El día de Nochevieja llego pero no fue hasta la noche que fuimos a una fiesta.
Por la mañana los hermanos Peterson tuvieron una forma muy original de despertarme, pero por suerte el karma existe. Su padre les estuvo instruyendo sobre el sexo y como poner un condón. Al parecer, nos había visto a Ryan y a mí besándonos, me da que la charla llego un poco tarde.
La mañana no fue nada más que un poco de rugby, en mi caso tumbing. Por la noche comenzó la verdadera fiesta.
Elizabeth preparo una cena espectacular, pero se estropeó cuando me ofreció dormir con Ryan en la misma cama, ¡Qué vergüenza!
Ryan, Matt y yo nos fuimos de fiesta. Ryan y yo bailábamos, nos besábamos y nos tocábamos, pero la fiesta termino cuando Matt encontró un rollete y se fue a casa borracho.
Ryan y yo dormimos juntos ya que la habitación de Matt estaba siendo utilizada para...hacer deporte. Nosotros empezamos, pero paramos cuando me di cuenta de que era la casa de sus padres.
El año comenzó de la mejor forma posible.
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Lo que menos esperaba esta mañana al levantarme junto Ryan, es que por la noche, a las 4 de la madrugada, estaría en mi coche conduciendo con alcohol por la sangre y llorando en dirección a no sé dónde.
Para que entendáis el porqué, tenemos que recapitular al principio del día.
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Los días en la casa de la familia Peterson se pasan en un abrir y cerrar de ojos. Los padres de Ryan no se dieron cuenta de la aventura de Matt la noche de Año Nuevo y tampoco han dicho nada de Ryan durmiendo conmigo. He de decir, que solo nos acostamos un día en el que la casa estuvo totalmente vacía. Luego me sentí mal, sentía como si les hubiese faltado el respeto a sus padres, así que estuve todo el día ayudando como si hubiese cometido un pecado y tuviese que limpiarlo.
Hoy es el día de Reyes y Ryan y yo volvemos a la casa de la fraternidad junto a los chicos. ¿La burbuja que tenemos se romperá? Espero que no.
-Rose, o te levantas o te levanto.- dice Ryan desde el baño. Aprieto la almohada en mi cabeza y suelto un gruñido. Son solo las 10:03 de la mañana, ¿de qué va?
Ayer por la noche Ryan y yo nos quedamos jugando a las cartas... aunque bueno, dejamos de jugar a las cartas para empezar a jugar al strip poker y por si no lo sabéis, no es que acabáramos muy vestidos, a eso súmale que eso nos entretuvimos hasta las 3 de la mañana. Y ahora Ryan me levanta cuando solo he dormido 7 horas. Yo es que le mato.
No me quejo de la forma como me ha despertado, llenándome de besos por todas partes. Pero me quejo de que me haya despertado.
Antes de que pueda pensar siquiera en levantarme, Ryan me coge de la cintura y me pone en su hombro. Ni grito ni chillo, durante estos días me he acostumbrado a que me coja así. Ya hasta me resulta gracioso.
-No es bueno que te acostumbres a cogerme. Al final no voy a saber ni andar.- le digo dándole golpecitos en el culo como si estuviera tocando unos bongos. Ryan se ríe y me da una palmadita en el culo.
-Me gustaría acostumbrarme a esto.- me dice mientras me baja. Me coloca de forma que nos encontremos frente a frente.
-Buenos días.- me dice sonriendo y agarrándome por la cintura.
-Buenos días.- le digo poniéndome de puntillas y acercándome para besar esos carnosos labios. El beso fue lento y sensual, lo justo para despertarme.
-Levanta los brazos.- me dijo el entre besos. Yo levante los brazos y espere a que me quitara su camiseta, es decir mi pijama, y es justo lo que hizo. Cuando me quede solo en braguitas, hice lo mismo que Ryan había hecho conmigo.
