-Joder, joder, ¡JODER!
Gritaba por toda la casa. Estaba solo pero eso no era lo jodido. Siempre me sentía así.
Por dentro odiaba a mi papá, a mamá, a mi hermana, a mis vecinos, a mis amigos, a Luke...
Lo que debía ser una linda cena de cumpleaños había terminado como una noche de mierda. Últimamente todas las noches han estado terminando así.
De un minuto a otro pasaba de odiar al mundo y sentirme victima a odiarme a mí mismo y culpar al mundo de todo. ¿Por qué estoy haciendo las cosas mal? Joder, ni siquiera lo intento y todo sale mal.
Mi respiración comenzó a hacerse más rápida y violenta en mi pecho. Mordía mis labios fuerte para no llorar. Me daba vuelta de un lado a otro tratando de calmarme pero no podía dejar de pensar en toda esta mierda.
Cuando recién pude descubrir lo que más me daba rabia subí a mi habitación y me encerré en el baño. Me miré al espejo y entonces estaba allí, ordinario, simple, igual a todos.
¿Por qué las personas que siempre sueñan alto, ambiciosos, son los que tienen una vida que es básicamente como un subterráneo?
Yo no quería ser yo, yo no quería vivir mi maldita vida. Lo más jodido era pensar que aún me quedaba mucho por aguantar.
Nuevamente me encontraba frente al espejo, presionando mis labios con furia y pena. De repente mis ojos se inyectaron de sangre y las lagrimas no dejaban de bajar por mis mejillas.
Es inexplicable el dolor que sienten los soñadores con vidas de mierda.
Yo sólo quería morir en aquel momento.
Me odiaba, quería poder golpear a alguien. Mi mano fue a dar a la pared con tal fuerza que sentí mi mano entumecida del dolor. Mis nudillos ahora eran de color rojo cálido con tonos azules y verdes. No me bastó. Dí otro golpe y ahora mis nudillos se bañaban en sangre. Parte de mí lloraba por el dolor pero otra parte aún quería destruirme.
Me miré al espejo y me dí con el puño directo en la mandíbula. Dolió pero supongo que algo en mi cuerpo hizo que no me golpeara tan fuerte.
Yo sólo quería llorar... llorar para toda la vida.
Cuando me calmé un poco salí de casa. No quería ver a mi padre jamás.
Las personas siempre están pidiendo más de uno cuando ellos ni siquiera logran ver lo mal que uno lo puede pasar.
Como estaba odiando a Luke en ese minuto no quise ir a su casa. Tampoco fui a la de Marilyn porque por alguna extraña razón también la estaba odiando a ella y mucho.
Entonces, mientras buscaba personas con quien poder pasar la noche me entró en duda, ¿seré yo la persona que demande una cantidad inmensa de cariño, amor, protección y comprensión o la gente que me rodea es muy hija de puta?
Saqué mi celular del bolsillo y no lo pensé ni dos segundo para llamar a Michael.
Yo definitivamente no era una persona que le gustaba pasar el tiempo hablando por teléfono. Es más, odiaba hablar por teléfono pero bueno.
Menos mal que Michael era una persona rápida al captar las cosas y me ofreció su casa. Quedamos en que yo lo esperaría en el parque junto a una pequeña florería amarilla y él iría por mí.
-Joder, ¿qué te pasado?- Michael se presentó en el lugar mirando fijamente mis golpes.
-Me mentí en un lío. -Obviamente le mentí.
-¿Cómo ha pasado? -Se acercó a mí mirando muy de cerca mis hematomas lo que me ponía jodidamente nervioso.
Corrí la cara para que dejara de verme.
-No lo sé, estoy un poco colocado.- Fingí estar drogado.
-Eres un jodido estúpido.- Michael me despeino y me llevó tomado del hombro.
La casa de Michael. Yo era una persona acomodada, Luke lo era pero la casa de Michael era como un verdadero palacio. Yo creía que todo allí era perfecto hasta que entré a la pieza de Michael y definitivamente Michael es una persona que no se puede quejar demasiado de la vida. Tenía lo que quería y mucho más. Resulta ser que los padres de Mike no pasan mucho tiempo en casa, según él sólo vienen una vez a la semana o a veces no están en dos semanas por consiguiente le dan todo lo que él quiere. Aunque Michael no se lo merecía porque era un verdadero desastre en todos los lados que iba. Según él los soborna dando como escusa que trata de llamar la atención porque sus padres no están presente.
-Joder, acá no debes de aburrirte nunca.- Dije mirando toda su habitación.
