Afternoon » njh

By frimixn

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Tenía dos piernas y cuatro patas. ♢ frimixn, 2015 - 2016 ♢ niall fanfic puesto con otro nombre » No se... More

Capítulo uno
Capítulo dos
Capítulo tres
Capítulo cuatro
Capítulo cinco
Capítulo seis
Capítulo siete
Capítulo ocho
Capítulo nueve
Capítulo diez
Capítulo once
Capítulo doce
Capítulo trece
Capítulo catorce
Capítulo diez y seis
Capítulo diez y siete
Capítulo diez y ocho
Capítulo diez y nueve
Capítulo veinte
Capítulo veinte y uno
Capítulo veinte y dos
Capítulo veinte y tres
Capítulo veinte y cuatro
Capítulo veinte y cinco
Capítulo veinte y seis
Capítulo veinte y siete
Capítulo veinte y ocho
Capítulo veinte y nueve
Capítulo treinta
Capítulo treinta y uno
Capítulo treinta y dos
Capítulo treinta y tres
Capítulo treinta y cuatro
Capítulo treinta y cinco
Capítulo treinta y seis
Capítulo treinta y siete
Capítulo treinta y ocho
Capítulo treinta y nueve
Capítulo cuarenta
Capítulo cuarenta y uno
Capítulo cuarenta y dos
Capítulo cuarenta y tres
Epílogo
¡Gracias!

Capítulo quince

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By frimixn

   Exton no reaccionó en el momento. Se quedó perplejo o como si estuviera divagando mucho antes de soltar una palabra. Lo noté diferente. No demasiado, pero de seguro había algo. Tenía una tensión encima que hasta en la postura de sus hombros se notaba. ¡Incluso en sus labios! Que se veían medio morados o como si los hubiera dejado encajados dentro de una botella. Aún y así, dejé de analizarlo. Quería respuestas y explicaciones. Él sabía que no estaba nada de contenta. ¡Además! ¿De verdad habrá un día en que no lo vea jamás? Definitivamente que ese será el día de mi suerte.

Cuando se me agota la paciencia y Exton no piensa decir una palabra, hago ademán de decir algo pero me interrumpe casi de golpe.

— ¿Te acompaño a algún sitio? — soltó y en vez de que se me cayera la mandíbula, se me cayó el cerebro.

Esto... De verdad, no estoy loca. Hay algo rarísimo. Ni si quiera sé si escuché bien.

— ¿Qué?

— Que si te acompaño a algún...

— Sí, sí, eso ya lo escuché. Pero, ¿qué? — lo miré de hito en hito pero su expresión tampoco me decía nada — ¿Y esto?

   Pero Exton sólo se encogió de hombros y me dejó con el signo de pregunta plantando en la frente. Obviamente que no me fiaba de él. A ver, ¿¡qué es todo esto?! ¿Cómo es que aparece de una noche en que casi me lo como a gritos a una mañana para preguntar si puede acompañarme a algún lugar? Entorné mi mirada. No me fiaba. No podía confiar en él ahora. Pf, ¿cómo rayos?

— La verdad... — La verdad es que no tengo ni puta idea sobre qué decir. — No entiendo por qué estás aquí. ¿Qué se te perdió?

— A mí nada, ¿y a ti? — dijo espabilándome de su rara actitud.

¿Que si se me había perdido algo a mí? ¿Qué demonios se me iba a perder a mi además de que él tuvo mi celular toda la noche?

Solté un suspiro con fastidio — Exton, tengo prisa y no tengo tiempo para...

— ¿Cómo piensas salir? — me interrumpió.

— En mi auto, geni...

Genial. Por eso está aquí.

Las palabras se van muriendo en el aire mientras reparo la situación de un instante a otro y cuando veo como sonríe con satisfacción y tira la cabeza hacia atrás dejándome ver su manzanilla, todo se empeora. No sé si me acaba de encojonar la mañana o si acaba de verse totalmente "sexy", pero su cuello está cubierto de lunares y eso es jodidamente peligroso. Quiero decir... ¡Vamos, soy mujer! Estoy cabreada con él y es un idiota pero no puedo negarme que éste marica está bueno como él chocolate -blanco, en este caso- y que a veces hace cosas que lo hacen lucir bien. Eso es todo. 

Pero sigo molesta con él, así que gruñí.

— Iba a tomar un taxi hasta la gasolinera.

— ¿Cómo crees? — Exton ironizó — Ya sabes por qué aquí, ¿verdad?

— Insisto — tragué saliva — No está tan lejos.

— Claro que no está lejos, si vine para recogerte.

Rápidamente ya estamos a la defensiva como de costumbre. Ya lo que estaba raro salió al aire y éste imbécil agarró su maldita actitud de mierda otra vez.

— Nadie pidió que lo hicieras. — dije echándome una chaqueta que traía en mano por los hombros.

Hice que tensara su mandíbula y que su mirada azul se enfadara. Ésta vez su pupila dilatada no me intimidaba mucho porque a penas comenzaba el día y además, estaba bajo el techo de mi casa. ¿Iba a atreverse a hacer algo? Exton agarró su labio inferior entre dos yemas de sus dedos y luego me señaló.

— Te espero afuera. — dijo y se dio la vuelta.

Gruño y me muerdo el labio -demasiado fuerte que chillé-. Nada de lo que siempre me pasa está en planes. ¿Por qué siempre tiene que aparecer? ¿Por qué no puedo librarme de él? ¿Cuando voy a poder hacerlo?

— Iré al pueblo, mamá. — dije cuando la vi dando vueltas en un mismo lugar.

— ¡Dylan! — mamá me persiguió hasta mi habitación — ¿Quién es? ¿Sigue abajo?

— No — dije rebuscando entre mis cajones algo para socorrerme el labio — Iremos al pueblo.

— ¿Irán? — mamá se espantó — Pero Dylan si ni si quiera me lo presentaste. ¡Es un desconocido!

— No lo es.

Incluso me detengo para analizar mis propias palabras. ¿Cuántos días llevo de conocerlo? ¿Dos, tres, cero?

— ¿Es tu novio? — mamá preguntó con cuidado.

— A ver, mamá, relájate. Es...un buen tipo. — me quemaré en el infierno — Me llevará a buscar mi auto en la gasolinera de enfrente y luego iré al pueblo. Eso es todo.

— ¿Y por qué tu auto está en una gasolinera, Dylan? ¿Por qué no me lo dijiste?

— Mamá...

Pero el claxon del auto de Exton se queda pegado unos buenos segundos y se me comienza a desviar la bilis. Intenté mantener mis aires calmados frente a mamá.

Mamá abrió los ojos con indignación. — ¿Sales con un rebelde?

Puse los ojos en blanco pasándome labial trasparente por los labios para que el pequeño corte en mi labio se desinfectara. Agarré mi bolso y me despedí de mamá.

— Nos vemos, mamá.

— Sabes que tenemos una conversación pendiente. Ese muchachito fue muy maleducado.

Me detuve de golpe. — ¿Qué? ¿Qué te dijo?

— "No estoy para bromas, sé que aquí vive, mujer." — mamá intentó agraviar su voz a nivel de la de un chico. Intenté no sonreír en la carota de mi madre.

— Se llama Exton, mamá. No es...malo.

Al diablo. Es solamente para sacármela de encima, claro.

— Sí, sí, Néstor. Me llamas cualquier cosa, ¿eh?

— Adiós, ma' — le sonreí a mamá antes de volverme en la dirección del auto de Nés, quiero decir, Exton.

   Lo primero que hice fue echarle una mirada envenenada. Por cuarta vez, aquí estamos. Joder. Maldita sea. ¿Por qué? ¡Vino hasta mi casa para recogerme sólo porque ayer dejé mi auto en la gasolinera! Aunque me alegra que sepa que todo fue por su culpa pero nadie le dijo que viniera por mí. Muy bien que me las iba a arreglar si él no hubiera aparecido -no sé cómo en realidad pero-.

— ¿Quieres decirme algo? — dijo seguramente porque sentía mi inquisitiva mirada sobre todo él.

— ¿Por qué fuiste a mi casa? — espeté molesta.

— ¿No es obvio? — dijo con el mismo tono que me sacaba de las casillas de una.

— Aún y así, no viene al caso. — dije cruzándome de brazos — Para empezar, no te hubiera importado.

— También vine por esto. — dijo estirando su cuerpo hacia los asientos traseros. Cuando volvió me tiró el regalo que había ganado ayer en la arquería.

Sofoqué un grito — ¿Cuando lo dejé?

— Joder, el mes pasado, Dylan. — ironizó poniendo los ojos en blanco en mi dirección. — Ayer.

Aunque me molestó cómo me contestó -en realidad me molesta todo de él- también me golpeé mentalmente por soltar lo primero que se me aparezca en la cabeza. Estúpida.

— Eres tan... — tomé una bocanada de aire — insoportable.

Exton soltó una risita — Terca

— Idiota

— Llorona

   Respiré y exhalé bien profundamente. Exton me echó una mirada seguramente por el sonido que hizo mi respiración pero lo ignoré por completo. Vamos, pensé que le había cantando sus verdades anoche pero aquí estaba como si nada hubiera pasado. ¡Ni si quiera una disculpa! Es un patán, no puedo creerlo. Juré no volver a verlo y solamente al día siguiente ya estaba frente a mis narices. Maldita sea, quiero librarme. Quiero librarme de él sí las cosas siempre serán así entre nosotros. Quiero decir, "¿nosotros?" ¿En qué momento? ¿Qué carajos es eso? No hay un nosotros, no con éste tipo.
   Cuando llegamos a la gasolinera ni si quiera espero a que Exton detenga su auto y salto. Me encamino a zancadas hasta mi auto y tiro el peluche y la canasta en los asientos traseros. Cuando estoy a punto de abrir la puerta del conductor, Exton aparece a mis espaldas y la cierra de un manotazo para hacer que me gire.

— ¡Quítate! — lo empujé.

— ¿Por qué carajos hiciste eso? — vociferó — ¡Tenías que esperar! ¡Pudiste haberte caído o...

— ¿Y qué más da? — lo interrumpí — Ya estoy aquí.

Exton está furibundo, con la respiración alterada y mirándome con una incredulidad que no se la quita nadie. Pero, uy, ¿saben qué? ¡Yo también!

— ¿¡Qué esperas!? — grité — ¡Quiero que te salgas!

   Empujé a Exton para que se fuera pero él solo me miraba con la misma expresión de antes. Está confundido y con el ceño fruncido. Me mira el rostro completo, como si estuviera buscando alguna explicación. Está así de cerca que su respiración la siento en mi hombro y seguramente él siente la mía en su cuello o el pecho. Ambos estábamos igual de exaltados y enojados. Porque es que estoy harta. Harta de lo mismo en tan solo cuatro malditos días, joder. Cuatro o menos o más, da igual, el punto es que lo he visto demasiado a menudo y siempre -no falla- siempre terminamos gritándonos.

— ¿A dónde irás? — preguntó con suavidad mientras iba relajándose.

Pero yo no pensaba relajarme. — No te interesa.

— Dylan, por favor. — masculló — Ya deja de ser tan terca y contéstame.

Me agarró del brazo pero me zafé de un tirón. Si pensó que iba a relajarme cambiando su tono de voz, bueno, encestó en el canasto equivocado.

— ¿Terca? — apreté mi mandíbula — Bueno, prefiero seguir siendo terca a quedarme aquí soportándote un minuto más.

— Estás molesta por lo de anoche, ¿no es cierto? — su voz detuvo mi ademán de abrir la puerta y abrí unos ojos como platos — Sé que estás molesta.

¡No puedo creer todo lo que le tomó para averiguarlo! ¡Podría arrancarle la cabeza, jaja! Exton apoyó su maldita espalda contra mi auto quedando de cara conmigo. Me separé y sofoqué una risa cargada de indignación.

— Exton, quiero irme. Necesito irme de aquí. Tú podrías hacer lo mismo y dejar todo esto como misión perdida.

— ¿Cuál es la misión perdida? — preguntó haciéndose el pendejo — La que siempre termina molesta eres tú.

— No... Es que eres increíble, maldita sea. — está a punto que quiera arrancarme la cabeza.

— Tal vez no tengo mucha paciencia y lo acepto. — Exton asintió mientras alzó los hombros restándole importancia. — Ahora tú tienes que aceptar que eres la que siempre inicia las peleas y la última en molestarse. Es simple.

Creo que voy a desmayarme. ¿Está... ¿Está echándome la culpa de sus malhumores de viejo ochentoso? ¡¿Acaso simplemente insinuó que... Tengo que matarlo.

   Comencé a reírme. Comencé a reírme como una desquiciada que acababa de enterarse que había perdido la cabeza para siempre. Comencé a reírme porque mi plan para matarlo estaba haciéndose más bueno que nunca. Era el colmo y él me lo había estampado contra la cara como un pastelazo en una fiesta de cumpleaños de diez años.
   Exton pensó que había concuerdo con él, así que me siguió las risas. Ambos nos reíamos como si fuéramos amigos de toda la vida. ¡Era increíble que estuviera a punto de asesinarlo! ¡Me encanta!

— Ves, ya lo tienes... — Exton se reía — Vamos, puedo acompañarte.

— No, claro que no. — le seguí la corriente — Si te montas conmigo sabes que te llevaré a tu tumba.

— ¡Oh! ¿De verás? — Exton se rió — ¿Entonces no nos reímos de lo mismo?

Solté una risotada — ¡Claro que no!

— ¡Oh, entonces deja de reírte! — Exton comenzó a relajarse.

— Pero si tú hiciste el chiste. — inhalé una bocanada — ¡Ay, buenísimo!

— Ya basta. — espetó agraviando su voz y enseguida apreté mi mandíbula y lo miré enarcando una ceja.

— Ahora lárgate. — dije lista para subirme en mi auto — Déjame irme.

   Exton jugueteaba con su lengua dentro de su boca mientras me miraba y me miraba, divagando como nunca lo había visto hacer. Puse los ojos en blanco y cerré la puerta de mi auto. Exton llamó a la ventanilla tocando con sus nudillos y me lo pensé trece veces para bajarla o no.

— Acepta salir conmigo éste viernes y prometo que todo será diferente.

   Ésta vez sí se me cayó la mandíbula literalmente. Exton me miró la boca, así que me regodeé y volví a mirarlo normalizando mi expresión. No, no. ¿Escuché bien ésta vez? ¿Estaba invitándome a salir? Pero es que él lo dijo con una parsimonia, suavidad y con esa mirada que no me aseguraba nada.

Ahora soy yo la que está divagando.

— Por favor — susurró mirándome de hito en hito y de momento se me aceleró el corazón.

   Los pensamientos iban a explotarme la cabeza. ¿Cómo es que pasamos de gritarnos a pedirle una cita al otro? ¿De verdad Exton estaba en sus casillas o era yo que ya estaba alucinando? Suspiré. No sabía dónde meter la cabeza, no sabía ni qué contestarle.

— Yo...

— Por favor, deja de suspirar, Dylan. — Exton entrecerró los ojos — Me pones nervioso.

   Ay, por los santos. ¿Que lo pongo nervioso? ¿Que mis simples suspiros lo ponen nervioso? Y mira cómo se atreve a decírmelo; así con esa maldita expresión. ¿¡Qué!? ¿Pero qué... De verdad me sorprende que unos suspiros le afecten de tanta manera que se queje de ellos. Aunque él hubiera hecho la broma del año y se hubiera burlado de mí si fuera viceversa, yo decidí tragármelo todo.

— Perdona... — susurré.

— ¿Qué ibas a decir?

— No lo sé... — contesté.

— Lo prometo — Exton insistió apoyándose de mi auto con los brazos y acercándose. Su mirada azul yendo de hito en hito. — Cuando yo prometo algo lo cumplo, Dylan. — dijo con suavidad — En serio, no te arrepentirás... — bisbiseó contra mi cara con una ronca voz que me tenía embelesada.

   Estaba yéndose demasiado lejos o era yo la que a penas escuchaba su voz. Estaba bien pero bien sumida en esa voz que me habló demasiado lento y suave. Tanto que me espabilé cuando reparé en que había cerrado los ojos. Bajé la cabeza haciendo que el pelo me cayera en la cara a propósito y alejándome un poco de la ventanilla. Tragué saliva. Espero que él no haya alcanzado a ver nada de lo estúpida que debí haberme visto. 

— ¿Vas en serio? — pregunté llamando la atención de Exton.

— Así es. — alcé mi mirada hasta él encontrándome de cara con esas iris brillantes. — ¿Me crees?

— Viernes. — dije y encendí el motor de mi auto.

Era un sí a la cita, no un sí a la última pregunta.

Maldita sea.


   Cuando salgo del pueblo decido regresar a casa para comer algo y prepararme antes de irme al trabajo. Desde ayer no sé nada de Jade qué ocurrió nuestra discusión... Aunque me preocupa no voy a darle mucha cabeza al asunto. Lo qué pasó ya pasó y no hay vuelta atrás. Aunque no voy a negar que me revolcó un poco el estómago pensar que tendré que verla todos los días en el trabajo.
   En el camino suena la voz de Demi Lovato en la radio con Cool for the summer y me muevo de un lado a otro mientras tarareo la letra de la canción. Terminé mis deberes más rápido de lo que pensaba, así que podré regodearme mucho más antes de tener que irme al trabajo. No obstante, no quiero que lo único que haga sea pensar en Exton.
   Lo he estado tratando de evitar pero es imposible que no me eche a reír sola de sólo pararme y pensarlo. El viernes de ésta semana tendré una jodida cita con mari, quiero decir, Exton y prometió...no sé, solo espero que sea como dijo que sería. No sé de dónde le vino la idea o por qué. O qué le habrá hecho creer que me gustaría una cita con él o si es su manera de disculparse. Aunque me tomó por sorpresa y me salí de mis casillas de una manera estúpida-triple-estúpida, lo pensé dos veces. ¡Oh, claro que sí! Lo pensé tres, cuatro, siete veces antes de contestar. Y no solamente porque estuviera sorprendida, sino porque estaba pensando en cómo rechazarlo de la manera más maldita nunca.

Pero no tengo un corazón así.

   Honestamente, no sé qué me hizo decirle que sí cuando ayer estaba convencida de que no iría a verlo nunca, sin embargo, al día siguiente me arruinó los planes en un dos por tres. Pensándolo bien, tal vez podría esperanzar otro tipo de persona en él. Tal vez Exton es de las personas que no se muestran totalmente como son de primera instancia, les toma tiempo. No sé lo que es pasar el rato animadamente con Exton -porque es casi imposible- pero a lo mejor sí tenga esos momentos bien escondidos. Puede resultar ser alguien totalmente diferente a lo que ha demostrado. ¡Vamos a dejársela! Y que sorprenda...
   En medio del camino, de mis pensamientos y de la canción mi auto comienza a reducir su velocidad involuntariamente. Me alarmo mirando los calculadores de los motores y buscando por todas partes qué puede estar pasando. No es el combustible. ¡Si la recargué ayer mismo, ¿qué jodienda?!

En ese instante en que mi auto se detuvo solté el manejador. Me cago en los autos automáticos de cuatro puertas y color azul.

   Suspiré y miré a mi alrededor. Estoy en medio de una recta que a penas el 76% por ciento de la población de Austin sabe de su existencia por lo que es casi nada probable que alguien esté cera. Además que ésta carretera se mete por el centro del bosque para acortar la ruta hacia un mismo lugar. No a muchas personas les agrada éste atajo pero a mí sí. Soy fan número uno porque me acortaba el camino a casa de veinte a catorce minutos. En cambio, jamás me había quedado a patas aquí adentro. Siempre la pasaba volando. Mira que el día estaba frío y si no quería congelarme tenía que llamar a alguien ahora.
   Salté fuera del auto y el frío me golpeó la cara con fuerza. Cerré mi puerta dirigiéndome a la cubierta de mi auto para abrirla y aparentar descubrir qué andaba mal. Cuando la alcé una nube de humo me inundó completa, así que retrocedí con rapidez tapándome la nariz y tosiendo un poco. Genial, debe ser algo terrible para que pase ésta mierda.
   Gruñí con fastidio y me arranqué el celular de las bolsas de mi pantalón. ¡Maldita sea mi suerte! ¡Mis días se han vuelto peor que una montaña rusa, joder! En cuando me puse el celular en la oreja y me giré para mirar a mi alrededor, se me cayó de la mano.

Editado

N/A

¡Hola!

Hasta ahora todavía no tengo mis días para asegurarles que sí actualizaré cuando ya esté en la escuela, pero les diré que mañana tal vez tampoco actyalice por cuestiones personales. xTampoco es que las voy a dejar esperandox.

¡Espero que el capítulo de hoy les haya gustado! :) <3

Chauuu

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