Ahí estaba, con no sé quien besándose, lo tenía bien afirmado y cada vez incrementaba la velocidad del beso, yo estaba estupefacto, sólo lo miré y volví en mis pasos.
Entré al baño y me lavé la cara, cuando me miré en el espejo estaba a punto de llorar, tenía claro que yo y Yoongi no éramos nada pero nunca se me pasó por la cabeza engañarlo, si es que le puedo decir así, si tenía algo de respeto y amor por mi lo menos que podía hacer era decírmelo, sabía que estaba con alguien más y no me lo quiso decir. De todas maneras soy un estúpido porque no quiero alejarme de él.
Salí con prisa y ya no estaba donde lo había visto, estaba con los muchachos y anuncié que nos íbamos.
—Ya nos vamos.
—Pero Jimin no seas aburrido— Dijo Yoongi tirándome todo su aliento a trago.
“¿Y si sólo estaba muy ebrio?”
—No soy aburrido son las tres así que ya nos vamos.
Jin me ayudó a traer a Tae y Mark porque eran los únicos que no querían irse.
Esta misma noche sin importar la hora hablaría con Suga, pasé a dejar a todos y él quedó para el último.
—¿No tienes nada que decir?
—¿Sobre qué?
“No esta ebrio”.
—Lo que hiciste esta noche.
—Hice muchas cosas.
Me quedé en silencio, estaba algo confundido y esperé a llegar a su casa para hablar ahí. Cuando llegamos estacioné y me bajé rápidamente incluso antes que él.
—¿No te irás?
Me senté en el sillón y lo miré esperando a que me gritara o algo.
—Ya es hora de que te vayas.
—¿Por qué? ¿Esperas a alguien?
Me quedó mirando y respondió.
—Ya te dije que no podíamos vernos más.
—¿Entonces por qué saliste esta noche?
—Quería salir con mis amigos.
Como dolían sus palabras.
—Te vi Yoongi, te vi besándote con alguien más.
—¿No puedes vivir sin estar siguiéndome?
—No te estaba siguiendo, te vi por una maldita casualidad.
—Bueno no importa no era nadie importante.
Me paré bruscamente y tomándolo de un brazo lo pegué contra la muralla.
—¿Por qué me rechazas luego de todo lo que ha pasado entre nosotros?
Me evitaba la mirada, y además se reía.
—¡Ay Jimin! me gustaste un tiempo, ya no más.
—Es mentira, te vuelvo loco.
Se quedó callado y cuando menos lo esperé me llegó un golpe directo en la quijada, caí hacía atrás y veía el techo muy borroso.
Yoongi
Estaba haciendo mal, no quería golpearlo y tampoco creí dejarlo casi inconsciente pero tengo miedo de que nos descubran, la próxima semana volveré a mi viejo negocio y Jimin ya no puede estar más presente en mi vida pero es muy difícil, como él dijo, me tiene vuelto loco, no he tocado su piel hace mucho tiempo y lo deseo intensamente, por lo menos quiero tenerlo una vez más conmigo.
Lo llevé al baño y le lavé la cara para que reaccionara y lentamente fue despertando.
—¿Estas bien?
—¿Por qué lo hiciste?
—Para que te callaras.
No lo estaba mirando por estar acomodando la toalla en el colgador, cuando fijé mi vista en él estaba levemente llorando.
—No llores.
—Pero es que, no me quieres cerca y me duele.
Por un minuto pensé en revelarle porque ya no podía verlo más pero era muy arriesgado.
—No te quiero cerca de nadie.
—¿Qué?
Me arrodillé y quedé un poco más abajo de sus labios, él estaba sentado en la taza del baño y me puso una mano en la mejilla.
—Eres mío.
Narrador
Jimin estallaría de lo confundido que estaba, primero se sentía querido y luego lo rechazaban y después volvía a ser cariñoso ya no sabía que hacer con él.
—Necesito que me dejes todo claro.
Se acercó y lo besó, le quitó el aliento, se separó un instante minúsculo para que este respirara y siguió besándolo, se pararon con dificultad tratando de no separarse y llegaron a la habitación.
—Yoongi no...
—Será breve.
Jimin lo tiró a la cama, se sacó su polerón y lo lanzó lejos. Le fue sacando la ropa a Yoongi con lentitud.
—Si vuelves a pedirme que me aleje te castigaré.
—Alejate.
Con una sonrisa lasciva en los labios, llegó hasta el cuello del muchacho y en vez de dejarle besos le hizo muchos chupones, Yoongi se estaba retorciendo del placer.
—¿Tanto te gustan?
—Son tus labios los que me hacen sentir así.
Yoongi iba a voltear a Jimin pero este reaccionó antes y no se lo permitió.
—No no no, esta noche no.
Jimin salió de encima y llegó hasta su pantalón, lo sacó rápido y miró deseoso el miembro que estaba bien erecto.
Sacó el bóxer y sin más espera se lo metió a la boca, con los dedos le hacía “cosquillas” en los testículos y cuando llegaba a la punta del pene, lo recorría con la lengua y volvía a la acción anterior. Una y otra vez, tenía el miembro del muchacho empapado en sus fluidos, Yoongi se movía estremecido en la cama, su boca estaba abierta pero no podía soltar ni siquiera una palabra, sentía el placer recorrer todo su pene, viajaba por el estómago hasta la garganta y giraba bajando por la columna, todo el cuerpo estaba sumergido a causa de la boca de Jimin, comenzó a gemir estruendosamente, se le escapó varias veces el nombre pidiendo más hasta que llegó al orgasmo. Cuando miró al muchacho este estaba saboreando sus labios.
—Como te odio— Dijo con la respiración agitada y sonriendo.
—Sabes muy bien que te gusto así que deja de negarme.
Jimin estaba cansado y aún no se recuperaba del resfriado así que se metió a la cama.
—¿Eso fue todo?
—Cuando me sienta mejor habrá más, y mira la hora.
—Hiciste un gran trabajo esta noche.
Yoongi se metió a la cama y cruzó sus brazos para apoyar su cabeza y Jimin se acercó a él y de nuevo se besaron un buen rato.
—Despiertas y te vas.
—¡Oh vamos Suga! ya basta.
Yoongi le dejó un beso en los labios, se acomodó y le dijo:
—Es por tu bien y no preguntes más.
Ya eran las cuatro am y no le dio ni tiempo a Jimin de pensar y sólo se durmió, lo que no sabía era que podía ser la última vez al lado de Yoongi.