***REVISADO***
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Sean o'pry (Tom, ex-novio de Rose, amigo de su hermano)
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Jeremy me sonríe y abre los brazos. Le devuelvo la sonrisa y me lanzo sobre él, ahí es cuando veo que hay alguien más detrás. Por un momento me quedo en shock, hacía mucho tiempo que no lo veía.
– Cuanto te he echado de menos.- dice mientras me separa cogiéndome por los hombros y mirándome de arriba abajo.- ¡Estas guapísima!
Jeremy y yo no nos veíamos desde hace un poco más de un año. Este verano estuvo haciendo prácticas y durante el curso prefería quedarse en su piso ya que nuestros padres siempre se iban en fiestas, Leah se quedaba en el internado y yo me iba con Claire. Puede parecer que no tengamos una relación estrecha pero es todo lo contrario, nos hemos ayudado siempre y hablábamos todos los días, simplemente nuestra casa no era el mejor lugar donde estar y a ninguno nos apetecía mucho estar en ella.
Muevo la cabeza para salir de mi estupor. Miro a mi hermano y le veo más maduro, tiene el pelo más largo y se está dejando barba.
– ¿Y esa barba?- le pregunto tocándosela.- Estas raro.
– Necesitaba un cambio.- me dice sonriendo. Entiendo.
Me aparto de la puerta para que pueda pasar al interior de la casa y veo como se aproxima a mí el amigo de mi hermano. Sé que se dirige a abrazarme, lo conozco demasiado bien pero unos carraspeos le frenan y yo le sonrío con cariño.
– Chicos, él es Jeremy, mi hermano.- Mi hermano frunce el ceño dándose cuenta de que no hay ninguna chica.- Y este de aquí es Tom.- digo cogiéndole de la mano y metiéndolo en la casa. El mira nuestras manos y yo me sonrojo soltándosela bruscamente. Los chicos se acercan a ellos y se van presentando.
Mi hermano no deja de fruncir el ceño hasta que Jayden le comenta que tiene un amigo que también estudia medicina en Princeton, el estudia medicina, y afortunadamente se conocen. Tras eso la frente de mi hermano se vuelve lisa. Les miro a todos con una sonrisa, parece que todo va bien y es cuando me doy cuenta de que alguien me mira, Tom.
Se aleja del grupo y se acerca a mí. Trago saliva y le muestro una sonrisa nerviosa.
– Estás muy guapa.- me dice. Le miro con una mezcla de añoranza y tristeza.
– Tom... para mí todo sigue igual.- le digo mientras él me coge de las manos y me las acaricia.
– Lo se.- me dice sonriéndome sinceramente.- Ahora calla y abrázame.- dice tirando de mis manos y colocándolas alrededor de su cuello.
Nos juntamos en un abrazo que me trae agradables recuerdos. Él tiene las manos justo en la curva del final de mi espalda y me aprieta contra él hasta que casi no podemos respirar. Me da un beso en el cuello e inspira provocando que se me ponga la piel de gallina. Cuando miro hacia el grupo veo que siguen hablando como si nada, excepto Ryan, Dylan y Jayden que me miran con interrogantes en sus caras. Cierro los ojos centrándome en Tom, recordándonos.
Tom y yo fuimos novios en su último año de instituto. Yo tenía casi 17 y el 18. Mi hermano y él eran inseparables desde siempre, es más, yo había jugado con ellos muchas veces cuando éramos más pequeños. Él siempre me había ayudado en todo y yo era consciente de lo guapo que era pero era el mejor amigo de mi hermano y yo pensaba que me veía solo como una amiga.
Eso cambió cuando estaba de fiesta y todos mis amigos se fueron dejándome sola. Llame a mi hermano pero no me contestó así que con un poco de vergüenza por haber sido abandonada e ir un poco borracha llame a Tom. La espera se me hizo eterna, pero en realidad tardó demasiado poco. Me llevó a casa en silencio. Apretaba el volante con tanta fuerza que tenía los nudillos blancos y sus labios eran una fina línea. Cuando baje del coche él se acercó a mí. Yo me iba a disculpar con el porque seguro que había interrumpido algo y se había sentido obligado a ayudarme por mi hermano, por eso me sorprendió tanto que me cogiese la cara y me besase.
