¿Ella había pensado aquello?
¡¿Qué m¡erda pasaba por su cabeza?!
Froto sus sienes tratando de calmarse, tomo mejor los cuadernos y se dirigió a algún sitio de aquella universidad. Tenían una hora libre, para comer y estudiar o hacer cualquier cosa que quieran. Y ella, lo ocuparía para pensar.
¿Qué cosa? OH si, claro, las inmensas ganas de hablar con Harry. De besarlo, si, de besarlo. Al mirar aquellos ojos había vuelto ese deseo hacía Harry y se había asustado.
Si todo esto había sido en sólo un día ¿Qué pasaría de ahora en adelante?
Desearía llevárselo a la cama. Si, aquellos pensamientos no eran de ella. Pero en ese momento su lado maligno se había adueñado de la mayor parte de su cerebro.
Y tenía un plan muy malo en su mente. Además que había consultado con Adam. Y dos cabezas, pensaban mejor que una.
- Bueno chicos, a sido todo por hoy, recuerden estudiar. – ______ bufó, ya tenían dos exámenes para la próxima semana, no estaría libre.
Harry en cambió, se había sentado alejado de ella, cosa que le extraño completamente. Se notaba raro. Y la culpa le entro, tenía que hablar con él, no para arreglar las cosas, si no, para aclararlas.
Tomo sus cuadernos y salió a la siga de Harry.
- ¡Harry! – el chico se volteo y quedo impresionado. – si quieres, podemos hablar. – sonrió al igual que él.
- Claro, ¿tomamos algo?
- Está bien. – dijo no muy convencida. –
Cerca de la universidad se encontraba un pequeño café. Pequeño, pero acogedor.
Se sentaron cerca de la ventana, como a ________ le gustaba.
- ¿Pedirás algo? Yo invito. – dijo Harry, sonriendo.
- Tengo hambre. – reí. – un pastelito y un capuchino.
- Camarera. – llamo a una chica muy bonita, rubia, no más de veintiún años. Harry dijo los pedidos, esperaron a que la chica se marchará. ________ suspiro, era hora de hablar.
- ¿Qué quieres hablar?
- De lo que paso hace dos años. – comenzó él.
- Harry…me gustaría olvidar todo lo que paso hace dos años y comenzar de cero.
- Pero debemos hablar. – le interrumpió Harry. – no podemos hacer como si nada hubiera pasado.
- Pues nada paso, yo ya lo he olvidado y no me gustaría volver a comenzar todo de nuevo sólo porque has llegado tú.
- A mi tampoco me gustaría, créeme, pero lo nuestro no termino bien. – le dijo serio.
- ¿Cómo esperas que haya terminado bien? ¡Me engañaste! – le espetó.
- Lo sé. – agacho la mirada. – eso es lo que me gustaría arreglar. Yo, lo lamento.
- ¡Ja! – pronunció irónica. – un “lo lamento” no soluciona todo Harry.
- Lo sé ¿me dejarías terminar? – _____ respiro, necesitaba calmarse.
- Claro, pero no aquí, tomemos el café y vallamos a caminar por allí antes de que me ponga a gritar como una desquiciada. – _____ comenzó a golpear la mesa con sus dedos, impaciente, había sido una malísima idea haber ido, tenía que haber dejado las cosas tal y como estaban.