Frío Como El Hielo (Homosexua...

By kawaii_sush

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Alex es un adolescente de 18 años que es obligado por sus padres a ir a un internado en Alemania, cuando Alex... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo Final.
Nota Final

Capítulo 22

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By kawaii_sush

[Pov-Alex]

En una media hora teníamos que partir hacia Noruega, allí es donde se encuentra la casa de campo de mis padres, todos pasamos los exámenes, anoche no dormí casi nada, mi mamá con sus mensajes nocturnos hace que no pueda ni cerrar los ojos, suspiré y miré a Damien quien se había quedado dormido en el sofá, me sentí muy culpable en ese momento, el se había quedado despierto anoche, acompañandome.

Entré la última prenda en mi maleta la cual estaba abierta sobre nuestra cama, la cerré y me acosté, escuché la puerta abrirse, los chicos entraron con pequeñas sonrisas en sus rostros.

Me levanté de la cama y les sonreí, miré algo preocupado a Alexis, el tenía ojeras bajo los ojos y parecía que no habia dormido en días, Fred se veía un poco más tranquilo.

Sus padres los llamaron y les dijeron que ellos también estarán en la casa de campo para navidad, Alexis y Fred les contaran sobre Matt y Adrian. Los tres estamos en las mismas. Todos tenían sus maletas en mano.

—Todo saldrá bien chicos. —Les dije con falsa confianza. Todos sonrieron más cuando dije eso.

Comenzaron a hablar entre ellos, yo suspiré, eso bastará por ahora, más animado caminé hacia el sofá a despertar a Damien.

—Damien... —Lo llamé moviendolo suavemente, sus ojos se abrieron y su mirada se posó sobre mi. El me sonrió y acarició mi rostro. Luego se levantó y saludó a los demás.

Damien tomó su maleta y la mía, todos salimos, caminamos hacia el estacionamiento, el internado estaba desierto, todos se habian ido para sus hogares por navidad, solo quedaban unos pocos, el cielo está nublado, lo miré y suspiré, cuando llegamos al estacionamiento, subimos las maletas en los autos de Damien y Rose, nos montamos y nos fuimos hacia el lugar donde se encontraba el jet privado de la familia Maxwell.

Recuerdo la cara de shock que pusimos todos cuando Rose nos dijo que tenían un jet privado, todos estabamos hablado y riendo hasta que mi celular sonó.

Vi que era una llamada de mi mamá, todos se callaron y me hicieron señas para que pusiera el altavoz. Yo me mordi el labio y asentí, contesté y lo puse.

—Hola mamá. —Dije mirando por la ventana, miré a Damien y el estaba mirando al frente, ya que estaba conduciendo.

—Alex cariño, te llamo para decirte que tus tíos y nosotros iremos mañana a la casa, nuestro vuelo se atraso por lo que no llegaremos hoy. —Dijo ella con voz entre enojada y triste, Matt, Sasha, Alexis y Damien que eran los que estaban en este auto se vieron algo aliviados, yo suspiré.

—Oh que mal y yo que quería verte hoy. —Dije con un tono algo triste, aunque mi mamá me torture inconscientemente con sus mensajes emocionados, yo quiero verla, después de todo es mi madre y llevo meses sin verla.

—Mi bebé nos veremos mañana, pasale el mensaje a Fred y a Alexis, me tengo que ir, cuidense, los amo. —Dijo ella en un tono cariñoso.

—Está bien, hasta mañana. —Dije colgandole, todos soltamos el aire retenido en cuanto corté la llamada, sonreimos.

Cuando miré alrededor otra vez, vi que habiamos entrado en una pequeña pista de aterrizaje, con los ojos como platos vimos los jets privados que habian, eran de distintas familias, Damien condujo hacia una especie de estacionamiento interior, al igual que Rose, estacionaron allí y todos salimos, tomamos las maletas y seguimos a Rose, mientras los demás miraban los jets de lujo yo iba sumido en mis pensamientos hasta que una mano agarró la mía, levanté la vista y vi a Damien a mi lado, agarrando mi mano pero mirando al frente, hablando con Fred, yo sonreí mirandolo y entrelace nuestros dedos.