-La verdad que no.- Sonrió.- Pero es porque donde paso menos parte de mi tiempo es en casa.
-¿Por qué?
-A nadie le gusta estar todo el tiempo solo.
Bueno yo sinceramente necesitaba varios meses de soledad. La gente era algo que me estaba empezando a apestar y la empezaba a odiar a todos sin razón alguna.
Me encogí de hombros y después asentí.
-Entonces, ¿me vas a explicar qué pasó?
Preguntó Michael sentándose a mi lado.
-Ya te he dicho .- Me quejé.- Que me he colocado y me he puesto a pelear y bueno, no puedo llegar así a casa.
Mentí.
-Joder, eres un estúpido, ¿lo sabes?
-Gracias a ti lo sé .- sonreí.
Sonrió conmigo.
-Vale, ¿tienes hambre?
-Estoy un poco cansado pero no estaría mal comer
Sonreí.
Michael fue por comida a la cocina y yo aproveche de recostarme en su cama. Estaba tan cansado y cada vez que lloraba los ojos me pesaban más de la cuenta así que ni supe de la comida
Al día siguiente me dolía un montón la mano.
Michael estaba tirado en la silla que tenía en frente de su computador y roncaba a más no poder. Joder, que tipo más desagradable.
Quería irme lo más pronto posible de allí por miedo a que sus padres volvieran y me vieran y bueno, no estoy muy interesado de conocer a gente nueva. Me acerqué a Michael y di toques leves a su hombro hasta que comenzó a abrir sus ojos.
-Joder, ¿qué mierda quieres Hood?
-Pensé que podías tener algunas vendas para mí y de paso me iré a casa.- Le dije en voz baja.
-Calum saca algo del baño y déjate de joder.- Volvió a cerrar sus ojos.
Me acerqué a su baño y me sorprendió que estuviera limpio. Michael definitivamente no era un chico organizado. De un mueble saqué unas vendas y me fui de su casa sin hacer ruido alguno.
La mañana estaba nublada. Miré el reloj y marcaban las 9:26 am en punto.
Algunas personas salían a sus trabajos y me miraban con espanto, podía verlo en sus ojos. De seguro pensaban que yo era un asocial o ex-convicto que acababa de salir de cárcel.
Supuse que eran por los golpes.
Esa mañana fui a visitar a Marilyn. Ella siempre me escuchaba cuando estaba triste y no trataba jamás de aconsejarme ni de decirme lo que debía hacer. Sólo escuchaba y opinaba y allá yo si tomaba en cuenta su opinión.
La madre de Marilyn no estaba, no me sorprendía. Lo que me sorprendió aquel día era que Marilyn en serio parecía feliz. No hablo de una sonrisa vacía. Ella realmente irradiaba felicidad aquella mañana.
-¿Qué rayos ha pasado contigo? -Se acercó a mí para ver mis golpes, entonces me alejé.- Eso debe de haber dolido un montón.
-Vale,¿ahora le gente sólo podrá verme por lo llevo en la cara? Joder .- me quejé.
-Que sensible estás hoy. - Se quejó de vuelta.
-Bueno, ¿y tú por qué estás feliz? -Ella me sonrió.
-Ya sabes Calum, estoy en esos días que te levantas y crees que todo va a cambiar y bueno... ya sabes.
Sólo asentí y me senté en la orilla de su cama.
-Ojalá todos los días fueran así para ti.- Dije por fin.
Marilyn me miró bastante confundida.
-Así de feliz. Te ves realmente linda así.
Marilyn sonrió pero esta vez sus ojos fueron a dar directo al suelo.
-Entonces, ¿qué haremos hoy? -me dijo sin dejar de mirar el suelo.-
-No lo sé, un amigo me ha estado hablando mucho sobre una fiesta, que estará buena, que será inolvidable, que todos irán y ya sabes el resto. -Me recosté en su cama.- ¿Iremos?
Marilyn se recostó a mi lado y comenzó a acariciar mi cabello.
-Invitaré a una amiga, ¿crees que esté bien?
-Claro.- me adelanté un poco a su pregunta.- Probablemente lleve a mi mejor amigo así que estaría bien...
-¿Luke?
-¿Cómo sabes que es él?
-Porque tú no haces más que hablar de él.- rió bajo.
Me asusté un poco. Yo sabía a lo que Marilyn se refería.
-¿Qué te pasa? Es mi amigo.- me alteré un poco.
-Joder Calum, sólo lo he nombrado y mira como te haz puesto.- Marilyn seguía con esa tranquilidad.
-Sé a lo que te refieres... -me defendí.