Así que los dos solo con la parte de debajo de nuestra ropa continuamos besándonos, mientras mi pecho se apretaba con el suyo y nuestras respiraciones jadeantes se mezclaban. Salte para subirme a él y enrolle mis piernas en su cintura. El apoyo sus manos en mi culo y empezó a andar hacia la ducha.
Me costaba besarle ya que tenía una maldita sonrisa puesta en mi cara las 24 horas, pero es que era muy difícil hacerla desaparecer.
Ryan abrió el grifo y un chorro de agua fría cayo directamente sobre mí. Un grito agudo salió de mi garganta y me baje de Ryan rápidamente para ponerme detrás de su espalda.
-Estábamos demasiado calientes, nena.- me dice mientras me sonríe y regula la temperatura del agua.
-Idiota.- le digo golpeándolo en el hombro y volviendo a ponerme bajo el chorro de agua.
-¿Te puedo enjabonar?- me pregunta. Yo me doy la vuelta y le miro.
-Ni se te ocurra- le digo- La has cagado.- digo golpeándolo en el pecho con un dedo. Sus morritos sobresalen y se convierten en pucheros. Me rio y le doy la esponja.- Pero ten cuidado- le digo poniéndolo a él bajo el chorro del agua y acercándome totalmente a su cuerpo.- No te calientes.- termino la frase y cierro la manija del agua caliente dejando que solo caiga agua fría sobre su escultural cuerpo.
Ryan pega un salto y un grito cuando el agua helada toca su cuerpo. Yo me rio como una loca y Ryan no tarda en unirse.
-Eres una granuja.- me dice abrazándome.
-Te dejo enjabonarme.- le digo yo
-Es un gran privilegio.- me dice mientras se pone a hacerme cosquillas para que vuelva a meterme bajo el agua fría.
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Después de la larga ducha, Ryan bajo a desayunar dejando así que me arreglara tranquilamente.
Abrí la maleta y saque una falda negra ligera, un cinturón marrón y una camiseta blanca con rayas negras horizontales.
Me pongo la camiseta y subo la falda metiendo la camiseta por dentro de esta. Pongo el cinturón como adorno y cuando me voy a poner las medias me doy cuenta de mis blancas uñas de los pies.
-Hay que hacer algo con vosotras.- les digo a mis uñas de los pies.
Voy al baño para secarme el pelo con mis pies descalzos con cuidado de no escurrirme. Me miro en el espejo y veo que la sonrisa con la que me he despertado todavía sigue ahí. Mis mejillas están con un tono rosa y mis ojos tienen un brillo que no suelo tener. Estoy feliz.
Quito la toalla de mi cabeza y la bajo para secarme el pelo. Enciendo el secador y veo como los mechones pasan de estar unidos a separados, justo lo contrario a Ryan y a mí. Me vuelvo a reír al pensar en Ryan. Su sonrisa, sus caricias, sus besos, sus manos sobre mi cuerpo, sus acciones, su corazón...
Mierda.
Levanto la cabeza de golpe al darme cuenta de que Ryan no solo me gusta, creo que lo quiero.
Cuando mi cabeza está en posición normal, veo como todo empieza a dar vueltas y en un segundo estoy en el suelo dándome un golpe en la cabeza con la puerta.
-AUUUU!- digo poniendo mi mano en el golpe.
-¡Rose!- oigo la voz de Ryan entrando en la habitación.- ¿estás bien?- me dice cuando me ve en el suelo.
-Si.- digo gimiendo de dolor por el golpe y haciendo pucheros. Ryan se ríe y niega con la cabeza mientras me coge como una princesa y me lleva a la cama.
-Eres la persona más torpe que conozco.- me dice apoyándome en la cama- Te he visto caerte ya tres veces en estos días, ¿Cómo lo haces?- dice riendo.
