Capitulo 1
Un día soleado el equipo más fuerte de Fairy Tail se encontraba en la estación de tren a punto de irse de misión. Esa misión consistía en ir a atrapar a un gremio oscuro que daba culto al mago negro Zeref.
Natsu se encontraba peleando como siempre con Gray mientras tras una mirada terrorifica de Erza volvieron a la paz.
-Somos amigos ves, somos los mejores-gritaron juntos.
Lucy y Wendy solo miraron la escena con una gotita en la sien. Natsu miró de reojo a Lucy. Hace tiempo que sentía cosas por ella, desde que vio a la Mirai Lucy morir delante de el sintió como algo se le remordía por dentro. Desde entonces siempre que salían de misión no paraba de protegerla y era muy posesivo. Todos veían lo que el sentía pero parecía que cierta rubia no se daba cuenta.
Al entrar en el tren Natsu se comenzó a marear y Lucy tuvo que hacerse cargo de el. Él se la pasó todo el camino en las piernas de Lucy mientras ella le acariciaba la cabeza. Al llegar bajaron todos y se fueron a un hotel.
Erza, Wendy y Lucy se quedaron en una habitación mientras Gray y Natsu se quedaron con la de al lado. Natsu quiso estar en la misma que Lucy pero Erza se lo impidió con un aura maligna y dejó Lucy roja.
Durante el resto del día estuvieron investigando sobre ese gremio. Averiguaron que querían atraer a Zeref matando a un monton de humanos inocentes. Ellos no podían permitir que eso pasara.
Llegó la noche y Natsu quiso decirle a Lucy lo que sentía pero siempre que lo intentaba no podía conseguirlo. Así que se resignó otro día más.
Al día siguiente se adentraron en el bosque para poder encontrar la base del gremio y acabar con ellos de una vez. Al llegar se dieron cuenta de que no eran para tanto así que acabaron con ellos en un momento.
Cuando se querían ir de allí, notaron una atmosfera oscura que no sabían de donde provenía. De repente de entre los arboles se vió la silueta de alguien. Cada paso que daba se veía bien claro quien era.
-Oh, pero que habeis hecho, ellos solo querían invocarme-se escuchó su voz.
Si era él, el mago oscuro más fuerte de toda la historia, Zeref. Todos se pusieron en guardia al verse en frente de tal enemigo. Iba con el libro de END en le brazo.
-Oh, Natsu, ¿no es hora ya de que veamos a mi demonio más poderoso?-dijo él.
-¿Y por que me lo dices a mi? Muestralo, acabaremos con el como lo haremos contigo-dijo el con voz amenzante.
-Eso lo dudo. Me pregunto que pasará cuando sepais quien es.
De repente, Zeref abrió el libro y una luz salió de él y de Natsu. Todos los demás vieron asombrados a su nakama, no comprendían que le pasaba. Se alejaron un poco de él mientras veían como unos cuernos salían de su cabeza. Se escuchaban los gritos de Natsu por todo el bosque. De repente la luz se intensificó y la oscuridad les invadió a Lucy, Wendy, Erza y Gray.
*En el gremio*
Se escuchaba jaleo aunque no tanta como siempre ya que el grupo de Natsu no se encontraban. Mirajane iba a salir a comprar unos ingredientes pero al abrir la puerta del gremio encontró inconscientes a Lucy, Erza, Wendy y Gray, tirados en el suelo.
-Chicos, ayuda, venid rápido-aviso Mira a los otros integrantes del gremio.
Todo el gremio se fue a fuera para observar a los 4 chicos en el suelo. Comenzaron a cargarlos y se los llevaron hacia la infermeria. El maestro, que estaba en una reunión en el consejo, llegó alegre pero al ver el ambiente comenzó a preocuparse.
-Ey, Gajeel, ¿que ha pasado?-le preguntó al dueño del shubidum
-Pues, hace unas horas aparecieron delante de la puerta del gremio al grupo de Salamander inconscientes pero no hay rastros de Natsu-le explicó el pelinegro.
-¿Y donde están los demás?
-En la enfermeria-le dijo y el maestro salió a esa dirección.
Abrió la puerta y los vió aun inconscientes en las camillas. Mira iba de un lado a otro para intentar ayudar en lo que podía.
-¿Que les ha pasado?-preguntó a Mira.
-No lo sabemos, es como si solo durmieran, pero por más que tratamos no logramos despertarlos-le comentó.
Sin preguntar nada más, el maestro tambien se dispuso a ayudar en lo que podía.
*En una mansión*
END, Etherious Natsu Dragneel, había vuelto. Tras abrirse el libro el sello que lo tenía reprimido desapareció y por fin aquella personalidad volvió a renacer.
Se encontraba en una mansión, se había dirigido aquí junto a Zeref pero el se fue no se sabe a donde. En su soledad la imagen de una rubia no paraba de mostrarse en su cabeza. No sabía porque, pero tenía muchas ganas de estar con ella, de tenerla junto a el. Y eso no es algo imposible. Si se lo proponía daba igual lo que fuese, lo conseguría, aunque fuese a la fuerza, y ya lo había decidido, aquella rubia sería suya.