Si mis padres no nos aceptaran yo... Yo no se que haría. Siento una presión en el pecho cada vez que pienso en eso. Miré hacia un lado y me topé con la sonrisa tranquilizadora de Alexis, lo miré con curiosidad y sonreí, el que parece que lo está pasando peor de los tres es Alexis pero, aún así tiene esa sonrisa para los demás.

Adrian estaba casi durmiendose mientras abrazaba uno de los brazos de Fred, Sasha y Rose iban delante hablando de sabrá dios qué, aunque seguro estan hablando de Austin, sonreí mirandolos a todos, tengo amigos con los cuales contar si las cosas salen mal, miré a Damien, también lo tengo a él...

Pensé mirandolo con una sonrisa, el me miró seductoramente, me sonroje y miré al frente, sintiendo su mirada sobre mi aún.

Rose se detuvo frente a un Jet blanco con dorado, la puerta estaba abierta y de ella salió un señor de unos cincuenta años con una gran sonrisa, Rose se acercó y lo abrazó sonriendo, el la saludó y nos miró.

—Buenas tardes, mi nombre es Mario y seré su piloto el día de hoy. —Nos dijo sonriendo, todos los saludamos y sonreimos.

Mario nos miró picaramente a Damien y a mi, yo me sonroje y dejé de mirarlo, el entró al jet y nos llamó a todos.

Un hombre de unos 30 años, se llevó nuestro equipaje, nosotros subimos al jet siguiendo a Mario, abrimos los ojos como platos al ver tanto lujo, todo era blanco con diseños dorados, las ventanas tenían unas cortinas cuidadosamente bordadas, los asientos eran cremas, todos tenían cojines dorados, había una tv, más allá se veía una mini-cocina morderna y lujosa, Rose y Damien tenian expresiones divertidas mirando nuestras caras, todos los que estan aquí tienen familias con mucho dinero pero... Tener un jet como este... Wow, esto es otro nivel, sin más todos nos sentamos, Rose con Sasha, Adrian con Fred, Matt con Alexis y yo con Damien.

Cuando me senté sentí lo cómodo que eran los asientos, suspiré con una sonrisa, Damien se rió levemente al ver mi cara de satisfacción.

—Esto es increíble. —Le dije mirandolo con sinceridad, el sonrió dulcemente, los demás asintieron ante mis palabras y comenzaron a hablar.

Miré su mano, la cual agarraba la mía firmemente, sonreí y miré por la ventana como despegabamos, ya habia comenzado a llover, bostece y me quedé unos minutos mirando como todo abajo se veía cada vez más y más pequeño, miré a los demás. Adrian se habia quedado dormido, Fred lo abrazaba y mensajeaba con una mano, Alexis y Matt estaban susurrandose cosas, ya me imagino el que al ver el rostro sonrojado de Alexis y la sonrisa pervertida de Matt, Sasha y Rose miraban una película y se reían. Damien tenia sus ojos cerrados y yo estaba por quedarme dormido, bostece otra vez y recoste mi cabeza del asiento y dos minutos después me quedé dormido...

Cuando desperté mi cabeza estaba sobre el hombro de Damien, el estaba hablando con Rose quien estaba parada frente a nosotros, ellos me miraron en cuanto me moví, Damien me sonrió y acarició mi cabello, yo le sonreí tímidamente, Rose me extendió su celular con una deslumbrante sonrisa, yo algo confundido lo tomé y me sonroje al ver las fotos que nos había tomado a Damien y a mi, en una ambos estabamos dormidos, en otra Damien estaba despierto y me miraba con una sonrisa mientras yo dormía sobre su hombro y en otra el me daba un beso en los labios, puse una expresión de felicidad en mi rostro.

