POV: Aiden
¿El arte de enamorar? Que era eso. Pero ya no importa ahora. Solo importa que Mac se está desangrando y acaba de cerrar los ojos.
― Mac no te duermas. Mac despierta por favor ¡MAC! Jod** no puedes dejarme Mac. No después de que todo iba tan bien, no después de saber que ya no podre amar a nadie más, no después de a verte robado mi corazón por una segunda vez ― sentía como las lágrimas recorrían mi cara, y me importaba una santa mier** que lo hicieran, dicen que los hombres no lloran. Es porque nunca han estado perdiendo al amor de su vida― Mac... Mac por favor― acaricie una de sus mejillas aún caliente por correr hace pocos minutos atrás ¿Cómo todo paso tan rápido? Yo debía ser al que le llegase esa bala. No a Mac, a mí. Yo me lo merezco, ella no. ― Mac despierta no puedes dejarme solo. No otra vez no― Sentía como un inmenso dolor me inundaba, pero no era dolor físico, era uno mucho peor que eso. Era como si te apuñalaran directo en el corazón, y sabias que esa herida dejaría una marca muy grande― No por favor Amber... Yo te amo.
― ¿Joven está usted bien? ― ¿Qué clase de pregunta era esa? Como rayos voy a estar bien si el amor de mi vida se está muriendo en este preciso momento.
― ¡CLARO QUE NO ESTOY BIEN! No ve que se está muriendo. Hayan algo jod**
― Cálmese joven. Las ambulancias ya vienen para acá, llegaran en unos minutos. No se preocupe todo estará...
― ¡NO! Claro que no está bien ahora. Como lo estará unos minutos después. Solo por simple lógica. Estará peor...
― Joven entiendo por lo que está pasando― me interrumpió― Pero aun así necesita calmarse, faltar respeto a la autoridad es una falta muy grave.
Quería partirle la cara a ese policía inútil ¿Cómo puede saber por lo que estoy pasando? Él no está viendo morir a la mujer que ama. Claro que no ¡NO LO SABE! Pero tampoco sacaría nada partiéndole la cara. Eso no ayudaría a Mac, eso me metería a la cárcel por unos días. Cosa que no estoy dispuesto a hacer. Necesito estar todo el tiempo con Mac, ella me necesita, yo la necesito a ella.
Espere que las maldi.. Ambulancias llegaran. Se tardaron unos 5 minutos más desde la última vez que hable con el policía de pacotilla.
Pusieron a Mac en una camilla y yo entre con ellos en la ambulancia. Ver a Mac ahí acostada, conecta a millones de cables y maquinas, era como vivir una pesadilla en vida. Pero tenía que ser fuerte, por ella, por mí, por nosotros.
― Estarás bien mi amor. Ya veras, todo será como antes...― Pero la verdad no sé si decía esas palabras para tranquilizarla a ella (si hubiera la mínima posibilidad de que me oyese) o lo mas probable, para que me lo crea yo mismo.
Una semana después.
Ya ha pasado una semana desde que Amber ha estado en coma. Según el médico se debe a que perdió mucha sangre y se dio un fuerte golpe en la cabeza. No sé qué hacer, me siento tan impotente al verle recostada en esa cama, sin esa luz que tanto la caracterizaba. Sin esa sonrisa que me iluminaba todos los días. Me siento vacío como si una parte de mí no existiera. La verdad me siento igual que cuando la perdí a los 12 años. Pero esta vez el dolor es más fuerte. Ya que ella tal vez nunca más pueda volver.
Niego con la cabeza. Se positivo Aiden ella volverá. Si, si lo hará.
Pero aun no entiendo. Como es que ella se involucró en esa vida. Como deje que esto pasara por mi culpa. Desde muy pequeño sabía que la amaba. Simplemente volverla a ver revivo todos esos sentimientos que aún tenía hacia ella. Fui un completo idiota. Y ahora que la he recuperado, el destino me la quita de nuevo.
¿He sido tan malo para que el destino se quiera vengar de mi? ¿Que no me quiera dejar ser feliz, por una vez en la vida?
