Girls Like U (Camila Cabello...

By lanzcelot_

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Drogas. Sexo. Música. Es lo único que pasaba por mi mente, claro, la música estaba primero, luego lo demás. E... More

uNo; InTo It.
dOs; DiVe.
tReS; PrInCeSs CoMpLeX.
CuAtRo; CaN i Be HiM.
Cinco; You and I.
Seis; Nobody's Home.
OcHo; WhY tRy.
NuEvE; i'M tHiNkInG aBoUt HoRsEs.
Diez; Can't help falling in love.
Once; Something's gotta give.
Doce; Idfc.
Trece; Sometimes i want 2 die.
Catorce; One last time. (Final)
Epílogo.
Scared of happy (one shot)
OMG (one shot)
Agradecimientos.
All these years (one-shot)
goodnight n go. (one-shot)
More than words. (one-shot)
R.E.M (one-shot)
Nueva historia.
Knives/Expectations. (OneShot)

sIeTe; FoR yOu.

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By lanzcelot_

Mareada, arrastrando mis pies por la calle, con una sonrisa estúpida en mi boca y un puro entre ella disfruto de la noche.

Mi teléfono vibra cada cierto tiempo y yo sonrío. Otra vez está llamandome. Qué pesada que es.

—¿Qué?—arrastro mis palabras, está más que claro que estoy tomada y drogada.

—¿Es cierto?

—¿El qué?—saco las llaves de mi auto pero caen en la acera y me rió—uh—suelto cuando me golpeo contra el auto—hace mucho no hablamos Acacia ¿Eh?—vuelvo a reír y tomo las llaves del suelo.

—¿Vas a conducir?—me pregunta.

—Obvio. No tengo el dinero suficiente para que alguien lo haga por mí, ya es suficiente con el gasto en drogas—le digo riendo.

Como puedo me meto al auto deportivo, cayendo en el regazo de alguna chica desconocida. Por el momento, ya que luego de ver el rostro de la chica, mi rostro se torna en uno de confusión.

—¿No está Mike por ahí?

—Ese maldito me abandonó—luego rió—se fue con su madre y me dejó celebrando sola.

—¿Ruby?

—Novia—respondo mientras toco con mi dedo índice la cara de la morena.

Parece muerta. Coloco mi dedo índice debajo de su nariz y cuando siento su respiración, suspiro.

—¡No está muerta!—exclamo.

—Madison—me dice con su tono de enfado—¿Podrías comportarte como alguien de tu edad?

—Nena, tengo como cinco litros de alcohol en mi cuerpo, he aspirado dos filas de cocaína y acaba de botar mi puro. Dale gracias a alguna fuerza divina inexistente que no he muerto.

Sacudo con brusquedad a la chica y se remueve en el asiento. Cuando logro que su mirada se enfoque en mí, con mucha confusión toca su cabeza y me ve fijamente.

—¿Qué demonios?—murmura.

—Yo estoy igual nena—extiendo mi mano—Madison—le digo con una sonrisa.

—¿Madison? ¿Puedes dejar de coquetear con la estúpida esa?—escucho que me habla Acacia.

Sin mucha importancia, corto la llamada y arrojo el teléfono hacia la parte trasera del auto.

—¿Tú no eras pelirroja?—le pregunto a la chica por su peculiar cabello.

—Antes sí—observa el auto y luego me examina a mí.

—¿Puedo preguntarte algo?—ella asiente y yo sonrío—¿Por qué demonios estás en mi auto?

—Teníamos que hablar y tú simplemente corriste fuera del auto—me dice con seriedad.

—Uhm...—acaricio mi mentón tratando de recordar—oh sí, lo recuerdo—menciono luego de unos segundos—¿Pero de qué hablaríamos?

—La mierda que le hiciste a Camila.

—Uh... Sí—murmuro riendo—¿Lo de Camren es real?

—Sí idiota—me dice y yo asiento con una mueca.

—¿Entonces...?

—Tuvo problemas con Lauren y dale gracias a Camila de que Lauren no vino a patearte el culo—me dice cruzada de brazos.