Cuando levanté la vista del celular Damien y Rose estaban mirandome con ternura, yo me sonroje aún más y aparte la vista hacia la ventana, de reojo vi que no me dejaban de ver, quería pedirle a Rose que me las enviara pero me daba vergüenza hacerlo cuando ellos estaban mirandome de esa manera.

Sin mirar a Rose le pasé su celular, escuché su suave risa.

—No te preocupes, te las enviaré. —Dijo ella mirándome, yo la miré y asentí algo apenado.

Ella se fue, Damien me hizo mirarlo y me besó suavemente, yo le seguí el beso, cuando nos separamos, suspiré y miré a los demás, ellos se estaban abrochando los cinturones, Damien abrochó el mío y el de el, ya habiamos llegado...

~Media hora después~

El autobus se detuvo al final de la calle, todos nos bajamos, por aquí no habia ni una casa cerca, todos me siguieron, yo iba con Damien adelante, caminamos por media hora más hasta llegar a un bosque, todos me miraron con duda.

—Alex... ¿Estás seguro que es por aquí? —Dijo Adrian al ver lo alejado que estabamos de la civilización. Yo asentí con algo duda.

—Bueno... Jeje, eso creo. —Dije en voz baja para que no me escucharan bien, todos escucharon y me asesinaron con la mirada.

—¡ALEX! —Gritaron todos menos Damien, yo me sobresalte y me escondi detrás de él.

Ni Alexis ni Fred recuerdan el camino ya que tienen años sin venir, y... ¿Qué puedo decir de mi? Yo no soy muy bueno recordando caminos. Tragué duro y me adentre en el bosque.

—Siganme, es por aquí. —Respondí, todos me miraron con desconfianza pero aún así me siguieron.

Después de dos horas de dar vueltas por el bosque, ya habia oscurecido bastante, suerte que Fred había traído linternas, todos estaban hambrientos y con ganas de asesinarme, lo hubieran hecho si no fuera por que Damien está conmigo. Vi un río y supe que más allá estaba la casa. Sonreí y los miré.

—¡Allá está! —Dije con una sonrisa, todos arquearon las cejas.

—Haz dicho eso como díez veces hacia díez direcciones distintas, y en ninguna estaba. —Dijo Sasha espantando los mosquitos, todos estuvieron de acuerdo con ella, yo sonreí apenado.

—Ahora hablo en serio, está por allá. —Dije mirandolos seriamente, todos tenían auras asesinas a su alrededor.

—¿Entonces antes no estabas hablando en serio? —Preguntó Fred con los ojos entrecerrados.

—Solo siganme. —Dije suspirando, estoy muy seguro de que está por allá, todos suspiraron y me siguieron.

—Escuchame bien hijo de tu mami si no es por aquí te castrare y si Damien se entromete lo castrare a el tambien. —Dijo Sasha con voz y mirada aterradora, Damien y yo tragamos duro.

—¿Estás seguro de que es por aquí? —Me preguntó Damien en voz baja caminando a mi lado, yo lo miré y asentí. El me miró y sonrió aliviado.

Después de pasar el pequeño río, más allá, estaba la casa, yo puse una sonrisa triunfante mirando a los demás, ellos miraban la casa con alivio mientras se secaban los sudores.

Miré la casa, era una casa de campo de dos pisos, se veía rústica y moderna a la vez, había un camino que llevaba a la puerta de entrada, habia un jardín de rosas que parecía adherirse a una de las paredes exteriores de la casa, tenía grandes ventanales, miré al cielo, estaba lleno de estrellas, caminamos hasta la puerta de entrada, saqué una llave de mi bolsillo y abrí la puerta, todos entramos, aprendí las luces y abrí los ojos sorprendido, al parecer habían remodelado la casa por dentro, el piso era de madera, estaba reluciente, las paredes estaban igual, habían cuadros de paisajes y frutas.

