Es increíble como en un mismo día pasas de ser la persona más feliz a que la tristeza te invada por completo en 0 coma.
Ryan y yo terminamos de pasar las Navidades en su casa junto a su familia. Las mañanas estaban llenas de risas y de bromas, mientras que la noche lo estaba de lujuria y de deseo.
Es difícil estar lejos de Ryan. Lo que más temía de la vuelta a casa era eso, la vuelta, el alejarme de Ryan. Habíamos empezado....algo en Navidades, solos, sin nadie a nuestro alrededor.
Los chicos organizaron una fiesta gigante en casa el día de Reyes. Comenzó muy bien, Ryan y yo bailamos, bebimos, nos besamos. Cuando fui a la cocina a por mas bebida, Dylan me enseñó a Ryan bailando con otra y el aprovecho y me beso. En el mismo momento en el que sentí sus labios me aparte, pero no pude evitar la pelea que se formó entre él y Ryan. Me sentí mal por lo provocado, aunque no fuese mi culpa pero las palabras que me dijo Ryan fue lo que hizo que mi corazón se partiera.
Cogí el coche y me fui llorando hasta casa de Tom y mi hermano. Me acababan de romper el corazón, porque Ryan no solo me gustaba, sino que también había empezado a quererlo y en ese momento, yo solo quería a un amigo.
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La soledad es la mejor forma de pensar, reflexionar e incluso tomar decisiones, pero también te hace pensar en lo peor, rememorar recuerdos o a tele transportarte a lugares que no quieres.
Llevo en casa de Tom cuatro días y me han servido para reírme, hablar y no pensar.
Cuando Tom me abrió la puerta a las 6 de la madrugada el día 6 solo me abrazo y acuno hasta que mis sollozos pararon. Durante estos días, no me ha preguntado por qué estoy aquí, solo se ha ocupado de que este distraída y eso no puedo agradecérselo totalmente.
Vine aquí para tener un amigo y es justo lo que he recibido. Sé que Tom sigue enamorado de mí y ha sido algo egoísta de mi parte, me estoy dando cuenta ahora pero no me arrepiento de haber venido. Sé que si me hubiese ido a cualquier otro sitio habría estado llorando todos los días, posiblemente no hubiera comido y para el día de hoy sería la hermana gemela de Frankenstein.
Mi móvil ha estado apagado desde que Tom lo cogió a las 8 de la mañana y lo apago tras estar sonando cada minuto. Si no era un mensaje, era una llamada, un correo o un WhatsApp. Imagine que era de los chicos, porque no quería pensar que era de Ryan.
Ryan
Pensar en él hace que la grieta de mi corazón se haga más grande. Es triste que me dé cuenta de lo que siento justo cuando estos sentimientos son pisoteados y arrojados a las cataratas del Niagara.... Si lo digo así queda más bonito, no juzguéis, estoy sensible.
Sé que estaba enfadado por todo el tema de Dylan, pero no tenía derecho a decirme lo que me dijo, es más, yo debería haberle gritado a él por estar bailando de esa forma con otra chica. Solo paso lo primero, y nada más ya que no tuve la oportunidad de hablar.
Algunos pensareis que hui como una cobarde, y es posible pero no era capaz de estar viendo como una amistad se rompía por mí. La relación de mis padres ya había sido mala desde que tengo memoria, pero el que yo diese el inicio a la separación todavía resuena por mi cabeza. Es cierto que ahora mis padres están mucho mejor separados pero, ¿Qué hubiese pasado si no hubiese iniciado la separación? No quiero ser culpable de rupturas, ya sean de amistades como amorosas y en lo que llevo de vida, ya lo he sido de ambas.
Suspiro.
Quito las sabanas de la cama y las empiezo a doblar. Las observo con una sonrisa que se termina convirtiendo en una tímida risa.
Tom viene a la habitación y se apoya en el marco de la puerta mientras me mira.
