Qué le pasa a Aaron?" No lo sé.
Por más que lo intentara esa sensación extraña de que algo estaba fuera de lugar no se me quitaba
— ¡Es hoy! ¡Hoy será la gran contienda! — grita un amigo de Oliver
"Santa Madre... lo había olvidado" es hoy, el último día de clases y la competencia entre Oliver y Aaron.
Al llegar los chicos se posicionaron frente a mi para protegerme
—No es necesario, chicos — les digo pero no me hacen caso alguno
—Ahí están mis amigos, quiero ir con ellos — les digo pero parezco ser invisible y muda
— ¿Rose? — me pregunta Tess
—Jasper, quiero ver a mi mejor amiga — le dice Regy y él la mira
—Regy, no te metas — le dice el rubio
— ¿Acaso me vas a prohibir ver a MI mejor amiga Jasper Frederik Campbell? — le cuestiona ella cruza de brazos frente a mi hermano el cual la mira y cede.
Es impresionante para ser honesta, Jasper no es de ceder así.
Ellos se hacen a un lado dejando pasar a mis amigos
—Rose amiga, tenemos que apresurarnos, ya casi es hora — me dice Finn
—Lo sé, no me hagas recordarlo más — suspiro lentamente y comienzo a caminar rumbo al interior de la escuela.
Mi corazón latía con mucha fuerza y apretaba mis puños al punto que creía poder llegar a lastimar mis manos
—Rose, ahí esta Aaron — me indica Drake y asiento
—Los veo en la maldita e innecesaria contienda — les digo y se sonríen
—Suerte — me dice Regy al abrazarme
—Tengo tanto miedo Regy, y no sé exactamente la razón — le confieso pero ella se limita a sonreír
—Eso se llama preocupación querida. Temes por Aaron, pero él está ahí. Ahora ve y has lo que tengas que hacer — me regala una cálida sonrisa y se retira.
Aaron no se a percatado de mi presencia. No estoy segura de estar haciendo lo correcto, después de lo de esta mañana tal vez no quiera hablar conmigo o algo así, en verdad no lo sé.
Por poco me sale humo de las orejas de tanto darle vueltas al asunto en mi mente, estaba parada mirando al suelo con los puños cerrados con fuerza y al borde de las lágrimas
— ¡Rose! — exclama Aaron. Corre hacia mi y me abraza, me quedo congelada.
Pero que chico más bipolar, primero no me saluda y ahora me abraza como si hiciera mil años que no nos vemos.
Se aparta pero aún estamos muy cerca uno del otro
— ¿Qué sucede hermosa? — me pregunta al notar que no hubo reacción de mi parte
—Te iba a hacer la misma pregunta — respondo molesta. Se aparta un paso hacia atrás y rasca su nuca sabiendo que es culpable
—Lo siento. Es que tuve una pelea con mis padres, ellos... no me quieren dejar vivir mi vida en paz y pretenden controlarla — me dice y comienzo a ceder
—Creí que... — me sentía algo tonta al respecto
— ¿Creíste que ya no te quería o algo por el estilo? — me pregunta y bajo la mirada avergonzada
—Rose preciosa, todos tenemos días malos pero lo que siento por ti sigue igual. Eres lo más preciado que tengo, me enamoras con cada sonrisa mi linda Rose — me dice y mis piernas flaquean. Aaron jamás me había dicho algo así.
Lo miro a los ojos y sin dudarlo ni un segundo lo beso. Él me corresponde el beso de manera tan tierna que me termina de convencer.
Nos separamos por un segundo y me mira
—Es hora preciosa — me dice y asiento. Besa mi frente y me toma de la mano para conducirme a la puerta
—Suerte Aaron — susurro y alza mi rostro con su mano
—La victoria será por ti — me aclara y le sonrío para luego salir por la puerta a los asientos.
Le deseo la mejor de las suertes a mi lindo chico.
Pero aún así me preocupa, y mucho.
Capítulo 31: ¡Secretos everywhere!
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-Clari!