(Narrador omnisciente):
-Buenos días.- Saludo amable el empleado de la casa Parker, el vigilante.
–Buenos días, vengo a ver a David-Dijo Justin por la ventana del carro.
–¿Quién lo busca?-Pregunto.
–Un viejo amigo.-Mintió y sonrío.
El empleado asintió y hablo por un comunicador, anunciando que Justin estaba aquí.
-Puede pasar, señor-Dijo el empleado. Justin asintió y las puertas se abrieron. El Lamborgini de Justin paso estacionándose a lado de la fuente que adornaba el patio.
Se acomodó la chaqueta y camino hacia la puerta de vidrio. La puerta se abrió dejando ver a una sirviente un tanto mayor.
-Pase, por favor- Justin asintió y se metió a la mansión.
Un juego de living moderno muy original, con estilo futurista, elegante y muy confortable. Se destaca el color blanco y los detalles en rojo dando un diseño único a esta sala. Sobre un piso plastificado muy innovador y unos enormes ventanales que brindan la brisa fresca y luminosidad de los exteriores.
-El señor Parker vendrá en un momento. ¿Desea tomar algo?-Pregunto la sirvienta.
–Un vaso de agua fría, por favor-Pidió Justin.
Admiro los retratos que posaban en la mesa elegante. Era Jennifer con un vestido azul, recargada en una chimenea se veía demasiado hermosa, igualita a su hija. La otra foto era Emma de niña, con un vestido de princesa color azul, su mama estaba a un lado de ella dándole un beso en la frente, y esta sonreía.
-Siento hacerlo…-Pauso mirando a la persona que estaba en el living-,esperar- Termino la frase.
David no podría creer que Justin estaba aquí. ¿Cómo diablos había conseguido su dirección?, pensó el. Se estremeció, su cuerpo empezaba a ponerse nervioso.
-Pero que buena casa la que tienes, David- Dijo Justin admirando la casa.
–Gracias, me la he ganado con mi trabajo-Dijo David, tratando de tranquilizarse.
–Mientes-Pauso Justin y lo miro a los ojos-. Te conseguiste esta casa con el dinero de mi padre, con tu soborno-Apretó los puños.
–No quiero problemas, Justin-Suspiro David-. Tengo demasiado trabajo para estar perdiendo el tiempo contigo-
-Oh, pero no estás perdiendo el tiempo conmigo, querido David-Dijo Justin-. Vengo a cobrar dinero.
–Tengo demasiados gastos, no puedo-David se giró y camino hacia el pasillo.
–Podemos cambiar eso-David dejo de caminar.
-Dame a tu hija y te salvaras de una cantidad de dinero.- David se quedó sin aliento- ¿Aceptas?