Madre e hija se quedaron con la boca abierta cuando vieron la escena de la casa de Calle. O mejor dicho, de lo que solía ser la casa de Calle.
Lo único que había en el lugar eran cenizas y césped quemado. Poché se paró sobre el lugar, pisando los restos, como en busca de algo que quedara. Sus gestos congelados, sus expresiones revelando su impacto.
-¿A quién buscan? -dijo una voz que hizo que la nerviosa Elena se sobresaltara por completo. Poché, en cambio, parecía no haber escuchado nada, ya que continuó con su búsqueda entre los escombros.
Elena: No buscamos a nadie, sólo vimos la escena y quisimos bajar a ver.
-Pues, es mejor que se vayan. No es una buena zona para los que no son de aquí -dijo observando a ambas mujeres.
Elena observó a la mujer de tez blanca que la miraba con desconfianza. Su ropa y su aspecto revelaban que probablemente vivía en la calle o en condiciones tan precarias que a Elena le costaba trabajo imaginarlas.
Elena: Enseguida nos vamos... hija -dijo llamando a Poché.
Poché: Hace cuanto...
-Como 10 días. -dijo la señora, y Poché se dio la vuelta para poder verla, puesto que acababa de notar su presencia -no quedó nada. Un ajuste de cuentas.
Poché: ¿A qué se refiere? ¿Qué es lo que sabe? -dijo acercándose a la señora para verla mejor.
-Era la casa de la familia...Kaves... o Klain...
Poché: Klein -dijo corrigiéndola de inmediato.
La señora sonrió con una mueca torcida.
-Dijeron que no conocían a la familia -dijo mirando a Elena.
Poché: Ella no. Yo sí -dijo en un intento de cubrir a su madre.
-Bueno, pues, si los conoces es mejor que continúes con tu vida como si nunca los hubieras visto.
Poché: ¿De qué habla?
-El padre de la familia está en cosas turbias. Incendiaron su casa.
Poché: ¿Quienes?
-Personas a las que les debía favores.
Poché: ¿Dónde está la familia ahora?
-Pues... -la mujer parecía estar tratando de recordar -La pareja tiene 2 hijas, una adolescente y una pequeña.
Poché: Tienen 3 hijas.
-Podría jurar que son dos.
Poché recordó que Abril y Daniela eran gemelas. La mujer debe creer que eran la misma persona, así que le siguió la corriente.
Poché: Oh, claro. Si, son dos.
-Supe que la menor está en un hogar de menores desde hace algunos meses.
Poché: ¿Qué sabe de la hija mayor?
-Pues... tal vez algo de dinero me inspire a recordar mejor.
Poché puso los ojos en blanco, y Elena le entregó algunos billetes a la mujer.
-Ya lo recuerdo. Vi a la hija mayor salir de aquí con otra chica, se fueron hace... 2 días. Ella salió de aquí con una pequeña maleta, y hablando por su celular.
Poché: ¿Qué? -dijo sin entender- ¿Ella se fue por su cuenta?
-Si, se fue con otra chica, de más o menos tu misma edad.
Poché miró a Elena, que negó con la cabeza y dijo:
Elena: Ya vayámonos, no vamos a conseguir más información que esa.
Poché miró a la mujer, que sonreía con malicia mientras contaba los billetes.
Poché: Usted está mintiendo.
La mujer dejó de contar los billetes y miró a Poché, que tenía la respiración agitada y odio en sus ojos.
-Regresa a casa, niña. No sé de dónde conoces a esta familia, pero será mejor que te alejes. Vuelve a la escuela y no pises esta casa nunca más.
***
-¿Aún no se sabe nada? -preguntó el director la mañana siguiente en el corredor de la escuela.
Poché estaba tratando de que su agotamiento no la venciera. Llevaba dos noches sin dormir, y su paciencia se estaba agotando con facilidad.
Poché: ¿Acaso la ve aquí? -dijo sin tenerle ni el más mínimo respeto. El director la miró con disgusto.
Christina: Majo, él no tiene la culpa -dijo castigándola con la mirada.
Poché: Eso es lo que me dicen desde hace dos días -dijo mirando a su mejor amiga -nadie tiene la culpa... nadie tiene la culpa y sin embargo mi novia no está por ninguna parte.
Antes de que Christina pudiera contestar, el celular de Poché comenzó a sonar. Cuando la morocha vio el número de su madre en la pantalla atendió de inmediato.
Poché: ¿Alguna novedad?
Elena: Una mujer llamó diciendo que vio a Daniela entrar al hotel Ortiz hace unas horas, estoy intentando llegar pero me quedé atrapada en el trafico.
