Entro a la cafetería y saludo a Shay, le digo que se vaya y me acerco a Tori, le toco el hombro, haciendo que pegue un pequeño bote, cuando se da la vuelta sonrío y me mira sorprendida.
-Pensé que no ibas a venir.
-Sí, bueno, es solo que me he dormido.
- ¿A si? A mí me han dicho otra cosa.
-Vale... me he desmayado...
- ¿Y qué tal? ¿Ya estás bien?
-Sí, pongámonos a trabajar. -empezamos a trabajar y a los treinta minutos o así veo a Jayden pasando por la puerta, las palabras de mi madre pasan por mi cabeza, pero las ignoro, no quiero que sepa porque estoy borde, si descubre que he empezado a matar otra vez tal vez deje de confiar en mí, y eso es precisamente lo último que necesito ahora.
-Hola Ali. -se sienta en un taburete justo delante mío y yo me pongo seria, quiero que se vaya, pero no le voy a decir eso directamente, sería muy borde por mi parte.
- ¿Qué quieres?
-Ver si estabas bien.
-Pues ya ves que estoy perfectamente, ¿Quieres algo más?
-Sí, ¿Qué te ha pasado?
-No me ha pasado nada.
-Entonces, ¿Por qué no has venido a clase?
-Porque no quería ir a clase. -adopto un tono algo borde para que capte mejor la indirecta, y parece molestarle.
- ¿Se puede saber que te he hecho?
-Nada, no me apetece hablar, ¿Quieres algo o no?
-Sí, quiero que me digas porqué me tratas así.
-Porque no quiero hablar.
- ¿No quieres hablar desde ayer? ¿No será que no quieres hablarme?-al decir eso puede notarse en mi reacción que ha dado en el clavo, ¿Cómo le explico el porqué de que no quiero hablarle? Su voz interrumpe mis pensamientos- ¿Por qué? ¿Qué te he hecho?
-No me has hecho nada...
-Entonces, ¿Porque no quieres hablarme?
-Porque no quiero, ¿Vas a tomar algo o solo me vas a hacer perder el tiempo?
-No, solo quería saber porque no me hablas, pero como resulta que te pones borde y no me lo dices me voy. -baja de la banqueta y miro al suelo, cuando vuelvo a mirarle está a unos metros de distancia de mí.
-Igual no te lo digo por algo...-me cruzo de brazos en forma de protección, tal vez porque no quiero que sepa la verdad.
- ¿Por qué? Si no piensas decírmelo me voy.
-Pues vete, me da igual... no me importa lo que hagas...-realmente no pienso eso, pero, ¿Qué más le puedo decir? ¿Qué estoy borde porque he empezado a matar otra vez? Que gran idea, así lo único que pasaría seria que me odiaría toda la vida, veo como se aleja y digo algo que lo alejara el suficiente tiempo como para que piense una explicación medianamente normal-¡Vete a la mierda!
-¡¡Cállate imbécil!!-noto un sutil tono de dolor en su voz, tal vez me haya pasado, pero tiene que alejarse. Sale por la puerta y me giro, veo a Tori, mirándome algo sorprendida.
- ¿Pero qué te pasa?
-Nada.-sigo trabajando, pero Tori no se rinde, no hay muchas cosas que hacer, el tiempo que hace no es nada bueno para el negocio, nadie viene a una cafetería con este tiempo, así que no tengo excusa para no hablar.
-A mí no me engañas, dime lo que pasa.
-Nada, y ahora, si me disculpas, quiero hacer todo lo posible para que si viene alguien no estemos ocupadas.
-Ya hablaremos luego. -ni en broma, no vamos a hablar de nada.
Pasa la tarde sin apenas clientes, pero cuando voy a irme Tori se pone delante de mí y me agarra por el antebrazo para que no me escape, me conoce demasiado bien.
- ¿Qué te pasa? ¿Por qué te comportas así con Jayden?
-Porque si, déjame.
-A él le dices que no te ha hecho nada, ¿Es cierto? ¿O se lo has dicho para que te deje en paz?
