You are mine (EN PAUSA)(EDITA...

Por darkjeans

316K 9K 664

Lily Brooks, una chica de 19 años de edad que hace un viaje que le cambiara la vida para siempre. ¿Por qué... Mais

Introducción
Capitulo 1
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23 1/2
Capitulo 23 2/2
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
AVISO
AVISO, ¿El Regreso?

Capitulo 2

12K 315 8
Por darkjeans

Capitulo 2

Abrí los ojos cuando escuche que alguien tocaba la puerta. Di la vuelta en la cama para ver el reloj que se encontraba en la mesita de noche, 2:56pm.

Me levante de la cama y camine a la puerta. Cuando la abrí me encontré con Maya.

-¡Hola! Espero no haberte interrumpido en algo –dijo con mucha energía.

-No, no te preocupes. ¿Quieres pasar?

-¡Claro! –dijo casi gritando. Cerré la puerta y me dirigí junto con maya a los pequeños sillones que se encontraban en la sala.

-Y bien, ¿en que puedo ayudarte?

-Pues, yo se que nos acabamos de conocer hace unas horas pero quería preguntarte si, ¿me acompañarías a una fiesta esta noche?

Me quede un poco sorprendida por su pregunta pues como ella dijo, apenas duramos como 5 minutos hablando en la mañana…

-Pero, si no quieres ir... esta bien –dijo un poco desilusionada ya que me quede callada.

Me quede pensando un tiempo. ¿Qué podría hacerme esta chica? ¿Robarme y vender mis órganos en Australia? Vamos Lily, no seas dramática. Además, me serviría mucho conocer como son las personas por aquí.  

-Claro, me encantaría acompañarte –dije con una sonrisa.

Ella se levanto de su asiento y literalmente se aventó encima de mí para abrazarme.

-Ehm… lo siento… no me pude controlar –dijo haciendose a un lado. Yo solamente solté una sonora carcajada y ella se puso roja como tomate.

-Creo que nos llevaremos muy bien, Maya…

***

Me encontraba delante del espejo, cepillando mi cabello. Maya se había quedado dos horas platicando conmigo. Es una chica muy divertida e inteligente. Tiene 19 años al igual que yo y ya termino todos sus estudios. Sus papas viven en las afueras de Londres, como a dos horas de la ciudad. Tenemos muchas cosas en común, nos gusta mucho la literatura y su color favorito es el azul al igual que el mío. Trabaja de asistente en un asilo de ansíanos los sábados y de lunes a viernes trabaja en una biblioteca. Hoy es domingo así que es su día de descanso. Vendría por mí a las nueve en punto para ir a la fiesta. Ya faltaba media hora así que no tenía mucho tiempo.

Me mire en el espejo. Llevaba unos jeans negros ajustados a mi cuerpo, una camisa a cuadros azul con las mangas dobladas hasta los codos y mi pelo con sus ondas naturales. Aplique rimel en mis pestañas y un poco de gloss en los labios.

-Mierda –murmure cuando recordé que no le había marcado a mi madre para avisarle como estaba. Saque mi celular y llame a casa.

Suena una, suena otra…

 -¿Bueno? –escuche la voz de mi madre através del teléfono y sonreí.

-Mamá, soy yo, Lily

-Hija mía, estaba preocupada por ti. ¿Por que no habías llamado?

-Es que llegue agotada, me quede dormida y... lo olvide.

-Tu siempre tan distraída, Lily –soltó una carcajada.

Así dure hablando con mi madre como diez minutos hasta que tocaron la puerta.

-Mamá, tengo que colgar.

-¿Tan rápido? ¿Pero porque?

Vuelven a tocar la puerta.

-Es que saldré con una amiga –dije mirando la puerta.

-¿Tan rápido y ya hiciste amigos? Esta bien hija, cuídate mucho.

-Lo hare, te amo, adiós.

-También te amo, chau.

Fin de la llamada.

Corrí hasta la sala y abrí la puerta.

-¿Porque tardaste tanto? –dijo Maya entrando a la sala.

-Lo siento, es que estaba hablando por teléfono con mi madre.

-No hay problema, ¿ya estas lista?

-Si, déja que tome algo de dinero y nos vamos.

Fui a mi cuarto, tome algo de dinero de mi cartera y lo guarde en mi bolsillo trasero junto con mi celular.

-Estoy lista, vámonos.

Tome las llaves de la casa y cuando nos encontramos afuera cerré con seguro. Tomamos el ascensor y cuando salimos del edificio ya nos esperaba un taxi abajo. Subimos en la parte trasera y Maya le dio una dirección al taxista y arranco.

***

Treinta minutos hicimos de camino cuando ya nos encontrábamos afuera de una gran casa. Pagamos y bajamos del taxi. Había adolescentes por doquier y la música ya estaba en mis oídos.

-Ven, entremos –dijo Maya tomándome de la mano.

No podía creer la cantidad de personas que había afuera y adentro de la casa, apenas se podía caminar por ahí. Había chicos con sus parejas bailando y uno que otro toqueteándose. Maya y yo salimos al jardín donde se encontraba una piscina con chicas y chicos nadando en traje de baño. Todos se me quedaban viendo, supongo que era porque nunca me habían visto, tal vez se preguntaban quien era.

Llegamos con un grupo de chicas y Maya las saludo.

-Hey, hola chicas, ella es Lily y se acaba de mudar a Londres. Lily, ella es Hannah –dijo apuntando a una pelirroja- ella es Alexis –dijo apuntando a una castaña- y ella es Savannah –dijo apuntando a una rubia.

Todas me saludaron y continuaron con su plática, yo no estaba poniendo atención ya que tenía curiosidad y comencé a ver toda el área. Era un lugar enorme, chicos y chicas corriendo en traje de baño, otros bailando, unos toqueteándose y otros charlando. Cuando de repente mis ojos se toparon con los ojos de un chico. Alto, fuerte y su cabello era rizado. Estaba con un grupo de amigos, todos platicaban y el solo me miraba. Traía unos vaqueros ajustados a sus piernas, unas converse blancas y una camiseta negra. El continuaba mirándome así que voltee la cara y volví a la conversación de las chicas, pero estaba perdida en mis pensamientos como para poner atención a esa platica.

-¿Estas bien? –dijo Maya sacándome de mis pensamientos. Las otras chicas seguían hablando entre ellas.

-Si, es solo que… -dije mientras volteaba a ver ese chico que aun seguía viéndome. Al parecer Maya se dio cuenta y puso sus ojos donde yo estaba mirando. Nos quedamos un minuto en silencio cuando ella hablo.

-Si yo fuera tu, me alejara de el –dijo. Me había dejado un poco sorprendida su respuesta.

-¿Porque? –pregunte inocentemente.

-Es peligroso… 

Continuar a ler