—No soy yo la quién tiene que agradecer, sería la ojiverde, porque Camila pensó en su bien—le digo con seriedad a la chica—igual, si tanto se aman porque no lo dicen—me encogí de hombros y como pude metí la llave para encender mi auto—¿Qué quieres que haga? Yo no tengo contacto con Camila.

—Que sepas cerrar la boca.

—Te lo he dicho. No tengo contacto con ella, me vale mierda todo que tenga que ver con ella. Ahora sal del maldito auto que me quiero largar.

—Bueno, no hagas drama cuando sepas de su novio—me dice la chica y yo mantengo fija mi mirada hacia la calle.

¿Novio? No... Yo...

—Te he dicho que me vale mierda toda su vida—le contesto luego de tres segundos en silencio—quiero irme a casa, puedes bajarte del auto.

—No. Primero porque estás drogada y segundo porque le prometí a... A alguien que te cuidaría.

—Yo puedo cuidarme sola. No necesito a nadie, ahora largo—gruño con fastidio.

—Vamos, igualmente es muy tarde y no quiero tener que irme sola—yo suspiro con decadencia y salgo del auto.

Seguidamente camino hacia la puerta del copiloto y abro la puerta, le hago una seña para que salga y cuando lo hace, me adentro en el asiento del copiloto.

—¿Cómo puedo llamarte?—me pregunta cuando ha entrado al auto, yo hago una mueca por su pregunta.

—Como se te de la gana—le digo seria.

—Bien, entonces será Mad—me dice mientras toma velocidad.

—¿Cuál era tu nombre?—le pregunto a la chica ya que siempre se me olvida su nombre.

—Ariana—me dice y yo asiento.

—Bueno Ariana—le digo—¿Qué tal si jugamos este lindo juego de cierra la boca que no quiero hablar contigo?—le pregunto y ella gira sus ojos.

El teléfono vuelve a sonar y comienza a molestarme, lo tomo con rapidez y contesto de la mala gana.

—¿Qué?—gruño.

—¿Estás conduciendo?—me pregunta Acacia.

—No, estoy follando con la chica, ahora deja de molestar—cuelgo la llamada y abro la ventana.

Con mucha fuerza arrojo el teléfono y luego como si nada, vuelvo a mi posición anterior.

—Empiezo a creer que tienes problemas de ira—me dice la morena concentrada en la carretera.

—Yo estaba feliz antes de que la mencionaras—me cruzo de brazos.

—Es mi amiga, tengo que velar por su seguridad—me dice.

—No me interesa—la corto.

Para no tener que hablar más sobre la latina, me acerco a encender el estéreo. Hay una canción que no conozco, entonces le subo el volumen y suspiro.

La canción no dura en terminar, para darle paso a otra, yo con solo el ritmo ya sé cuál es y empiezo sentir demasiada rabia.

"Havana oh na na" suena la primera línea y yo apago de un puñetazo el estéreo.

—Me tiene hasta la polla esa canción—grito—enciendo el estéreo y solo escucho el oh na na de la estúpida canción—farfullo enojada—lo peor es que es buena—murmuro enfada y escucho la risa de Ariana.

—Sabes, me gusta mucho Do Re Mi—menciona la chica concentrada.

—Mmh—suelto un sonido, no quiero hablar.

—¿Cómo van las cosas con tu álbum?—me pregunta mientras esperamos en un semáforo con la luz en rojo.

—Bien.

—Vale, vale. No quieres hablar, está bien—dice la morena aún esperando que la luz cambie.

—Si quieres hablar conmigo, no hables de ésta mierda de la fama porque yo paso de ello—le digo con los ojos cerrados.

No escucho su respuesta y sigo meditando.

Antes de unas semanas de que Mike se fuese, él y yo terminamos de hacer todo esto del álbum. Sacamos el álbum y no puedo negar que el álbum se había estado vendiendo.