-¿De qué te ríes?- me pregunta
- ¿En serio?- le digo levantando las sabanas y veo como sus labios muestran una sonrisa.- Te acuerdas.- afirmo
-Como no, has pasado más tiempo en esas sabanas que yo mismo. Sigo sin entender por qué.- dice mientras se acerca y las mira. Yo me sonrojo por el comentario
- Eran y son súper suaves, me recuerdan a la casa de tu abuela.- le digo- Es muy agradable.
-No sé si unas sábanas en las que nos hemos acostado está bien relacionarlas con mi abuela- dice el poniendo una mueca de asco en su cara.
-no seas idiota, no lo decía por eso.- le digo sonriendo.
Cuando Tom y yo salíamos íbamos mucho a casa de su abuela ya que estaba enferma. Yo siempre iba encantada, ella siempre me trataba como si fuera su nieta. Nos quedamos un fin de semana y recuerdo que esas sabanas me marcaron, yo no era dormilona hasta que probé esas sabanas.
Un día Tom me llevo a su casa y fuimos a su cuarto. Me sorprendí cuando vi que había traído esas sabanas y las había puesto en su cama.
"Así pasaras más tiempo en mis brazos" dijo y así fue.
-No sabía que las guardabas y menos que las usabas- le digo terminando de doblar la última.
-Nunca se sabe cuándo las volveré a usar.- me dice y yo me rio. Espero que no fuera una indirecta.
-Gracias por la ropa.- le digo señalando mi jersey rosa palo y mis leggins granates claros junto con las botas marrones que me había comprado.- Y gracias por todo lo demás.- Le digo lanzándome a sus brazos para abrazarle.
-Si no te compraba ropa ibas a dejarme a mi sin ella.- me dice rodeándome con sus grandes brazos.- Y por lo otro, es lo que hacen los amigos pequeña.- me dice dándome un beso en la cabeza.
Como chica lista que soy, me fui de la casa solo con lo que llevaba, la cartera, las llaves y el móvil. BIEN, a vivir la vida se ha dicho- me digo a mi misma. Tom me ha ido dejando ropa suya durante estos días, pero hoy me iba a casa y no podía ir pareciendo una rapera cuya ropa es cinco tallas mayor y que solo hace que parezca más pequeña de lo que ya soy. No os confundáis, iba súper cómoda pero si hubiese salido a la calle así la policía me hubiese parado para ver si llevaba hierba así que le pedí que me comprase un poco de ropa y he podido descubrir que su gusto sigue intacto.
-¿Nos vamos ya ha comer?- me pregunta. Yo asiento.
Cojo el abrigo de Tom. Es prestado. Meto mi apagado móvil, junto con las llaves y la cartera en los bolsillos de este.
No he salido a la calle en estos cuatro días. Tom me decía de salir pero yo usaba la excusa de la ropa siendo que en realidad no quería salir porque sentía que esta casa era un escudo para la realidad. Ni siquiera estaba en la misma ciudad pero... da igual, es mi lógica.
-Lista- le digo a Tom.
Salimos de la casa y cada uno coge su coche para ir al centro. Tengo suerte de haber estado aquí más de una vez, porque si no seguro que ya estaba perdida.
Durante el trayecto en coche pongo la radio a todo volumen y dejo que la música sea solo lo que invada mi mente, ya tendré otro momento para pensar en la que me espera en casa.
Nos metemos a un parking subterráneo y buscamos plazas contiguas. Aparco con gran habilidad y me bajo del coche con una sonrisa de satisfacción en mi cara.
-veo que ya has aprendido.- me dice Tom.
-Sí, y lo hago genial.- dicho mientras pego saltitos como si fuera Heidi en dirección a la salida. Si es que en realidad soy como una niña de 5 años.
Vamos a un restaurante que tiene comida sencilla: Ensaladas, hamburguesas, sándwiches. Lo mejor son las tortitas.
Sentados en la mesa me quito el abrigo de Tom y lo dejo apoyado en mi silla. No miro a mi alrededor, solo miro a Tom. Me mira con interrogación, como si me estuviese estudiando.