-Sí, es cierto, pero si le digo lo que pasa se va a asustar y tal vez deje de confiar en mí.
- ¿Y qué te pasa? No puede ser tan malo como para asustarle.
-No es nada que a ti te pueda interesar, adiós Tori. -me suelto y me voy, no tengo ningún problema que ella vaya a entender, bueno, entenderlo si, pero si le explico todo, y no estoy de humor para eso.
Cuando llego a casa subo a mi cuarto sin saludar, me cambio y me tumbo en la cama, empujo las mantas con los pies, me da igual que haga frio, solo quiero estar tranquila. Cierro los ojos intentando dormir, pero tengo demasiado frio, cuando voy a incorporarme para taparme pero oigo unos pasos, me quedo quieta, no sé porque, pero tengo miedo de que sea Marcus, aunque es casi imposible que venga a estas horas, siempre puede sorprendernos a Daemon y a mí en el último segundo, pero por suerte es Daemon. Se acerca a mí y me tapa, me acurruco mientras sonrío, la verdad es que ese acto me ha agradado, Daemon es lo más parecido a un hermano que voy a tener, o eso creo, la cosa está en que eso me tranquiliza lo suficiente como para dormirme.
A las horas noto una mano en mi boca y una presión en el estómago, abro los ojos y me encuentro en mi antiguo cuarto con Marcus encima de mí, su sonrisa macabra está presente, como siempre, pero un brillo en sus ojos me indica que algo malo sucede, más bien que tengo que hacer algo demasiado malo, empieza a hablar, y su voz me da tanto miedo como el brillo de sus ojos y su sonrisa macabra.
- ¿Qué haces dormida?-hace más presión en mi estómago, haciéndome soltar un gemido que queda ahogado en su mano-Tienes que esperarme despierta, ¿O es que has olvidado nuestro pequeño trato?
- ¿Q-que?-me coge por el cuello de la camiseta del pijama y me pone de pie, acto seguido él se pone delante de mí, tendrá treinta y ocho o treinta y nueve años, pero también tiene casi todos esos años de experiencia matando, violando y haciendo cualquier cosa ilegal que se le pueda pasar a alguien por la cabeza.
- ¿No te importaba tanto tu prima?-asiento, claro que me importa, muchísimo, es mi prima-Entonces, ¿Por qué te duermes?
-Son las tres de la mañana...
-Precisamente-me tira al suelo y me tira encima una pistola y un alambre-, ya sabes que hacer, pero bueno, te lo recuerdo, mata a este niño. -se mete la mano en el bolsillo del pantalón para sacar la foto.
-Un niño no... por favor...-saca la foto del bolsillo del pantalón y noto como mi cara pone una expresión de miedo y sorpresa mezclados, es Tyler, el hermano de Kyle...-Nunca he matado un niño...
-Muy bien, será divertido matar a tu prima.
-No la mates... pero no puedo matar a un niño... no voy a poder, me voy a ablandar... Tiene mucha vida por delante...
-Pues le pegas un tiro en la pierna, justo sobre la rodilla.
-Sería incapaz de matarlo... así que le disparo en la pierna...
-Qué pena, le arruinaras su sueño de jugar al futbol.
- ¿Por qué quieres hacerle esto al pobre niño?-el padre de Kyle es demasiado bueno para hacer un trato con alguien como Marcus, así que tiene que haber alguna otra explicación racional para que Marcus quiera hacer daño al hermano de Kyle... ahora que lo pienso no tengo ni idea de cómo se llama, algún día se lo preguntare a Kyle.
-Porque su tío me debe mil seiscientos dólares y él no tiene hijos, así que lo paga su sobrino favorito. -ahí está la explicación, el tío del que Kyle nunca quiere hablar.
- ¿Y porque no el tío?
-Porque entonces no podría pagarme.
- ¿Y si te paga?
-Ha tenido un mes para pagarme, ya va con mucho retraso, si le matas el alambre en el cuello, si le disparas en la pierna se lo atas al tobillo.
- ¿Y no puedo en otro sitio? En la mano, por ejemplo.
-Claro que no, el tipo que me debe dinero solo sufrirá si el niño llora, si le disparas en la mano solo llorará mientras le duela, si le disparas en la pierna llorará cada vez que se acuerde de que no va a jugar nunca más al futbol, ahora venga.
- ¿Y en el hombro? Por favor...
-En el pie.
-No quiero que deje de jugar al futbol por mi culpa...
-Te jodes, tú decides si le disparas en la pierna o en el pie, pero vas a hacerlo. Si no lo haces bien me enteraré, un tiro en la pierna, sobre la rodilla-se aleja hacia la puerta, pero justo en el último momento me mira-. Por cierto, no conseguirás despertar al inútil de mi hijo hasta las siete o así. -le miro, sin comprender, el simplemente me enseña un bote de pastillas para dormir al que le faltan un par de pastillas y se va.
Corro al cuarto de Daemon y le veo tumbado en la cama con un hilillo de baba cayendo por la comisura de sus labios, me acerco y veo parte de una pastilla en su boca, la saco y le cojo por los hombros, empiezo a moverle mientras grito su nombre pero no despierta, estoy segura de que no son pastillas para dormir normales. Ya o me quedan ideas para despertarle así que decido hacerle el boca a boca, pero algo distinto. Consigo que despierte y veo como abre los ojos como platos, me separo instintivamente.
-Emm... tu padre te había dado algo... tenía que despertarte y... yo...-Daemon empieza a toser como loco y le miro, se sienta en la cama, me está preocupando- ¿Estas bien?-asiente respondiendo a mi pregunta, pero no para de toser, así que bajo a la cocina y lleno un vaso con agua, subo y le doy el vaso, pero no bebe el agua, creo que sabe lo que hace. Al poco, aun sin parar de toser, consigue escupir una pastilla a medio digerir y se bebe el vaso de agua de golpe- ¿Mejor?
-Si... ¿Qué ha pasado?
- ¿No recuerdas nada?
-Recuerdo... oír el coche de mi padre... llevarte a ese cuarto que casi es una pocilga... venir aquí... a mi padre entrando... y nada más...-parece no recordar muy bien lo que le ha sucedido, pero al menos sé que me ha ayudado- ¿Tu estas bien?
-Si... pero ayúdame a disparar a un niño... yo sola no voy a poder...
- ¿Prefieres que lo haga yo solo?-niego, no voy a dejar que lo haga, es el hermano de mi mejor amigo-Vale... te espero abajo. -me voy a mi cuarto y me visto con la ropa que siempre uso para matar.
Bajo y veo a Daemon con unos vaqueros y una chaqueta negra con capucha atada hasta arriba, impidiéndome ver su camiseta, se pone un buff para poder taparse la boca y la nariz y me da otro a mí.
- ¿Nos vamos?-asiento y salimos de casa para subir al coche, le doy la foto de Tyler para que vea la dirección, pero cuando va a quemarla se la quito y me la guardo, no pregunta, sacara conclusiones por su cuenta, pero me da igual, se pone a conducir mientras miro la pistola sumergida en mis pensamientos, hasta que Daemon me habla- ¿Hay que matarlo?
-No... solo hay que dispararle en la pierna... pero no poda jugar al futbol... y es su sueño... intentare que la bala no profundice mucho...
Aparcamos a tres o cuatro manzanas de la casa y vamos hacia allí andando, pasando cerca de unas obras, ya hay un sitio donde deshacernos del arma, entramos a la casa por una ventana abierta, es el cuarto de Kyle, pero él no está, de seguro estará en casa de Derek o Jay, y dado que su mochila no está lo tenían planeado. Salimos del cuarto de Kyle y buscamos la habitación del pequeño, es fácil, su nombre está escrito con letras de madera en la puerta.
Entramos y veo a Tyler dormido en su cama, con el balón de futbol a su lado y una sonrisa en la cara, apuesto a que su padre le ha llevado al partido de futbol, miro a Daemon con los ojos llenos de lágrimas, no puedo hacerlo, me abraza y consigo calmarme, cuando se separa me mira a los ojos.