Mas allá se veía una gran escalera que daba al piso de arriba, los muebles eran negros y marrones, habia una chimenea, habían dos puertas más, una de ellas daba a la habitación de mis padres, entré por la otra puerta mientras los chicos exploraban los otros lugares, vi que era la cocina, también la habían remodelado, habia un gran mesón de mármol y electrodomésticos modernos, abrí la nevera, estaba llena de comida, supongo que mi mamá envió a alguien, vi otra puerta así que la abrí, esta daba al patio trasero, en este habia una piscina con jacuzzi, tenía agua y hojas dentro de ella, era un patio bastante extenso, también habia una parrilla, sin mirar más volví a entrar.

—Es una casa hermosa. —Dijo Rose mirando por una de las ventanas hacia el patio, yo sonreí. Los otros asintieron.

Subimos al segundo piso, allí estaban las habitaciones, todas tenian lo mismo, un baño con tina y ducha, una cama matrimonial, mesitas de noches, ventanas, armarios, espejos etc... Pero, habia una que estaba al fondo que tenia un balcón, que mostraba un paisaje hermoso. Solo yo sabia eso, bueno, mis primos también lo sabían... Creo que lo han olvidado, mejor para mi.

—Todas son iguales, vamos a repartirlas, Damien y yo tomaremos la última. —Dije con una sonrisa inocente, cuando salimos de la segunda habitación.

Damien soltó una risita y los demás me miraron con sospecha pero luego asintieron. Repartimos las habitaciones y fuimos a desempacar. Damien y yo nos fuimos a nuestra habitación, cuando él vió el balcón se rió. Yo me sonroje y me tiré en la cama, el se acostó sobre mi poniendo su cabeza sobre mi barriga, yo acaricie suavemente su cabello negro mientras sentía un zoológico en el estómago. Nadie sabe que pasará mañana. Pero sé que, pase lo que pase Damien estará conmigo.

El levantó mi camiseta y pasó su lengua por mi ombligo, mi piel se erizo e inconscientemente levanté la pelvis, mi cara se puso roja hasta las orejas al ver la mirada pervertida de Damien cuando hice eso. Cambié nuestras posiciones quedandome yo arriba, Damien me miraba en silencio.

Me mordi el labio nervioso por lo que estoy a punto de hacer. Me paré de la cama y cerré la puerta con seguro, Damien aún seguía mirandome fijamente, yo caminé hacia el, me quité la camisa y bajé mis pantalones, quedandome solo en boxers, Damien se mordió el labio mientras miraba mi cuerpo sensualmente de arriba hacia abajo.

—¿Qué vas a hacer gatito? —Preguntó el con curiosidad y deseo en su voz, yo lo miré sonrojado y puse un dedo sobre sus labios cuando me acerqué nuevamente a el.

Me subí sobre el y le quité la camiseta, algo se encendió en su mirada, besé su cuello y su pecho, le bajé los pantalones lentamente hasta quitarselos, lo miré pervertidamente, el se sorprendió al ver mi mirada y luego sonrió con malicia, yo ya tenía una erección.

Sonreí de lado y le bajé los boxers dejando libre su erección, tragué duro y miré su gran miembro, el tenía los brazos cruzados detrás de su cabeza disfrutando el show que le estoy dando, yo me sonroje más y me acerqué a besarlo, le mordi el labio inferior con sensualidad, luego me aparte, sus ojos brillaban, me paré de la cama y me quité los boxers, quedando totalmente desnudo delante de el, Damien tragó fuerte.

Yo me acerqué a su miembro y con la mano lo masturbe un poco, escuchando los pequeños jadeos que salian de entre sus labios, el cerró los ojos, yo sonreí y me subí en la cama otra vez, acerqué mi lengua a su miembro y lamí la punta, Damien abrió los ojos como platos y me miró, yo puse una sonrisa juguetona y comencé a lamer su miembro como si de una paleta helada a punto de derretirse se tratara, es la primera vez que le hago esto, con mis manos toqué sus testiculos, Damien soltó un gemido ronco, yo comencé a meter su miembro en mi boca, lo chupe usando la lengua y los labios, la respiración de Damien era irregular, solo lo pude meter en mi boca hasta la mitad, era demasiado grande, lo saqué y subsione la punta con los labios, comencé a tocarlo con mis manos, luego volví a meterlo en mi boca, chupandolo rápidamente, miré a Damien, el me estaba mirando maravillado mientras gemia, de la punta comenzó a salir un poco de pre-semen, lo chupe más rápido, sin avisar Damien soltó un gran gemido y se corrió dentro de mi boca, yo me sonroje hasta las orejas mientras me lo iba tragando todo, me entraron arcadas pero lo controle, se había corrido demasiado, sabia un poco amargo, Damien tenia una cara de estupefacción mientras me miraba tragarlo todo, cuando terminé de tragarlo casi me ahogo, me limpié un poco que se me había salido.