El camarero llega y le decimos nuestros pedidos. En cuanto se ha ido, Tom comienza con su interrogatorio.
-¿Qué haces aquí?- me dice
-Comer- le digo sonriendo y haciéndome la tonta.
-Rose...- me dice y yo empiezo a mover la pierna con nerviosismo.
-No te lo voy a decir, es como si le dijese a mi padre con quien me acuesto.- le digo.
-Eso....no tiene mucho sentido.- me dice y yo estrecho los ojos.
-Si lo tiene.- le digo
-Así que la cosa va de amor.- me dice
-Oh venga por favor!- digo exasperada levantando los brazos y dejándolos caer con agotamiento.- ¿Cómo lo has sabido?- pregunto
- Fácil.- me dice- te oía llorar por las noches, además de que cuando apague tu móvil tenías como miles de llamadas de Ryan, era un chico de la casa ¿no?- dice.
-A veces te odio.- le digo y cruzando los brazos, continuo.- Si, es un chico de la casa- respondo. El camarero trae nuestra comida y yo me lanzo a ella como si de un animal se tratase.
-Continua por favor.- dice Tom mientras muerde su hamburguesa.
-No puedo, estoy comiendo.- digo mordiendo mi sándwich intentando olvidar la conversación. El resopla y se ríe.
-Tenemos tiempo.- me dice y yo me sonrojo y escondo la cara con mi pelo.
El resto de la comida pasa en silencio y cuando ya hemos acabado y el camarero viene y pedimos los postres, Tom vuelve al ataque.
-He estado sin hacerte ninguna pregunta durante estos días, pero me niego a hacerme el tonto un minuto más sabiendo que te pasa algo relacionado con esa casa y mucho menos cuando vas a volver a ella esta tarde cuando todavía estas afectada por lo que ha pasado.- me dice y yo me derrito por su preocupación. Cojo aire y le miro a los ojos. Es inevitable no hablar con el cuándo me mira con esos ojos.
-Ya sabes que estas Navidades las iba a pasar con Jeremy.- le digo
-Sí, pero él se fue con tu madre- asiento- Hablare con el cuándo vuelva.- yo niego con la cabeza pero sé que lo hará igualmente.
-Le mentí y le dije que iba a estar en compañía con los chicos, en realidad estuve sola.- le miro mientras pongo una mueca, él tiene una mirada de preocupación.- Por la noche Ryan apareció en la casa porque se había dejado unas cosas. Él y yo llevábamos tiempo en un tira y afloja,, pero esa noche....nos acostamos- le digo bajito.
-¿Por qué no le dijiste la verdad a tu hermano?- me pregunta
-No lo sé, simplemente no lo hice.
-Sigue.- me dice mientras traen nuestros postres. Ummmm Tortitas.
-A la mañana siguiente me desperté sola y así estuve durante dos días más.- le digo mientras hecho el sirope por las tortitas. Veo como Tom aprieta el agarre de sus cubiertos pero antes de que diga algo continuo.- Fui a hablar con él a casa de sus padres, cuando me vio él se iba a buscarme, había estado con su abuelo reflexionando. Me quede con su familia y con él hasta el día 5. Por la mañana estuvimos genial pero cuando volvimos a casa, los chicos habían montado una fiesta. Durante esta, las cosas fueron bien hasta que Ryan se puso a bailar con una chica y Dylan me beso. Todo se salió de madre. Ryan empezó a pegar a Dylan, luego fue al revés. Finalmente Ryan no tuvo unas palabras agradables hacia mí y yo simplemente cogí el coche y me fui.
-¿Le quieres?- me pregunta y yo expulso el aire.
-Creo que si.- le respondo y el asiente. Tom se pasa las manos por la cara y luego las junta en la mesa y me mira.
-No sé si cabrearme más porque casi pasas las Navidades sola o porque Ryan te ha hecho daño- me dice.