-No te asustes, ni que estuviera mal.- No estaba seguro de si ella bromeaba o no pero no me gustaba.
-¿De qué estaría asustado?
-Estás muy asustado, Calum, te asusta tanto porque nunca en la vida habías querido a alguien como lo quieres a él. Te asusta tanto razonar del por qué lo quieres tanto, te asusta la verdad, te asusta el hecho de que él algún día se pueda ir y te deje sólo. Te asusta vivir con el miedo de que un día te deje sin dejar rastro como lo han hecho otras personas, te asusta también...
-¡BASTA! -La interrumpí.- Dios, como te gusta joder.- Me paré de un salto y abandoné la habitación para disponerme ha abandonar su casa pero antes de cerrar la puerta le grité.- Y nos vemos esta noche.
Salí de su casa insultándola un poco. Realmente había estado fuera de lugar. Probablemente estaría drogada aunque no lo parecía pero joder, ya me ha jodido la mañana.
Me dirigía a casa con pasos lento, tratando de esconderme detrás de cada árbol que se cruzaba por mi camina pero de una forma discreta. Por nada del mundo quería encontrarme con papá.
Cuando por fin estuve en frente de mi casa me fijé que el auto de papá no estaba así que probablemente estaría en su oficina pero de todos modos sentí miedo al entrar así que fui a casa de Luke.
Toqué el timbre de su casa, como era de costumbre y salió Luke.
-Te estaba esperando .- me dijo con un tono de miedo.
No entendía el por qué. Yo debería estar esperándolo a él.
Me cogió de la mano y me llevó a su habitación. Al parecer tenía bastante prisa.
-¿Qué te pasa? -Le pregunté tratando de estabilizar mi respiración.
-Estaba bastante preocupado por ti. Te estuve llamando y nadie contestaba y creí que en serio te habías ido de casa.
La verdad es que me sentí bastante enojado con su "escusa".
-Después de lo que me hiciste ayer no sé por qué creíste que yo debía contestarte el teléfono.
-Calum .-Luke ahora estaba nervioso.- No estabas pensando bien las cosas, era sólo un impulso. Yo no sabía qué carajos hacer, estaba realmente incomodo.- se excusó.
-Luke, no te compliques la vida. Ya pasó.- La verdad es que estaba más dolido que molesto pero ya no quería tener problemas con nadie más.
Nos quedamos un momento en silencio. Los dos teníamos la vista fija en el suelo de la habitación que estaba jodidamente desordenada. Yo por mi parte me sentía muy avergonzado por todo lo que había dicho Marilyn.
-¿Para qué me esperabas? -necesitaba terminar con ese horrible silencio.
-Se encogió de hombros.-Necesitaba saber si estabas bien...
La voz de Luke ahora sonaba diferente. Él estaba triste.
-No dormí en casa... por eso nadie contestó el teléfono.
-¿Él te golpeó? -Me miró apenado.
-¿Él?
-Tu padre...
Negué.
-Ayer salí y creo que bebí mucho porque en realidad no recuerdo muy bien... y bueno, ya sabes el resto.- Mentí.
Otros 5 minutos eternos de un silencio incomodo se apoderaba de los dos.
-Entonces... ¿comenzaste el proyecto de lectura?
-¿Qué proyecto?
-El del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha..
-¿Por qué necesito yo leer sobre un hombre loco?
-Joder, Calum, es tu oportunidad de tener mejores calificaciones.
-No me importa tener buenas calificaciones ...
-¿Qué esperas de tu maldita vida? -Luke comenzaba a enojarse.
-La verdad, a estas altura yo no espero nada de ella.
Luke suspiró y yo me recosté en su cama mientras él buscaba un par de cosas de su escritorio. Sacó un libro realmente grande, probablemente el más grande que había visto en vida. Probablemente tenía unas 2.000 páginas. Luke abrió el libro y puso la primera página.
-Muy bien, vamos a comenzar esta mierda.- Suspiró.
-¿Lo vas a leer ahora? -Pregunté confundido.
-Te lo voy a leer ahora.
No lo miré, no le dije nada. Sólo me acomodé allí en su cama mientras el leía.
-Muy bien. "CAPÍTULO 1: Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo D. Quijote de la Mancha En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor."
Su voz comenzó hacerse un eco en mi mente. Me sentí cansado pero a Luke no le importó, él leía con entusiasmo pero yo me dormí cuando comenzaba el capítulo 10.
-Calum... -Una voz silenciosa me movía. -Hey, Calum
Abrí los ojos de golpe para luego encontrarme con Luke.
