Me van a odiar, lo se. hahaha
»Misión para siempre.
Y de nuevo, se queda en shock tratando de adivinar a que se refería. Las únicas personas que pensaba -o que era obvio que estaban muertas- eran sus padres y su hijo.
Él tenía que estar bromeando, solo para hacerla sentir peor, él sabía jugar sucio. Pero aun así, su corazón latía con fuerza, queriendo creerle, queriendo saber que sus padres e hijo estaban vivos. ¡Pero era imposible!
— ¿No me crees, verdad? —Pregunta, mientras da otra vez, un paso hacia ella— Deberías hacerlo querida _____.. volverás a ser feliz.
— Dijiste que me matarías —Agrega ella.
— Pero, te haré feliz mientras tanto —Ella niega con la cabeza.
— ¡No me vas a lavar el cerebro! Quiero que lo sepas, no creo en ti y en nada de tus sorpresas, porque todo lo que te rodea es tan falso como tú, así que déjame en paz, porque no vas a lograr nada ¿Entendido? —Masculla, apretando sus puños.
— Vaya, que ruda te has vuelto nena. Matthew te ha enseñado muchas cosas ¿Eh? —Ella gira los ojos ante aquel tono sarcástico que usa— Una de ellas, ha sido hacerte buena en la cama ¿Cierto? —_____ lo mira con asco. Aquel hombre era tan asqueroso.
No podía hablar con aquel hombre, porque cada palabra fuera la que fuera era repugnante saliendo de su asquerosa boca.
— Ya vete y déjame en paz —Pide tranquilamente, a lo que el ríe.
— No me voy a ir de aquí sin ti —Murmura con una gran sonrisa.
— No —Susurra, mirándolo rencorosamente. El no venía a hacerle daño, el venía a molestarla. A joderla. Sabía que la dejaría ir— No iré —Afirma— ¿Puedo volver a casa? Al parecer, no viniste a matarme. Así que, mejor me voy.
— Cálmate querida —Espeta— No me hables así. No te sientas superior, porque no lo eres. Solo te digo una cosa, voy a volver en unos días. Y no me interesa si tú vas a querer venir conmigo, te llevare por la fuerza. Y si estas acompañada mejor —Le guiña el ojo. Ella suelta un sonido desagradable, negándose.
— Déjame ya —Dice, él se queda en silencio, pero le sonríe y sin más se da la vuelta. Dejándola sola en aquel lugar. Cuando lo ve irse, ella empieza a caminar hacia su automóvil y sube rápidamente a sus hijos, ignorando las preguntas de Lee, mientras el llora. ¡Él sabía que aquel hombre era malo!
Al llegar a la casa, baja rápidamente, mientras cierra la puerta con todos los seguros que tiene, activa la alarma y camina hacia Lee.
— Vamos a mi habitación, hoy duermes conmigo —El asiente levemente y toma la mano de su mama. Ella le sonríe y besa su cabello. Sabía que estaba en peligro, pero si su papá no lo protegería sería su mamá. Lo sabía.
— ¿Vamos a estar bien? —Pregunta el, su madre sonríe tristemente y lo acerca a ella, mientras lo abraza.
— Claro que si —Le acaricia la mejilla, el baja su rostro— Tú y tu hermana siempre estarán bien. Créeme amor —El hace una mueca y de nuevo, vuelve su vista a ella.
— ¿Y qué hay de ti mami? —_____ hace una mueca y traga saliva. No sabía que iba a pasar con ella. Le esperaban grandes cosas, pero no buenas. Eso lo sabía después de haber visto a Gregory.
— Todo estará bien Lee —Trata de convencerlo, el niega y abraza a su madre, asustado.
— Quiero que papa este aquí, tengo miedo mami —Susurra, aquello la destruye aún más. No quería dejar a sus hijos jamás
— Él no puede estar aquí —Musita— Pero.. supongo que pronto vendrá y..
— No va venir mami —Contesta tristemente. Lo quería a su lado, sabía que su padre lo podía defender si estuviera con ellos.
— Mejor vamos a dormir, mañana será un día mejor —Lee asiente levemente y se deja caer en la cama, a un lado de su madre.
Pero para ella, no sería un día mejor, iba atormentarse sabiendo que él estaba de vuelta y podía hacerles daño.
Matthew suelta un suspiro y mira a Marcie. La gemela no había dejado de llorar, le recordaba tanto a _____. Pero a comparación, con ella no sentía absolutamente nada, ni siquiera pena, solo fastidio al escuchar todos esos chillidos. Pero tenía que aguantarse y tenerles respeto.
— Marcie —Musita el— Que llores no me hará dejarte salir.
— ¿Y quién lo asegura? —Contesta de mala gana, mientras limpia sus lágrimas con rencor— ¿Tu?
— Es nuestro guardaespaldas Marcie —Lo defiende Jeff, su hermana gira los ojos y lo mira con rencor— Él nos está cuidando, deja de ser así, él no ha hecho nada malo para ganarse tu odio solo por no dejarte salir.
— Lo único malo que ha hecho es tenernos encerrados. ¡Quiero salir Jeff!
— Pero no puedes —Masculla Matthew— Lo siento, pero no quiero ponerlos en peligro. Deberías entender eso.
— ¿Y porque tendría que entender que voy a estar encerrada?
— Porque antes de esta misión, estuve en otra. _____ siempre se molestó porque no podía salir, un día se escapó y la secuestraron. No querrás saber lo demás que le hicieron. ¿Quieres que te pase lo mismo Marcie? No lo creo.