Poché: Descuida, yo iré.
Elena: ¿Sabes donde es?
Poché: Envíame la dirección al celular.
Sin más, finalizó la llamada, y corrió hacia su auto. Christina la siguió, pidiéndole que le dijera qué ocurría.
Poché: Al parecer la vieron salir del hotel Ortiz hace unas horas.
Christina: Yo se donde es.
Luego de algunos minutos de apresurado viaje, llegaron a la puerta del hotel. Poché bajó del vehículo tan rápidamente que olvidó cerrar la puerta, y Christina lo hizo por ella. Corrieron puertas adentro y se detuvieron en la recepción.
Poché: ¿Daniela Calle Klein se registró aquí?
La recepcionista levantó la vista de su laptop, y al parecer estaba algo disgustada por la falta de modales de Poché.
-Buenos días. No puedo darle esa información.
Poché puso los ojos en blanco, y presionó su frente con una mano en un intento por calmarse.
Poché: Es una urgencia. Necesito que me digas si esa chica estuvo aquí.
-Lo siento, no puedo.
Sin más, siguió trabajando en su laptop.
Poché la observó en silencio durante algunos segundos, y ante la negativa a darle información, decidió buscarla ella misma.
Christina: ¿¡A dónde vas!? -preguntó cuando vio a la morocha dirigiéndose al pasillo que conducía a las habitaciones.
Poché: Si no me quiere decir si ella estuvo aquí, yo lo averiguaré.
Golpeó en cada una de las puertas del hotel. Dos terceras partes de las habitaciones estaban ocupadas. Revisó por dentro todas las que estaban vacías, en busca de alguna marca que le hiciera pensar que Calle había estado allí.
Y lo hizo. Encontró lo que buscaba.
Entró en la habitación 146 y lo sintió.
No fue un objeto que alguien olvidó.
No fue una nota.
No fue un acto fallido de algún secuestrador.
Poché la sintió. La olió.
Se ubicó en el centro de la habitación, cerró los ojos y aspiró el aire con fuerza. Christina la observaba extrañada desde la puerta.
Christina: ¿Qué estás haciendo? -preguntó.
La morocha abrió los ojos mientras algunas lagrimas caían por ellos.
Poché: Estuvo aquí. Su perfume aún está en el aire.
Christina se adentró en la habitación y olió el ambiente. Al instante notó el característico olor a vainilla que siempre tenía la castaña.
Poché revisó todo el lugar en busca de pruebas, intentando aprovechar el tiempo en que las personas de la limpieza aun no aparecieran, pero no encontró nada.
Entonces decidió entrar al baño. Tal vez habría sido mejor si no lo hacia.
En la basura, había un preservativo usado.
Christina se acercó y se cubrió la boca con asombro cuando vio lo que Poché estaba viendo.
Poché: Definitivamente esa mujer me mintió. Calle está viajando con un hombre. Probablemente con su padre.
La situación se estaba tornando cada vez mas confusa y trágica para Poché, tenia que encontrar a su chica antes de que le pasara algo malo, antes de que su padre le hiciese mas daño, antes de que la luz y la esperanza que había dentro de ella se acabará.
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Mother and daughter gasped when they saw the scene at Calle's house. Or rather, what used to be Calle's house.
The only things in the place were ash and burned grass. Poché stood on the spot, stepping on the remains, as if looking for something to remain. Their gestures frozen, their expressions revealing their impact.
-Who are you looking for? said a voice that made the nervous Elena jump completely. Poché, on the other hand, seemed not to have heard anything, as she continued her search through the rubble.
Elena: We didn't look for anyone, we only saw the scene and wanted to go down to see.
-Well, you better go. It's not a good area for non-locals, "she said, looking at both women.
Elena watched the white-skinned woman looking at her suspiciously. Her clothes and her appearance revealed that she probably lived on the streets or in such precarious conditions that Elena had a hard time imagining them.
Elena: We're leaving right away ... daughter -she said calling for Poché.
Poché: How long ago ...
-About 10 days. -said the lady, and Poché turned around to see her, since he had just noticed her presence-there was nothing left of her. A reckoning.
Poché: What do you mean? What do you know? -He said approaching the lady to see her better.
-It was the family house ... Kaves ... or Klain ...
Poché: Klein, she said, correcting her immediately.
The lady smiled crookedly.
"They said they didn't know the family," she said, looking at Elena.
Poché: Not her. I do, "she said in an attempt to cover for her mother.
-Well, well, if you know them, it is better that you continue with your life as if you had never seen them.