Tome mi chaqueta y salí de mi casa. Aún no había nadie allí así que no tuve que dar explicaciones de porque salía a esa hora.
Entre en el auto y prendí la radio. Solo escuchar la música me devolvía recuerdos. Especialmente los de ese viaje en Miami donde se veía tan feliz y hermosa con el cabello hacía atrás por el viento. Mientras cantaba con su dulce voz esa canción que ahora ni siquiera puedo escuchar. Saber que tal vez ya no vuelva escuchar su voz. Duele, duele mucho.
Apague la radio. No podía escuchar más música todo eso me recordaba a ella. Y dolía.
Llegue al hospital ya que era horario de visitas. Cuando entre su madre estaba en la habitación recostada sobre el cuerpo de su hija.
— Buenos días señora Langley— salude lo más cortésmente que puede. La señora parecía que envejeció unos 10 años, se notaba que no había podido dormir bien en todos estos días. No la culpaba yo tampoco podía hacerlo.
— Ah... Hola Aiden. Que gusto verte aquí— regreso a verme con sus grandes ojos esmeraldas. Iguales a los de Amber.
— Eh...si... Venía a ver a Amber.
— Si, si pasa. Yo ya me iba, tengo que regresar al trabajo. Pero volveré pronto— Se levantó de la silla que estaba al lado de Mac. Camino hacia la salida y cuando paso al lado mío — Cuídala Aiden. Te necesita más que nunca— me susurro.
— Siempre estaré allí para ella— dije muy seguro. Porque hasta que Amber me aparte de su lado, yo nunca la dejaría. Ella es mi otra mitad, mi alma gemela, mi amor verdadero.
— Eso espero. Ella te quiere mucho Aiden.
— Y yo la amo a ella—. La señora Langley me sonrió con dulzura y se fue.
Me acerqué a la camilla donde estaba Amber. Me partía el alma verla así. Tan pálida y decaída.
Me senté en la silla donde hace un momento estaba sentada su madre y la salud— Hola Amber. Soy Aiden. La verdad no sé si hablarte sea una buena idea. Porque sinceramente no sé si puedas escucharme. Pero vale la pena intentarlo ¿no?
Mire la cara de Mac estaba tan pálida. No podía verla así. Pero tenía que ser fuerte. Por ella, por mí. Por nosotros. (Eso se había convertido en mi mantra)
— Bueno solo quería decirte que te amo— una sonrisa apareció en mi rostro— Recuerdas el día que nos hicimos novios y te prometí que desde ese día en adelante te diría que te amaba. Pues hasta ahora no he dejarlo de hacerlo. Y sé que no me puedes escuchar pero bueno una promesa es una promesa ¿verdad?
Sentí como el pecho se me contraía. Esto era peor que 5 cuchillos atravesándote la piel. Esto dolía en el corazón y demasiado.
Con la lagrimas apareciendo en mis ojos trate de pestañear para alejarlas pero fue inútil — Amber... Mac. No me dejes, yo te necesito. No sabes lo duro que fue todos esos años que estaba solo cuando tu estuviste en Inglaterra. Pues fueron como el mismo infierno. Vacíos, solitarios, obscuros y tristes. Y ahora que logre recuperarte me vuelves a dejar. Si no pude superar ese dolor como crees que podré superar este. Me tienes completamente enamorado. Y ahora te vas. No puedes hacerme esto— empecé a llorar en su regazo.
¿Pero qué estaba haciendo? Debo ser fuerte no portarme como una niñita llorona reclamándole algo que no es, ni será su culpa.
Me seque las lágrimas— Lo siento. Perdí la compostura. Pero te prometo algo mi amor. No te dejare sola. Solo, cuando tú me quieras apartar de tu lado me iré. Pero sino. Estaré siempre junto a ti. Mi corazón siempre te pertenecerá. Lo juro. Lo prometo.— Tome su mano y la bese.
Cinco meses después.
Ya pasaron cinco meses. El tiempo vuela la verdad. Pero Amber sigue sin despertar. Desde que la internaron hasta hoy. No he faltado ni un día en el hospital. Cada día en mi rutina diaria es ir a la universidad, almorzar en mi casa e ir al hospital justo a tiempo para el horario de visitas.