-No te cabrees por favor.- le digo cogiéndole la mano y apretándosela.- Eso ya ha pasado. Hoy llegare a la casa y tendré una civilizada conversación con Ryan y si todo termina pues.... Termina- le digo encogiéndome de hombros quitándole importancia cuando en realidad para mi es de vida o muerte que salga bien.
-No me gusta que lo pases mal.- me dice
-Ahora lo estoy pasando bien- le digo sonriendo y él sonríe.
-Voy a pedir la cuenta.- me dice
-Vale, yo voy al baño un momento – digo mientras me levanto y me dirijo hacia la puerta con el simbolito de chica.
Nada más entrar en el baño mis ojos se inundan. ¿Cómo he podido ser tan tonta? Durante estos días he estado pensando que cuando volviese a casa todo se solucionaría, Ryan y yo hablaríamos y lo solucionaríamos todo pero cuando le he contado todo a Tom me he empezado a poner nerviosa. ¿Y si todos en la casa me odian ahora por haber roto una amistad? ¿Y si Ryan ya está con otra, con la chica de la fiesta? Las lágrimas se deslizan por mis mejillas. No merecía las palabras que Ryan me dijo pero eso no significa que no duelan.
La puerta se abre y una chica entra con prisa. Me limpio como puedo las lágrimas de mis ojos y veo como ella me mira y se mete rápidamente al baño. Me miro en el espejo y veo que tengo los ojos rojos. Genial, ahora tendré que esperar para que Tom no vea que he llorado.
-Mierda.- oigo que dice la chica del baño. Me giro bruscamente hacia la puerta del baño.
-¿estás bien?- le pregunto
-Me acaba de bajar la regla...¡Joder!- dice y yo me rio.
-¿Tienes lo que necesitas?- le pregunto riendo
-Oh no te rías- me dice y se ríe.- No tengo nada.
-Aquí hay una máquina y tienes suerte de que tengo un dólar, así que dime que te pido.- digo mientras voy hacia la máquina.
-Dios, pareces la camarera de los tampones.- dice y ambas nos reímos.- ¿Me puedes traer uno regular?- me pregunta y yo le digo que sí. Meto mi dólar en la máquina y espero a que suelte la salvación de esa mujer.
-Aquí tienes- digo cuando le paso el tampón por debajo de la puerta.
-Muchísimas gracias.- dice- Es la maldita píldora, me ha quitado mi maravillosa regularidad- dice cuando sale del baño.
- A mí también me debería, supongo que a final de mes- le digo. Si señores, están son las charlas en los baños de las chicas.
-Que mierda, la has tenido en Navidades.- me dice y pone morritos.- Me voy...mmm te pago el tam..
-No hace falta, tranquila.- le digo mientras ella sale con una sonrisa del baño.
Navidad. Enciendo el móvil y espero a que pase todo el bombardeo de llamadas recibidas mensajes etc.... Cuando por fin mi móvil es útil entro en la aplicación del calendario que me ayuda a saber cuándo me toca mi periodo.
En la pantalla aparece el calendario de Enero. En él los días 30 y los cuatro siguientes están a rayas, eso quiere decir que en esos días se supone que me tendría que bajar. Vuelvo a mirar y veo que desde el día 30 al 3 también está marcado, solo que no confirmado. Vuelvo atrás en mi memoria y en ningún momento recuerdo que me viniese la regla. Paso al calendario de Diciembre y veo que la última regla me vino a principio de mes, el 4.
MIERDA
MIERDA
MUCHA MAS MIERDA
Vuelvo a revisar el calendario. Es imposible que tenga un retraso de 12 días. CASI DOS SEMANAS.
Salgo del baño corriendo y cuando Tom me ve me mira extrañado.
-¿estás bien? Estas blanca.- me dice y no me extraña.
- Tengo que ir un momentito a una tienda, te importa si nos vemos en el garaje. Muchas gracias.- digo sin esperar respuesta mientras cojo el abrigo y salgo pitando del restaurante.
Busco por el centro comercial la farmacia que sale indicada en las señales y cuando entro me lanzo literalmente al mostrador.
