Bajamos del jeep y caminamos con nuestros pequeños bolsos.
Me sentía terrible. Sentía un nudo enorme en el estomago, unas inmensas ganas de vomitar me invadieron cuando vi dos coches negros aproxima doce. Del primero bajo Mitch.
Tu cabello rojo sangre seguía igual de corto. Nos miró y una sonrisa apareció en sus labios. Se acercó y lo pude ver mejor, sus facciones aún eran muy finas, era atractivo, pero la gran cicatriz que llegaba desde su pómulo izquierdo hasta su barbilla, lo hacía definitivamente espeluznante. Se acercó a nosotras con una enorme sonrisa en su rostro.
-cuánto las he extrañado.-sonrío.
Mire a alisia y ella se encogió bajando la cabeza.
-todo está perdonado, preciosa.-alzo la caza de alisia y ella retiró su mano con un leve golpe.
-no hay por qué ponernos agresivos, cariño.
Ella suspiro.
-caminos.-el sonrío y nos guió al auto de donde el salió. Subimos y nos sentamos en la parte de atrás con el.
Yo mantenía la vista enfrente. Pensaba en kenan, ¿ya habría llegado? Dios, espero que me pueda perdonar.
KENAN' S POV.
Respire profundamente por décima vez y mire a la chica frente a mi.
-repítelo.-ordene.
Ella me miró asustada.
-ella me llamó y me dijo que si podía cuidar a sus tres hijos por una hora, hasta que llegara el padre, por qué ella se iría.
-¿ir a donde?-preguntó kendal.
-no tengo idea, solo sé que se llevaron unas maletas pequeñas.-dijo.
Pasé una mano por mi cara.
¿Por qué?
Tuve que haber hecho algo tan jodidamente mal para que ella nos abandonará. Prometió que no lo haría.
Me senté y tape mi cara con mis manos. Estaba tan jodido. Tenía que encontrarla. Mire a mi hermano que solo estaba sentado frente a mí sin expresión alguna. Le dolía que se hubiera ido. A mí también pero yo no me quedaría de brazos cruzados.
-¿ya puedo irme?-preguntó la chica. La mire.
-serás niñera de tiempo completo.-dije ella abrió los ojos como platos.-se te pagará muy bien, solo hasta que vuelva mi mujer.
Si es que vuelve..
Suspiré apartando ese pensamiento. Ella volvería.
-esta bien.-respondió. Yo me levante y me acerqué a ella.
-una cosa que le pase a mis hijos lo pagaras con tu vida, ¿entiendes?
Abrío los ojos y asintió rspidamente.
-ve.-ordene y ella salió disparada a arriba. Me dejé caer en el sofá.
-¿por qué?-murmuro kendal sin mirarme.-¿no fui lo suficiente?
No tenía ni idea él porque se habían ido, pero sé que no sé irían por su cuenta, ahora todo encajaba, estos últimos días estuvo tan amorosa, lloraba por todo y más cuando veía a los bebes, ella se despidió de mí, sin siquiera yo darme cuenta.
En un pestañeo ya habían pasado una semana y media desde que kyana y alisia se fueron y las cosas cada vez estaban peor. Tenía una pista, habían encontrado mi jeep frente al lago, alguien las tuvo que haber recogido.
Mire a alek que él tenía sus ojos rojos e hinchados. Estaba muy triste ya que no estaba kyana. Me senté frente de él y le quite la cachara de la mano, tome un poco de comida en ella y hice que alzara la cabeza.
-vamos, alek.-murmuré.-tienes que comer, amigo.
Él me miró y sus ojitos se llenaron de lágrimas. Oh, no.
-No, no, no, no.-dije rápidamente. Pero él me ignoro y rompió en llanto. Lo cargue y el escondió su pequeña cabeza en mi cuello, sollozando.
No era el único que resentía la desaparición de kyana, yo y los gemelos también, lloraban demasiado, cosa que no hacían con kyana aquí.
Ya casi no salía de casa, mande a todos mis hombres a buscar por cielo mar y tierra a kyana y alisia, pero era imposible, no había nada. Después de un rato, sentí la respiración de alek volverse más pausada, se había dormido. Lo lleve a su cama, ahí estaba alice, la niñera, cuidando de los bebes.
-saldré.-avise.-cualquier cosa, ya sabes dónde está mi numero.
Ella asintió.
Salí de la casa. No se por qué tenía el presentimiento de que Mikael tenía que ver en esto. Llegue al almacén y me encontré con los chicos.
-ya salió el cargamento.-me avisó Edson.-seis toneladas, pasarán impecables.-sonrío orgulloso. Me acerqué más a él.
-te dije claramente que te dedicaras a buscar a mi mujer y a alisia.-dije apretando la mandíbula. Si había algo que no toleraba era la desobediencia.
-te dije que no encontré nada de ellas.-se excusó.
-¡pero eso no significa que dejen de buscar !-grite.
Steven se acercó.
-encontré se celular.-dijo.
-¿dónde está?
-aquí en Estados Unidos.
-¿tienes la dirección?-pregunté. Asintió.-nos vamos.-ordene.
KYANAS' S POV.
Me mire al espejo. Mi cara estaba hecha una mierda, tenía moretones en toda ella, mis brazos piernas y abdomen ni se digan.