-Mierda, Luke, perdón. -Me levanté un poco asustado.
-No importa, ya hasta terminé el proyecto.- Me regaló una sonrisa sincera.
Le di una de vuelta.
Por la venta pude notar que la noche ya había caído. Estaba recién volviendo al mundo real cuando Luke puso en mi regazo un plato con un trozo de pizza. Sonreí.
-Te he traído comida, creí que podrías tener un poco de hambre.
La pizza estaba deliciosa. Sabía a las pizza que compraba mamá. Después me puse de pie y lavé mi cara. Le dije a Luke que habría una fiesta y aunque nos costó conseguir que su madre nos dejara ir a dormir donde Michael, al final lo conseguimos.
Nos dirigíamos a la casa de Michael. Luke y Michael no eran los mejores amigos pero ahora comenzaban a llevarse bastante bien y con eso bastaba para una noche de joda.
-No creo que sea correcto que nos quedemos en su casa. Ni siquiera le hemos avisado de que vamos a quedarnos en su casa.- Luke comenzaba a volverse paranoico.
-Luke, quizás ni lleguemos a dormir, ¿por qué te preocupa tanto?
-Entonces ¿por qué carajos vamos a casa de Michael?
-Para invitarlo obviamente... y para pedirle alojamiento .-Reí y Luke sólo me miró molesto.
Llegamos a la casa de Michael y miré por todos lados para cerciorarme de que sus padres no estuvieran.
Toqué el timbre, que era como una cajita que funcionaba como un teléfono o algo así. "¿Qué quieres?", se escuchó de la cajita y era la inconfundible voz de Michael. Me quedé en silencio porque estaba un poco confundido.
-"Calum, joder, ¿qué mierda quieres?" -La cajita otra vez hablaba.
-Ah.. amm... ¿Cómo sabes que soy yo?
-"Te estoy viendo por la ventana".- rió.
Miré cada rincón de la caja y aunque no lo pillé por ningún lado simplemente continué hablando.
-¿Vamos olvidar el dolor con unas botellas de alcohol?
-"¿Qué tienes en mente Hood?"
-Hay una fiesta que creo que será la mejor del año.- Exageré.
-"Vale, ya voy".-Cortó.
Michael salió 10 minutos después de su casa.
-¿Cuántas chicas irán? -Dijo mientras cerraba la puerta.
-Ya verás.- Sonreí.
Nos dirigimos a la fiesta y realmente era jodidamente espectacular. Habían chicas por todos lados liando con chicos. Gente casi semidesnuda. Una fila enorme al baño, la música no sé de donde salía pero podría asegurar que se escuchaba por toda la cuadra. Michael desapareció la instante entre la multitud.
-¡Necesito que me ayudes a encontrar a Ashton! -le grité a Luke debido a que la música estaba muy fuerte.
-¿Qué? No te oigo bien. -Luke me respondió gritando.
-¡Que me ayudes a buscar a Ashton y a una chica blanca, casi pálida...
-¡Calum no te oigo !
-Que te den, joder .- murmuré y me fui.
Comencé a caminar entre la multitud. La gente estaba toda sudada, bebiendo grupos gigantes del mismo vaso. No importaba nada.
Subí al segundo piso para poder dar con Michael, Luke, Ashton o Marilyn pero nada. La gente era demasida.
-¿No vas a beber nada? -Ashton me tocó el hombro y me ofreció su vaso en un gesto torpe porque salpicó un poco de ron en mi playera.
-¿Ya estás borracho y colocado? -Bebí un poco del vaso.
-Esto es algo mejor, sigueme.- Ashton comenzó a caminar por el pasillo más largo y pocos pasos después giró a la derecha y fuimos a dar con el baño.
En el baño habían dos chicas y otro chico más. Una de las chicas estaba tan drogada que parecía estar muerta en el piso. El chico salió del baño apenas nos vio y la otra chica dividía dos lineas de cocaína.
-Ashton no me digas que has estado aspirando -Ashton sólo sonrió.
-Sólo tienes que hacerlo.- Me empujó dentro de la estrecha habitación y la chica comenzó a reír.
-No estás muerta, ¿cierto? -En serio estaba preocupado.
Ambos negaron.
La chica después de dividir las últimas lineas de cocaína con una tarjeta, que parecía ser de autobús,me entregó una pajita que de seguro habían sacado de los vasos.
Cogí la pajita y la puse en mi nariz. Estaba realmente nervioso y no sólo porque la chica y Ashton no apartaban la mirada de mí. Sino, también, porque jamás había probado cocaína.