-Un test de embarazo.- digo con la voz temblorosa. Estoy a punto de llorar, lo sé y la mujer que me atiende lo sabe. Ella me da lo que pido y me desea suerte. Suerte para que, ¿para que salga positivo o negativo? Dios voy a explotar.
Me tomo un descanso en un sillón que hay en mitad del centro comercial. Mi móvil comienza a vibrar y veo en la pantalla el nombre de Ryan. Dios, lo que me faltaba. Lo pongo el silencio, cojo aire y voy hacia el garaje.
Puedo estar o no embarazada, así que Rose, hasta que no te hagas la prueba cero angustias.
Nada más pensar en eso vuelvo al pensamiento de si estoy embarazada. No puedo estar embarazada, simplemente no puedo.
Dios, ¿Tú me odias?- me pregunto
Bajo al garaje y veo a Tom apoyado en mi coche.
-¿Qué necesitabas?- me pregunta y yo aprieto las pruebas que están en mi cintura sujetas por los leggins
-Nada, no les quedaban.- digo intentando que no pregunte nada más. Me quito el abrigo y se lo doy.- Muchísimas gracias- le digo abrazándolo con cuidado de no acercar mi cintura a su cuerpo.
Tom me da un beso en la mejilla y me dice que tenga cuidado en la carretera. Si, cuidado. Como este embarazada la patada que le voy a dar en los huevos a Ryan va a salir hasta en el telediario.
Me monto en el coche y conduzco con toda la tranquilidad posible.... Una mierda. ¿Cómo voy a estar tranquila? Puede que ahora mismo este embarazada, es posible que haya alcoholizado a mi hijo y probablemente haya estado embarazada en casa de los padres del padre. Espera, ¿Va a tener padre? ¿Ryan y yo haremos las paces? ¿Haremos las paces y todo se romperá cuando le diga que estoy embarazada? ¿Acaso querrá al niño? ¿Querrá solo al niño y a mí me dejara? ¿Estaré como madre soltera? Oh Dios, me va a dar un ataque.
Intento calmar mi respiración mientras paro en un área de servicio. Expiro, inspiro. Pongo la radio para ver si me relaja, pero solo lo empeora. Malú canta "Y ahora tu". Genial, simplemente genial.
Dicen que se sabe si un amor es verdadero,
cuando duele tanto como dientes en el alma.
Dicen que lo nuestro es tan solo pasajero,
pero qué sabe la gente lo que siento cuando callan.
Y ahora tú,
llegaste a mí, amor,
y sin más cuentos apuntas directo en medio del alma.
Ahora tú,
llegaste a mí, oh, no,
sin previo aviso, sin un permiso, como si nada.
Ahora tú...
Respira Rose, simplemente respira.
Cuando me consigo calmar tengo dos cosas claras.
1.Si estoy embarazada ni de coña abortare.
2.Si Ryan no se hace cargo lo hare yo
Después de pensar estas dos cosas me siento estúpida, puede que no esté ni siquiera embarazada, pero bueno es mejor tener un plan.
Decido coger el móvil y mirar todos esos mensajes que han estado siendo recibidos por mi apagado móvil.
70 llamadas de Ryan y 35 en total con todos los otros chicos. Oh dios mío.
Empiezo a leer mensajes, la mayoría son de Ryan preguntando donde estoy, si estoy bien, me dice que vuelva, que hablemos y que se ha equivocado. Los mensajes se repiten en los WhatsApp. Los demás también preguntan que donde estoy y si estoy bien. De repente Ryan escribe mi nombre en el grupo. Mierda, sabe que me he conectado. Salgo rápidamente y vuelvo a la carretera, total, vamos a hablar mejor cara a cara.
En menos de dos horas aparezco en la calle de la casa. Cuando se supone que tengo que girar para aparcar el coche me corrijo y sigo recta, todavía no estoy preparada. Esto pasa como unas cuatro veces, hasta que a la quinta aparco el coche, cojo la ropa de la fiesta de la parte de atrás y me dirijo a la puerta.
