Llegue de la escuela más que cansada y lo único en lo que podía pensar era en satisfacer a mi estomago hambriento, hacer tarea lo más rápido posible y dormir, pero no puedo. Tengo que ir al estupido trabajo.
Cuando baje las escaleras de nuevo después de haber subido mis cosas, y cambiar mi uniforme por un par de Jeans y una simple blusa blanca de tirantes, escuche la voz de mi padre.
- Parece que hoy te tendrás que ir temprano - me dijo mi papá.
- ¿Qué? ¿Por qué? - le respondí confundida.
- Nate dijo que hoy el trabajo será mucho más largo y que necesita de tu ayuda - me explico mi papá.
- Pero...
- Lo siento Phoebe. Solo es por hoy - su tono se volvió dulce. Solté un largo suspiro y decidí no discutir con el hoy.
- De acuerdo - dije rendida.
- Gracias por seguir cooperando Phoebe. Te quiero, cariño - vi como aparecía una cariñosa sonrisa en tu cara.
- Yo también te quiero, papá - le respondí con una sonrisa igual - Despídeme de mamá ¿Si? - le dije.
- Claro cariño. Ahora, ve a trabajar - me reí por su tono ordenador y me fui directo a la oficina de Nate.
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Al llegar al ultimo piso, salude a Emma como de costumbre, y seguí mi camino a la oficina de Nate.
Al pasar me quede sorprendida al ver que se encontraba con unos Jeans a la medida, y una simple playera negra. ¿Como podía lograr verse tan bien, con algo tan sencillos? El me va a volver loca.
Nate no me veía. Veía la hermosa vista de Seattle, mientras hablaba por teléfono. Se veía tan guapo de esa forma, no puedo evitar mirar cada centímetro de su cuerpo, pero mi mirada se apartó y mis mejillas se encendieron al ver como Nate me sorprendía mirándolo al darse vuelta. Esto es vergonzoso.
- Te llamo luego - fue lo único que dijo y colgó su teléfono sin esperar respuesta por la otra parte de la línea telefónica.
- Yo estoy feliz de que sigas admirándome - su voz sonaba juguetona y sensual. Lo mire avergonzada y no pude evitar soltar una risita nerviosa al ver su sonrisa.
- Lo siento, es solo que no estoy acostumbrada a verte vestido así para el trabajo - me justifico ante el.
- Eso es por que no vengo a trabajar. De hecho, tu tampoco vienes a trabajar - me dijo mientras agarraba una chaqueta de su escritorio y caminaba hasta la puerta, donde sin siquiera darme cuenta seguía parada.
¡Cierto! Voy a salir con el. ¡Demonios! Creí que nuestra cita seria el fin de semana o algo así, no vengo para nada preparada, no puedo salir con el de la manera que estoy vestida, ni siquiera me arregle el cabello de manera apropiada.
- ¿Pasa algo? - me pregunto con confusión en sus ojos.
- No, solo que... no esperaba esto - le dije.
- Lo se, eso es lo divertido. Lo inesperado - eso sonaba tan aventurero de su parte que sentí animo en salir.
- Pero no vengo arreglada - le explique.
- Tu siempre estas perfecta, a parte estarás conmigo. No estarás en una cena elegante o rodeada de gente con la que siempre estas rodeada. Solo tu y yo. Libérate - su voz era cálida y comprensiva. Tal vez tiene razón. No estoy perfecta, pero se que tengo que superarlo.
- De acuerdo - le conteste con una pequeña sonrisa.
Nate me sonrió con orgullo y me tomo de la mano para guiarme hasta el elevador. No quería soltar su mano. Toda la energía que me daba por tan solo sentir su tacto, era increíble. El me hacía segura, cómoda y raramente tranquila. Sin estrés o preocupaciones.
Las puertas del elevador se abrieron y Nate me guío hasta su auto, un hermoso BMW m4. Nate abrió la puerta de mi lado y justo después que entre en el auto, el se adentró al coche.
- ¿A dónde vamos? - le pregunte cuando el coche ya estaba en marcha.
- Es un secreto, solo trata de disfrutar del viaje. No pienses - me dijo Nate.
Esto era increíble. Estaba camino a un lugar desconocido, junto con un tipo que es un completo patan y que aunque me cuesta tanto aceptar, me gusta. Esta no soy yo. Yo nunca iría a un lugar que ni siquiera conozco y menos se lo escondería a mis padres, pero por alguna razón me gusta. Me gusta lo que esta pasando aquí, y me intriga demasiado descubrir nuevas cosas. Es algo de lo que yo nunca he hecho.
- Estoy seguro que te va a encantar - dice a la mitad del viaje.
Río un poco y los nervios comienzan a invadirme. ¿Qué tal si el no la pasa bien conmigo? O ¿Si no me gusta? Dios, ahora que lo pienso, yo jamás he salido con ningún chico No tengo ni idea de lo que tengo que hacer, o como debo de actuar. Debo tranquilizarme, se que lo voy a disfrutar, todo va a estar bien.