He tenido problemas con mis padres por eso. Me dicen que tal vez sea tiempo de alejarme y olvidar. Dicen que son muy joven para preocuparme tanto por una persona que quien sabe si despertara o no. Y aunque quieren muchos a los Langley. Sé que yo soy su prioridad. Sé que ya no duermo bien por tener que desvelarme haciendo los deberes en la noche, ya que en la tarde visito a Amber. Sé que esto afecta a mi salud y me debo de ver terrible. Pero yo prometí no abandonarla. Y no lo haré. Aunque tenga que verme como un zombie, madrugar, desvelarme, comer muy poco, o lo que sea. Yo no abandonare a Amber. Ya lo hice una vez y no pienso hacerlo otra.
Por lo menos vi que hoy en las noticias habían atrapado a Mark y a su hijo. Y están siendo juzgados ahora "por tráfico de drogas e intento de asesinato contra Amber Langley" fueron específicamente las palabras de la policía. Siquiera eso me tiene más tranquilo. Y los policías hicieron por fin su trabajo. Esos dos se merecen eso y mucho más, por lo que le hicieron a Mac.
Ocho meses después.
Ocho meses ya. Y nada ha cambiado. Me he enfermado mucho estos meses debido que mi cuerpo a perdido defensas por el sobre esfuerzo que he estado haciendo. Hasta las enfermeras me dicen que tal vez deba ir a descansar y me sugieren que ellas se quedaran pendientes de Amber. Pero me yo me niego, no la dejare. Aunque tenga que morir en esa mísera silla de hospital por ella.
12 meses.
Un año. Todos ya han perdido las esperanzas en que Amber pueda llegar a despertar. La única que venía era su madre, pero hasta ella dijo que es mejor dejar que despierte cuando quiera. Que no deberíamos angustiarla.
Yo me negué. El doctor dijo que era algo normal. Que cuando una persona está en coma no se sabe cuándo despertara. Puede ser meses, días o años.
Amber se está tardando y eso me preocupa mucho. Y que pasa si nunca lo hace. Qué pasa si en vez de eso me deja. No, no lo permitiré.
Yo no perderé las esperanzas. Aunque tenga que pasar años. En este hospital. No la dejare.
Un año y tres semanas después.
— No puedo creer que el profesor Navarro mandara tanta tarea— dijo Jordán.
— Ni yo. Y eso que tú no estás en las clases de química. Hoy nos mandaron un ensayo de 5 hojas. — le respondió Daniel
Mis amigos pensaban en cómo hacer los trabajos. Mientras yo me imaginaba a mí mismo, con un cuaderno en la mano escribiendo bajo la luz de mi lámpara y con el reloj marcando las 5:00 am.
Pero para mí ya es normal. Hacer eso todos los días. Solo duermo 2 a 3 horas en la noche por durante todo un año. Así que uno se acostumbra. Ya sé que está mal. Pero qué más puedo hacer.
— Bien chicos me despido iré a ver a...
— Mac— completaron mis amigos al unísono. Todos estaban enterados que Amber estaba en coma. Aunque no sabían por qué pero así estaba mejor.
— Si chicos. Así que mejor me voy antes de que el horario de visitas empiece.
Estaba caminando hacia mi auto.
— ¡Oye Aiden!— voltee para ver quien me llamaba. Era Daniel
— Eh... Si.
— No crees que ya es suficiente.
— ¿Qué? A que te refieres Daniel
—Daniel tiene razón— dijo Jordan— ya es suficiente Aiden
—No los entiendo— negué con la cabeza— No entiendo de que están hablando.
Se miraron entre sí. Daniel, Jordan, Thomas y Maike se veían entre sí, asintieron. Mientras yo los veía confundido.
—Lo sentimos Aiden...Sabemos que la amas pero...
—Esperen— interrumpía a Daniel— Creen que ya es suficiente de ¿Mac?