*Vuelta al gremio*
Habían pasado tres días y por fin, uno a uno, fueron abriendo los ojos.
-¡CHICOS! Por fin despertais-dijeron todos los que se encontraban en la enfermería. Ellos miraron alrededor algo extrañados y Erza finalmente habló.
-¿Como que por fin despertamos? ¿Que nos ha pasado?-dijo confundida.
-Hace tres dias que aparecisteis inconscientes en la puerta, no sabemos porque, y estabamos muy preocupados, ¿que os pasó en la misión?-habló Mira.
-Pues, me acuerdo que teníamos que ir a destruir un gremio oscuro, pero no eran tan fuertes así que no tardamos mucho...luego de eso...-comenzó a explicar Gray pero fue interrumpido por Titania
-Luego, me acuerdo que apareció Zeref-dijo haciendo crecer un miedo y preocupación por el resto que los miraban espectantes.
-Sí, y llevaba aquel libro de END en la mano-continuó Wendy.
-Y lo último que recuerdo es...que lo abrió y una luz salió de el y...de N-Natsu tambien... luego no recuerdo más-acabó de contar Lucy.
-Y, ¿donde está Natsu? No está aqui?-preguntó Gray.
-No, solo aparecisteis vosotros-comentó el maestro.
-Vosotros, ¿no sabeis nada acerca de el?-preguntó Gajeel.
-No, solo recordamos hasta lo que os hemos contado-afirmó Erza.
-Que extraño-comentaron todos.
De repente un ruido se escuchó abajo del gremio alertando a todos. Lucy y compañía se iban a incorporar pero el resto del gremio les prohibió moverse, ya que, aunque no sabían que les pasaba, lo unico que averiguaron es que el nivel de magia que tenían era muy bajo y que aun habiendo pasado tres días, tardaba demasiado en volver.
Todos bajaron para ver a una persona conocida por todos. Un pelirrosa con unos cuernos saliendo de su cabeza y una mirada fria y despiadada que dejó a todos sorprendidos.
-N-Natsu, ¿eres tu?-preguntó Lissana asustada.
-¿Natsu? No me hables con esa familiaridad humana, yo soy END-confesó dejando helados a los demás.
-¿Como que eres END? ¿Que estás intentando hacer destruyendo el gremio?-comentó el maestro.
-Yo solo he venido a por algo que me pertenece y me lo llevaré aunque sea a la fuerza-dijo con una sonrisa maliciosa.
-¿Como? ¿Que es lo que buscas, salamander?-preguntó Gajeel.
-A una rubia llamada Lucy, me la voy a llevar querais o no.
-Ni se te ocurra que te dejaremos, aunque fueras nuestro nakama y miembro de esta familia, si eres END no podemos dejarte hacer lo que quieras, protegeremos a nuestra familia-dijo Mackarov y todos se pusieron en posición de pelea.
Natsu, por su parte, no quiso malgastar su tiempo y tras esquivar todos los ataques, solo tardó un ataque para que todos estuvieran en el suelo sin poderse mover.
-Ya os lo he dicho, que me lo iba a llevar aunque fuese a la fuerza.
Se fue hacia la enfermería y allí dentro encontró a cinco personas entre las cuales se encontraba cierta rubia.
-¿N-Natsu?-dijo ella confundida con un hilo de voz al verle con ese aspecto.
-Natsu, así que estás bien, ¿pero que pasa con esa apariencia?-comentó Erza.
-Ya he dicho que no me llamarais así, yo soy END y solo he venido a por algo que quiero y me lo llevaré aunque sea a la fuerza, y por cierto no se quienes sois para que os preocupeis por mi.
Ante tal declaración todos se quedaron sorprendidos, no lo podían creer.
-¿Y que es lo que quieres?-preguntó desafiante Gray.
-A ti-dijo señalando a Lucy.
Ella lo miraba con miedo en los ojos, y todos se posicionaron como pudieron enfrente de ella. Se sentían debiles y no creían poder hacer nada, pero harían lo que pudieran para poder proteger a su nakama.
Natsu aburrido atacó y se libró de los tres que se interponían en su camino dejando el camino libre hacia la rubia. Ella sacó una llave e intentó llamar a Loki pero su poder mágico no había augmentado lo suficiente para lograrlo dejándola indefensa.
Natsu se acercó mietras Lucy retrocedía hasta que la pared se interpusó en su intentó de huida. Antes de que pudiera intentar huir por otro lado, Natsu se acercó demasiado a ella. Lucy intentó defenderse pero fue inútil. AL ver que ella no se dejaba coger, la acabó dejando inconscientes.
Salió del gremio con la rubia a cuestas y se dirigió a la mansión en la cual había estado desde entonces. Cuando llegó, viendo como intentó huir de él y por precaución, le quitó aquellas llaves extrañas que llevaba encima y la esposó a la cama con unas esposas especiales para aunular el poder mágico.
Natsu la miró estirada en la cama aun dormida y sonrió triunfante. Aquella rubia solo sería de el.