Al terminar de hacer nuestras compras, todos salimos del almacén con un carrito lleno de las mismas, a excepción de Zack, el cual iba sentado encima del carrito de Fred.
— ¿Sabes cocinar? —Zack preguntó refiriéndose a mí.
—Lo básico —me alcé de hombros.
—Yo te puedo ayudar —se ofreció Kate —Ya sabes, siete años viviendo sola tienen que servir de algo.
—Yo también te puedo ayudar —soltó Zack — ¿Verdad, Fred? ¿La ayudaremos?
Fred asintió, tranquilo.
—No es necesario —les dije —Puedo aprender sola.
—Hacer cosas sola no es divertido —exclamó Kate —Hoy misma empezaremos las clases al llegar. ¿Qué te parece? —me miró expectante.
—¡Sí! ¡Sería increíble! —miré a Zack, que al parecer había respondido por mí.
—No será problema, creo —les contesté con una sonrisa. Ellos sonrieron aún más y casi que corrieron hacia el auto guardando sus cosas en la parte de atrás del vehículo.
Mientras nos volvíamos a subir, pude escuchar a Kate y Zack los cuales discutían sobre qué enseñarme primero, si hacer sopa o arroz.
—Chicos —llamé su atención, pero me ignoraron —Chicos —canturreé sin éxito —¡Chicos! —les grité. Ambos me miraron sorprendidos —Les dije que sé lo básico, con eso también me refiero al arroz y sopa.
—Entonces haremos algo divertido —dijo Kate con una sonrisa.
— ¿Qué es? —la miré curiosa.
—Sorpresa, obvio —me respondió, se giró hacia Zack y se acercó para susurrarle algo en el oído.
Alcé ambas cejas esperando a que me dijeran algo.
Zack sonrió por lo que le dijo Kate y me miró —Créeme, nos divertiremos.
—No los dejaré entrar hasta que me digan lo que haremos —me crucé de manos en frente de la puerta de mi habitación, impidiéndoles pasar.
—Olivia, deja de ser tan gruñona —Kate me sacó su lengua y me trató de empujar —Agradece que te vamos a ayudar.
Suspiré mirándolos, apreté mis labios y sonreí un poco —Está bien, pero deben ayudarme con las bolsas —les señalé las bolsas tiradas en el piso.
—Hecho.
Cogí la llave de mi bolsillo trasero del pantalón y abrí la puerta, me hice a un lado dejándolos pasar.
—Olivia —Jeremy se encontraba a mi lado, mirándome sin expresión alguna —¿Podemos hablar?
—Te escucho —le dije volviendo a cruzar los brazos. Él se rascó la nuca antes de empezar.
—Discúlpame —soltó sin rodeos —Discúlpame por mentirte en algunas cosas y ocultarte otras.
Lo miré dudosa por un momento, todavía me ponía incómoda cuando Jeremy se mostraba sincero.
— ¿Por qué lo hiciste? No soy nadie para juzgarte —le dije.
—Error, lo eres todo para mí —abrí los ojos sin saber qué decir —Y sabía que si te decía toda la verdad, dejarías de hablarme —bajó su mirada al piso.
—Jamás haría algo como eso Jeremy, todos cometemos errores alguna vez, algunos más que otros, pero en fin, todos merecemos una segunda oportunidad, ¿No crees?
Alzó su mirada hacia la mía y me sonrió, se acercó y posó sus brazos en mi espalda uniéndonos en un abrazo.
—Gracias.
~
—¡Zack! ¡Bájate de ahí! —me agaché esquivando un pedazo de masa y me volví a levantar mirándolo —¡Deja de lanzar cosas!
—¡No sean aburridos! —corrió por encima del mesón de la cocina y volvió a lanzar otro pedazo de masa, pero esta vez en dirección a Kate.
—¡Ya basta, Zack! ¡Voy a sacar mi arco y no te gustará! —gritó ella desde la otra esquina.
—¡Uy, qué miedo que tengo! —se burló lanzándole un pedazo a Fred, este lo atrapó en el aire sin ni siquiera inmutarse y lo dejó encima de una mesa.
—¡Me harté! —Kate salió de su escondite con un arco en la mano, cogió una flecha y apuntó hacia Zack.
Zack, al ver la flecha, se tropezó con una olla y cayó al suelo.
—Guarda eso, por favor —Fred le ordenó a Kate mientras se acercaba hacia Zack.