Fue gracioso como Wicked, otra canción inspirada en cómo era la latina, tuviese bastante éxito. Mike estaba muy alegre por todo lo que estaba sucediendo con el álbum y nuestras carreras.

Quiero decir, no es que yo no lo esté. Solo que he pesado muy drogada estos días como para que algo realmente me importe. No sé si me siento triste, solo tengo una extraña sensación en el pecho que me hace preguntarme constantemente si soy feliz.

—¿Cómo fue que la conociste?—escucho la voz de la morena y yo le doy mi instintiva mirada de: "¿perra me estás jodiendo?"

—Ella está también incluida en las cosas de las que no quiero hablar, pensé que era bastante claro—murmuro luego de haber quitado mi mirada de su rostro.

—Sí bueno, pero tengo mucha curiosidad. Sabiendo que eras...—se frena rápidamente—¿Sabes qué? Olvídalo—me dice y yo frunzo mi ceño.

—Fue gracioso—le digo luego de un par de minutos en silencio—yo estaba tan drogada en los Grammy que tuve que ir al baño, luego Camila apareció de la nada. Prácticamente me pedía a gritos que... Bueno, ya sabes—murmuro pasando mis manos por mi rostro.

—No me sorprende—me dice Ariana—quiero decir, no es que diga que Camila es... Una... Una...

—Zorra—le digo girando los ojos.

—Pero, entre tú y yo, ella quería mucho estar con alguien como tú—me dice y yo frunzo el ceño—tenía éste crush con Lauren pero también lo tenía contigo—Ariana empieza a reír—cuando tenía dieciséis, Camila tuvo un pelea con Lauren, solo por el hecho de que no dejaba de hablar de ti—Ariana sigue riendo mientras que yo solo la observo.

—Pareces una amiga muy íntima de ella—le digo sin mucho interés.

—En realidad no, ella no, bueno nosotros no hablamos mucho pero... Ya sabes, cuando hablamos nos ponemos al día—se encogió de hombros.

—¿Entonces qué haces dándome sermones?—le pregunto directamente.

—Camila va elegir su carrera por encima de todo, ella no va arriesgar lo que tiene por alguien. Quiero decir la chica a trabajado por mucho tiempo por eso.

—No soy yo de quién deberías preocuparte—le hablo con voz ronca.

—Su relación es tóxica—me dice de un pronto a otro, yo frunzo mi ceño—Lauren y Camila, su relación—aclara y yo rió con mucha fuerza.

—Sí no me digas—me mofo de ella y Ariana sonríe—yo le juré a Camila que la iba a tratar como el resto, si ella regresaba con ésta pesada y que mataría a golpes a su noviecita.

—Algo así escuché—me dice Ariana.

—Bueno. Tengo algo mejor en mente, quiero decir si estás de acuerdo a ayudar a ésta pobre chica—le sonrío.

***

—¡No me lo puedo creer!—exclama el peli-azul—¿Ruby estoy soñando?—le pregunta a la otra chica, la cual está acompañada de su novia en la vídeo llamada.

No podíamos vernos ya que estábamos en diferentes lugares, así que decidimos hacer unas vídeo llamadas para recuperar el tiempo perdido y ponernos al día.

—¿Cómo pasó? Quiero decir ella se ve súper hetero—dice Diane.

—A veces tienes tus trucos—le giño un ojo y Ruby frunce el ceño, ya que Diane está sonriendo.

—Bueno, sí, lesbiana de mierda, pero eso no responde a mi pregunta—me dice Mike,

—Solo se lo propuse, ella quiso saber y lo hicimos. Ahora tendremos que salir y ya sabes lo qué sigue, los medios hacen rumores y listo—me encogí de hombros.

—¿Y qué pasó con Camila?—pregunta Diane.

—Amor no...—dice Ruby cuando, escucha la pregunta de su novia.

—Ella tiene novio, y luego tiene a su amante. Yo sobraba ahí—me encogí de hombros.

—Bien... ¿Y cuándo saldrán?—me pregunta Mike para aliviar el ambiente.