Al día siguiente pensé que se arrepentiría, que solo había sido un impulso y sin importancia pero cuando baje a la cocina él estaba ahí, con mi hermano, me miro y sonrió haciéndome gestos para que me sentase a su lado. Al principio no hizo nada, notaba su mirada sobre mí y yo solo podía notar mis latidos desbordantes. Cuando sus dedos empezaron a trazar círculos en mi muslo mi respiración paró.
Estuvimos un tiempo con encuentros fugaces, citas de noche y besos robados hasta que un día mi hermano entró en mi habitación. Tuve mucho miedo en ese momento. Mi hermano no sabía lo que Tom y yo teníamos, habíamos decidido ir descubriendo que queríamos y que sentíamos antes de decir nada para que no saliese afectado. Tom se lo había contado porque decía que yo me merecía más que estar escondiéndonos y el primer paso era contárselo a mi hermano. Ese mismo día me di cuenta de que estaba enamorada de él y el de mí y mi hermano no pudo poner ninguna pega a eso. Su amistad al principio fue un poco tensa pero no duro mucho, al poco tiempo volvíamos a salir los tres al cine o a jugar a videojuegos. Mientras estábamos con el, nuestras muestras de afecto eran más reducidas y eso hizo que la situación fuese como siempre había sido.
Tom fue el primero y el más especial hasta ahora. Él no era virgen y sabía que yo no quería todo ese tema de velas y música clásica. Una noche me hizo la cena, vimos una peli y estuvimos hablando hasta las tres de la mañana. Yo estaba nerviosa, emocionada y excitada, así que sin pensarlo mucho me lance sobre él. En todo momento Tom me dejó experimentar sin imponerme nada, ambos nos dimos placer y en el momento de la penetración solo se centró en mí. No puedo decir que conseguí explotar pero me sentí satisfecha. Ver su placer me daba placer a mí y el corazón se me hinchaba al ver el amor en todas sus caricias. A la mañana siguiente fue mucho mejor, yo ya no tenía molestias y nos dejamos llevar a partir de ese momento.
Estuvimos poco mas de un año saliendo. Terminamos pocos meses después de las Navidades cuando él estaba en su primer año de carrera. Estábamos muy lejos y aunque queríamos que funcionase ambos teníamos muchas inseguridades. El asistía a muchas fiestas con chicas más maduras que yo y más inteligentes, y él tenía miedo de que yo me interesase por alguien de mi edad ya que con casi 18 años las hormonas en mi instituto estaban de rebajas. La tensión de estas situaciones y que nos podíamos ver muy pocas veces y las video-llamadas también escaseaban porque él tenía muchas prácticas y trabajos que hacer por lo que no tenía tiempo. Nos fuimos enfriando y aunque nos queríamos mucho en ese momento la situación nos superó. Intentamos que a mi hermano no le afectase en nada y poco tiempo después la situación se fue normalizando.
Actualmente soy consciente de que Tom sigue enamorado de mí, me lo ha dicho en alguna que otra ocasión. Yo por mi parte me di cuenta de que ese amor, que estaba sintiendo esos últimos meses, era de cariño de amistad, no de pareja. Estos últimos años nos hemos visto bastante, cada uno hemos salido con distintas personas, y aunque él entiende cuales son mis sentimientos sé que siempre está en alerta a cualquier indicio a que estos cambien.
Cuando vuelvo al presente los chicos ya no están en el pasillo. Me separo de Tom con una sonrisa un poco incomoda y sigo el ruido. Mike está repartiendo cervezas frías y mi hermano está sentado en el sofá hablando con Ryan. Noto a Tom detrás mío, así que con una mirada le digo que se una al grupo. Voy un momento a mi habitación para mandarle un mensaje a Claire, la muy traidora seguro que sabía que iba a venir Tom.
Los chicos deciden comer hamburguesas y como creen que se van a quedar con hambre también quieren pasta. ¿Dónde meten todo eso? Eddie y Josh van a comprar la comida así que aprovecho la situación para llevarme a Jeremy a mi habitación.