-Olvídame.- le digo riendo
-Te acabo de ver el precioso tanga que llevas debajo de esa falda, ¿no deberías ponerte unas medias?- me dice sonriendo seductoramente.
-Me quería pintar las uñas.- le digo como una niña pequeña.- Y ya sé que mi tanga es bonito.- le digo sonriendo. Ryan se ríe y niega con la cabeza.
- ¿Dónde tienes el esmalte?- me pregunta.
-En el neceser ¿Por qué?- pregunto. Él no contesta, solo se levanta y va hacia el baño. Cuando vuelve veo que lleva el esmalte rojo en sus manos.
-Hace años leí en una revista de mi madre que todos los hombres tienen un lado femenino. Además teniendo a Eddie en casa, creo que ese lado reluce un poco más.- dice sentándose y poniendo mis piernas encima de sus piernas.
-Eso quiere decir...- le digo
-Que te voy a pintar las uñas, querida.- me dice con tono de chico gay. Yo me rio y muevo los dedos de los pies.
-Si los mueves así, no creo que pueda.- me dice. Yo me rio y me quedo quieta mientras pasa el pincel por mis uñas.
-No es tan difícil.- me dice el con una sonrisa de satisfacción en su cara.
-No hables todavía, te queda el otro pie.- le digo sonriendo.
-Si señora.- me responde el empezando con el otro pie. Veo como frunce el ceño y se empieza a morder la lengua cuando pasa el pincel por el dedo pequeño.
-¡Listo!- dice levantando el pincel mientras me mira sonriendo.- lo he hecho bien e.e
-Lo has hecho genial.- digo riendo e incorporándome para darle un beso- Gracias- El me incorpora y me tumba poniéndose el encima de mí.
-Me lo puedes agradecer así.- me dice mientras se acerca a besarme
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-¿Me pones las medias?- le digo mirándolo seductoramente.
-Me gustaría más quitártelas- me dice mientras me tira las medias a la cara y me vuelve a tumbar en la cama.
-No, levántate- le digo empujándole- Ya me he perdido el desayuno, no me pienso perder la comida.- le digo
-No has protestado antes por perderte el desayuno.- me dice
-Levántate.- le digo y él se levanta y se pone de pie dándome la oportunidad de ponerme las medias. El sonido del móvil de Ryan hace que deje de mirarme y preste atención a lo que dice el otro interlocutor.
- Quiero tres barriles. Sí. Solo eso, gracias- dice mientras yo me subo las medias. Cuando cuelga el me mira de arriba abajo y sonríe.
-Me gustan tus medias, muy originales- dice mirándolas otra vez. Mis medias son negras, no son tupidas ni nada, son finas pero lo que destaca de ellas son que la mitad son de un negro oscuro con un lacito en la parte trasera.
-¿Con quién hablabas?- le pregunto mientras me ato los cordones de mis blucher negros picados.
-Algunos de los chicos ya han llegado a la casa y se han puesto a organizar una fiesta. Yo soy siempre el que llama al proveedor de cerveza y me han pedido que lo hiciera. Después de comer con mis padres y Matt nos iremos a casa y empezaremos la fiesta. ¿Te parece bien?- me dice mientras se acerca para besarme
- Me parece bien.- le digo moviéndome hacia la puerta antes de que estuviese los suficientemente cerca para besarme. Abro la puerta bajo el grito de protesta de Ryan.- Nos vemos abajo.- le digo por las escaleras.
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-Muchísimas gracias por dejarme pasar aquí las navidades. Os lo agradezco de corazón- le digo a Elizabeth mientras la abrazo.
-Gracias a ti cariño. Has hecho que estas Navidades sean mucho más especiales que cualquier otra. Has sido un rayo de sol en la vida de mi hijo y eso no sé cómo agradecértelo. Su humor ha mejorado y durante estas semanas solo le he visto sonreír, gracias- me dice apretando el abrazo.
