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ERA MUY ENTRADA EN LA NOCHE cuando la familia Cullen estaba sentada en la enorme sala haciendo sus cosas, Carlise se encontraba leyendo libros de medicina, Rosalie y Alice se encontraban mostrándose la ropa nueva que habían conseguido esa tarde, Emmet estaba haciendo abdominales pero no era realmente necesario ya que su naturaleza lo hacía ver en forma y muy apuesto, Jasper y Edward jugaban muy concentrados al ajedrez y Esme para pasar el rato horneaba un pastel en la cocina.
En ese momento Alice tiene una visión sobre una muchacha quien estaba tirada en el límite entre la Push y su territorio. La joven sufría bajo la lluvia. Le contó a los demás y rápidamente salieron a su ayuda. Cuando llegaron se dieron cuenta de que no eran los únicos ahí si no también la manada de Sam.
—¿Que es esto Cullen?—preguntó serio Sam mirando a la joven quien solo respiraba con dificultad sosteniéndose el vientre.
—No lo se Alice la vio en una visión y vinimos a ver—contestó amable como siempre—Pero sin tu permiso no puedo ver que es lo que tiene—el lobo dudó un rato pero sabía que el rubio jamás tendría malas intenciones así que le dejó cruzar para que la revisara—Hola soy el Dr. Carlise Cullen tranquila todo estará bien—dijo colocándose a la altura de la joven.
—Soy Nicole....James....—respondió abriendo sus ojos que eran de un hermoso color olivo, su piel era tostada y su cabello era largo espeso y rubio—¿Me voy a morir?
—No, claro que no—dijo revisándola, con su vista aguda y dorada pudo ver los distintos hematomas en su cuerpo, algunos estaban cicatrizando, tenía cortadas en sus muñecas, y su ojo derecho tenía un color morado—¿Qué te pasó?
—Mi padre....llegó ebrio....me golpeó y cuando traté de escapar...me apuñaló con un cuchillo...—dijo comenzando a llora—No....no quiero morir.....no quiero.....—con pesar el doctor Cullen se alejó de ella y se acercó a Sam.
—¿Y bien?
—Violencia familiar. Se está muriendo Sam, pierde mucha sangre. Qué hago?—preguntó con calma.
—Sabes que si la transformas aquí deberemos tomar medidas que nadie querrá.
—Estaba por sugerir llevarla algo lejos para eso, no quiere morir Sam. Es muy pequeña aún. Tiene todo por delant—Sam asintió y volvió a la reserva con la manada.
—¿Carlise está todo bien?—preguntó preocupada Esme, el asintió y cargó a la joven con delicadeza-
—Necesito llevarla lo mas lejos de Forks.
—¿Vas a transformarla? -preguntó Rosalie— ¿No será peligroso? ¿Qué pasará con los Vulturi?
—Si ellos se enteran solo queda hablar con ellos—dijo sin mas—Alice lleva algo de ropa—la castaña asintió, en un abrir y cerrar de ojos ya tenía un pequeño bolso listo—Bien, andando.
Como Carlise prometió llevó a la joven hasta un bosque alejado de Forks junto con Esme y Alice. Recostó a la joven en el suelo y mordió su brazo, segundo después la pobre muchacha comenzó a retorcerse de dolor pero no gritaba, solo se retorcía violentamente mientras sentía arder su cuerpo.
Cuando los rayos del sol comenzaron a aparecer, la joven comenzó a cobrar el sentido, abrió lentamente los ojos, para su sorpresa el terrible dolor que sintió momentos antes había desaparecido, no sentía nada, es mas se sentía mejor que nunca, miró a su costado donde tres personas la miraban con cautela.
—Ya despertaste. ¿Cómo te encuentras—preguntó Carlise acercándose con cuidado.
—Bien. Muy bien de hecho, ¿Qué me pasó?—preguntó, su voz era suave y tersa-
—Bueno es una historia larga, te la puedo contar mientras volvemos a Forks.
—¿Qué no estábamos ahí?—dijo levantándose.
—Si pero la situación requería que te trajera aquí, por cierto ella es mi esposa Esme y mi hija Alice—ambas mujeres se acercaron también a ella-
—¡Es un placer! estoy segura de que tu y yo seremos grandes amigas! -habló la bella Alice con tono alegre.
—Eso espero—de pronto la rubia comenzó a sentir que su garganta quemaba, así que se sujetó con cuidado con una mano.
—Carlisle creo que tiene sed—comentó Esme viendo como el cuerpo de la joven tenía leves espasmos-
—La llevaré a cazar ustedes vayan a casa—Ambas asintieron y se fueron dejándolos solos.
—¿Qué es lo que me pasa?—preguntó asustada jamás en su vida tuvo tantas ansias de probar sangre.
—Necesitas calmar tu sed, ven conmigo—Ambos se internaron al bosque donde el hombre cazó un enorme venado y lo arrojó frente a la joven—Nosotros no bebemos sangre humana, somos vegetarianos solo nos alimentamos con sangre de animales—ella miró al venado y luego al hombre-Todo estará bien Nicole.—ella asintió y con cuidado se acercó al animal muerto y como si fuera su instinto le clavó los colmillos y absorbió casi toda su sangre—¿Mejor?