Cuando volví a mirar a Damien el me agarró por las caderas y me puso debajo de el, lo miré a los ojos, el parecia poseído por la lujuria, sentí una corriente eléctrica por todo mi cuerpo y tragué duro al saber lo que viene... Damien devoró mis labios con un beso húmedo, metió dos dedos en mi boca, los sacó de inmediato y me penetró con ellos mientras chupaba mi cuello, haciendome gemir fuertemente, sacó sus dedos y masturbo un poco su miembro erectandolo aún más de lo que ya estaba, me mordi el labio con fuerza y lo miré, el me sonrió con perversión y metió todo su miembro de una estocada en mi ano, yo grité del placer que sentí y algunas lágrimas se me salieron, Damien abrió más mis piernas y comenzó a embestirme salvajemente, yo gemia y gritaba su nombre, creo que todos me escucharon, Damien levantó mis caderas y me embistió rápidamente, yo respiraba con dificultad y arañe su espalda, después de unos minutos terminé corriendome sobre su pecho mientras gritaba su nombre, el se corrió dentro de mi y me besó con pasión al salir de mi interior. Yo le sonreí con cansancio, el también me sonrió. Cerré los ojos, mientras lo escuchaba ir al baño, los abrí cuando lo sentí limpiando mi trasero, el me miró con amor.

—Jamás dejas de sorprenderme. —Dijo acostandose a mi lado después de limpiarse.

Yo le sonreí, el me atrajo hacia su pecho y tapó mi cuerpo con las sábanas blancas. Yo me acurruque contra su pecho y bostece.

—Te amo. —Dijo en un susurro dandome un beso en el cabello.

—Yo también te amo Damien. —Le respondí abriendo un poco los ojos para verlo, el sonrió y acarició mi cabello.

Yo cerré los ojos y me quedé dormido deseando que todo salga bien mañana...

. . .

Cuando desperté Damien aún estaba dormido, sonreí mirandolo y me levanté a duras penas de la cama, el trasero me dolía a horrores, caminé hasta el baño, me cepille los dientes y me di una ducha fría, cuando salí del baño Damien estaba sentado en la cama, al verme sonrió y me llamó con un dedo, yo me acerqué cautelosamente.

Cuando llegué hasta el, me agarró de la cintura con suavidad, me quitó la toalla y me acostó en la cama, yo me sonroje y el abrió mis piernas, vimos que estaba levemente sonrojada la zona alrededor de mi entrada, miré a Damien haciendo un pequeño puchero con las mejillas sonrojadas. Con un dedo el acarició la zona lo que hizo que yo contrajera mi entrada.

—Me duele pervertido. —Le dije algo apenado, el asintió con una sonrisa calmada. Y me giró, dejandome boca abajo.

—Lo sé gatito. —Dijo Damien mirando pensativo mi trasero.

Acercó sus manos y comenzó a masajearlo lentamente, yo gemi levemente, se siente delicioso, el masajeaba la zona cerca de mi entrada, sus dedos expertos tocaban mi trasero suavemente aliviandome el dolor, creo que podria morir ahora mismo y moriría feliz. Suspiré y cerré los ojos. Lo hizo por media hora. Cuando el terminó el masaje me dio la vuelta otra vez y me besó, mis mejillas se tiñeron de rojo. El sacó un boxer de mi maleta y me lo puso, yo lo miré en silencio.