-Me vas a hacer llorar.- le digo con los ojos húmedos
-¡Rose!- me llama Robert.- Eres un sol. Gracias por todo, eres bienvenida en esta casa siempre que quieras, aunque este memo la cague.- me dice riendo mientras agarra a su hijo del hombro.
-Papa...- dice Ryan.
-Matt. ¿Estas mejor?- le pregunto acercándome al hermano enfermo.
-Zii.- dice con la nariz taponada. Desde hace un par de días Matt empezó a constiparse y la cosa ha empeorado un poco, pero hoy tiene una mejor cara. Eso es bueno.
Ryan y yo salimos de la casa de sus padres entre besos y abrazos. Un sentimiento de tristeza me invadió. ¿Por qué mi familia no podía ser como la suya? ¿Por qué creo que después de estas vacaciones todo va a salir mal? Suspiro y dejo de pensar en todo lo negativo que puede pasar a partir de ahora, total, como Ryan y yo dijimos, iremos viendo.
Nos subimos al coche bajo la atenta mirada de sus padres y de la momia Matt, el pobre quería despedirse y ha salido envuelto en todo tipo de mantas.
-Tener cuidado- dice Robert mientras los demás nos despiden con la mano.
-Hora de volver a casa, cariño.- dice Ryan cogiéndome la mano mientras sale de la calle de la casa de sus padres.
-¿Pones música?- le digo
-Pon lo que tú quieras- me dice y pongo la primera frecuencia que sale en la radio.
-¿Podemos pasar por el veterinario un momento? Bolita ha estado vomitando y quiero ver si está bien.- le digo mirando hacia el trasportín donde mi gatita se encuentra.
-Claro.- me dice mientras sube el volumen de "Blue Jeans" de Lana del rey
- I will love you 'til the end of time
I would wait a million years
Promise you'll remember that you're mine
Baby can you see through the tears
Love you more
Canto como una loca la canción y cuando me doy cuenta de lo que dice la canción miro fijamente a Ryan ¿El sentirá lo mismo que yo? –Me pregunto- El me mira y me sonríe, no se da cuenta.
En un santiamén Ryan nos lleva a la clínica. Yo bajo con bolita mientras Ryan busca aparcamiento
Al entrar en la clínica la recepcionista me reconoce y en seguida estoy dentro de la habitación donde estuve la última vez. Donde Marcus examino a bolita. Parece que solo pensar en él lo convoca.
-Hola Rose. ¡Que sorpresa verte aquí tan pronto!- me dice sonriendo. Yo me levanto y le doy la mano.
-Hola doctor. Sinceramente no me es agradable volver a verle tan pronto porque eso supone que algo pasa y... es así. Bolita ha estado vomitando estos días.- le digo
-Vale, vamos a ver a la gatita.- dice sacándola del trasportín- Por cierto, para mí es muy agradable volver a verte, sobre todo cuando estás tan guapa. Las vacaciones te han venido genial. ¿Sigues con esa persona o ya te puedo invitar a una cena?- me pregunta y yo incomoda le voy a cortar pero alguien se me adelanta.
-Sí, sigue con esa persona.- dice Ryan agarrándome de la cintura y pegándome a su cuerpo.- y no, no puedes invitarla a cenar, tiene todas las noches ocupadas y el resto del día también.- dice fríamente y con voz cortante.
-Soy Marcus.- dice el serio
-Ryan-dicen dándose la mano. Yo miro a todos los lados menos a ellos, se siente la tensión en la habitación.
-Bueno...entonces... ¿Cómo esta bolita?- pregunto finalmente.
-Sí, la gatita ¿sabes si ha comido hierba estos días?-me pregunta examinándola.
-Es posible, ha salido al jardín algunos días.- dice Ryan.
-Oh, ¿habéis estado juntos?- pregunta y yo me pongo como un tomate.
