Love is Sick ||Claude Fanfic|...

Por JadeOkumura

23.1K 1.2K 174

T/N, tras unos peligrosos y emocionantes sucesos en su vida, acepta trabajar para el famoso conde Alois Tranc... Más

❦︎ 2 ❦︎
❦︎ 3 ❦︎
❦︎ 4 ❦︎
❦︎ 5 ❦︎
❦︎ 6 ❦︎
❦︎ 7 ❦︎
❦︎ 8 ❦︎
❦︎ 9 ❦︎
❦︎ 10 ❦︎

❦︎ 1 ❦︎

3.6K 232 44
Por JadeOkumura

Llevaba horas caminando, quizá un día, era difícil saber.

Mi mente seguía dando vueltas, apenas si podía mantenerme de pie. Mi cuerpo entero ardía, y me pedía a gritos descansar, pero no podía, no debía. Seguir avanzando era mi única salida, la única opción que me permitiría continuar a salvo.

Viva.

Eché otro vistazo a mis manos, manchadas de un líquido rojizo, tan ligero, pero tan espeso... La sangre no se quitaba fácilmente.

Sentía que mis ojos comenzaban a cristalizarse, y lágrimas clamaban por salir una vez más. Me apoyé en un árbol firme y robusto, y dejé que mi cuerpo se deslizara por él hasta el césped.

Mi vestido, también manchado, se había desgastado y desgarrado por mi paso por el bosque. Consistía en un vestido blanco que más bien parecía camisón, y un delantal rosado con unos broches de pasteles y panqueques. Ahora todo estaba sucio, y el delantal ya tenía tres líneas atravesadas en el frente. El vestido blanco se había manchado de lodo y tierra, así como pasto. Por suerte, las salpicaduras de sangre no eran tan notorias en él, sólo en el desgarrado delantal.

Tallé mi rostro con fuerza. No podía lamentarme, ¡no ahora! Estoy tan cerca... Si no mal recordaba, debía haber un camino a una aldea a unos kilómetros de distancia, y ahí mismo me dirigía.

Me levanté una vez más, quejándome por el dolor el mis piernas y espalda. Continué mi camino hasta atravesar la maleza, y entonces encontré un camino pavimentado, seguramente para los carruajes.

Unos pasos después, mi cuerpo al fin se dio por vencido, y tropecé con mis propios pies, cayendo de rodillas.

En ese momento sentí una increíble impotencia, ¡ya casi, estaba tan cerca!

Gruñí para reprimir mi grito de exaspero, y solo pude golpear el asfalto con mi puño cerrado.

Que más daba, si así debía morir, entonces adelante. No tenía caso, tal vez era una señal.

Unos minutos después escuché el sonido de unos caballos, lo que significaba que un carruaje se acercaba. Tal vez era Scotland Yard, que pudo rastrearme desde la capital.

El carruaje se detuvo, y ahora que lo veía de cerca, parecía ser de la nobleza. Pero era difícil saberlo, apenas si podía mantenerme despierta. Alguien bajó de ahí, vistiendo de negro. Mi visión estaba borrosa, y no podía distinguir bien los detalles, pero al menos sabía que su cabello era castaño.

— Mi Lady, no debería estar afuera tan tarde, y mucho menos a la mitad del camino, ¿conoce los...

— ¿Qué? — murmuré.

— ¿Se encuentra bien? — preguntó apresurado — ¿Necesita ayuda?

Entendí a qué se refería. Nuevamente contemplé mis manos ensangrientadas, de seguro mi rostro y pecho estarían igual.

— ¡Claude! ¿¡Por qué nos detenemos!? — escuché desde el carruaje — ¿Qué pasa?

Después salió un chico rubio con botas moradas que le llegaban arriba de las rodillas, un saco morado y un sombrero del mismo color.

— No quiero... ¿¡Qué te pasó!? Estás... Claude, ¿fuiste tú?

— ¡No! — exclamó de regreso — Su alteza, ella ya estaba herida cuando la encontré.

— Oye, ¿que sucedió? — preguntó dirigiéndose a mí — ¿Quién te hizo esto?

Si llaman a Scotland Yard... No pueden saber que estoy huyendo de la policía.

— No te puedo dejar ir así. Permite que te ayude, ¡después de todo, es la hospitalidad de la familia Trancy!

— No... gracias.

— ¡Tonterías! Claude, tráela con nosotros. Vamos a ayudarla.

— Yes, your highness.

Traté de apartarlo, pero dado a mi patética condición, sólo logré agotar la poca energía que me quedaba hasta caer inconsciente.


Mi cabeza se sentía pesada, y tenía ya extraña sensación de vacío. Mis ojos, poco a poco, se acoplaron a la luz que atravesaba las cortinas marrón. Mi cuerpo reposaba sobre una superficie acolchonada, suave, y el tacto era algo maravilloso.

