Era un dia cualquiera como cualquier otro para cualquier persona en isla regalo, pero para otros no era asi. Apenas era medio dia y no habia ningun rastro de luz por parte del sol, era tapado por las nubes que parecian no querer dispersasce, cada vez se iban acumulando mas y mas.
Este dia era uno realmente triste, en especial para aquella chica peliroja de ojos verdes, pero sin vida, estaban mas oscuros de lo habitual, y en ella no habia rastro de esa sonrisa que siempre mostraba para cualquiera. Estaba parada, frente a una lapida, con un escrito en ella "Aqui llace una madre, esposa, amiga y mujer, ecepcional. Amorosa como bondadosa, R.I.P". Debajo de aquel mensaje habia un pequeño buque de flores silvestres.
No estaba sola en aquel lugar, muchos de los que llegaron a conocer a su abuela, estaban presentes ahi, todo los que las llegaron a conocer durante ese tiempo.
Fisicamente ella estaba en ese lugar, pero en su mente todo era diferente...
Fuiste mi mejor amiga, mi pañuelo de lagrimas cuando el llanto no podia sesar en mi, recuerdo como me abrazabas consolandome de todo el sufrimiento que llevaba dentro mio. Cuando me preguntabas que era lo que me ocurria, siempre preocupada por mi... pero yo por el miedo de decirte las cosas no sabia como responderte, asi que me guardaba en silencio... pero lo que mas llegaba a apreciar en esos momentos, era cuando con el simple silencio entendias mi estado de animo.
Cuando estaba molesta por como eras tratada por la gente por tu forma de ser, cuando me sentia mal y por mas que tratara de ocultarlo me terminabas descubriendo, como olvidar como te ponias cuando no te asia caso con respecto al cuidado de mi salud, cuando me sentia triste me animabas de la mejor manera, cuando no podia lograr seguir el entrenamiento de papa como me alientabas a seguir a delante, lograndolo.
El rechazo que siempre tuviste de la sociedad cuando te hisiste cargo de mi en el momento en que quede huerfana totalmente... como tu sola te hisiste cargo de mi, apesar de no ser una niña bien portada como las otras, apesar de que siempre me metia en problemas, los cuales la mayoria de las veces tu me sacabas de ellos... apesar de todo eso, tu siempre dando la cara por mi.... Ahora que ya no estas conmigo, dime ¿que puedo hacer para compensarte todo lo que tuviste que pasar por mi?.
Siempre, sin importar el momento, el lugar o el tiempo... siempre podia encontrar un lugar confortable y calido, en tu corazon. Un lugar en donde sin importar nada, podia regresar cada vez que me sentia perdida en mi camino.
Fuiste mi todo y ahora, estoy sola sin nada.
-Porque me dejaste?- dije en un susurro.
Aveces las mejores personas son las que lo tienen que hacer, aunque no quieran- dijo la templanza
Porque?- dije
Es dificil dejar a los que mas nos aman- dijo la estrella
Pero solo asi, nos pueden demostrar que su amor, siempre existira, aqui- dijo la muerte, apuntandome el pecho, justo en mi corazon.
Suspiro liberando todo el aire retenido en mis pulmones, pero tratando de aguantar mis inmensas ganas de llorar en frente de toda esta gente.
Ya me vieron una vez asi, no permitire que vuelva a pasar, no quisiera que me vieran de esa forma tan patetica, devil y vulnerable.
Terminada la ceremonia de entierro, la gente comienza a acercarse a mi dandome su apoyo y diciendo lo mismo, lamentando mi perdida y que si necesito algo podia acudir a ellos.
Los salvatore, tambien vinieron, la sra. Salvatore no solo me dio el pesamen, sino que se rompio a llorar dandome un abrazo firme y fuerte, de esos en los cuales sientes la calidez de la otra persona y no quisieras alejarla de ti, con su esposo fue un poco diferente, no fue tan estrangulador, pero si agradable. Despues de ellos, continuo la gente, la mayoria no la conocia para nada, si acaso solo llegue a entablar 1 o 2 conversaciones, el capitan del barco, Federica la costurera y por supuesto la arcana famiglia.... mi otra "familia".
No se si ahora podria llegar a pronunciar aquellas palabras.
-Tios...
-Lo lamentamos mucho sakura- dice sumire, mientras su rostro muestra una cara de tristeza. Toma mi mano -Sabes que cuentas con nosotros.