-Creo que esa pregunta no viene a cuento, ¿verdad?- dice Ryan
-Cierto.- dice Marcus- Al parecer bolita a ingerido hierba y ha descompuesto su tripa, así que dale estas pastillas y se solucionara en un par de días.- me dice dándome las pastillas.
-Muchas gracias.- le digo sonriendo
-De nada.- dice y nos quedamos los tres en silencio.- Bueno me tengo que ir, tengo más clientes- dice Marcus.
-Oh, sí, sí, lo siento.- le digo y veo como Ryan mete a bolita en el trasportín.
-Nos vamos.- dice Ryan.
-hasta la próxima.- digo yo mientras Ryan me coge de la mano y me saca de la habitación y de la clínica.
Ryan y yo salimos de la clínica de la mano, pero cuando salimos Ryan me la suelta y yo frunzo el ceño. Abre el coche y mete a Bolita en la parte de atrás cerrando la puerta de un portazo. Me acerco al asiento del copiloto cerrando la puerta suavemente. Ryan se sube en el asiento del conductor con sus labios formando una línea recta y con sus nudillos blancos.
-¿Estas bien?- pregunto.
-Perfectamente.- me dice pero de repente se gira hacia mi.- Me encanta que un tío ligue con mi novia delante de mis narices y ella no haga nada.- dice encendiendo el motor del coche.
-¿Has dicho novia?- digo sonriendo como una reina. Ryan se sonroja y vuelve la vista a la carretera.
-No, para nada. ¿Te voy a tener que llevar a un otorrino?- dice serio- Me asegurare de que sea una mujer para que no coqueteen contigo.
-Oh Dios mío. Estas celoso.- le digo y me rio.- No tienes de que preocuparte, Marcus intento ligar conmigo cuando lo conocí pero parece que decirle que tenía a alguien no le sirvió. Creo que después de tu gran entrada parara.- le digo poniendo la mano en su muslo de forma totalmente inocente.
-Si subes esa mano, tendremos un accidente.- me dice y yo retiro la mano rápidamente.- ¡Eh! No he dicho que la quites- me dice cogiéndome la mano y poniéndola donde estaba, es decir, a mitad de su muslo. Yo me rio y espero en un silencio cómodo a llegar a casa.
-Hogar dulce hogar.- dice Ryan cuando aparca el coche.
Me bajo del coche con una sonrisa. Esta se amplia cuando veo a todos los chicos salir de la casa sin camiseta. Por Dios, es invierno, ¿no tienen frio? Los chicos se acercan a nosotros y nos damos nuestro ya típico abrazo espachurra Rose.
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Durante toda la tarde los chicos y yo estuvimos contando lo que habíamos hecho en Navidad. Todos se sorprendieron de que Ryan y yo pasásemos las Navidades juntos, pero cuando dije el porque, todos me abrazaron y besaron acunándome en sus brazos.
Ryan nos sorprendió a todos, incluido a mí cuando dijo que yo era su novia. Los chicos nos felicitaron y confesaron que ya se lo olían. Cuando vi la cara de Dylan me transmitió de todo menos felicidad, tenía una cara de estreñido que flipas.
Tras nuestras reveladoras charlas me subí a la habitación para arreglarme para la fiesta.
Me alise el pelo y me maquille de manera ligera. Me puse un eyeliner fino y unos labios granates. Fui a mi armario y busque el que ponerme. Saque una camiseta blanca ajustada y corta con escote de V conjuntada con una falda negra con algunas flores rojas, rosas y blancas. Cogí los zapatos de tacón negros de aguja y me mire en el espejo.
-Estas guapísima.- dijo Ryan a mi espalda. Me volví hacia él y le mire de arriba abajo.- Llevaba unos vaqueros oscuros y una camiseta blanco con una americana negra
-Tu estas guapísimo.- le digo mientras me acerco a él y poso mis labios con los suyos.
-La fiesta ya ha empezado.- me dice- Deberíamos bajar.
