La barriga de Louis ya se notaba bastante, con sus seis meses de embarazo parecería una pelota de futbol, palabras dichas por él mismo.
"Te ves precioso" Harry le sonrió, abrazándolo por la espalda "Demasiado precioso"
Las mejillas de Louis tomaron color, mordiéndose el labio levemente.
"¿Tú crees?"
"Por supuesto" asintió, besándole la mejilla.
Se separó de él para terminar de acomodar su traje para poder ir a trabajar. Louis solo se le quedo mirando, un puchero formándose en su rostro.
"¿Hoy si llegaras temprano?" pregunto, ladeando la cabeza.
Harry termino de anudarse la corbata y arreglo sus rizos.
"Eso espero" confeso "Últimamente los socios de España andan arruinando mi paciencia y están un poco estresante" bufo, rodando los ojos "Pero tratare de llegar temprano."
Louis se acercó a él, masajeándole los hombros con delicadeza.
"¿Mucho trabajo?"
"Demasiado, es horrible" asintió, cerrando los ojos "Los socios de Inglaterra quieren extender el negocio a otro país, pero hay varios que no están de acuerdo"
"Tú puedes con ellos" su prometido le alentó, besándole la barbilla.
"Tendré esos peces gordos en mi pecera, ya verás" asintió, inclinándose y besándole los labios.
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"Si extendemos el comercio por toda Europa, eso implicaría más ingresos para cada trabajador" Harry explico, extendiendo un plano encima de la mesa de juntas "En Mánchester y Kingston upon Hull, hay buenas referencias para crear pequeñas cedes que sustenten el proyecto"
Todos los hombres asintieron estando de acuerdo con él, suspiro satisfecho, las cosa iban como él quería.
"A mí me gustaría involucrar a mi hijo en el proyecto" Abraham Walk levanto la mano, uno de los socios con más acciones en la compañía.
Harry estuvo a punto de rodar los ojos. Un niño riquito que no saber hacer nada, seguro, pensó.
"¿Y quién es su hijo?" pregunto con respecto, asintiendo en su dirección.
La puerta se abrió revelando a un muchacho, demasiado joven.
"Él es Carlos Walk" Abraham sonrió, haciéndole señas a su hijo para que se acercara.
La boca de Harry se abrió considerablemente, observando al chico castaño sonreír y dirigirse hasta él.
"Un gusto" extendió la mano profesionalmente, a lo que él la tomo entre las suyas.
"Harry Styles" se presentó, aunque era demasiado absurdo, ellos ya se conocían. ¡Él hizo llorar a Louis! pero no podía armar un escándalo en la oficina.
"Carlos Walk" sonrió, levantando una ceja.
Harry apretó más su mano, haciendo que el chico hiciera una leve mueca.
"¿Algo más que quieran discutir?" pregunto, ignorando totalmente al chico a lado de él.
Varios murmuras se oyeron en la habitación, los hombres hablando entre ellos, hasta que uno levanto la mano.
"Dígame, señor Adolf"
"Usted tiene pensado extender el comercio a pequeñas cedes en Mánchester y Kingston upon Hull ¿y después qué?"
Harry sonrió, los tenía en la palma de la mano.
"Esta compañía tiene socios en España, he estado hablando con el que está a cargo allá, y está más dispuesto de hacer negocios con nosotros" asintió, mirándolo directamente.
El hombre también asintió, levantando la barbilla.
"Entonces tienes mi apoyo"
Todos asintieron en dirección.
Punto para Styles.
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"Un placer" Harry se despidió del último hombre, dándose la vuelta y percatándose de que el señor Abraham y su hijo aún están dentro de la habitación.
"Styles" Walk llamo su atención.
"Dígame, señor"
"No voy a mentir, Carlos no sabe mucho sobre esto" ladeo la cabeza, haciendo una mueca "Me gustaría que usted, uno de los principales accionista le enseñara personalmente sobre el proyecto"
Harry trago saliva, sintiéndose mareado.
"No creo..." comenzó, aunque eso no era nada profesional no quería trabajar con ese niñito.
"Oh, por favor, usted es un hombre inteligente y muy perspicaz, confió totalmente en usted"
No puedes mezclar lo personal con el trabajo, se reclamó.
"Está bien" sonrió con cortesía, asintiendo.