Me acerqué a una de las lineas y con la pajita recorrí la delgada linea y aspiré fuerte. No se sentía nada de cómodo. De mis ojos comenzaron a brotar lagrimas involuntariamente y se sentía como que quemaba un poco pero después de un rato estaba bien.
Después de un rato yo literalmente me sentía en otro mundo porque ya no había espacio en mi cabeza para pensar en mi vida o en la de los demás.
Sólo estaba allí. Sentado en la esquina de un baño mientras Ashton no paraba de besarse con la chica que hace un rato atrás parecía estar muerta y la otra chica besando mi cuello. Yo realmente no pensaba en absolutamente nada.
Tomé a la chica por la cintura y la senté en mi regazo, de frente, de manera que pudiera besar sus labios. Y así fue como lo hice.
Cerré los ojos y cuando los volví abrir la chica sólo estaba en ropa interior. Nuevamente mis ojos se cerraron y cuando los abrí yo ya no tenía mi camisa y no entendía lo que pasaba pero se sentía como si estuviera volando hasta que me estrellé.
-¿Qué hora es? -Le pregunté pero ella sólo me besaba sin decir nada.
Saqué mi celular y marcaban las 6:50 am.
-¡Joder! -Aparté a la chica de mi y Ashton y la otra chica no estaban
-¿Qué te pasa? -La chica se trató de cubrir con las manos.
-He olvidado a Luke allá abajo y a Marilyn.
Salí del baño rápidamente y me encontré a Michael liando con una chica en la puerta de una habitación. De seguro después la llevaría a la cama.
-¡Mike! -Dije desesperado pero a la vez aliviado por verlo.
-¿Qué quieres? -Trató de hacerse el indiferente.
-Necesito las llaves de tu casa .- Yo realmente estaba asustado.
-¿Para qué?
-No puedo llevar a Luke en la condición de está a su casa, ni a la mía .- Mentí.
-¿Dónde está Luke?
-Abajo.
Michael lo dudó un momento pero estaba tan desesperado por llevarse a esa chica a la cama que me pasó las llaves después de unos segundos.
-¡Me abren la puerta cuando llegue! -Me gritó cuando yo ya me disponía a bajar las escaleras.
La gente aún era demasiado así que me tardé un poco en encontrar a Luke.
Luke bailaba con dos chicas y llevaba su camisa mojada. No sabía si era alcohol o sudor.
-Luke... -le toqué el hombro.
Luke se volteó completamente feliz.
-No me digas que estás colocado.- Le advertí.
-Siento que si dejo de bailar vomitaré .-Rió a carcajada.
Lo aparté de las dos chicas y lo llevé a la calle.
-Es mejor que nos vallamos a casa.- Lo tomé de un brazo y prácticamente lo estaba arrastrando.
-¿Dónde estaban todos? -Me preguntó sin dejar de sonreír.
-¿No te hicieron nada? ¿Qué bebiste? ¿fumaste?
-Calum .-Rió.- Yo no soy tu hijo. Sé como cuidarme.
Nos fuimos casi corriendo por lo que llegamos a la casa de Michael 5 minutos después. Abrí con dificultad la puerta, aún me sentía un poco colocado pero logré subir a Luke a la habitación y lo recosté. Le saqué los zapatos y me acosté a su lado. Hacia bastante calor como para taparnos.
Saqué un porro y comencé a fumarlo.
-Calum...- dijo entre dormido Luke.
-¿Qué?
-¿Por qué no te duermes?
-No lo sé.- Suspiré.- Quizás tenga un poco de miedo.
Luke me tomó de la mano.
Cuando Luke me tomaba de la mano se sentía como si pudiera contra todo el mundo.
-No tienes que sentir miedo...
-Si algún día yo me suicido, ¿me lo perdonaría?
-Si te suicidas sería uno de los culpables así que no habría nada que debería perdonarte...
-¿Por qué serías un culpable?
-Cuando las personas se suicidan quieren matar el dolor y si existe ese dolor es porque ni las personas que lo rodean pueden sanarlo. Jamás me perdonaría haber sido una persona así .-Sonrió-
-Luke, ¿por qué eres tan bueno conmigo?
-Porque te amo, Cal.
Sonreí... en ese momento sólo importábamos los dos.
Luke me regaló una sonrisa pero dos segundo después se paró de un salto de la cama y corrió al baño a vomitar. Yo debí haber ido detrás para cerciorarme de que estuviera bien pero ya estaba muy colocado y el sueño se apoderó de mí. Me lamenté antes de que mis pensamiento se perdiera en mi conciencia y en mis sueños.