- Solo hay chicos.- Me dice cerrando la puerta de mi habitación
– Lo sé.
Jeremy se mueve por mi habitación observándolo todo con atención. Se queda mirando la estantería y coge el marco de fotos donde hay una foto de Leah, él y yo y veo como sonrie.
– ¿Por qué estás aquí?- pregunta dejando la foto en la mesilla.
– La situación en casa era inaguantable. La actividad favorita de mama era gritarnos a Leah, a papa y a mí. Papa no pasaba mucho tiempo en casa y cuando lo hacía mama no paraba de recordarle lo de Martha. Además, mama se pus...
– Espera..., espera... ¿Papa seguía acostándose con Martha?- pregunta sorprendido.
– ¿Tu lo sabías?- digo en tono acusatorio. Las orejas de Jeremy se tiñen de rojo y baja la mirada al suelo. Vaya, al menos se muestra avergonzado.
– Llevaban unos años haciéndolo, y un día les pille en su despacho. No fue agradable, pero bueno, nada comparado con las aventuras de mama.- dice.
No puedo evitar reírme. Al principio mi hermano me mira como si estuviese loca pero después se acaba contagiando. Es estúpido que nos estemos riendo por esto pero ¿Qué más podemos hacer?
– Nuestros padres son un poco peculiares, ¿no?- digo secándome las lágrimas por la risa. Sinceramente ya nada me sorprende.
– Comprendo por qué te fuiste, al fin y al cabo yo hice lo mismo y Leah también lo hará si todo sigue igual. Supongo que no tenemos a los mejores padres pero por lo demás hemos tenido mucha suerte, por lo menos nos tenemos a nosotros.- dice sonriendo y acogiéndome en su brazos.
– Que razón tienes
Jeremy y yo nos ponemos al día sobre nuestras cosas; chicas, las clases, los amigos, hasta que Dylan llama a la puerta avisándonos de la llegada de Eddie y Josh con la compra.
– ¿Estas bien aquí?- me pregunta mi hermano. Yo le sonrío y le abrazo.
– Siento que es mi casa. Desde el primer momento ellos han sido amables, cariñosos y divertidos conmigo. Me tratan genial y creo que nos irá bien.- digo rompiendo el abrazo.- Pero eso no significa que no quiero que vengas a verme.- él me sonríe y bajamos junto a los chicos.
Con las cosas ya aclaradas entre mi hermano y yo y viendo lo bien que se llevan los chicos con él puedo empezar a respirar con normalidad.
Ryan y yo empezamos a hacer la comida sincronizando nuestros movimientos en la cocina y sonriéndonos sin parar. Los demás han puesto la mesa en el jardín y ahora están viendo un partido de futbol que transmitieron la noche de la fiesta y que no pudieron ver. Mi hermano nos da una cerveza fría a cada uno. La música suena por la casa, las cervezas pasan de mano en mano y el olor de la comida envuelve el ambiente.
– Jeremy, ¿Sabías que Rose ganó a Eddie bebiendo chupitos?- niego con la cabeza imaginando la mirada reprobatoria de mi hermano.
– Lo lleva en la sangre.- dice mi hermano riendo. Lo miro con incredulidad, el me mira orgulloso y me levanta el pulgar en señal de aprobación. Una sonrisa se instala en mi cara, ¡Como le echaba de menos!
Comemos entre risas y anécdotas, la sonrisa no desaparece de mi cara. Este ambiente, esta comodidad y estos sentimientos es todo lo que he querido conseguir en mi casa, es un poco triste que me haya tenido que alejar de mi familia para poder conseguirlo.
Jeremy confiesa que se había enterado que yo estaba aquí por Claire y que habían aprovechado venir a visitar a unos amigos para venir a verme.
– ¿Así que no hubieses venido si no hubieras ido a ver a tus amigos?- pregunta Jayden chinchándolo. Hago caso omiso a esa pregunta porque sé que en realidad es al contrario, ha venido a verme y aprovecha que está aquí para ver a unos amigos.
– ¿Desde cuando hablas con Claire?- le pregunto mirándolo sospechosamente. Él se atraganta con la cerveza y Tom empieza a reírse.