—Ariana me dijo básicamente que hoy, cuándo, no lo sé—murmuré—tampoco me voy a preocupar que tengo que llevar o qué debo decir. No me interesa mucho el tener novia de marketing—me encogí de hombros—con que nos llevemos bien.

—Por cierto, Acacia me mandó un mensaje—me dice Mike y Ruby se ríe fuertemente.

—Ajá—digo sin el más mínimo interés.

—Me puso algo así como "¡Mike!" por Instagram y yo no la dejaría en visto porque pensé que sería algo importante. Le contesté un "¿Qué pasó?" y ella me dijo que no era nada, que solo quería hablar conmigo—Ruby está muerta de la risa mientras que Diane no entiende mucho.

—Lol—es lo único que digo.

—Y yo pensé en ese momento que por éste tipo de cosas, _____ no me quiere—Ruby y yo soltamos un par de carcajadas por lo que dice Mike.

—Ya me da totalmente igual si hablas o no con ella. Con que no le digas nada sobre mí, todo está bien—me encogí de hombros—hey tengo que irme, voy a darme una ducha y vestirme presentable para salir con Ariana—hago una mueca y ellos asienten.

—Adiós.

—Me dices cómo te va con la metida de dedos—me dice Mike.

—Está bien—sonrío y cierro la llamada.

Me da gracia porque Mike estaba hablando algo y yo quité la llamada, siempre es lo mismo.

Con mucha lentitud camino hacia el baño de mi habitación mientras me voy quitando la ropa, ya llegando al baño estoy completamente desnuda y me meto a la ducha.

Al terminar salgo sin el paño y voy directamente hacia mi armario, tomo mi paño que está ahí y me seco para ponerme algo presentable.

Al terminar de ponerme la ropa, me dispongo a recoger y ordenar un poco el departamento ya que por llegar tomada o drogada hacía un desastre.

Encendí el estéreo porque nunca me había gustado el silencio estando sola en casa, pongo solo mi música ya que como vivía con Mike teníamos una lista de reproducción con música que nos gustará a ambos.

Ya poco tiempo después de que yo terminara de limpiar, escuché que tocaron el timbre. Así que supuse que era Ariana.

Me levanté y le di acceso al edificio, ya luego solo dejé mi puerta entre abierta y me volví a sentar en el sillón. Estaba solo sentada ahí, escuchando música ya que no me gustaban mucho lo que eran las redes sociales.

Unos tacones resonaron por todo el departamento, también el sonido de la puerta siendo fuertemente cerrada. Me rió de lo fuerte que Ariana cerró la puerta.

—¿Estás segura que cerraste bien? Creo que dejaste un poco abierto—le digo riendo, mi vista no va hacia donde está ella ya que sinceramente no es que me interese verla.

Mi mirada está perdida en el gran ventanal de la izquierda, donde se ven las casa ricas de Hollywood y muy en el fondo el cartel de Hollywood. Estaba un poco nublado lo que le daba ese toque deprimido a mi vida.

—Me sorprende lo despistada que puedes ser—me habla una voz que no es especialmente la de Ariana.

Como si me hubiesen puesto lava en el culo, me levanto del sillón rojo y veo fijamente a la morena que me ve con semblante serio.

—¿Y tu noviecita?—le pregunto burlona y ella levanta una ceja en modo de pregunta.

—¿De qué hablas?—me dice y yo suelto una carcajada.

—¿Tan descarada puedes llegar a ser?—le pregunto—bueno, lo que quiero decir es que si ¿sabe tu novio que estás aquí? o ¿sabe tu amante que estás aquí?— ella con suspiro pasa una mano por su cabello.

—Puedes darme un respiro por favor—me dice.

—Eh... ¿No?—me rió—ni siquiera sé qué haces en mi departamento.

—Quería hablar contigo—su mirada va hacia otro lugar que no son mis ojos.

—¿Y qué? Las fanáticas no tienen derecho de entrar así a mi casa—le doy la espalda y me acerco hacia el gran ventanal—por favor retirate, no me hagas tener que llamar a seguridad—murmuro.