—Si....pero, ¿porque?
—Alguna vez escuchaste hablar de....vampiros?—Ella negó, y mientras el le contaba la historia, ya habían llegado a la casa Cullen donde todos los esperaban, Edward, Esme, Alice, Emmet, Rosalie y Jasper—Ellos son mi familia, no de sangre claro pero familia—dijo acercándola a ellos—Chicos ella formará parte del Clan Cullen a partir de ahora así que quiero que la hagan sentir bien ¿entendieron?—todos asintieron mientras entraban a la casa, como era de esperar Alice y Rosalie la arrastraron hasta el cuarto de la primera.
—Ven—dijo la rubia acercándola a un espejo de cuerpo entero, Nicole se miró y realmente lucía muy distinta su piel antes tostada por el sol era blanca y fría, su cabello largo y espeso de un rubio dorado brillaba como nunca, dio un respingo cuando vio sus ojos, ya no eran del color del olivo eran de un rojo sangre—No te preocupes, después de un tiempo se volverán dorados, si sigues con nuestra dieta claro.
—Seguro y...la verdad es que no se que decir es todo tan repentino—dijo sin poder procesar todos sus pensamientos—Y pensar que hace tan solo unas horas atrás estaba apunto de morir—dijo sentándose en la cama de la castaña-
—¿Puedo preguntar que te pasó esa noche?—ella asintió y les contó como su padre la maltrataba desde pequeña pues el era alcohólico y muy violento, no importaba que estuviera haciendo ella siempre el la golpeaba, a veces muy fuerte al punto de desmayarla. Esa noche el había peleado con su mamá quien lo había abandonado por su alcoholismo entonces se desquitó con ella pero sin saber como el también había muerto en el momento en que le clavó el cuchillo.
—¿Hablas enserio? y dime ¿pensaste en algo en particular mientras pasaba todo aquello?
—Solo recuerdo que comencé a imaginar como su corazón se detenía, como si alguien invisible lo estuviera aplastando—siseó con rabia.
—Poder mental—dijo de golpe—Ven conmigo—de nuevo como si fuera una muñeca la arrastró hasta la sala seguida por Rosalie—¡Oigan! he descubierto algo. Esta pequeña tiene el don de la mente—etodos se le quedaron viendo como si Alice fuera un marciano que bailaba el ula ula— ¡Miren!—la sentó de sopetón en el sofá junto a Jasper quien miraba expectante la situación, Alice colocó un vaso vacío frente a la rubia.
—¿Quieres que mueva el vaso con la mente?—preguntó incrédula la joven—¿Qué eso no es cosa de super héroes?
—Los vampiros también tenemos ciertos dones, que son cosas que vienen incluidas en nuestro ser desde que nacemos, pero se activan cuando nos volvemos vampiros, por ejemplo Emmet es super fuerte, Alice ve el futuro, Edward lee los pensamientos y yo puedo controlar las emociones, tanto como a humanos como a vampiros—explicó el chico rubio, que Nicky conoció como Jasper.
—Y... ¿los demás?
-Ya quisieran ser tan geniales como nosotros—contestó Emmet a modo de broma, ella sonrió.
—¿Puedes intentarlo?—preguntó amable Carlise, ella asintió y colocó su mirada en el vaso las palabras "muévete" se repetían una y otra vez en su cabeza hasta que de un momento a otro el vaso se estrelló contra la pared movido por una fuerza invisible.
—¡Cool!—exclamó alegre y sorprendida—¡Lo hice!—exclamó dando saltos como niña pequeña que a los demás le dieron gracia.
Nicole tenía el don de la mente. Podía controlar a los demás, y a los objetos. Además de que también podía leer la mente, un don que compartía con Edward. La muchacha pasó el resto del día probando de sus poderes, era algo que le emocionaba.
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—Parece muy feliz—comentó Esme con ternura desde un ventanal mientras veía como la rubia arrojaba a Emmet contra un árbol—Es un angelito.
—Si....después de todo lo que a pasado merece ser feliz—le dijo Carlise sonriendo.
—Siempre quise una hermana menor—anunció Alice con una gran sonrisa.
—Y ya has completado tu colección, una compañera de compras como Rose, una cuñada que te cumple los caprichos como Bella y ahora una pequeña hermanita que podrás vestir como una muñeca, felicidades Alice—rió Edward divertido.
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—¿Ya te rendiste Emmet? tu mismo me dijiste que en esta fase soy mas fuerte que cualquiera de ustedes en esta etapa.
—Todavía no, ¡una mas!—ella asintió y juntaron sus manos en una pulseada y como pasó en repetidas ocasiones el gran Emmet Cullen terminó volando contra un árbol—Ahora si...me rindo....será mejor que entremos damita—la rubia asintió y se encaminó dentro de la casa.
—De verdad...gracias por dejarme ser parte de esta familia—dijo de repente jugando con su cabello tímidamente.
—No tienes nada que agradecer linda, lo hacemos porque queremos—respondió Esme abrazándola.
—Si pudiera llorar, les aseguro que estaríamos flotando en un mar de lagrimas—fue lo que simplemente contestó la chica.
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EDITADO 2021