-¡SIIII!- le digo cogiéndole de la mano y tirando del fuera de mi habitación.
El ambiente en la casa era espectacular, todo el mundo bailaba, cantaba e incluso se enrollaban. A lo lejos vi a Eddie con Josh, parece que estas vacaciones les han venido bien ambos ya que ahora están extra mega pegaditos.
Voy a la cocina donde tomo la primera copa que veo. Vozcka. Ryan me coge de la mano y me empuja a la pista de baile. Pego mi cuerpo al suyo y muevo mis caderas junto a Ryan. Mi cuello es mordido y besado y cuando veo que no puedo más, lo beso.
Ryan y yo empezamos a besarnos bajo las miradas atónitas de todo el mundo, ¿Tan raro es? Seguimos bailando durante un rato hasta que mi bebida se acaba y vuelvo a la cocina.
En ella me encuentro a Eddie. Me da una copa de algo y la tomo.
-Te he visto muy pegadito a Josh, ¿ha pasado algo?- pregunto bebiendo un sorbo.
-Bueno, su familia es muy liberal y han aceptado su bisexualidad. Cuando yo se lo dije a mi familia solo les falto echarme de casa. Tengo suerte de que todavía me hablen.- me dice. Me da pena, creo que en la vida solo debería importar el ser feliz, aunque eso incluya la condición sexual, eso no debería importar.
-Así que... ¿Josh y tú?- pregunto
-Puede haber algo- me dice. Yo salto de alegría y le abrazo besándole. Estoy feliz por él.
-Voy a volver a la fiesta.- le digo
-Sí, si... a la fiesta- me dice y yo sonrío.
Cuando voy a entrar al salón un cuerpo se pone en frente de mí como un muro. Miro hacia arriba y me encuentro a Dylan.
-Hola.- le digo
-¿Podemos hablar?- me dice y me coge del brazo empujándome al hueco de las escaleras.
-¿Qué quieres? ¿Estás bien?- pregunto
-Me gustas- dice, yo me rio como una loca, literalmente. Dejo de reír cuando él me mira serio.
-Es coña ¿no?- digo pero cuando voy a volver a hablar sus labios impactan con los míos. Abro los ojos sorprendida e inmediatamente lo separo.
-¡Qué coño haces?- le grito
-Te lo he dicho, me gustas- me dice
-Eso no te da derecho a besarme y mucho menos casi enfrente de Ryan- le digo.
-¿De tu novio?- dice y yo frunzo el ceño- Ese que está bailando con Sasha ahora mismo de una forma para mayores de dieciocho.- dice. Giro mi cabeza a la pista y veo a Ryan, bailando pegado con una chica, sin ninguna queja.- Me gustas- repito.
-Eso ya los has dicho.- digo con la voz apagada.- Ryan no está haciendo nada del todo malo, solo está bailando.- digo a ver si yo me lo creo.
-No intentes excusarlo.- me dice.
-No me digas que hacer.- digo. Pero otra vez sus labios se chocan con los míos. Dylan me coge de la cabeza e intenta meter la lengua en la boca, solo que no le dejo. Intento sepárame pero él me agarra con fuerza. Cuando voy a conseguir separarme alguien me lo quita del medio, lo que no esperaba es que fuera Ryan y que este se pusiese a dar puñetazos a Dylan.
-Oh Dios mío!- digo asustada poniendo mis manos en la boca y acercándome a ellos.
-Ryan ¡Para!- le digo pero él no para. De repente Dylan se pone encima de él y le asienta unos puñetazos.
-¡Dylan!- grito. Me voy a acercar a ellos pero unos brazos me frenan. Leeroy. Vuelvo a mirarlos cuando veo que Jayden se está acercando junto a Josh y les separan. Noto mi cara mojada y es cuando me doy cuenta de que estaba llorando. Mierda.
Los chicos han conseguido separarlos y los están llevando al jardín donde yo les sigo. Cuando los sueltan estos se miran otra vez en posición de pelea.