Antes de que Marcie conteste, el celular de Matthew suena. Se levanta del sofá y lo toma su móvil de la mesa. Mira la pantalla. _____. Frunce el ceño, pero sonríe. ¿Ella lo estaba llamando?
Su sonrisa se ensancha más y sin pensarlo contesta.
— _____ —Dice él y se deja caer nuevamente en el sofá. Segundos después, escucha un suspiro al otro lado del teléfono. Se pone nervioso.
— Matthew —Escucha su apagada voz, aquello lo confunde.
— ¿Pasa algo? —Pregunta rápidamente, cambiando su rostro a uno lleno de preocupación— ¿_____? —Vuelve a preguntar, al no escuchar respuesta ¿Porque no le contestaba?
— Es que.. —Susurra— Paso.. paso algo malo Matthew.
— ¿Qué? —Escupe las palabras alarmado, ella traga saliva.
— A.. ayer.. —Tartamudea, poniéndolo mas impaciente de lo que ya estaba. ¡Necesitaba que hablara!
— ¡Joder, _____! ¿Qué demonios sucedió ayer? —Explota y la escucha sollozar al otro lado del teléfono.
— Gregory.. Matthew, él está de vuelta. Ayer... ayer me busco.. mientras iba a la farmacia.. el.. —Y después no escucha más que sus sollozos. Quería volver, estar con ella. ¡¿Cómo que el había vuelto?! El destino no estaba a su favor.
— ¿Cómo.. qué.. él? —Musito, sin poder seguir hablando. Escucho como ______ aclaro la garganta.
— Ayer que fui a la farmacia —Ella toma aire, para soltar las palabras sin dificultad— Lo encontré mientras perseguía a Lee.. él me dijo varias cosas.. y.. me dijo que alguien que yo pensaba que estaba muerto.. estaba vivo. No entiendo Matthew, me dijo que me iba a dar una sorpresa, pero que después me iba a matar —Echa los mocos y Matthew aprieta más su celular. A punto de romperlo.
— Hablare con Paul y pediré volver, lo juro —Habla rápidamente, pasando una y otra vez su mano libre por su cabello, desordenándolo.
— ¡No puedes volver, eres un idiota! —Explota también ella, aquel momento era totalmente bipolar— Lee te necesita, tiene mucho miedo ¡Yo también lo tengo! Pero eres tan idiota que nunca piensas antes de actuar, te quejas de mi orgullo, de mis celos.. pero eres peor. ¡Por tu culpa mis hijos pueden morir! ¡Me importa un bledo mi vida, Matthew, me preocupan mis hijos! Dios, te odio tanto —Y se quedan los dos en silencio. Sin saber que decir, como actuar, como reaccionar, ella tenía tanta razón y aquello lo destruía aún más.
Los gemelos siguen observando a Matthew, tratando de descifrar que acababa de pasar. Todo era extraño, al menos para ellos, que no lo conocían en lo absoluto.
— Voy a colgar y hablare con Paul. Voy a volver pronto —Dice preocupado, iba a hacer lo posible para cumplir aquello— Te amo. Dile a Lee que lo amo y voy a estar ahí para él, que no tenga miedo. También dile a Clarisse que la amo. Tenlo en cuenta, voy a volver.
— Es imposible —Solloza ella y cuelga la llamada. No había servido de nada llamarle, las posibilidades de que el volviera eran pocas.
Uno, dos, tres timbres y después Paul contesta. ¡Él sabía que necesitaba que contestara, y era lo que el menos estaba haciendo!
— Matthew que alegría oírte —Habla Paul al contestar.
— Supongo —Contesta— Necesito hablar contigo.
— ¿Sobre ______? Ya sabes que voy a responderte —Le dice con un tono apagado en la voz. El suelta un suspiro.
— Por favor Paul —Pide el— Necesito volver y estar ahí.
— Se cuanto lo necesitas, yo lo necesito. Pero no puedes, firmamos acuerdos de lealtad, no puedes dejar solos a los gemelos Harrison, lo sabes —Matthew sabe que es verdad. Pero no podía seguir con ellos, _____ lo necesitaba más.
— Haz lo posible, contrata a alguien más, pide a alguien que se haga cargo de esa misión ¡Cualquier cosa! —Suplica él.
— Haré lo posible, créeme Matthew —Replica. Y sin más que decir cuelga el teléfono. Tenía que empezar a buscar alguien que cuidara a los gemelos.
Todos sabían que Matthew era perfecto para cuidar a _____. Y si él no estaba con ella.. todo podría pasar, todo.
Gregory observa de nuevo a aquellos dos y les sonríe sínicamente. Ella toma el brazo de su esposo y se aprieta hacia él. Gregory les había dicho que dejaría en paz a su hija si desaparecían, sin dejar rastro. Y eso hizo aquellos 5 años. Pero él les pidió volver y ahora ahí estaban.
— Van a hacer cada cosa que les diga y si lo hacen bien, los dejare vivir, ahora si en paz —Murmura, aspirando el aroma de la marihuana de aquel cigarro.
— ¿Qué es lo que quieres? —Pregunta.
— Volverán a ver a _____. Pero, sigo pensando si matarla o no —Habla, haciéndose el pensativo, burlándose de ellos— ¿Quieren ver a su hija?
— ¡Claro que sí! ¿Tú qué crees? —Murmura ella llorando— La queremos ver, con todas nuestras fuerzas. Pero tú la quieres hacer sufrir, simplemente mátanos a nosotros para que ella viva en paz.
— No haré eso, y lo saben. Quiero que ella sufra por tu error. Por no haberme escogido a mí.
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