—Me iré a bañar. —Dijo tomando su toalla y guiñandome un ojo antes de desaparecer por la puerta del baño. Yo sonreí y me levanté de la cama.

Me vestí y bajé al primer piso, entré a la cocina, Rose habia hecho el desayuno, todos estaban allí, comiendo y riendo, los saludé y me senté en uno de los banquillos. Rose me sonrió y puso frente a mi un gran desayuno, le sonreí.

Mientras desayunaba todos se callaron y me miraron, yo arqueé las cejas y los miré.

—Alex... Pensábamos que no podrías pararte hoy. —Dijo Alexis soltando una risita, Fred, Sasha, Rose y Matt le siguieron.

—¿De qué hablan? —Dije mirandolos confundido. Adrian me miró y se sonrojo.

—Anoche se escuchó todo. —Me dijo en un susurro, yo me puse como un tomate, todos se rieron.

—¿De qué se ríen? —Preguntó Damien entrando por la puerta, todos aumentaron su risa al ver su cara de confusión.

Damien me miró y se acercó a mi abrazandome por detrás.

Todos se callaron al escuchar bocinas tocando a fuera de la casa, todos mi cuerpo se tenso, al igual que el de Damien, miré a los chicos, Alexis estaba pálido, Fred se levantó de la silla y nos miró.

—Iré a abrir. —Dijo él al ver que yo no me movía, yo asentí lentamente.

Cuando Fred se fue, yo me levanté de un tirón de la silla y miré a Damien, sentía un nudo en el estómago y comencé a sudar, creo que tendré un ataque de pánico en este momento, Damien me abrazó. Yo suspiré contra su pecho, me aleje un poco y lo besé.

—¡Aleex! —Escuché la voz de mi mamá llamandome, abrí los ojos como platos y miré a los demás, todos me sonreían con confianza.

Suspiré otra vez y caminé lentamente hacia la sala, cuando entré vi a mis padres y a mis tíos allí, mi mamá corrió con una sonrisa gigante hacia mi y me abrazó, yo la abracé y le sonreí con calidez cuando nos separamos, ella se puso a inspeccionarme con una sonrisa.

—Cuanto has crecido, estas hermoso. —Dijo ella tocando mi rostro, yo me sonroje. Y ella se rió.

Mi papá se acercó a mi y me saludó con una sonrisa, yo lo saludé al igual que a mis tíos.

—¿Donde está mi Alexis? —Preguntó mi tía.

En ese momento Alexis salió de la cocina y se acercó a su mamá, esta lo abrazó sonriendo, el hizo lo mismo, luego saludó a su serio padre. Yo tragué duro y miré detrás de mi, Sasha, Matt, Adrian, Rose y Damien salieron de la cocina.

Mi mamá los miró a todos sorprendidos, saludó a Sasha y a Matt, le presenté a Adrian, ella lo saludó y se quedó mirando con una sonrisa a Rose y Damien.

—¡Rose, Damien que grandes estan ustedes! No sabía que conocían a mi hijo, ¿Como está Edward? —Preguntó ella con una gran sonrisa. Damien y Rose tenian los rostros desencajados al ver a mi mamá.

Los demás estabamos en shock, ellos ya se conocen, mi padre también se acercó a saludarlos. Al igual que mis tíos.

—Ann, gracias, él está bien, no sabía que Alex era hijo de usted. —Dijo Rose mirandola con sorpresa. Damien asintió mirando a mi madre.

Mi mamá sonrió picaramente hacia Rose, Oh no.

—Rose supongo que tu y A...

—No mamá. —Dije cuando ella ya estaba insinuando que Rose era "mi supuesta novia" todos me miraron, mi mamá se sorprendió y miró a Sasha.

—Uh Sasha no sabia que tu y Alex llega...

—Tampoco. —Dije mirando hacia el suelo. Mi mamá miró hacia la escalera.

—Ya se, seguro sigue dormi...

—No. —Dije en voz baja apretando las manos en puños.

—¿Entonces donde está? —Preguntó mi padre ahora. Él y mi mamá se sentaron.

