Capítulo Trece

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Despedida.





Salí de mi habitación, viendo la puerta de Harry, pensé en tocar, pero lo mejor era dejarlo solo con sus amigos. Ha pasado demasiado tiempo y ellos siguen a su lado, tiene buenos amigos, es realmente sorprendente conociendo el carácter de Harry, pero me siento feliz por él.


Llegué a temer que todas las personas se alejaran de él, pero me alegra que ese no fuera el caso. Sonreí bajando las escaleras mientras tarareaba una pequeña melodía, tal vez pueda hacerle una pequeña fiesta sorpresa, acá y solo con sus amigos.


Quizás le guste.


Llegué al armario donde guardamos todas las cajas con nuestras cosas antiguas, algo de esto debía servir en algún momento, es bueno que sea ahora, antes de que llegué a tirar todo directo a la basura.


Las miré desde mi posición y sacar las cajas de arriba sería difícil, por lo que fui por una escalera portátil pequeña para subir, pero terminé tirando las cajas al piso al no poder soportar su peso, ojalá no haya roto nada.


Giré mi cabeza en dirección a las gradas mirándolas unos segundos pensando que alguien bajaría al oír el ruido, pero nadie lo hacía, así que todo bien. Seguí buscando las cajas con el nombre de Harry en ellas, abriéndolas para ver si eran sus útiles escolares o no.


Al encontrar tres cajas llenos de cuadernos y libros, me bajé de la escalera portátil y la coloqué a un costado. Me sentía emocionado, jamás me había imaginado hacer esto, en parte porque no los entendía y no pude ayudar a Harry cuando lo necesitaba, así que muchas veces solo me límite a darle su espacio después de ver que era una molestia para él.


Saqué primero un libro de color verde, aunque esté parecía estar en otro idioma, o eso creía, no podía reconocer ni una sola palabra, los dibujos tampoco parecían ser consecutivos, sino, como si hablarán de diferentes temas en cada página.


¿Harry hablaba otros idiomas? ¿En serio? Jamás supe de ello, nunca lo oí hablar... diferente. Se lo preguntaré más tarde, cerré el libro y busqué otro en su lugar.


Esté tenía muchos mapas impresos, pero no sabía qué lugares eran, quizás a Harry le gustaría explorar el mundo y por eso tiene este libro, o quizás ese no sea el caso, aunque parecía muy emocionado con la idea de viajar.


Debo recordar las cosas que tengo que preguntarle. Dejé el libro a un costado y saqué otro con muchos números en su tapa. Los números, yo prefería los números, siempre me fueron muy fáciles de entender.


Y por lo que la señora Rose me enseñó, esté debía ser un libro de matemáticas, pasé las hojas rápidamente, su contenido me interesaba mucho, con sus ejemplos me era mucho más fácil aprenderlo.


Seguí mirando libro tras libro, de algunos entendía un poco, pero con otros estaba totalmente perdido, sin embargo me sentía emocionado por aprender de ellos.


Luego seguí con los cuadernos de Harry, se notaba realmente el cambio de su letra, como una transformación o evolución, se volvió muy bonita, seguro pronto podré entender lo que quiere decir con ellas.


Pronto llegué a un cuaderno grande de dibujos, tampoco sabía que Harry dibujaba, los primeros eran sobre animales y paisajes, sin duda era muy tierno.


Mientras más avanzaba por los diferentes lienzos mi sonrisa seguía creciendo, hasta que me detuve en uno que me llamó la atención, parecían ser dos personas tomados de la mano, debajo de ellos distingue las iniciales de una «H» y una «L», esas eran fáciles de entender para mí.


Rendirse |Larry Stylinson|Where stories live. Discover now