4. Familia Nara: La respuesta está en la historia. Parte 1.
Por AlmParedes
- ¡entiende que ya no sé qué hacer Shikamaru! Esta incontrolable...
- Pues de quien será que lo saco...
- Entonces es mi culpa... ¡¿es mi maldita culpa que al niño no le importe absolutamente nada de lo que ocurre en la vida real?!...vamos a pensar unos segundos... ¡¿quién es el vago al cual le gusta estar sin hacer nada todo el tiempo?!... ¡no soy yo!
- ¡pero que simpática!...pongámonos a pensar por unos segundos quien es la persona que se pone histérica a causa de cualquier pequeñez... ¡tú! Ahora que lo pienso mejor...que tortura debe ser para Shikadai estar todo el maldito día contigo.
- No puedo creer que me estés recriminando algo a mi...eres un padre ausente...si Shikadai está de esta manera es por tu culpa Shikamaru... ¡por ser un mal padre!
Los gritos y discusiones se acabaron tornando cotidianos para Shikadai. A sus trece cortos años se seguía intentando auto convencer que las peleas de sus padres tenían que importarle poco o nada...pero la realidad era otra. Cada que escuchaba tal cosa algo en su corazón se rompía.
Ahí estaba el...escuchando otra de las tantas peleas de sus padres tras la puerta de su habitación...intentando sostener sus ganas de llorar...pues si en algo se parecía a su madre era que las lágrimas eran para el motivo de vergüenza.
- Contrólate... joder. - El chico estaba en su punto máximo. Apretando sus grandes ojos contra sus puños cerrados para evitar llorar.
Era una gran verdad que a Shikadai poco o nada le interesaban las cosas a su alrededor, para él un gran día era quedarse en casa a descansar sin preocupaciones...como su padre. Pero, por otro lado una parte de suya era un tanto maquiavélica, llegando a tal punto de hacer travesuras para molestar a los demás, tornándolo para algunas personas un chico "problemático" y "hosco"... igual que su madre.
Ese era el gran conflicto que tenía consigo...el no saber a ciencia cierta qué clase de persona era. Sumándole a eso estaban sus padres. Dos personas tan diferentes como el sol y la luna.
Shikadai nunca había tenido la certeza de que sus padres compartieran algo llamado "amor". De hecho, eran pocas las veces en que veía que se daban afecto en público. La mayor parte de tiempo solo lucían como amigos.
Fue ese el gran motivo de su cambio al entrar a la adolescencia. Esa gran incertidumbre de no saber si sus padres de verdad se amaban...o simplemente su matrimonio estaban basado en algún acuerdo político. No era secreto que el casamiento de sus padres, más que ser un casamiento, fue como un tratado de paz entre ambas aldeas. Temari No Sabaku, la hija del cuarto Kazekage, hermana mayor del quinto kazekage, princesa de una nación, casada con el hijo de uno de los clanes más poderosos de Konoha. Aquella idea descabellada que había tomado aún más fuerza al ver con sus propios ojos las monumentales peleas que tenían sus padres día tras día.
Fue en ese momento en el cual Shikadai estuvo casi con certeza de que aquello no era amor, sino una simple misión de paz entre aldeas.
Se había pasado días y noches observando a sus padres. Su Madre era una mujer extremadamente viva y mandona. Era del tipo de chicas que de seguro hubieran encajado a la perfección con un hombre igual de vivo y rebelde, un hombre que compartiera sus mismos gustos, un hombre con mucha energía. Un hombre completamente diferente a su padre. Shikamaru Nara era una persona holgazana y desanimada..."un vago", como lo solía llamar su madre. Ciertamente, según su punto de vista, una mujer amable y comprensiva, tal como la madre de Bolt Uzumaki, hubiera sido una mejor opción para su padre. NO. En ese punto él ya se había asegurado a si mismo que sus padres NO podían sentir amor hacia el otro.
Eso lo había hundido aún más...el saber que de plano sus padres no sentían, según él, amor hacia el otro. Que él era el fruto de una relación obligada.
Todas esas fueron las causas que llevaron a Shikadai a dejar de tener amor por la vida, dejar de importarle todo. A buscar conforto en ser "un chico problemático" y alejarse de los demás. Por supuesto las únicas personas que no se habían percatado de eso eran, irónicamente, sus padres.
Pese a todas esas circunstancian no cambiaban el gran amor que tenía hacia sus progenitores. Mismo pensando que ellos no se querían, nunca le habían hecho faltar nada. Su madre, aunque mandona y exigente, siempre le había propinado todo el amor, que sin su conocimiento, les había hecho falta a ella y sus hermanos durante toda su niñez. Había volcado todas las ganas y anhelos de amor que le había faltado en su único hijo.
Ya su padre era un ejemplo de serenidad y cabeza fría. Un hombre que le había hecho ver que primero estaban las personas a las cuales uno ama y luego estaba la vida de uno mismo.
Eran esas las lecciones que hacían a Shikadai sentir peor de lo que ya estaba. El saber que las dos personas que más amaba en el mundo sufría estando juntos, cuando podrían, y deberían, haber terminado con las personas que según él, habían amado. Mismo que eso fuera sacrificar su propia existencia.