Pero no recuerdo esto.

Solté un quejido mientras me sentaba sobre la cama. Y ahí estaba yo, en una habitación desconocida, con ropa que parecía de hospital, y sin memorias claras de lo que sucedió anteriormente.

Entonces lo ví, y recordé que prácticamente, me había desmayado en medio de nada. Ahí estaba ese muchacho rubio con las botas largas, mirándome con una diversión que no comprendía.

— Esa sangre... No era tuya. — dijo con un tono juguetón.

— ¡N-No es lo que parece! — exclamé sintiendo pánico — ¡Yo estaba-

— No hace falta. — interrumpió haciendo un ademán — Lo que hiciste no me interesa. Aunque me da mucha curiosidad, pero tal vez puedas contarme de eso después.

— Pero–

—Por ahora necesito que me escuches. — a paso lento se acercó a mí, y colocó una de sus botas en la cama — Yo soy Alois Trancy, y yo te salvé. Claude dijo que llevabas días caminando, y por eso estabas tan débil. ¿Recuerdas? Cuando te encontramos casi inconsciente.

— Sí...

— ¡Que bien! Entonces, no quiero que me cuentes que pasó, o como obtuviste toda esa sangre que obviamente no es tuya, no aún. Pero recuerda que te salvamos, y ya que considero que eres una persona... peligrosa, me gustaría tenerte aquí un rato.

¿Quién se cree este para hablarme así?

— ¿¡A quien llamas peligrosa, tú–

— ¡Ah, ah, ah~! Ahí está. Jiji, considéralo un favor a cambio de otro. Te salvé, y te mantendré a salvo de quienes te buscan, pero debes trabajar para mí como mucama. No estarás sola, hay otros cinco sirvientes en la mansión — hizo una pausa — Y descuida, sus manos también están sucias. — dijo burlón.

Sucias...

— ¿Cómo lo sabes? — pregunté tratando de mantener mi temperamento.

— ¡Pues estuve investigando, claro! — sonrió — No tuvimos que hacer demasiado esfuerzo.

Traté de levantarme, y aunque me sentía débil, pude hacerlo sin tambalear.

— Tú decides. Acepta venir con nosotros, o puedes quedarte aquí y seguir vagando sin rumbo.

— ¿Qué quieres de mí?

Poco a poco fue torciendo una bizarra sonrisa, y se dirigió hacia la puerta. Antes de salir me miró nuevamente y suspiró con alegría.

— Le diré a Hannah que ella te deje los deberes simples, para que puedas recuperarte.

°•°•°


En el carruaje me aseguré de sentarme lo más lejos posible. Fue en un instante, ya que ahora me preguntaba por qué había accedido.

— ¿De quién era la sangre? Lo siento, es que — sonrió —, ¡estoy muy emocionado!

Por instinto miré mis manos ahora limpias. Recordé la sangre, recordé las punzadas, recordé los gritos...

— De nadie importante.

— ¡Oh, vamos! — sonrió — Dime, ¿a quien mataste? Tendrás que decirme eventualmente, ¿sabes? Pero ya que nos aguarda un largo camino, creo que debemos conocernos.

Este niño me va a sacar de mis casillas... Actúa tan imprudente, tan... ¡Tan cínico! ¡Como si el mundo le perteneciera!

— Mi jefe — dije entre dientes —, era un maldito cerdo... Se lo merecía.

— Todos se lo merecen, ¿o no? — susurró con una suave voz — Aquellos que se aprovechan... y los que te utilizan sin importar que te hagan daño. Esos son los peores.

— Sí... eso creo.

Recargué mi cabeza en la ventana y cerré mis ojos, dando a entender que ya no tenía intenciones de hablar con él.

¿Qué quiere? ¿Por qué me ayudó?

Y si dice saber de mí, ¿por qué no me tiene miedo?

Aguardaba un largo camino, y una extraña sensación no me dejaba en paz. Quizá ir con él no era una mala decisión.

Seguir leyendo

También te gustarán

473K 7.2K 5
𝙃𝙤𝙪𝙨𝙚 𝙊𝙛 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 || 𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 "Ser una Black digna de su apellido" Madelyn siempre tuvo esos pensamientos al saber q...
388K 25.7K 97
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
123K 22K 59
Jimin es un humano común y corriente, un día va a una excursión en el bosque y al recostarse en un árbol es transportado a un mundo mágico, llamado f...
42.2K 8K 38
Cassiopeia Polaris, melliza de Draco y princesa de la familia Malfoy - Black, vuelve a Inglaterra luego de estudiar dos años en Durmstrang, pero.. po...