Pongo la mano en el pomo y lo giro. Cuando abro la puerta la casa esta ruidosa como siempre y mi primer pensamiento es correr a mi cuarto sin ser vista pero decido que soy una adulta y que tengo que afrontar las cosas como lo que soy. Aseguro las pruebas en mi cintura y la cubro con la ropa de la fiesta. Cierro la puerta sin hacer mucho ruido ya que todavía ronda por mi cabeza el plan A pero este falla cuando me dirijo hacia el salón donde se encuentran Leeroy, Eddie, Mike, Shane y Josh.
Cuando les veo me emociono, han estado preocupados por mí y yo ni siquiera he contestado a sus mensajes para no tenerles en vilo.
-Hola.- digo con voz ronca y muy bajita. No me oyen. La garganta se me va cerrando por las ganar irremediables de llorar que tengo.
-Hola.- digo con la voz más alta y con las lágrimas corriendo por mi cara. La casa se queda en silencio y los chicos se dan la vuelta. Todos me miran sorprendidos pero no tardan en levantarse, el primero Eddie.
Eddie se lanza a mí como un rinoceronte y casi me tira. Me empieza a besar por toda la cara y cuando se separa de mi veo como Mike escribe en el móvil, le está avisando. El resto de chicos no se hace esperar y me abrazan preguntándome donde he estado, como he estado y si estoy bien. Yo contesto a todo y entre medias pido disculpas por estar incomunicada.
-¿Seguro que estas bien?- Me pregunta Eddie.- Ryan ha estado inaguantable desde que te fuiste. Nos dimos cuenta a la hora, cuando no te encontraba. Se quería disculpar.- me dice y yo asiento.
-Voy a subir a mi cuarto a descansar, ha sido un viaje...- como describirlo. Angustioso, catastrófico, embarazoso...no sé si pilláis el doble sentido- Agotador- termino diciendo.
Los chicos no dicen nada más y yo voy a mi habitación. Cuando entro, corro a la cama y meto las pruebas debajo de la almohada. Quiero asegurarme de que no hay nadie más antes de hacérmelas.
Empiezo otra vez las respiraciones que Jayden me enseño, esas que son para las...parturientas. JODER. Respiro, parturienta o no lo voy a hacer.
Una voz femenina me distrae de mi momento zen y no lo pienso. Salgo de mi habitación corriendo como nunca, bajo las escaleras tan rápido que veo mi cabeza en ellas. Cuando llego a la planta baja veo como Dana acaba de entrar en la casa con Jayden, pero no veo venir la apertura de la puerta por Ryan. Cuando él me ve sus ojos se agrandan y yo trago.
Mierda.
Cojo a Dana del brazo y tiro de ella hacia las escaleras tan rápido como he bajado.
-¡Rose!- dice Ryan con tono autoritario.
-¡5 minutos!- digo con voz aguda cuando ya estoy en el piso de arriba y metiendo a Dana en mí cuarto.
Dana me mira flipando y yo solo la siento en la cama y le enseño la bolsa de la farmacia.
-¿por esto tanta prisa? ¿Te has comprado unos ibuprofenos?- empieza a decir- ¿Sabes que hemos estado preocupados? Y tú solo me subes aquí para enseñarme unos ibupro..- se calla cuando he sacado las pruebas de embarazo y se las estoy enseñando- ..fenos. ¡JODER!- dice gritando. Yo la mando callar y la llevo al baño.
-La he liado, la he liado.- le digo- He estado con Tom estos días- cuando veo su alarmante cara continuo.- Como amiga, pero no te conté que el día 24 me acosté con Ryan...bueno, y algún otro día también. Tengo un retraso de 12 días.- le digo de golpe. Dana debe seguir en shock porque todavía no ha dicho nada.
-La has liado- me dice por fin- Ryan la ha liado. La habéis liado buena- dice sosteniendo las pruebas. De repente oigo el ruido de la puerta abrirse y sumida por el pánico Dana y yo metemos ambas pruebas en su bolso. Jayden entra en el baño y yo hago lo único que se me ocurre.