—No es lo queremos decir...— dijo Maike
— ¡Claro que sí! Están diciendo que ya es suficiente Mac
—No, no Aiden lo que queremos decir es que esa relación es...
— ¿Dañina? Creen que no lo sé.
—Entonces porque sigues yendo todos los días— pregunto Thomas
—Porque creen ¡PORQUE LA AMO!
—Lo sabemos. Pero ella esta...tú sabes en coma. Deberías buscar otras chicas, salir...volver a ser el mismo.
—Ese es el problema ¡No quiero ser el mismo! Esa versión de mí que ustedes quieren recuperar, era el mismo infierno.
— ¿Y esto no lo es Aiden? Ya no comes bien, ya no duermes bien, apenas puedes mantenerte despierto...Aiden pareces un jodi** zombie ¡Ya es una año!
—No han pensado que talvez quiera ser un zombie. Yo lo haría todo por ella. Esperaría mil años, siglos, eternidades, por ella. No quiero a otras chicas, la quiero a ella. Y solo a ELLA ¿Entendieron?
—Aiden pero...
—No hay peros ¡Pensé que eran mis amigos! Pensé que me apoyaban en todo.
—Lo hacemos, y porque somos tus amigos y te queremos, te estamos diciendo esto.
— ¡Agh! ¿Saben? no tengo tiempo para esto. El hospital me está esperando— y sin decir nada más, gire sobre mis talones y camine furioso hacia mi coche ¡No entienden que la amo! ¡No entienden que tal vez un día pueda despertar! ¡Y qué pasaría si yo no estuviera allí justo ese día!
Maneje lo más rápido posible, la discusión con mis "amigos" me había quitado tiempo valioso. El horario de visitas ya había comenzado, y quería estar el mayor tiempo con Amber.
Llegue al hospital, parque el auto, salude a las enfermeras por sus nombres. Y fui a la habitación 230 Donde estaba Amber.
Estaba como siempre. Palida, decaída, con los ojos cerrados. Pero aun así muy hermosa.
Me senté en el asiento que siempre está allí. Ese asiento y yo, ya somos como los más viejos amigos ¿Y quién no lo seria después de un año?
—Hola mi amor ¿Cómo estás?
Como siempre no hubo respuesta.
—Hoy me fue bien en la universidad. Me mandaron un ensayo, que talvez amanezca haciendo pero aparte de eso todo está bien.
La mire, tan pacifica, pálida, y triste. Para nada a la Amber o a la Mac que conozco. Pero sé que dentro de esa chica, está la persona que más amo en este mundo. Por lo que daría todo, por la que estoy dando todo.
— ¿Sabes? hoy mis "amigos" me dijeron que era mala idea seguir visitándote. Pero no te preocupes, no les hare caso. Yo te amo. Y por ti haría todo...
De pronto un ruido interrumpió en mi "conversación" sonaba como un pitido constante y bullicioso, que cada vez iba aumentando. Sorprendido mire al monitor que tomaba el pulso de Amber. Y este estaba pitando como loco. Mire de nuevo a la camilla y en ella Amber estaba respirando agitadamente ¡Estaba agitada! Eso quiere decir que puede desper...
— ¡¿TU QUIEN ERES?! — pregunto después de abrir los ojos de golpe— ¡Que haces aquí! ¡Que hago yo aquí!
¿Qué?
— Mi amor, cálmate los médicos ya vienen para...
— ¿¡Mi amor!? Pero yo ni te conozco, de que hablas.
—Amber...— trate de tranquilizarla, me acerque un poco a la camilla—Todo estará bien.
—NO TE ACERQUES ¡ALEJATE DE MI!
Y sentí como mi corazón se rompía en mil pedazos.
Holis!! Que tal el capítulo ¿aburrido? O que, les gusto el un cap con todo PVO Aiden. Pues espero que sí, porque el siguiente tendrá un poco más de él.
Ya mismo se acerca el final... Tan, tan, tan.
Pero la pregunta del siglo ¿Qué le está pasando a Mac?
Hasta la próxima.
Pd: Perdón por no actulizar pero como dije antes, estaba OCUPADISIMA.
Att: sol21