El trayecto pasa tranquilo y silencioso, pero por alguna manera no es incomodo. Solo disfrutábamos de nuestra compañía.
Vi como nos adentrábamos a las afueras de Seattle y se detenía a la orilla de la carretera.
- Sabes... no planeo morir hoy - dije en forma de broma. Escuche como su risa inundaba el coche, eso si que era lindo.
- Tranquila, no planeo matar a alguien hoy. Vamos - dijo con tono juguetón. Nate tomo una bolsa del asiento de atrás, salió del coche y me ayudo a salir a mi de el.
Nos adentramos al bosque y comenzamos a caminar con cuidado con no pisar alguna rama o roca. Pasamos sobre una roca, la cual estaba demasiado resbaladiza y gracias a mi estupido descordenación, mis pies se resbalaron. Pero algo detuvo mi caída, o mas bien alguien.
- ¡Demonios! Juro por Dios, que me sacaste el peor susto - dijo Nate, quien me tenía agarrada de la cintura para sostenerme. Me encontré con sus ojos y no pude evitar sentir mis mejillas rojas, pero algo mas creció en mi interior. Necesito separarme, venimos a conocernos, no ha besarnos o lo que sea.
- Deberíamos seguir - dije en un susurro.
- Si - su voz sonaba mas gruesa de lo normal.
Me separe de su agarre y lo seguí por el bosque. Esto ya se volvía cansado hasta que por fin se vio algo que no era bosque.
- Llegamos - dijo Nate felizmente.
Era un lugar hermoso. Ahora pisábamos piedras, en vez de tierra y pasto. Estábamos en la simple orilla del mar de Seattle. Había un montón de troncos tirados por la orilla, y solo se podía escuchar los más pequeñísimos golpes de el agua con el suelo cubierto de pequeñas piedras. Esto era simplemente hermoso.
- ¿Te gusta? - me pregunto Nate poniéndose a un lado mío.
- Me encanta - le digo con una sonrisa. Veo que en su cara se refleja alivio. ¿Se habrá preocupado tanto?
- Me gusta que te allá encantado. Ahora, vamos a comer algo - me extiende la mano y yo la acepto sin dudarlo. Me encamina hasta quedar sentados en un tronco lo suficientemente anco como para que los dos nos podamos sentar de lo más cómodo.
Gracias a Dios hay comida, muero de hambre. Solo comí algo de azúcar para mantenerme arriba. Veo que saca de la bolsa que tenía dos hamburguesas envueltas en un papel con el logo de Johnny Rockets impreso.
- Espero que tengas hambre, por que pedí las más ricas del menú - dijo en broma.
- Claro que lo estoy. Se ve deliciosa y grande - me comienzo a reír.
Desenvuelvo la hamburguesa y le doy el primer mordisco. ¡Dios! Sabe mucho mejor de lo que imaginaba.
- ¡Esto esta delicioso! - no puedo evitar mostrar toda mi emoción.
- Claro que lo esta. ¿Nunca has comido estas hamburguesas? - pregunta después de tragar su bocado.
- Pues... - miro avergonzada al piso - He comido hamburguesas, pero nunca de esta clase o de este restaurante. Mi papá siempre a dicho que tienen demasiada grasa y pues siempre procura cuidarnos, así que solo comemos hamburguesas preparadas por la cocinera - me explique un poco avergonzada.
Le di otro mordisco a la hamburguesa tan deliciosa, tratando de ignorarlo.
- Para ser honesto, me lo esperaba. Se nota que te has perdido de muchas cosas - su tono sonaba sincero.
- Lo se, aunque se que lo hace para protegerme. Siempre se preocupa por mi, lo empeora más estar enferma - lo ultimo lo dije sin pensar, sentí el arrepentimiento llegar.
- ¿Enferma? - preguntó confundido.
- No es nada serio. Se llama hipoglucemia y eso significa que los niveles de azúcar en el cuerpo pueden bajar demasiado si no se mantiene el azúcar al nivel adecuado. Y sabes... es irónico por que mi papa siempre nos dice que comamos y comamos y pues yo salí así - no pude evitar reír y vi como se dibujaba una sonrisa divertida en su rostro. - Mejor cuéntame sobre ti, no tiene sentido hablar de mi - dije desviando el tema. Lo que tengo no es nada importante o serio como para hablar de eso.
Pero ahora tengo la oportunidad de conocerlo, aquí es donde viene lo interesante.
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HOLA!!! Llego el capítulo. Se que no es muy interesante, un poco aburrida igual, pero es solo la primera parte. Las próximas partes de la cita vendrán más intensas. Aquí les dejo la foto del lugar en el que inspire la cita. Originalmente es un parque en Seattle, pero preferí hacerlo como un lugar donde la gente no visitaba y fuera más "intimo".
Espero que se hallan entretenido y que lo hallan disfrutado. Voten y comenten, ya saben que cuando hacen eso.
Los quiero!!! Gracias por todo el apoyo.