Capítulo Dos

4.4K 441 216
                                    


Hermano menor.




Si creía que vivir en la calle iba a ser fácil. No fue más que un ingenuo al pensar así.


Al llegar a Holmes Chapel lo único que recibio fue una fría noche durmiendo en la calle, pero no podía quejarse, él mismo había decidido ese tipo de vida al haberse escapado de su casa.


Sin embargo dicen que después de la primera vez, la segunda no puede ser tan horrible... Pero que equivocados estaban, porque si lo era.


Segunda noche en Holmes Chapel y ya quería morirse, no podía conseguir un trabajo para ganar algo de dinero, pero no podía rendirse, él debía seguir adelante.


El tercer día tampoco fue muy productivo, además la poca comida que se había traído en su mochila se le estaba acabando y eso lo estaba empezando a preocuparlo, además trataba de gastar el menor dinero posible.


Siguió caminando buscando algo que lo ayude a sobrevivir un día más. Pero el anochecer se estaba acercando cada vez más y todas las tiendas estaban cerrandose, debía buscar pronto un lugar donde dormir.


Sin embargo cuando iba caminando por calles un poco alejadas empecé a escuchar el llanto de un niño y gritos de un adulto. Me entró el pánico, ya que empecé a recordar a mi padre borracho. Los sonidos provenían de un callejón cerca de aquí, así que con miedo empecé a acercarme y lo que vi me dejó completamente petrificado.


Había un hombre queriendo forzar a un niño para que se vaya con él, mientras el pequeño lloraba aferrándose a un poste, el hombre, que si estaba ebrio, quería alejarlo de ahí, pero sus movimientos torpes se lo impedían.


Entonces muchos recuerdos dolorosos de él y sus hermanas pasando lo mismo acudieron a él.


Otra vez no, pensé con horror retrocediendo hacía atrás.


No, pensé deteniéndone. No podía dejar que ese pobre niño pasará lo que él y sus hermanas sufrieron. No podía irme o quedarme parado ahí sin hacer nada.


Agarré un palo de madera que estaba tirado en el piso y me dirigí lentamente por detrás hacía él para después golpearlo con fuerza en la cabeza.


El hombre soltó al niño, tirándose al piso, al igual que él tiró el palo, pero cuando vio que el hombre no se movía, se asustó y más cuando vio la sangre escurriendo de su cabeza. Agarró al niño de la mano y se fue corriendo lo más rápido y lejos posible de ahí.


Y cuando creí que ya estábamos lo suficientemente lejos y seguros, dejamos de correr, solté su mano para después ocultarnos en un callejón a recuperar el aire.


Tenía el corazón muy acelerado debido a lo que pasó, sin embargo me sentía extrañamente feliz por lo que hice, pero de pronto escuché unos sollozos a mi lado y me acordé del niño.


-¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Ese tipo te hizo algo?- le pregunté apresuradamente mientras lo revisaba, pero de pronto sentí sus pequeños brazos rodeando mi cuello, abrazándome con fuerza y yo también lo hice -Ya, ya, estoy aquí, no te preocupes...- le dije tratando de consolarlo, pero también consolándome a mí mismo.


No me había dado cuenta de lo mucho que necesitaba un abrazo hasta que él me lo dio y yo también empecé a llorar.


-Ese tipo... ese tipo quería... quería...- Lo abrace más fuerte.


Rendirse |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora