Capítulo 9

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Mis ojos se encontraron con los de Jeremy, estos ya no eran oscuros, se habían transformado en un color rojo carmesí, como si estuvieran en llamas. Me asusté al verlo, no entendía lo que estaba pasando.

Caminé hacia atrás cuando vi que si cuerpo empezó a hacer movimientos extraños, se agachó y poco a poco se fue transformando en un gran lobo gris.

—Ese es el efecto del polvo lapislázuli encendido en los lobos, señorita Olivia —me gritó —Los pone tan agresivos, que pierden la cordura —rió mientras las personas gritaban y vitoreaban.

Jeremy, convertido en lobo era extremadamente terrorífico, me observó y empezó a gruñir, mostrándome los colmillos.

—¿Jeremy? —volví a retroceder. Él solo gruñó de vuelta y empezó a correr hacia mí. Al momento de abalanzarse sobre mí, corrí y me deslicé por debajo de él, esquivando su ataque. Aterricé sobre una pierna y volteé a verlo, volvió a abalanzarse sobre mí.

Ambos rodamos por el suelo, quedé en el piso agarrando su cuello como pude para alejar su trompa de mi cara. Su fuerza era increíble, poco a poco me iba quedando sin energía y sus colmillos ya tocaban mi cara —Jeremy —susurré mientras sus colmillos poco a poco se incrustaban en mi mejilla. Mi cara ardía y el dolor era insoportable, las lágrimas se me salían. Sin pensarlo mucho, puse mi mamo dentro de su boca, grité del dolor al enterrarme sus dientes, pero empecé a alejarlo de mí. Con toda la fuerza que me quedaba, logré empujarlo lejos de mí, él cayó de espaldas, golpeándose ligeramente, pero enseguida se levantó, con la misma furia de antes.

Me quedé arrodillada, mirándolo. Si esto seguía así, yo no duraría mucho y menos con la pérdida de sangre. Cerré los ojos y agaché la cabeza.

Christian, te prometí que no lo lastimaría, pero me él me está matando sin darse cuenta.

Abrí los ojos al escuchar a Jeremy acercarse nuevamente, utilicé mi súper velocidad para alejarme de él. Era la primera vez que peleaba con un lobo, qué se supone que debo hacer.

Se acercó con velocidad por tercera vez, me moví rápidamente para esquivar su ataque y le pegué en el cojo con fuerza, alejándome de él. Eso lo enfureció más, intentó morderme la muñeca, pero lo esquivé y logré subirme encima de su lomo, pero rápidamente me tumbó al piso y me mordió el hombro con fuerza. Volví a gritar, sus dientes se sentían como mil agujas.

Escuché cómo las puertas del Coliseo eran abiertas y todos quedaron en silencio. Jeremy soltó mi hombro de inmediato, me levanté como pude, alejándome de él.

—¡¿Se puede saber quién dio autorización para que se diera este duelo?! —volteé hacia donde provenía la voz y agradecí por la interrupción de una mujer, con voz fuerte y fulminante. La observé, acercándose con hacia nosotros con rapidez —¿Otra vez desafiando nuestra autoridad? —le dijo al tipo que nos había obligado a estar dentro de este círculo de fuego.

—Perdón directora, Azai, pero la muerte es poco para ese lobo — ella volteó hacia mí  y me regaló una sonrisa.

—De él me tengo que encargar yo —alzó su mano hasta la altura de su pecho y la bajó, lo que provocó que el fuego que nos rodeaba, se desvaneciera —Haciendo cosas sin pensar, como siempre —observé a Jeremy, su pelaje empezó a reducirse, para volver a transformarse en humano. Al ver que estaba desnudo miré hacia otro lado, una de los señores que llegó con la mujer le tendió una manta para cubrirse.

—Estaba todo perfectamente calculado, incluso el hermano de la chica está aquí, no hago las cosas por hacer. Qué mejor venganza que matar a la chica que...

—Lo puedo observar, Ismael. Suelten a ese chico, por favor —los dos hombres que lo sostenían me miraron y de mala gana lo tiraron al piso, corrí hacia él empujando a la gente y al llegar hasta donde estaba él, lo abracé.