-Gracias.- suspiro -Por ahora, quisiera estar sola.- se lo piensan un momento, pude notar algo de dudo en sus miradas.
-Claro- dice finalmente mondo.
Asi cada uno, se va llendo. Al principio pense que me dirian algo, o se negarian a dejarme sola, pero no. Se despidieron de mi y se fueron, y me quede mirando la tumba de mi abuela, aunque podia sentir la presencia de alguien aunque no habia nadie mas, era una sensacion extraña, me sentia vigilada.
Pero a estas alturas, ya no me importa.
El cielo, termino de pintarse a un color gris cada vez mas y mas oscuro, sentia la brisa, el aire fresco asotandome, y el aroma a humedad se percibia en el aire, una tormenta.
Al llegar a casa termine empapada de cabeza a los pies, no podia resistirlo, los recuerdos de ella surguien de cada espacio de la casa. Incluso aquellos de mi infancia venian a mi, no aguante mas y ahi mismoen mi habitacion, empapada me acoste y llore. Llore como hacia ya tanto pero tanto tiempo no lo hacia, hasta que por el cansancio de tanto llorar, termine dormida.
-Adios abuela...
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A pasado ya una semana desde la muerte de mi abuela, al dia siguiente de su entiero, puse un altar para ella, al estilo del lugar donde me crie.
Pero.... durante ese tiempo, no e salido de aqui. Me la paso dia y noche encerrada en mi habitacion, unas que otras veces lloraba, pero lo que mas hacia era recordar aquellos dias que eran felices para mi... aunque unas cosas no las recuerdo claramente. Es como si una cortina gigantesca de humo se formace y no me dejara ver nada.
Deverias salir- dice la templanza
No quiero.
Necesitar aire fresco- vuelve a insistir.
No estoy de animos.
Tienes que alejarte de esto, te hace daño...
Tonterias- digo molesta, comenzando a caminar a la cocina. Buacando que podria cenar. Aunque la verdad no tenia apetito
Ya comiste- dice la estrella
Que raro, no lo recuerdo.- digo encojiendome de hombros.
Tienes que salir de aqui, esto no es sano para ti, si antes te estabas recuperando, ahora lo unico que estas haciendo es perjudicandote y volviendote a devilitar como antes- dice la muerte, molesta por mi comportamiento.
Que quieren de mi?! Acabo de perder a un ser amado para, no es tan facil.- digo comenzando a gritar.
Siento mi pecho arder, las punzadas han comenzado a aparecer. Por un momento todo me comienza a dar vueltas, trato de calmarme para recobrar la compostura y lo logro. Quiero seguir hablando con las cartas, pero han desaparecido.
Escucho como tocan la puerta, asi que resignada me voy a abrir, pero empieza los dolores de cabeza.
Abro la puerta viendo quien es, llevandome una sorpresa. Pero borro mi rostro de incredulidad de mi rostro para que no se note.
-Que hacen aqui?- digo seca.
-Ehmm... bueno, es que hacia ya mucho tiempo que no se le a visto en el pueblo señorita... ehmm y estaba algo preocupado- dice liberta
Esto es absurdo.
-Estoy bien.- lo miro de ariba a abajo. -gracias por preocuparte liberta... pero dudo que ese sea el unico motivo por el cual estes aqui, ¿o me equivoco?.- su rostro rapidamente cambia auno de incredulidad, al parecer di en el blanco.
El dolor en mi pecho hace que me canse mas rapido, asi que decido cerrar la puerta e irme a mi habitacion, pero el me lo impide poniendo un pie en la puerta entrando al recibidor conmigo.
-Espere seño...- escucho como me quiere detener, pero no lo dejo terminar la frase.
-Es que no lo entienden?! Quiero estar sola, no quiero estar aqui, estoy sola y asi me quiero quedar...
-Eso no es cierto- grita, pero se sorprende por como me hablo, asi que recobra la compostura, sintiendose avergonzado -usted no esta sola señorita.
-Como estas tan seguro?
-Porque yo... todos estamos con usted.
Comienza a acercase cada vez mas a mi, mirandome directamente a los ojos, sin querer una lagrima se me escapa. El la limpia con el pulgar de su mano, se siente calida, puedo notar un pequeño brillo en sus ojos, ¿porque?