- ¿Lo hago yo?-su voz es un susurro, sé que no quiere despertar a Tyler, asiento con lágrimas en los ojos y coge la pistola, le pone el silenciador y apunta a Tyler-Tápale la boca, no quiero que grite. -se sube el buff hasta la nariz y se pone la capucha, hago lo mismo para que Tyler no me pueda reconocer.
Pongo la mano en la boca de Tyler con cuidado de no despertarle, pero abre los ojos y no me queda otra que hacer presión sobre su boca para que no grite, Daemon le apunta y cierro los ojos con fuerza, noto como se moja mi mano con las lágrimas del pequeño niño al que vamos a herir y seguramente traumatizar. Noto como se mueve Tyler cuando la bala se le mete en la pierna y ahoga un grito contra mi mano mientras sus lágrimas aumentan, abro los ojos y miro a Daemon, desarmando la pistola, con los ojos cristalizados por las lágrimas, miro a Tyler por última vez y le doy un beso en la frente, salimos por la ventana de su cuarto. Mientras bajo oigo como Tyler llora y grita llamando a sus padres que llegan enseguida.
Nos vamos lo más rápido que podemos, al pasar junto a la obra Daemon destroza la pistola todo lo posible y la tira a la hormigonera, que está lista para mezclar y echar el cemento mañana a primera hora y hacer desaparecer la pistola, vamos al coche y nada más sentarnos Daemon se quita la chaqueta manchada de sangre y la mete en una bolsa de plástico, me mira y yo me auto abrazo.
- ¿Estas bien?
-No... pobrecito...
-Tú no tienes la culpa-se pone a conducir y yo miro al suelo-, estará bien.
-Pero es que... es monísimo... y su hermano es mi mejor amigo... me siento fatal...-llegamos y bajamos del coche, aun mirando al suelo.
-Tendrá unos cinco años, con un par de visitas al psicólogo se le pasará.
-Pues creo que yo no voy a poder dormir... ver a un niño de cinco años llorando como lloraba... sangrando así...-un par de lágrimas escapan por mis ojos y Daemon pasa su brazo por mis hombros, haciéndome sentir un poco mejor.
-Tranquila, se recuperará, si te sirve de consuelo, la bala se ha enterrado muy poco, así que pronto estará bien-asiento y me da un beso en la frente-. Ve a dormir, ambos lo necesitamos. -le sonrío y me voy a mi cuarto, me cambio, echo la ropa al cesto de la ropa ensangrentada y voy al baño, cuando me limpio veo que el papel esta ensangrentado y suspiro, tengo una suerte increíble, ahora voy a estar más inaguantable de lo que ya estoy por todo lo que me pasa, me voy a mi cuarto y me tumbo en la cama, empiezo a llorar y eso me cansa lo suficiente como para caer dormida.
Por la mañana me despierto y me preparo, bajo y desayuno ignorando a Daemon, que intenta animarme de cualquier modo, desde el humor negro que suele animar tanto a criminales como policías, hasta los chistes tontos que me hacen reír cuando tengo un ataque de risa, pero nada funciona. La culpa y el miedo me atacan, y para colmo hoy tengo clase con el profesor de matemáticas, el señor Young... espero que no venga, me da igual porque, pero si viene Jayden sabrá que he empezado a matar otra vez... y acabará sacándome de algún modo que veo fantasmas...
Salgo sin despedirme de Daemon y me dirijo al instituto, aun con la cabeza llena de pensamientos sobre todo lo que sucede, cuando entro al instituto dejo mis cosas en la taquilla y me voy a clase, me siento y Jay entro con Kyle y Derek, me da que Kyle todavía no sabe lo que le ha pasado a su hermano, y no quiero contárselo yo, será mejor que se lo digan sus padres.
Jayden se sienta a mi lado y me mira, evito su mirada.
-Hola. -miro hacia otro lado, pero el parece no rendirse porque sé que quiere hablar conmigo e insistirá hasta que le hable o le diga algo, pero no quiero que me sonsaque todo lo que intento ocultarle para que confíe en mí, además, después de lo que le dije ayer y de lo que me dijo el puedo hacerme la enfadada y no sospechara nada.