Me resbalé lentamente hasta sentarme en el piso. Estos días habían sido un infierno, no había visto a alisia desde que llegamos, no sabía nada de ella, solo que estaba en esta casa. Extrañaba tanto a kenan y mis hijos, dios los extrañaba demasiado. Debí haberle dicho a kenan, yo no puedo solucionarlo todo sola, yo y mi estupido pensamiento de querer salvar a todos yo sola, soy una completa idiota.
Llore. Era lo único que me recordaba que esta aviva ahora, aparte del dolor y la tristeza no saber si volveré a ver a mis hijos.
La puerta se habría de golpe, yo no salí del baño.
-kyana.-me llamo Mitch. Suspiré y seque mis lágrimas para luego salir.
-¿si?
El sonrío al verme.
-arréglate, hoy es la gran noche.-sonrío y salió. Me senté en la esquina de la cama. Mitch se dedicaba a las peleas femeninas, pero no cualquier peleas, estas eran las peleas negras, aquí ganaba la que salía viva. Y yo hasta ahora había tenido suerte.
Al principio creí que él nos tomaría como sus sumisas o algo así, pero gracias a dios no, él no se fijaba en lo absoluto en nosotras, solo su estupido hijo.
Me duche y arregle con el atuendo que llevaría, consistía en un top dorado y un bóxer del mismo color con el nombre MITCH en la parte de atrás. Lo único que me daba un poco de animo era que hoy vería a alisia, ya que ella también lucharía hoy, la última vez que la vi, la habían hecho trizas, yo moría por subir y ayudarla, pero no pude, jamás me había sentido tan impotente en mi vida.
Hoy lucharía contra scarlerh BlackBerry. Ella era conocida por matar a sangre fría y definitivamente yo no sería la excepción . Él nos quería matar tan lentamente.
Aún me acuerdo del tercer día aquí cuando intente usar mi celular, que metí a escondidas, para enviarle un texto a kenan y Mitch me descubrió.
Un golpe con puño cerrado me dio justamente en el rostro. El dolor corrió todo mi cuerpo.
-¿sabes por qué tengo esta cicatriz?-preguntó tranquilo. Negué y escupí la sangre que se acumuló en mi boca.-esta cicatriz, me la hicieron por qué traicione a mi jefe, esto me dejo una lección una que jamás olvidaré. La tradición se paga muy cara.
El pánico me invadió al pensar que me haría lo mismo a mi.
El sonrío y como si hubiese leído mi mente hablo.
-no, pequeña kyana, no le haré nada a ese bello rostro tuyo.- se acercó a mí.- pero tampoco me obligues.-se alejó y se pasó por su estudio.-¿sabes qué es lo que me hizo darme cuenta que la tradición es lo pero que pudiera haber?
No conteste.
-el mismo hombre que me dejo esta cicatriz, Mato a mi hijo.
Dios. No tenía idea del por qué me imaginaba a la persona que le hizo todo eso.
-no lo mato de cualquier manera.-negó con su dedo índice.-mi hijo ni siquiera había nacido, mi mujer tenía 7 meses de embarazo, cuando él se lo saco.
Abrí los ojos como platos horrorizada por la imagen me había imaginado.Solo una persona puede ser así de desquiciada.
-ahora te haré la pregunta del millón,¿sabes quién fue esa persona?
Lo sabía, lo sabía perfectamente.
-Mikael.
El dio un fuerte aplauso.alce la vista.
-si, tu padre.
Hasta ese momento entendí el por qué los odiaba tanto, el había arruinado su vida, pero quería cobrársela conmigo y alisia.
Mire mi reflejo en el espejo. Mi cara estaba horrible y estaba consiente de ello. Tenía que salir de aquí, ya. Me quite el top dejando al descubierto mis pechos. Era la única manera de llamar su atención. Golpee la puerta para llamar la atención de Emilio, el hijo de Mitch. Minutos después escuche el cerrojo abrirse y Emilio entrando. Me miró, yo cubría mis pechos con mis manos.
-¿me podrías ayudar?-pregunté suavenente.
El aún medio embobado asintió.
-¿en qué?
-es que me duele la espalda, ¿podrías frotarme una pomada para el dolor?
Él me miró por casi un minuto y con movimientos tontos tomo la crema y puso un poco en mi espalda y comenzó a masagear.
-¿ya no te duele?-preguntó.
-su, aún me duele pero gracias.-sonreí. En se acercó más a mi.
- sé que no te duele la espalda.-dijo. Maldije.- sí solo quieres llamar mi atención, solo dilo.
Casi suelto un suspiro de alivio.
-creo que eso haré.-me acerqué a su boca y lo bese. Me repugnaba. Pero de verdad quería salir de aquí. El comenzó a manoseas mi trasero y yo su espalda, fui bajando hasta sacar su móvil de su bolso trasero. Me separe de él y fingí tener la respiración agitada.
-sí que sabes besar.-mentí sonriendo de lado. El también.
-lo sé.-dijo y camino a la puerta. -Creo que deberíamos terminar esto otro dia.-cerró la puerta tras de él, no sin antes ponerle seguro. Rspidamente me puse mi top. Mande un mensaje. Luego lo borre de la bandeja de salida, Deje el celular en el baño, escondido tras el retrete.
Solo resta esperar.
--------
Holaaaaaaa😍
Aquí les dejo este cap. Espero les guste.
También quería pedirles que se pasaran a mi nueva novela, se llama I hate you but I love you. Segura les encantara.
Come ten y voten si les gusto!
Besos
-alejan💝💝