-Es mi novia.- Dice Ryan
-Oh por Dios, todos sabemos que la usaras y la tiraras- dice Dylan
-¿De qué vas? No sabes nada.- dice Ryan.
-Ella se dará cuenta y yo estaré esperándola.- dice Dylan. Ryan se va a acercar pero Jayden le frena. Dylan decide que es mejor irse y eso hace. Yo me acerco a Ryan.
-¿estás bien?- le pregunto
-¡Estoy perfectamente!.- me dice- No me puedo creer que lo hayas besado.
-¡PERDON?- le digo.- Él me ha besa...
-Si lo único que querías era popularidad en la universidad, o un simple polvo lo podías haber dicho sin meter sentimientos ¿sabes?- me dice y yo noto como en mi corazón se empieza a hacer una grieta.- Eres como todas, y lo peor es que pensaba que eras diferente. ¡Has estado con mi familia! ¿Qué coño querías de mí?- me pregunta. Voy a decirle que se equivoca pero no me deja hablar.- Lo que teníamos ha terminado totalmente, si es que si quiera ha empezado. Eres como tu madre- dice y se va.
Noto como si estuviese con gripe y acabase de correr la maratón de New York. Sinceramente, no pienso. Veo como Jayden y Josh me miran junto a todo el mundo de la casa ¿Cuánto han escuchado? Oh Dios, me cuesta respirar. Vale Rose, no te preocupes.
Entro en la casa y voy hacia la puerta de entrada donde encuentro las lleves de mi coche. Oigo como alguien grita mi nombre y eso solo hace que corra. Las lágrimas se deslizan por mis mejillas como si fueran las cataratas del Niagara.
Me siento en el coche y enciendo el motor. La voz que grita mi nombre cada vez se oye más cerca y cuando estoy sacando el coche de la plaza veo que es Eddie quien me grita. Sin darle la oportunidad de seguirme, acelero y salgo de la calle de la casa de la fraternidad.
Conduzco al único sitio que me parece seguro temiendo sinceramente por mi vida. He bebido estoy llorando y puede que me esté dando un ataque de ansiedad.
He hecho que Ryan y Dylan discutieran siendo amigos. Ryan, persona a la que actualmente puedo decir que quiero, me acaba de romper en mil pedazos y por si fuera poco, me ha rematado con lo de mi madre.
Mi móvil suena y suena, pero no lo cojo, no puedo. Conduzco con cuidado bajo la música del teléfono hasta que llego a mi destino.
Con falda y tacones, sin ningún abrigo, bajo del coche y me dirijo la puerta a llamar. Supongo que estará dormido ya que son las 6 de la mañana. No sé qué pintas llevare pero sé que no son buenas, por eso cuando me abre la puerta no me extraña la pregunta.
-¿Estas bien?- me pregunta y yo niego con la cabeza derrumbándome nuevamente.
Tom abre los brazos y deja que me refugie en ellos, como siempre ha hecho.
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Creo que me muero. Son las 3:33 am, mi ordenador ha hecho una cosa muy rara y he estado una hora rezando porque no se borrara el archivo. Por suerte a sobrevivido.
Bueno, creo que tocaba un poco de drama en la historia ¿NO?
¿Creeis que va a pasar algo entre Tom y Rose?
¿Que pasara entre Ryan y Rose?¿Y entre Dylan y Rose?
¿Que quereis que pase?
FELICIDADES @xChicaGamer93x !!!! Ya se que hoy es dia 5 pero bueno, te he enviado un mensaje el dia 4 felicitandote.
Espero que os haya gustado el capitulo, mañana lo revisare y quizas añada algo mas, hoy ya estoy agotada.
MAÑANA VIENEN LOS REYES MAGOS
SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
Feliz año por cierto.
Corregirme si me equivoco
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Muchiisiiimos besos <3<3<3