Nueva vida.
Al final Harry y yo acabamos durmiendo en un callejón con cartones y periódicos formando una pequeña cabaña para que el frío no sea tan fuerte.
Al día siguiente con Harry acabé lo último que tenía de comida. Ahora sí o sí tenía que encontrar un trabajo.
Empezamos a recorrer la parte de la ciudad que me faltaba y aún así no lograba encontrar nada. Está situación comenzaba a preocuparme.
De pronto de un segundo a otro ya no vi a Harry a mi lado, lo cual fue peor para mi estado mental. Volteé a todos lados buscándolo y cuando estuve a punto de gritar su nombre lo vi parado en una esquina.
Corrí rápidamente hacía él, ya que el sentimiento de haberlo perdido fue muy abrumador.
-¿Harry por qué te detuviste así? ¿Tienes idea del susto que pasé al no verte a mi lado?- Me arrodille a su lado.
-Louis mira, yo quiero eso.- Levanté la mirada y en la vitrina se veían un montón de panes y pasteles.
-Harry no puedo comprarte eso ¿entiendes, verdad?
-Pero tengo hambre.- Me dijo con una vocecita tan dulce.
Maldición, miré otra vez por la ventana y vi a una señora colocando el letrero "Se busca ayudante".
-Ven conmigo Harry.- Lo tomé de la mano y entramos a la tienda con una campanita anumciando nuestra entrada.
-¿Señora?- la llamé, ya que no la veía por ahí.
-¿Sí?- Salió de una puerta. -¿Qué se les ofrece corazones?
-Me gustaría pedir el empleo.- Le señalé el letrero.
-No soy muy jóvenes para trabajar.
-Señora, por favor deme el empleo, puedo ayudarle a limpiar o a ordenadar las mesas y los panes.
-... ¿Y sus padres? ¿Dónde están sus padres?- Ante eso retrocedí. No podía dejar que ella nos lleve a un orfanato.
-Ellos murieron.- Le contestó Harry.
-Eso es terrible- Llevo su mano a la boca -¿Y ustedes están solos?
-... Sí.
-¿Y quieres trabajar aquí?
-Nos ayudaría mucho si me diera el empleo, por favor.
-...- Parece pensarlo -Supongo que tampoco tienen donde quedarse ¿verdad?
-No.
-... Esta bien, puedes trabajar aquí.
-¡Sí! ¡Muchas gracias!
-No tienes que agradecer, además si quieren, pueden usar el cuarto que está arriba para vivir.
-¡¿De verdad?!- Exclamé emocionado.
-Claro que sí.- Me sonrió.
-¿Harry no estás feliz? Ya no tendremos que dor... ¿Harry?- Otra vez no estaba detrás de mí, miré el lugar y lo vi comiendo un pedazo de pastel -¡Harry! ¡¿Qué haces?!
-Ahora trabajas aquí, ya puedes pagarle.- Me habló con su pastel a medio terminar.
-... Harry- Llevé mi mano a mi frente -. Lo siento mucho, señora- Me di la vuelta -. Prometo pagárselo.
-No te preocupes, cielo. Se ve que tú también tienes hambre, ¿puedes probar uno si quieres?
-No, no podr...
-Louis come y cállate, esto está delicioso.- Harry me trajo un pastel.
Y no pude resistirme al ver uno tan cerca, así que se lo quité a Harry y empecé a comerlo.
-Vengan niños, voy a mostrarles la habitación.- Entró por una puerta diferente a la que salió, pero que detrás de estas habían escaleras, empezó a subirlas con nosotros por su detrás.
-Louis mira, me agarré otro.- Me mostró otro.
-¡Harry!- Le grité bajo -No vuelvas a hacer eso, robar es malo.
-¿Qué es robar?
-Cuando tomas algo que no te pertenece y lo haces a la fuerza.
-Entonces papi le robaba a mami- murmuro por lo bajo -. Louis yo también te puedo robar a ti.- Me sonrió.
-¿Pero de qué me estás hablando? Además ya te dije que robar es malo.
-Pero si no quieres. Mami no quería a papi, entonces papi le tomaba a la fuerza muchas veces, así que yo también te robaría a ti.
-Harry no sé de que me estás hablando, pero ya te dije. Robar es malo, no se hace ¿entendido?
-Mmm...- Empezó a comer su pastel.
-Aquí es niños- Abrió la puerta. -Esté es el cuarto, es un poco grande como pueden ver, pero solo tengo una cama, hacía allá está la cocina y un pequeño baño.
-Muchas gracias, es suficiente para nosotros.
-Esta un poco empolvado y hay algo de humedad, así que mantengan las ventanas abiertas. Espero no les importe compartir la cama.- Abrió las ventanas.
-Por supuesto que no. ¿Quiere que la ayude a trabajar ahora?
-No te molesta empezar ahora.
-Claro que no.- Empecé a caminar hacía la puerta.
-¿Y yo qué voy a hacer?- Me preguntó Harry.
-¿Quieres venir conmigo a la cocina, corazón? Tal vez quieras probar mis nuevas recetas.- Le sonrió.
-¡Sí!- Grito corriendo hacía abajo.
-Muchas gracias, señora.
-No te preocupes, cielo. Ambos me recuerdan a mis hijos.
-¿Dónde están ahora?
-Ambos ya se casaron y ahora están con sus familias, ya se olvidaron de su anciana madre.
-Lo siento mucho, señora.
-Vamos, no te preocupes y bajemos abajo, antes que Harry se acabe todo.
-Sí.- Empecé a bajar las escaleras con una sonrisa.
Tenía catorce años y ya tenía a un niño de ocho a mí cuidado, pero no todo era malo, tenía un nuevo trabajo, un nuevo hogar, una nueva familia.
Y de la nada pasaron dos años.
Termine de bajar las escaleras y empecé a abrir las ventanas, a calentar el fuego y prender los hornos.
Ya tenía dieciséis años y Harry diez, tenía que ir arriba para levantarlo y llevarlo a la escuela. Fue difícil que lo acepten, pero gracias a la Señora Fiedler pudieron aceptar a Harry.
Los primeros días, semanas y meses fueron difíciles, pero logramos salir adelante.
Terminé de hacer mis cosas y fui arriba para preparar el desayuno de Harry.
Pero la actitud de Harry es algo que empezó a preocuparme, jamás supe como cuidar a un niño y la verdad no sé si lo estoy haciendo bien, pero Harry no quiere separarse de mí por nada del mundo.
Al abrir la puerta, vi a Harry dormido en mi cama, a pesar de haberle comprado su propia cama hace casi un año, casi no duerme en ella y prefiere dormir conmigo.
¿Me pregunto si lo que le permito a Harry estará mal?
+ + + + + H x L + + + + +
Tercer capítulo. Si tienen alguna duda, pueden preguntar y se me dejan un comentario me harían muy feliz.
Gracias.
Atte.
HTS