- ¡Shikamaru no lo encuentro por ningún lado! - Las lágrimas de Temari corrían por sus mejillas con una fuerza descomunal.
Poco tiempo de acabada su pelea, Temari había ido en busca de su hijo, pues sabía que aquellas peleas, que ella misma consideraba tontas, lo ponían triste. Estaba dispuesta a reconfortarlo un poco para que pudiera dormir en paz.
Su gran y escalofriante sorpresa fue encontrarse con la realidad de que su hijo no se encontraba por ningún lado de la casa.
Shikamaru se hallaba descansando en su gran cama como de costumbre realizaba luego de discutir con su mujer. Temari había irrumpido la habitación abalanzándose contra él, explicándole que su preciado hijo no se encontraba por ningún lado.
El hombre intento esconder su preocupación para calmar a su esposa. Le dio un pequeño beso en la frente para mostrarle su apoyo y le dijo que ambos lo buscarían hasta encontrarlo. Eso sin olvidar decirle que estaban hablando de su propio hijo, un niño que de tonto no tenía nada.
- Tranquila...creo tener entendido que no es la primera vez que se escapa.
- ¡pero nunca a estas horas de la noche! - En el momento en que el hombre noto la ventana de la cocina abierta tomo la mano de su esposa en señal de apoyo.
- Vístete...vamos a buscarlo.
Las nubes estaban ocultas aquella dulce noche. El cielo estaba totalmente despejado. Un leve aire frio hacía de vez en cuando a Shikadai darle ganas de haber traído un abrigo por lo menos.
- La luna está muy bonita... ¿no crees? - Shikadai se tensó en el segundo que escucho esa voz tan pasiva y simpática. ¿quién podía estar a esas horas en el mismo tejado que él?
- Ne...solo eres tu...- le restó importancia al ver de quien se trataba. La mismísima hermana menor de su tarado compañero de academia. Himawari Uzumaki.
- ¡ey! No seas mal educado. - dijo con una gran sonrisa. Tomo haciendo al lado del pelinegro.
- ¿que acaso no es hora de dormir para las niñitas como tú? - Shikadai no comprendía como, pese a tratarla de mala manera, Himawari seguía siendo tan simpática y pasiva con él. Con razón su gran amigo de cabellos rubios estaba locamente enamorado por la niñita Uzumaki.
- Shikadai...la edad solo es número... ¿o acaso eres un estirado? - dijo doblando sus brazos para enfrente. Entrelazando sus dedos.
Himawari podía ser algunos años menor que todos ellos...pero aquello no se notaba a simple vista.
Mismo teniendo ciertos conflictos en su interior...a Shikadai no le vino mal darle una pequeña ojeada a los pechos de su amiga sin que esta lo notara . Era un adolescente después de todo. Además, todos sabían que las chicas del clan Hyuga tenían como sello personal sus grandes pechos . Poco a poco aquello se iba notando en Himawari .
- ¡ ey hola! Te estoy haciendo una pregunta Shikadai...creo que sería bueno que me respondas...
- ¿ he? - Estar tanto tiempo pensando en cada detalle a su alrededor lo hizo olvidar que no se encontraba solo.- Disculpa...¿ que quieres saber ? ...
- ¿ por qué estuviste llorando ? - Los grandes ojos perla de Himawari pudieron notar los ligeros rastros de llanto de Shikadai pese a que el intentara esconderlos a toda costa.
- Eso no es asunto tuyo.- respondió de forma brusca . Intentando erradicar la conexión que había entre ellos dos en esos momentos. No podía demostrarle a Himawari que era un niñito "debil ".
- No seas tonto y dime...- Al mirar de reojo podía notar la mirada tan cálida y simpática de Himawari. Maldita niña. Como podía ser tan bonita ...incluso el tenia que admitir aquello .
- No creo que me puedas ayudar...tu tienes demasiada certeza de que tus padres se aman...
- Ya veo...¿ estas así por miedo a que tus padres no se amen? A ver....adivino...¿ viven peleando no ?
- Com...¿ como lo sabes?
- Es normal. Mis padres también pelean Shikadai...creó que no eres el único con esa problematica. Dudo mucho que exista una sola pareja que no discuta.
- Pero en mi caso es diferente...- respondió en su susurro. Achicándose de hombros.
-Yo estoy segura que se aman...
El cuerpo entero de Shikadai se estremeció al sentir el abrazo de Himawari . Ahora podía entender porque todos , en especial Inojin, tenían sentimientos amorosos hacia ella . Es que además de ser hermosa era una increíble amiga y compañera .
- ¡ Oye Shikadai! No se tu...¡ pero yo muero de frío! Vamos con Bolt...ya sabes que el vive metiéndose en problemas y Papá lo castigo haciendole que limpiar toda su biblioteca privada...¡ yo le estoy dando una mano!...¡¿ quieres venir?!
- Este...- Shikadai no estaba de mucho humor como para ayudar a limpiar libros antiguos ...
- ¡ Anda ven! - dijo casi suplicando- si te enfermas me sentiré culpable...además estar en medio de un tejado a esta hora no es muy seguro que digamos...
- Esta bien...larguémonos de aquí ...