Zach bajo del escenario. Lo quería abrazar. Fue muy lindo de su parte. Aquella mujer de la librería se acercó a mi. En ella desbordaba una rabia.
-Te dije que te alejaras de el.- me grito.
-Disculpa ¿quien eres?- respondí muy confundida.
-No te hagas la inocente. Todos aquí sabemos que eres una resbalosa.
Las lagrimas inundaban mis ojos.
-No se de que me estas hablando.- conteste casi sollozando.
Zach se interpuso entre las dos. Se sentía la tensión en el aire. Todos nos observaban.
-Lana, ella no tiene nada que ver con lo que paso entre nosotros.
-Me dejaste por esta zorra.
-Te deje porque ya me tenias harto con tus berrinches absurdos.
Zach tomo mi mano y la acarició. Ella se marcho hechando chispas. Zach me saco de ahí me subió al auto y después el.
-¿Quién era ella?
-Lana mi ex novia
-¿No era tu ex compañera?
-También, nos conocimos en el trabajo.
-Bájame aquí.
Estaba muy confundida. Quería pensar a solas.
-¿Que acaso estas demente? Claro que no. Te llevare a casa.
-¡Que me bajes aquí!- grite
Detenido el auto. Bajo. Antes que yo. Me abrió la puerta.
-Listo ya bajaste, ahora sube de nuevo.
-Iré caminando.
-Voy contigo.
-No- grite. Me sentía muy culpable por hacerlo.
-¿Segura?
-Si
Subió al auto. Empece a caminar. El condujo a la misma velocidad a la que yo caminaba. Iba a mi lado.
-No tienes porque enojarte. Eso paso hace mucho.
-Si eso lo entiendo. ¿Pero porque ella insistió que me había dicho que me alejara de ti pero yo nunca había hablado con ella?
-Olvídala. Esta muy confundida. No le hagas caso.
Paro el carro. Bajo. Corrió hacia mi y me estrecho contra su cuerpo y me beso. Nunca había sentido una sensación mas hermosa que esa. Sus labios eran tan suaves, puso sus manos en mis caderas y me atrajo hacia el. Se separó. Me miro a los ojos. Tenían un brillo tan hermoso. Fue el momento perfecto. Me llevo a su auto entre sus brazos y abrió la puerta. Subí. Dio la vuelta y subió. Puso el auto en marcha. Me llevo a un parque. Tenía un río, al lado de este había unas bancas. Caminamos hacia una y nos sentamos.Condujo a casa. A una cuadra paro el auto.
-No tomando en cuenta lo de Lana hoy fue una noche maravillosa.
Me acaricio el rostro. Tome su mano y la apoye a un costado de mi rostro.
-Me encanto muchas gracias.
Sonrío. Siguió conduciendo hasta llegar a casa. No había ninguna luz encendida. Bajo y me abrió la puerta. Me acompaño a la puerta me dio un abrazo.
-Hay que repetirlo algún otro día.
Acaricio mi mano y sin nada mas que decir se marcho.
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El legado prohibido de una raza caída
FantasyCada creatura siente amor; y llegaria a sacrificar la vida por su ser amado.