– Yo no he dicho eso.- dice Jeremy limpiándose la boca y mirando a todos lados menos a mí.
– Si, lo has dicho.- digo con una sonrisa divertida.- ¿Te estas acostando con Claire?- pregunto con suspicacia. Mi cabeza está funcionando muy rápido ahora mismo e intento pensar en los detalles.- Claire me llamo dos días antes de que me fuera, llegaba tarde al trabajo porque se había acostado con alguien por la mañana, ¡Eras tú!
– Lo primero, Claire y yo no solo nos estamos acostando. Es complicado, vivimos muy lejos y no es fácil.- Jeremy me manda callar con un gesto.- Lo segundo, no fui a veros porque Claire me dijo que te ibas a ir y pensé que sería mejor venir a verte cuando ya estuvieras instalada aquí. No quisimos decirte nada porque tampoco sabemos cómo va a funcionar nuestra relación, como ya te he dicho es complicada, y no queríamos que te afectase si no salía bien.
Me llevo el botellín de cerveza a la boca intentando conseguir tiempo para pensar. Mi mejor amiga y mi hermano tienen una especie de relación a distancia, ¿Durante cuánto tiempo?
– ¿Hace cuánto que estáis juntos?
– Un par de meses, quizás tres. Quedamos cuando vino a Nueva Jersey, estuvo dos semanas ahí y no hubo día que no nos viésemos.- Miro a Tom que baja la cabeza cuando me fijo en él. Él lo sabía.
– Claire es una chica divertida, inteligente y buena. Siempre ve lo bueno de las personase incluso a veces es demasiado confiada, por eso le han hecho daño varias veces. Tú eres responsable, gracioso, cariñoso y te preocupas por los demás. Creo que Claire y tu harías una buena pareja.- le digo sonriéndole.- aunque me parece un poco irónica la situación. Yo salí con Tom y tú ahora sales con Claire.- digo riendo.- No me molesta, lo respeto y os apoyo como pareja, pero me hubiese gustado que me lo hubieseis contado desde el principio.
Jeremy me sonríe y se acerca a mi para darme un abrazo de oso.
– Muchas gracias, es muy importante para mí lo que has dicho. Claire me gusta de verdad.- dice mientras nos separamos.
Tom me mira y con la boca artículo "Hablaremos". El levanta la cerveza hacia mí y después le da un trago.
A las seis mi hermano y Tom se van a ver a sus amigos. Mañana volverán a la Universidad y en un par de semanas, Claire, ira a verle a él y una semana después vendrá aquí a visitarme. Prometemos hablar más y hacernos visitas con más frecuencia.
Antes de irse le hemos enviado a Claire una foto de los dos juntos acompañada del mensaje "Lo sé todo y estoy muy contenta por vosotros"
Recogemos la mesa y guardamos los restos de comida mientras los chicos se meten conmigo por todo lo que les ha contado mi hermano y Tom. Yo me rio y les devuelvo alguna cuando puedo.
Me ha gustado mucho como ha terminado siendo el día, lo bien que se han llevado todos y el buen ambiente que se ha creado. Los chicos son geniales y no tenía ninguna duda de que la velada iba a ser fantástica.
Josh nos llama a todos para que vayamos al salón tras recogerlo todo. Nos sentamos unos en el suelo y otros en el sofá preguntándonos que es tan importante.
– Como sabéis mañana empezamos la Universidad y en mi casa siempre hemos hecho una fiesta de pijamas para despedir el verano. El año pasado no lo hicimos porque no todos nos conocíamos y no teníamos tanta confianza, pero este año todo es diferente. Llevo un tiempo comprando unas cosas y solo me faltaba uno, el de Rose.- dice y todos fruncimos el ceño, ¿Qué ha comprado?
Josh saca de su espalda lo más necesario en una fiesta de pijamas. Grito emocionada mientras los chicos se ríen.
Esta noche va a ser divertida.
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15/10/2020
Espero que os gusten las correcciones hechas. Y a los que sois nuevos espero que os guste y que pese a los cambios no perdáis el sentido de la historia.
Gracias
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A ver si hay suerte esta vez y se puede ver
besos <3<3<3<3<3<3