Poché: What are you talking about?
-The father of the family is in shady things. His house was set on fire.
Poché: Who?
-People I owed favors.
Poché: Where is the family now?
-Well ... -the woman seemed to be trying to remember -The couple has 2 daughters, a teenager and a little girl.
Poché: They have 3 daughters.
-I could swear there are two.
Poché recalled that Abril and Daniela were twins. The woman must believe they were the same person, so she played along.
Poché: Oh sure. Yes, there are two.
-I learned that the minor has been in a children's home for some months.
Poché: What do you know about the eldest daughter?
-Well ... maybe some money will inspire me to remember better.
Poché rolled her eyes, and Elena handed the woman some bills.
-I remember. I saw the older daughter leave here with another girl, they left ... 2 days ago. She left here with a small suitcase, and talking on her cell phone.
Poché: What? she, "she said without understanding," She left on her own account?
-Yes, she went with another girl, more or less your age.
Poché looked at Elena, who shook her head and said:
Elena: Let's go, we're not going to get more information than that.
Poché looked at the woman, who smiled wickedly as she counted the bills.
Poché: You are lying.
The woman stopped counting the bills and looked at Poché, who had heavy breathing and hatred in her eyes.
-Go home, girl. I don't know where you know this family from, but you'd better stay away. Go back to school and don't step on this house anymore.
***
- Still nothing is known? asked the principal the next morning in the corridor of the school.
Poché was trying not to let her exhaustion get the better of her. She hadn't slept for two nights, and her patience was wearing thin easily.
Poché: Do you see it here? she said without having the slightest respect for him. The director looked at her with disgust.
Christina: Majo, it's not his fault -he said punishing her with his eyes.
Poché: That's what they've been telling me for two days -she said looking at her best friend -no one is to blame ... no one is to blame and yet my girlfriend is nowhere to be found.
Before Christina could answer, Poché's cell phone began to ring. When the brunette saw her mother's number on the screen, she answered immediately.
Poché: Any news?
Elena: A woman called saying that she saw Daniela enter the Ortiz hotel a few hours ago, I'm trying to get there but I got caught in traffic.
Poché: Don't worry, I'll go.
Elena: Do you know where she is?
Poché: Send me the address on my cell phone.
Without further ado, she ended the call, and ran to her car. Christina followed her, asking her to tell her what was going on.
Poché: Apparently they saw her leave the Ortiz hotel a few hours ago.
Christina: I know where she is.
After a few minutes of hurried travel, they reached the door of the hotel. Poché got out of the vehicle so quickly that he forgot to close the door, and Christina did it for her. They ran inside and stopped at the reception.
Poché: Did Daniela Calle Klein register here?
The receptionist looked up from her laptop, and apparently she was somewhat disgusted by Poché's lack of manners.
-Good Morning. I cannot give you that information.
Poché rolled her eyes, and pressed one hand to her forehead in an attempt to calm herself.
Poché: It is an emergency. I need or tell me if that girl was here.
-I'm sorry, I can not.
Without further ado, she continued working on her laptop.
Poché observed her in silence for a few seconds, and given her refusal to give him information about her, he decided to search for it herself.
Christina: Where are you going !? she asked when she saw the brunette heading down the hallway that led to the bedrooms.
Poché: If you don't want to tell me if she was here, I'll find out.
She knocked on each of the hotel doors. Two-thirds of the rooms were occupied. She went through all the empty ones, looking for any marks that would make her think that Calle had been there.
And she did. She found what she was looking for.
She walked into room 146 and felt it.
It was not an object that someone forgot.
It wasn't a note.
It was not a failed act of some kidnapper.
Poché felt it. He smelled it.
She moved to the center of the room, closed her eyes and sucked in the air hard. Christina watched her strangely from the door.
Christina: What are you doing? she asked.
The brunette opened her eyes while some tears fell from them.
Poché: she was here. Her perfume is still in the air.
Christina walked into the room and smelled the atmosphere. Instantly she noticed the characteristic vanilla smell that chestnut always had.
Poché searched the entire place for evidence, trying to take advantage of the time when the cleaning people still did not appear, but she did not find anything.
She then she decided to enter the bathroom. Maybe it would have been better if she didn't.
In the trash, there was a used condom.
Christina came over and covered her mouth in amazement when she saw what Poché was seeing.
Poché: That woman definitely lied to me. Calle is traveling with a man. Probably with her father.
The situation was becoming more and more confusing and tragic for Poché, he had to find his girl before something bad happened to him, before his father did more harm to him, before the light and hope that was inside she will be over.