- ¿Como te fue hoy, cariño?
- Bien, supongo
- Supongo que eres una idiota -dijo Michael riendo
- El idiota eres tu - dijo mi madre
Reí y me acorde de aquel momento con Zach.
Zach. Un hombre misterioso y eso me tenía loca de el.
Terminamos de cenar y le dije a mamá que tenía que salir por un libro. Pues ya no tenía nada que leer. Me tendió dinero y salí. Al salir me encontré con mi padre me dio un beso y me pregunto a donde iba y conteste.
Llegue a la librería. A lo lejos estaba Zach. El hablaba con una mujer que le coqueteaba. El sonreía incrédulo. Esa mujer era mucho mas hermosa que yo. Alta, cabello negro, ojos grises, labios gruesos y rojos; vestía con un mini vestido rosa fuerte. Tenía muchas curvas, busto y trasero. Cualquiera moriría por tener ese cuerpo o por tener una novia así. Lo mire de nuevo y sus ojos mostraban enojo, ella lo abrazo y lo beso. El sonrió. El corazón se me partió. Sentí como se me llenaban los ojos. Yo quería besar esa boca, yo quería abrazar ese cuerpo. Solo yo. Me vio. La aparto. Camina hacia mi. ¿Qué hago? Salir. No quería hablar con él al hablar lloraría. Salí. Camine hacia mi auto, cuando alguien me agarro del brazo voltee y era el. Me solté, subí, antes de que él pudiera decir algo. Arranque y fui directo a mi casa. A una cuadra de mi casa note que había hombres muy altos enfrente de esta. Sus ropas manchadas de sangre. Espere a que se marcharan y entre. Mi padre estaba ahí, ni madre también y mis hermanos también. Gracias a dios que no los lastimaron. No creo que se ahogan dado cuenta. Pero uno de aquellos hombres se me hacia muy familiar.
Ian. Era Ian.