La gente empezó a abuchear y a hablar formando un escándalo mientras yo solo intentaba hablar con mi hermano.

—Si no guardan silencio, les espera el mismo castigo de Ismael —soltó la directora, mirando a todos, pude observar que sus ojos ya no eran azules, sino rojos, como los de Jeremy y tenía una pequeña sonrisa en la cara —Ismael, Oscar, Ethan, Jeremy y Olivia, acompáñenme. Los demás, si no se encierran en este momento en sus habitaciones... —antes de que terminara de hablar, todos empezaron a salir desmesuradamente del lugar.

Miré a Jeremy, él solo miraba al piso, sin expresión.  Volteó hacia Ismael para decirle algo, yo dejé de abrazar a Thomas y él se incorporó intentando peinar su cabello.

—¿Estás bien? ¿Te duele algo? —él me sonrió y me cogió la mano.

—Solo el corazón, hermanita. Estás muy lastimada.

Bufé al escuchar su respuesta y lo empujé sin mucha fuerza. Kate distrajo mi mirada, estaba parada en una esquina con April detrás de ella. Podía notar a Kate perdida, mirando a mi hermano, le sonreí y le dije que se acercara, pero seguía sin moverse. Jeremy llamó mi atención y me dijo que lo siguiera, para hablar con la directora, asentí.

—Mejor no hagamos esperar a Azai — empezó a caminar cuando llegué a su lado. Lo seguí y antes de salir del lugar me volteé a ver a mi hermano, ahora conversando con April y Kate — Tranquila, no creo que vaya a ningún lado con April aquí.

Caminamos por un pasillo hasta llegar a una oficina y antes de entrar, me detuvo con sutileza —Perdóname, por favor. Perdóname —me dijo, mirando al suelo. Lo abracé, ignorando el hecho de que todo el cuerpo me dolía.

—Cómo me pides eso si no fue tu culpa.

Jeremy se alejó de mí y me abrió la puerta, sabía que nuestra relación iba a estar tensa por un rato, era su forma de reaccionar a todo, alejándose.

La directora estaba sentada hablando con los tres y cuando nos vio entrar les pidió que se retiraran. Antes de irse, todos nos quedaron viendo con odio, pero uno de ellos, Ismael, golpeó apropósito con el hombro a Jeremy antes de salir.

—Olivia, por favor, anda al departamento médico. Edward te va a acompañar —un señor se acercó hacia mí y me invitó a seguir.

—Jeremy no tuvo la culpa de nada —le dije, antes de salir.

—Lo sé, tranquila. Anda rápido, necesitas inyectarte ya. —entrecerré los ojos. ¿Inyectarme? —Si Jeremy te incrustó los colmillos, necesitas ayuda ya. —Mi corazón empezó a sentir pequeñas punzadas, me agarré el pecho sin darme cuenta, las punzadas era más fuertes —Edward, trae el antídoto, ¡Ya! —Caí al piso de rodillas, ya no podía soportar el dolor.

Jeremy

Vi a Olivia caer de rodillas, corrí hacia ella y le sostuve la cabeza. Las convulsiones no tardaron en aparecer. Olivia se estaba muriendo por mi culpa.

Intenté levantarla para llevarla al departamento médico, pero la directora me detuvo —Si la mueves empeorarás las cosas, Edward llegará en cualquier segundo.

—Se está muriendo, ¡Se está muriendo! —grité.

—¡Tranquilízate! —Edward llegó corriendo con una jeringa, le sacó el protector y se lo inyectó en el pecho. Las convulsiones se detuvieron y Olivia abrió los ojos respirando desesperadamente. Le cogí la cara para que me viera, pero su mirada estaba hacia otro lado, como si viera a alguien invisible.

—Christian... —susurró apenas audible y cerró sus ojos.

—La llevaremos a su habitación para que se recupere —me dijo la directora —Mientras tanto, debo hablar contigo.

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⏰ Last updated: Nov 30, 2020 ⏰

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Long Way © (No todo está perdido)Where stories live. Discover now