Ella bajó la flecha y al instante esta se desvaneció en el aire junto con el arco. Alcé las cejas con un poco de asombro.
Me miró y sonrió —Viejo truco de mi familia. ¿Zack está bien? —nos acercamos a Fred que estaba poniendo a Zack boca arriba.
—Está bien, solo está exagerando —nos dijo —Vamos Zack, levántate.
—No —murmuró aún con los ojos cerrados —¿Kate ya guardó su cosa esa? —le preguntó a Fred.
—Sí.
—¡¿Cómo se te ocurre?! —se levantó de golpe gritándole —¿Tienes idea del terror que le tengo a esos aparatos? Es por eso que no me acerco a los cazadores.
—Dije que lo iba a hacer, es tu culpa.
—¡Pensé que tenías que ir a buscar tu arco como todos los demás! ¿De dónde lo sacaste?
—No soy una cazadora normal, Zack, soy una híbrida, recuérdalo.
—¡¿Quieres dejar de sentirte superior solo por ser una híbrida?!
—¡No me siento superior a nadie! ¡Eso es lo que somos!
—Hablas como si ser híbrido fuera lo mejor del mundo, cuando no lo es. Ni en lo más mínimo.
—Lo sé, pero de todos modos debemos sacar ventaja en algo, ¿No crees?
Zack le dio la razón a Kate y le dio un abrazo.
—Bueno —espeté —Ya que se calmaron e hicieron las pases, ¿Podemos seguir haciendo la pizza en paz y armonía? —ambos sonrieron y asintieron como niños pequeños.
Kate fue hacia el mesón de la cocina y Zack la acompañó, me acerqué a Fred y le pedí de favor que le avisara a Jeremy que estábamos haciendo pizza y que estaba invitado a venir cuando esté lista. Él asintió, pero se acercó a mi oído.
—Échale un ojo a Zack, se puede poner mal de nuevo —le sonreí en forma de respuesta y salió de mi habitación.
—¿A dónde fue Fred? —me preguntó Zack apenas me les acerqué.
—Le pedí que me hiciera un favor, vuelve enseguida.
Jeremy
Apenas terminé de bañarme, el timbre resonó por toda mi habitación, achiqué los ojos sin saber quién podía ser, me coloqué la toalla alrededor de mi cadera y corrí a abrir la puerta.
Fred entró sin pedir permiso y comenzó a observar el lugar.
—¿Te puedo ayudar en algo? —le pregunté un poco molesto. ¿Quién se creía que era para entrar así?
—No, tú no —respondió sin mirarme —Si no pudiste ayudarnos antes, no lo harás ahora.
—¿Disculpa?
—Solo vine porque Olivia me lo pidió, te invitó a su habitación a comer pizza con Zack y Kate —se volteó a verme y siguió caminando —No entiendo por qué pierde su tiempo contigo, al fin y al cabo siempre terminas decepcionando a las personas, Jeremy.
—Si tienes algún problema, solo dímelo —Fred levantó su brazo y con eso me levantó en el aire.
—Claro que tengo un problema contigo —vi que empezó a cerrar su mano haciendo que me comenzara a asfixiar.
—Suéltame, Fred —su agarre se hacía más intenso, evitando que pudiera respirar.
—No entiendo por qué volviste, nadie te quiere de vuelta, has traicionado a cada uno de los que vivimos aquí y aún así te atreviste a volver.
—Este también es mi hogar —le dije como pude, tratando de respirar.
—No, no lo es —me soltó y caí al piso —Dejó de serlo en el momento en que pusiste un pie afuera de este lugar sin nosotros.
—¡Entiéndelo de una buena vez! Si me iba con ustedes no hubiéramos llegado ni a la esquina.
—Entonces debiste haberte valido por ti mismo y no hacer que otros hiciesen el trabajo sucio por ti, cobarde.
Miré al suelo sin saber qué decir, Fred tenía razón, había engañado a casi todos los que viven en el edificio para poder escaparme.
—Sabes que tengo razón —lo miré y vi su gran sonrisa en el rostro —Será mejor que te cuides la espalda y la de Olivia también, no me sorprendería que alguien la mate, solo por venganza.
—No metas a Olivia en esto.
—Yo no la estoy metiendo, si no me agradara la hubiera matado ya, pero no dudes en que los demás lo harán, así que mejor ten cuidado.
Pasó por encima de mí y salió de mi habitación, dejándome solo.
Quizás Fred tenga razón, cuando se habla de venganza, nadie les puede quitar el primer puesto a los híbridos.