"Bueno, me tengo que ir" acomodo su perfecto traje y salió dejándolos solos a él y a Carlos.
"Pero que pequeño es el mundo" Carlos le sonrió "Tengo un jefe muy guapo"
Harry entrecejo los ojos, mirándolo detenidamente.
"No quiero ser grosero, Señor Walk-"
"Llámame Carlos, tuteame"
"Como dije" Harry lo ignoro "Señor Walk, no quiero ser grosero, pero mantente alejado de mi de manera personal"
Carlos levanto la barbilla, arrugando el entrecejo.
"¿De qué hablas?"
"Sé lo que lo hiciste a mi prometido" gruño.
"Oh, la pelota andante" Carlos sonrió "Fue divertido"
"Te lo advierto, Carlos" susurro "Aléjate de él y de mi"
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En realidad Harry salió mucho más tarde de lo que había pensado, tuvo que organizar papales tras papeles y la cabeza le dolía.
Miro la hora en su reloj, percatándose de que eran las 11 de la noche.
"¿Alicia?" llamo por el teléfono.
"Dígame, señor Styles" su secretaria atendió.
"Ya puedes retirarte" ordeno.
"Muchas gracias"
"Por cierto ¿conoces alguna tienda que este abierta a esta hora?"
Alicia lo medito por un momento.
"Creo que el supermercado que está en la esquina se mantiene abierto las veinticuatro horas"
"Gracias"
"De nada, Señor. ¿Algo más?"
"Oh, no" colgó, masajeándose los ojos y levantándose de su escritorio.
Cuando sale de su oficina, se encuentra con la grata sorpresa de ver a Sam fumarse un cigarrillo.
"¿Qué haces aquí?"
Sam voltea hacia él, expulsando el humo de sus labios.
"El señor Adolf me mando hacer unos papeleos para morirse"
Harry soltó una carcajada, caminando con Sam detrás de él.
"Bueno, yo me voy ¿quieres que te lleve?"
"Si no es mucha molestia"
Asintió en su dirección, subiéndose al auto para luego arrancar.
Paro el supermercado que Alicia le dijo y sonrió al ver rosas en la parte de afuera.
"¿Qué hacemos aquí?"
"Comprare algo para Louis" susurro, bajándose del auto.
Sam también se bajó, caminando detrás de él.
"Ese muchacho te trae vuelto loco" bromeo, golpeándole levemente el hombro.
Harry solo sonrió, negando con la cabeza.
"Vuelto loco es poco" se encogió de hombros "En realidad lo amo"
"Ugh" Sam hizo una mueca graciosa, para luego sonreír.
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Harry abrió la puerta del apartamento, entrando en silencio.
Su corazón dio un vuelco a ver a su prometido en el sofá acurrucado con muchas sabanas encima, el televisor estaba prendido y la luz reflejada en su rostro hacia que se viera más hermoso.
Se sintió culpable.
Dejo las cosas encima de la mesa y se acercó hasta él para besarle la mejilla sonoramente.
"Mi amor" susurro "Despierta, bebé"
"Hmm" Louis bostezo, abriendo sus ojos que se encontraban hinchados por el sueño.
"Lamento llegar tarde, mi vida" Harry se disculpó, ayudándolo a levantarse.
Negó, sonriéndole adormilado, sus ojos pequeños debido al sueño, su cabello hecho un desastre.
"No importa, sé que estás trabajando"
"Te traje algo" Harry sonrió, besándole los labios cortamente.
Louis también sonrió, agarrándolo de la corbata y acercándolo más él, dándole un beso profundo.
"Oh, Dios" susurro, viendo lo que había encima de la mesa.
"Espero que te guste"
En la mesa había dos potes de helado junto a un paquete de galletas oreos. Sin contar el ramo de rosas rojas.
"Es precioso" contesto, las lágrimas asomándose en sus ojos.
"Me contenta que te haya gustado" susurro, posando sus manos en su abultada barriga, inclinándose y besándole la punta de la nariz "Por cierto, mañana hay una cena en la empresa, me gustaría que vayas conmigo"
Louis arrugo la nariz.
"¿No te da pena que te vean conmigo?" hizo un puchero "Estoy todo hinchado y gordo, no creo que este presentable para ir"
"¿Bromeas?" Harry beso sus labios "Sera un honor que te vean a mi lado"