—¿Qué?—me dice con voz ronca—¿Quién te crees que eres?—me dice indignada.

—¿Quién? ¿Quién?—le pregunto ya cabreada—¡Esa misma mierda te pregunto a ti! ¿Quién te crees que eres para entrar en mi puta casa?—le grito.

Cuando me doy la vuelta, me doy cuenta que Camila está mucho más cerca de mí y la mierda que bombea sangre a todo mi cuerpo, late sin parar. Casi como si estuviese en un maratón.

—Tu jodida dueña—me dice y me empuja contra el ventanal.

Sus labios me besan con salvajismo, haciendo estragos en mi cuerpo. No quiero besarla demasiado, ni siquiera quiero poner mis manos en su cuerpo porque sé que si me aferro a ella, nuevamente mañana por la mañana se irá.

El beso se torna lento, pronto solo es un pequeño hilo de saliva lo que nos une. Mi respiración es estruendosa mientras que ella me ve fijamente, observo su rostro cansado y sé probablemente que no ha dormido en días.

—Te odio—le digo y ella parpadea casi impactada por lo que le he dicho—maldita sea, te odio demasiado—le gruño.

Me acerco nuevamente a ella y no me acerco a besarla, solo la abrazo, la rodeo por la cintura con fuerza, con tanta, que siento que la voy a terminar de romper en mis brazos.

Sus brazos me rodean por el cuello, aprentando con mucha fuerza también. Está temblando y yo soltando lágrimas de ira mezcladas con dolor.

—¿Por qué me haces ésto?—murmuro con voz ronca y rota—yo estaba bien antes, sin que tú aparecieras aquí.

—No, no lo estabas. No lo estás—me dice, su voz parece cansada y parece un poco más delgada ahora—yo tampoco lo estoy.

—Estamos mal—le murmuro.

—Te extrañé—me murmura.

—No. No hagas eso—la empujo con lentitud.

—¿Hacer qué?—me pregunta confundida.

—Decir que me extrañaste cuando no lo hiciste—frustrada quito mis lágrimas y la veo fijamente, Camila se acerca con lentitud y quita las nuevas lágrimas que aparecen.

Ve directamente hacia mis ojos y acaricia mi mejilla, no quiero tenerla cerca. Lo único que hace es darme alas para que vuele lo más alto que puedo y luego cortarlas de un golpe para hacerme caer y tener mi muerte segura.

Joder. Al parecer me encanta ser masoquista, porque no me alejo y dejo que lentamente me lleve a la habitación. Su único interés es follar conmigo y siento que mi jodido karma es ella.

Su delicadeza me hace pensar en que todo estará bien, pero al ver directamente hacia sus ojos estos me dicen que se irán por la mañana. Soy besada y tirada a la cama, su cuerpo se sube encima mío y me besa con pasión.

Cada toque que hago me hace sentir enferma, porque sé que probablemente fue tocada por su novio, no sin antes pasar por las manos  traviesas de su amante. Pronto Camila siente que yo no la toco y se aleja de mí.

No me disculpo, porque ella empezó todo ésto. Camila intenta saber que me sucede, pero mi mirada no la tiene. Solo está perdida en algún punto de mi habitación.

—¿Puedo dormir contigo?—me pregunta en un susurro.

Con confusión, volteo a verla y ella me regala una sonrisa sincera. Asiento casi por inercia, me acomodo en la cama viendo hacia el techo y Camila se acerca a mi cuerpo, recostándose en mi pecho.

Pasa sus manos por mi abdomen y se esconde en el hueco de mi cuello. Su respiración golpea mi cuello y yo suspiro.

—No quiero que salgas con Ariana—me murmura y yo sonrío.

—Y yo quiero que seas mi novia. Algunas cosas están fuera de nuestro alcance Camila—murmuro y ella suspira.

Yo no sé lo que quiere. No sé si se quiere ir o si se quedará. Lo único que sé es que mis puertas siempre van estar abiertas tratándose de ella.

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