Todos esperaban mi respuesta, yo levanté la vista y miré a mis padres ellos me miraban con cejas arqueadas. Comencé a sudar. Miré a Damien, el estaba tranquilizandome con la mirada, suspiré.

—Bueno... El asunto es que... Yo... Pues... Bueno... —Comencé a vacilar sin poder evitarlo, estaba muy nervioso, mi mamá me miró arqueando las cejas.

—Déjate de rodeos Alex. —Dijo ella mirandome, sentí que sus ojos azules ya estaban juzgandome. Me relami los labios y los miré. Tengo un mal presentimiento, no quiero decirlo aun así debo hacerlo.

—Yo... No tengo novia... Yo... Yo tengo... Tengo... Novio... Y es Damien. —Dije en voz baja. Mi mamá se quedó mirandome fijamente, mi padre fruncio el ceño, mi tía abrió mucho la boca, mi tío me miró con las cejas arqueadas. Mi mamá comenzó a reirse, yo la miré juntando las cejas, mi corazón esta latiendo rapidamente.

—Alex tu sentido del humor siempre fue algo extraño, cariño ¿Terminaste con tu novia? —Preguntó ella levantandose y caminando hacia mi. Yo me mordi el labio y negué, la miré directamente a los ojos.

—Hablo en serio. —Dije mirandola seriamente.

Ella abrió los ojos como platos al igual que la boca, llevó una de sus manos hasta su pecho y me miró atentamente, luego miró a Damien.

—¡¿MI ÚNICO HIJO GAY?! ¡NO VOY A ACEPTAR ESO! —Sentí mi corazón detenerse en ese momento, todo el color se fue de mi rostro al escuchar eso, miré a mi padre con tristeza cuando dijo eso. Mi madre me miró en silencio, todos estaban callados.

—Lamento que no lo aceptes pero eso no cambiará nada. —Le dije a mi padre en voz baja, él se levantó furioso y caminó hacia mi.

—¡NO ERES GAY! —Gritó él levantando la mano dispuesto a abofetearme, yo lo miré con sorpresa y mis ojos se llenaron de lágrimas, él que me enseñó que la violencia no es la solución esta a punto de pegarme, levanté la cabeza esperando el golpe, Damien le agarró el brazo con fuerza cuando su mano estaba a punto de chocar contra mi mejilla y lo miró fríamente.

Mi madre tenía una expresión de terror mirando a mi padre, todos estaban en shock. Damien me miró y yo traté de sonreír aunque me salió una horrible mueca, me mordi el labio inferior, estaba apunto de comenzar a llorar, miré a mi padre, el estaba algo sorprendido al ver que habia estado a punto de golpearme, me di media vuelta y subí las escaleras en silencio, bajo la atenta mirada de todos, entré en la habitación y la cerré la puerta suavemente.

Desde que cerré la puerta dejé que las lágrimas que estaba reteniendo salieran, mojando mis mejillas, sabía que podría pasar algo como esto aún así tenia una pequeña esperanza de que mis padres comprendieran. Golpeé la pared con mucha fuerza haciendo que mis nudillos sangraran, maldije y fui al baño, dejé que el agua corriera en el lavamanos y metí la mano bajo ella, siento una gran presión en el corazón, no puedo creer que mi padre hubiera hecho eso, esa fue la primera vez que me levantó la mano, me senté en el frío piso del baño, miré como la sangre seguía saliendo pero me dio igual, abracé mis piernas.

Escuché la puerta abrirse y un furioso Damien entró por ella, lo miré mientras me secaba las lágrimas, no quería que me viera así, el me miró y suavizo el rostro, al ver mi mano sangrando fruncio el ceño y se acercó rápidamente a mi.

—¿Alex que pasó? —Preguntó algo alarmado tomando mi mano con delicadeza.

—Yo-o... —La voz no me salía, comencé a llorar otra vez, Damien me miró con preocupación y me abrazó con fuerza mientras me susurraba palabras de amor al oído...

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