Adam se quedó parado en el lugar donde le había dicho, se quedo en silencio por alrededor de un minuto.
-¿Que pasa?- Pregunta cínico.
-¿Que pasa?¿De verdad te atrevas a preguntarme eso?-
-Viste el video- Asegura sentandose en la silla donde mi abuelo estaba antes.
- Si, vi el video, acaso creiste que vendrías aquí, que no había visto el video y ¿que?, ¿nunca me contarias?-
-Dejame explicarte- Iba a empezar a dar una explicación pero lo corté.
-No, estoy harta de tus explicaciones, de tener que perdonarte, de volver contigo porque se te ocurrió escribir una maldita canción o porque se te ocurrió una tierna idea-
-Mia...-
-¡Callate!, ahora tu me vas a escuchar a mi- Le respondí.
-Esta bien- Susurra.
-Ya no puedo más, estoy harta, todo lo que ha pasado ha sido horrible y si quiero mantener lo poco que me queda de tranquilidad mental, necesito que lo nuestro acabe, no necesito esto, he sufrido bastante-
-Yo sé que no lo he hecho bien, pero debemos luchar por esto, por este amor-
-¿Amor?¿amor Adam?¿tu me hablas de amor?, ¿no te parece un poco patético?, esta bien, si lo admito, te amo, porque eso no se va a pasar tan rápido, pero no sabes las ganas que tengo de no hacerlo y en estos momentos el rencor le gana al amor, esto es todo Adam, hasta aquí llegamos, no puedo más, no quiero mas- Al terminar mia palabras me sentía realmente agotada.
Adam se mantuvo inmóvil unos cinco minutos, creía que estaba pensando que respondeme, pero no, luego de esos cinco minutos, simplemente se levanto de au asiento con toda la intención de irse.
-Espera- Dije antes de que pasara por la puerta. No sabía por qué pero en la cara de Adam se veía una gota de esperanza, una gota que iba a terminar en ese mismo momentos.
Adam se acerco a mi lentamente, tome su mano y le entrege la pulsera que tenia la guitarra y el chelo, la verdad no necesitaba esa pulsera, ahora que había cerrado nuestra historia. Adam al instante miró su mano, note como en esta caia una lágrima, parecía que estaba a punto de colapsar, pero no le iba a mostrar ni un poco de empatia, ya era momento de que el fuera el que llorara.
-¿Esto es todo?- Pregunta claramente refiriéndose a nuestr relación.
-Esto es todo- Susurro sin mirarlo a el, más bien veo un punto fijo en la pared.
-Adios Mia- Adam se me acerca y me da un beso en la mejilla, creo que esperaba que mi cuerpo reaccionara ya que se quedo más tiempo del que debía.
-Vete ya Adam y por favor no vuelvas- Dije sin mirarlo.
Adam sale rápidamente de la habitación, cuando esta afuera era como si quisiera salir corriendo por que apresuro la marcha. Una lágrima cayó por mi mejilla, pero eso sería lo único que lo lloraría esta vez.
(...)
Las siguientes 2 semanas fueron de exámenes, visitas, resonancias, etc. La verdad me encontraba mucho mejor de lo habia llegado, pero los doctores aún querían mantenerme vigilada por unos días más.
En mi habitación habían estado varias enfermeras arreglando las cortinas que dividían la habitación en dos, tenía una pieza compartida, pero en todo el tiempo que llevaba allí nadie había ocupado esa cama. La verdad es que no sabía si era buena o mala idea tener un compañero de habitación, pero no teníamos los medios como para conseguirme una habitación privada.
Más tarde ese día los enfermeros trajeron a un chico en camilla, el tenia la cabeza completamente vendada, quería con tantas ganas saber que le había ocurrido, pero al parecer estaba inconsciente, lo más probablemente es que estuviera sedado. Supe que su nombre era Jake ya que, en la mesa al lado de la cama estaba una carta, como si estuviera escrita por un niño, que decía "Ojalá te mejores Jake". Por lo que se podía ver de el, era un chico joven como de mi misma edad.
-Hola Jake, al parecer vamos a ser compañeros de cuarto, espero seas simpático- No sabía porque pero empece a hablar con Jake mientras el aun estaba sedado, primero que nada me presente y trate de quedar bien, aprovechando que no estaba al tanto de lo que decía, decidí contarle cada una de las cosas que habían pasado este último tiempo. Incluso le conté de Adam, creo que necesitaba contárselo a alguien sin que tuvieran una opinión propia.
Debía de haber pasado más de una hora desde que había empezado a hablar con Jake, me sentía tan metida en la conversación, como que me estaba haciendo bien hablar con algo parecido a una pared.
-Y bueno, luego Adam se fue y desde ese dia que no se nada de el, tampoco es como que quiera saber nada, solo quiero sentir que ya no está-
-Wow, ¿Segura no quieres escribir una novela?- Jake me responde acomodando su cabeza en almohada y yo me asusté, de hecho grité.
-¿Eschuchaste todo eso?¿Desde cuando estas despierto?-
-Siento decírtelo, pero hace bastante, desde que estuviste en el hospital inconsciente, a todo esto, lamento lo de tus padres- Comenta Jake, no me mira por que al parecer le cuesta mover la cabeza.
-Gracias, bueno, ahora esto es raro, creo que sabes más de lo que deberías- Comento sintiéndome extraña
-Bueno, tu eres quién le estaba hablando a una persona inconsciente que puede despertar en cualquier momento- Jake tenía un punto.
-Soy Mia-
-Soy Jake, pero al parecer eso ya lo sabías, por que mientras me hablabas no dejabas de repetir mi nombre-
-Si, lo siento, leí la tarjeta en tu mueble- Jake hizo un esfuerzo por mover la cabeza, al parecer le dolió, pero así miro la carta.
-Ohh eso, es de mi primo tiene 5, es lo más genial de mi vida.
-Que lindo- El asiente.
-Okey Mia, al parecer vamos a compartir esta habitación por un tiempo, asique cuéntame algo, de preferenci estando despierto-
-Esta bien, pero creo que ya he dicho mucho, creo que te toca a ti.