-¡Podría haber estado haciendo pis!¡Idiota!- le digo frunciendo el ceño. Él se me acerca y me abraza. Me relajo y correspondo el abrazo.
-Estábamos preocupados por ti, pequeña- me dice. Cuando se separa Jayden le coge el bolso a Dana y yo entro en pánico. Después nos coge a Dana y a mí y nos saca de la habitacion, deja el bolso encima de mi cama.- Nos vamos abajo bellas damas.
Mierda
Dana y yo bajamos junto a los chicos que al parecer han ido llegando. Todos se abalanzan sobre mí y yo me dejo. Todos me hacen las mismas preguntas que los primeros y yo las respondo con toda la calma posible, pero cuando Ryan se levanta y se dirige hacia mí, toda esa calma desaparece.
-Rose, ven un momento.- oigo que dice Dana y yo corro hacia ella.
-Gracias.- le digo en voz baja y oigo como un "Mierda" por parte de Ryan que se ha vuelto a sentar en la silla donde estaba antes.
-Jayden, cariño, ¿Puedes coger el regalo de Rose de mi bolso por favor?- pregunta Dana aunque en realidad no le presto mucha atención ya que toda ella va dirigida a la mirada de Ryan. El me mira y yo le miro, el problema es que no consigo descifrar nada. Eddie me ha dicho que me quería pedir perdón pero no sé si ese perdón es volver a como estábamos en casa de sus padr...
-¡DANAAA!- se oye un grito enfadado desde la planta de arriba, luego un cabreado Jayden baja con una bolsa de la farmacia en la mano.
-Mierda- decimos Dana y yo a la vez
-¿Cuándo me ibas a decir esto?- le pregunta sacando una prueba. Todos los chicos se arremolinan entre ellos y Jayden le dice que desde cuando lo sabe y yo la verdad es que dejo de escuchar cuando Ryan le dice que eso es cosa de dos y que el padre debería saberlo. Veo a Dana y veo su cara y es cuando me doy cuenta de que esto es cosa mía.
-¡PARAR!- grito y noto que mi cara esta mojada por las lágrimas que no sabía que había derramado. Nadie se calla y hago lo único que se me ocurre.- ¡Las pruebas son mías! ¡Joder!- termino diciendo y es cuando todos se callan y se giran en mi dirección.
Mierda
Corro hacia Jayden bajo la atenta mirada de todos incluida la de Ryan y cojo las pruebas de la mano de Jayden y corro hacia mi habitación.
Cuando entro cierro con un portazo y antes de que me dé cuenta la puerta vuelve a sonar y me encuentro literalmente frente a frente con Ryan.
-Creo que tenemos que hablar.- me dice y mira las pruebas- y ahora
Yo asiento mirándole a los ojos y notando como los míos se humedecen todavía más. Lo que no me esperaba era que Ryan envolvería sus brazos sobre mí y me besaría la cabeza diciendo "Tranquila, estoy contigo"
Ahí es cuando finalmente me derrumbo como quería haber hecho desde el día que me fui.
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HOLIIIIII. Lo estaba pasando mal, no me dejaba subir el capitulo ya que parece que todo el mundo estaba en la pagina y habia exceso de gente jajajajajaj. Bueno, lo he conseguido.
Uffff, para mi gusto es un capitulo intenso. ¿que os ha parecido?
se que hay una persona que no para de decir que estaria mejor con Dylan... yo no descarto nada solo aviso.
¿Creis que Rose esta embarazada?Si lo esta,¿Ryan se hara cargo?
No he mencionado a Dylan, ¿porque creeis que es?
¿qeu pensais que va a pasar?
Se acabaron las vacaciones.
Lloremos
No quiero volver a clase....
Bueno, espero que os haya gustado el capitulo. Nos vemos el proximo domingo.
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Muchisimos besos QUERIDOS Y QUERIDAS <3<3<3