Por un momento siento que me perdi en su mirada, ademas de sentirlo muy cerca de mi, asi que me aparto de el rapidamente.
-Que es lo que ocurre liberta?
-... solo... venia a ver como se encontraba, y a invitarla a pasar el dia conmigo.- dice animadamente.
-Hmm, no lo se...
-Vamos Señorita. No puede estar aqui para siempre, necesita salir, asi que venga conmigo.
Y asi fue como fui sacada a rastras de mi casa, tomada de la mano con liberta, no me sentia comoda por que la gente nos podria ver, pero al oasar los primeros minutos, se me olvido.
La verdad, si me sentia triste y solo en la casa, y salir hace que me sienta libre, ligera... feliz.
-A donde vamos liberta?
-Ya lo vera señorita, es una sorpresa.
-Deacuerdo.- digo pero, nunca me a gustado la idea de no saber las cosas.
Durante todo el rato en que estuvimos en cilencio, no pude evitar volver a pensar en mi abuela, y no solo en ella, si no tambien en mi antigua vida. Aquella que me hacia sentirme ultil y llena de vida.
Al parecer liberta noto que estaba distraida, asi que comenzo a contarme otras de sus miles de historia, y lo que habia estado haciendo en el muelle con dante.
Debo admitir que, algunas cosas eran muy graciosas. Como por ejemplo, que el subia a los techos, pero cuando alguien mas estaba con el en el techo, siempre terminaban los dos, callendo ariba de cualquier techo ajeno.
O como cuando rompio accidentalmente un florero, o cuando creyeron haber visto un fantasma junto con felicita y nova. No podia parar de reir.
-Me alegra ver que sonria señorita.
-Tus historias ayudaron un poco... demasiado deberia admitir.
-Cuando busque una aventura, siempre cuente conmigo.
-Claro.
En ese trayecto me llevo al muelle, pero a un lado de la costo por donde no habia venido antes, la vista era realmente hermosa, y mas a la luz de la luna, podia respirarse la paz y tranquilidad.
-Le gusta?- dice mientras se lleva una mano detras de la cabeza.
-Me encanta liberta- giro a verlo, frente a frente. -¿como allaste este lugar?
-Aqui vengo aveces cuando necesito estar solo, cuando necesito tiempo para pensar y meditar sobre las cosas. Es mi lugar favorito.
-Ya entiendo porque.
-Usted es la primera persona a quien se la muestro- dice encojiendose de hombros.
Como que soy la primera? Nisiquiera a alguien mas de la familia se lo a mostrado?
-Enserio?- asiente -Porque?
-Porque parecia que usted lo necesitaba mas que yo.
-Talvez tengas razon- susurre
-Puede venir cuando quiera, pero... mantengalo en secreto porfavor.
-Claro- no pude aguantarme mas, asi que termine lanzandome a sus brazos dandole un fuerte abrazo. El no tardo mucho tiempo en correspondermelo.
-Ah! Y otra cosa mas señorita.
-Que pasa?
-Podria volver a tener una sonrisa en su rostro?- lo miro atonita, nadie me habia dicho eso. Pero no entiendo porque me pide eso.
Pero ago lo que me pide.
-Esa esta bien. No parece usted sin sonreir. Asi que no deje de hacerlo señorita, su sonrisa es la mas hermosa que e llegado a ver.
-Esta bien. Gracias por todo liberta.
-Sabe que yo, siempre estare para usted señorita. Asi que cuente siempre conmigo.- dijo, al mismo tiempo que veia como ahora la luz de la luna lo reflejaba a el.
Junto con su sonrisa, sus ojos verdes que hipnotizan, su cabello que aunque aparenta estar desordenado, esta sedoso y su color rubio es brillante.
-Y tu cuenta siempre conmigo liberta.- le di un beso en la mejilla y comenzando a caminar en la costa, pensando.
Dejando a liberta solo, lo cual era lo mejor, porque no sabia ai hubiese logrado contenerse, ya que el lo que hubiera hecho despues de ese beso, el la hubiera besado de una forma totalmente diferente.
Pero todo lo que le dijo fue real... ademas, que estaba sintiendo cada vez mas y mas un sentimiento por Sakura.
-No dejare, que te vallas de mi lado, aunque tenga que dejarlo todo. Incluso despues te seguire apoyando.