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Entramos a los bolos. Yo me fui a hablar con Jorge y con James sobre lo que me había hecho mi padre y de porque me quede en casa se Rubén. Cuando les dije lo que pasó, los dos no lo pudieron creer y juraron que iban a golpear a mi padre, pero les dije que no lo hicieran.
Los chicos estaban jugando mientras que yo estaba sentada con Verónica que me estaba hablando de que le estaba empezando a gustar Alex y quién sabe qué más.
-Pero bueno... Creo que Alex jamás me hará caso -termino Verónica.
-No lo creo, él es buen chico y tú eres muy hermosa -dije y ella sonrió.
-Gracias
-De nada. Oye, voy a baño -dije mientras me paraba del asiento.
-Si, aquí te espero -dijo y me fui directo al baño.
Entre al baño y me mire en un espejo porque esperaba a que unas chicas de ahí se fueran. Después de unos cuantos segundos las chicas se fueron y yo entré en un baño, me coloqué enfrente del vater y me metí dos dedos hasta la garganta y causarme el vomito.
Comencé a sollozar y escuche que alguien había entrado el baño, me limpie mis lágrimas y alguien tocó la puerta del baño.
-¿_____, estás ahí? -preguntaron.
-¿Quién es? -dije aún sollozando un poco.
-Verónica, ¿estás bien? Rubén se está preocupando por ti -dijo y una lágrima se deslizó por mi mejilla.
-Sí, estoy bien, solo que me dieron una ganas de vomitar -dije y me limpie la lágrima.
-Oh bueno, déjame le aviso -dijo y espere a que se fuera.
Cuando al fin se fue Verónica, yo salí del baño al que me había metido. Me mire a un espejo que estaba enfrente y lo primero que me pasó por la mente fue "ASCO". Me enjuague la boca y me eche agua en la cara, después salí de, baño y me fui a donde estaban los chicos. Mientras iba para allá, Rubén se levantó del asiento y vino hacia mí.
-Oye, ¿estás bien? Tardaste siglos ahí adentro -dijo y solté una pequeña risa por el último comentario.
-Estoy bien -mentí y Rubén me miró serio.
-¿Segura? -preguntó y asentí -¿Vomitaste? -preguntó y abrí los ojos como plato. ¿Cómo se dio cuenta?
-Emm... -fue lo único que dije y él me abrazo.
-No quiero que lo vuelvas hacer -dijo en mi oído y luego nos separamos.
-Esta bien -dije y luego él tomó mi mano.
-Vamos con estos -dijo y sonreí.
Estuvimos todo el día ahí en los bolos, hasta que ya nos tuvimos que ir porque Alex, Verónica y Mangel tenían que hacer algo, mientras que los demás se iban a ir a la casa de Jorge a jugar videojuegos. Yo me fui con Rubén. Otra vez.
Mientras que Rubén y yo íbamos caminando y platicando de algunas cosas de su vida, en varios momentos me quedaba viendo su perfil, o hasta aveces solo veía sus ojos. Cada vez que lo volteaba a verme mi corazón latía con una fuerza impresionante. Rubén seguía hablando de su vida y luego me detuve a ver fijamente su perfil.
Tal vez sean sus ojos color café, su pelo ligeramente despeinado, sus finos y rosados labios, su forma de ser conmigo y la forma en que me ayudaba. Me di cuenta de algo mientras que lo veía. Estaba enamorada.
Estaba enamorada de Rubén Doblas...