Natasha y yo no nacimos al mismo tiempo nos separan dos años, pero tenemos una conexión muy especial, tan especial que intuimos si una de nosotras esta corriendo peligro.
Nacimos en stalingrado, cuando todavía estaba la Unión Soviética, nuestros padres murieron cuando mi hermana y yo éramos muy pequeñas, nos quedamos solas y sin protección, hasta que el soldado Ivan Petrovich nos encontro y nos crió Como si fueramos sus hijas, nuestra historia no es facil, pues natasha y yo hemos echo cosas de las que nunca estaremos orgullosas, y esas cosas nos persiguen, son nuestros fantasmas del pasado.