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El trabajo cada día consumía un poco más el tiempo de Harry, habían problemas financieros que no supo de donde salieron, el llevaba la contabilidad en perfecto estado y cuando reviso los estados financieros, se llevó con la grata sorpresa que no registraban los ingresos y hasta habían gasto que ellos no generaban, sin contar con el mal control interno que había en caja chica.

Las conciliaciones bancarias no cuadraban, las tablas de amortización de las deudas de los clientes no estaban actualizadas y ni se diga del libro de compra y venta.

Despidió en total a diez personas en la semana, cualquiera que no confiara iba para afuera. Despedido. Sin siquiera pensarlo.

Luego estaba Carlos, que estaba más pegado a él de lo normal y Harry quería darle un puñetazo en la cara, gritarle mil blasfemia y respirar profundo.

Pero tenía que morderse la lengua, porque últimamente todos los socios lo presionaban más con lo del proyecto y Sam no regresaba del viaje a Kingston upon Hull y no quería desconfiar de Sam, la verdad no quería, no de él.

"Carlos" llamo, aunque lo quería lejos de él, lo necesitaba.

"¿Sí, cariño?"

"No me llames cariño" rodo los ojos, malhumorado "Necesito un informe completo de tu viaje a Kingston upon Hull y porque el señor Hidalgo no ha regresado"

Carlos se mordió el labio inferior, mirando hacia otro lado.

"Todo salió bien" se encogió de hombros, restándole importancia.

"¿Entonces porque Sam no ha vuelto? Los socios me arrancaran la cabeza"

"Se consiguió una linda chica y se quedó por allá"

Arrugo el entrecejo, haciendo una mueca.

"Pero si Sam es casado"

"Él no se mantiene atado a otra persona" sonrió, acercándose "Deberías seguir su ejemplo. No deberías estar con la pelota andante"

Esa fue la gota que derramo el vaso. Se levantó bruscamente de su silla, asustándolo.

"Mira, Carlos, ya me tienes harto así que te sugiero que-"

Fue interrumpido por el sonido del teléfono de la oficina. Se pasó una mano por el cabello, tratando de tranquilizarse.

"Habla Harry Styles ¿diga?"

"Señor" la voz de Alicia sonó ahogada.

"¿Alicia?" pregunto, asustado "¿Qué pasa?"

"Su pro-prometido" ella tartamudeo.

"¿Louis?" Harry se alarmo, agarrando más fuerte el teléfono entre sus manos "Alicia ¿Qué pasa con él?"

Escucho un profundo respiro al otro lado de la línea antes de que ella murmurara.

"Esta en el hospital"

Harry dejo caer el teléfono en el escritorio, haciendo un fuerte sonido por el impacto, no le importo en lo más mínimo si se dañaba o algo. Agarro su maletín rápidamente, saliendo prácticamente corriendo de la habitación.

Carlos se recostó en la silla, tomando el teléfono y marcando el número de la secretaria de Harry.

"¿Sí?"

"Alicia, el señor Styles me dejo a cargo. ¿Qué hay para hacer?" mintió.

"Oh" su voz sonó baja "no mucho"

"Hmm ¿Alicia?"

"Dígame, señor Walk"

"¿Por qué Harry se fue tan rápidamente?"

La oyó titubear, removiendo algunos papeles.

"Su prometido está dando a luz"

Una sonrisa se formó en su rostro. Colgó sin siquiera despedirse, levanto la barbilla, mirando la oficina que pronto iba a hacer de él.

Se levantó de la silla, sacando el teléfono de su bolsillo y marcando un número mientras agarraba el saco del traje.

Era el momento.

"¿Diga?" contestaron del otro lado de la línea.

Sonrió.

"Ya es hora, papá."

¿¡Un qué!? {Larry Stylinson} {Mpreg}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora