Capítulo quince

2.7K 195 31
                                    

   Exton no reaccionó en el momento. Se quedó perplejo o como si estuviera divagando mucho antes de soltar una palabra. Lo noté diferente. No demasiado, pero de seguro había algo. Tenía una tensión encima que hasta en la postura de sus hombros se notaba. ¡Incluso en sus labios! Que se veían medio morados o como si los hubiera dejado encajados dentro de una botella. Aún y así, dejé de analizarlo. Quería respuestas y explicaciones. Él sabía que no estaba nada de contenta. ¡Además! ¿De verdad habrá un día en que no lo vea jamás? Definitivamente que ese será el día de mi suerte.

Cuando se me agota la paciencia y Exton no piensa decir una palabra, hago ademán de decir algo pero me interrumpe casi de golpe.

— ¿Te acompaño a algún sitio? — soltó y en vez de que se me cayera la mandíbula, se me cayó el cerebro.

Esto... De verdad, no estoy loca. Hay algo rarísimo. Ni si quiera sé si escuché bien.

— ¿Qué?

— Que si te acompaño a algún...

— Sí, sí, eso ya lo escuché. Pero, ¿qué? — lo miré de hito en hito pero su expresión tampoco me decía nada — ¿Y esto?

   Pero Exton sólo se encogió de hombros y me dejó con el signo de pregunta plantando en la frente. Obviamente que no me fiaba de él. A ver, ¿¡qué es todo esto?! ¿Cómo es que aparece de una noche en que casi me lo como a gritos a una mañana para preguntar si puede acompañarme a algún lugar? Entorné mi mirada. No me fiaba. No podía confiar en él ahora. Pf, ¿cómo rayos?

— La verdad... — La verdad es que no tengo ni puta idea sobre qué decir. — No entiendo por qué estás aquí. ¿Qué se te perdió?

— A mí nada, ¿y a ti? — dijo espabilándome de su rara actitud.

¿Que si se me había perdido algo a mí? ¿Qué demonios se me iba a perder a mi además de que él tuvo mi celular toda la noche?

Solté un suspiro con fastidio — Exton, tengo prisa y no tengo tiempo para...

— ¿Cómo piensas salir? — me interrumpió.

— En mi auto, geni...

Genial. Por eso está aquí.

Las palabras se van muriendo en el aire mientras reparo la situación de un instante a otro y cuando veo como sonríe con satisfacción y tira la cabeza hacia atrás dejándome ver su manzanilla, todo se empeora. No sé si me acaba de encojonar la mañana o si acaba de verse totalmente "sexy", pero su cuello está cubierto de lunares y eso es jodidamente peligroso. Quiero decir... ¡Vamos, soy mujer! Estoy cabreada con él y es un idiota pero no puedo negarme que éste marica está bueno como él chocolate -blanco, en este caso- y que a veces hace cosas que lo hacen lucir bien. Eso es todo. 

Pero sigo molesta con él, así que gruñí.

— Iba a tomar un taxi hasta la gasolinera.

— ¿Cómo crees? — Exton ironizó — Ya sabes por qué aquí, ¿verdad?

— Insisto — tragué saliva — No está tan lejos.

— Claro que no está lejos, si vine para recogerte.

Rápidamente ya estamos a la defensiva como de costumbre. Ya lo que estaba raro salió al aire y éste imbécil agarró su maldita actitud de mierda otra vez.

Afternoon » njh Where stories live. Discover now