Fate

By Eri-crowford

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Reconocimiento. La única palabra que importaba, y que buscó por mucho tiempo, mas sin embargo jamas recibió... More

#01- Neji
#02- Hinata.
#03- Sasuke
#04- Hanabi.
#05- Chō-nankan no daiichi shiken.
#06- Henka no kaze.
#08- Kyōfu.
#09- Kōfuku.
#10- Sōke.
#11- Hokugun
#12- Hanabi no shimei.
#13- Hyūga Sōke no Juinjutsu.
#14- Miko no shukufuku.
#15- Nigai unmei.
#16- Jiken Hyūga.
#17- Yūkai.
#18- Chūdan.
#19- Ketsugi.
#20- Atai.
#21- Kyūshutsu Sakusen.
#22- Yūjō.
# 23- Kibō-teki kansoku
#24- Teian.
#25- Taka.
#26- Bōei keikaku.
#27- Kaikon.
#28- Kyōkatsu.
#29- Monogatari.
#30- Fukushū.

#07- Seishitsu Henka

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By Eri-crowford

-Mansión Hyūga-

El sōdan del clan, estaba encerrado en el salón de reuniones, con el líder entre ellos.Una grave preocupación rodeaba a los honorables miembros... Una preocupación, que habían decidido en poner en conocimiento de inmediato...

— Hyūga-Sama...cualquier extraño, el que sea, no permitirá que el sōke utilice el apellido del clan...

— La solución, Hiashi-sama, es que el sōke se case con un miembro del clan.

— Homare, mi nieto, es de la misma edad de Hanabi-sama, es un joven prodigioso, con valores inculcados desde la niñez— El anciano frente al líder, hizo una reverencia marcada, logrando tocar el suelo con su frente— Suplico que toméis en cuenta mi propuesta.

— Será tomada, Hibiki-San... Aunque hay otros asuntos que invaden mi mente, y es con respecto a quién será el sōke...Un silencio se impuso de inmediato entre todos los miembros...a los minutos, comenzaron los murmullos, poco después, las deliberaciones, hasta que uno de ellos decidió tomar la palabra, y hablar por los demás.

— Hiashi-Sama...no estará usted pensando en elegir a...

— ¡Sería impensable!— gritó otro— No tiene lo que se necesita para dirigir el clan...

Hiashi continuó su ya acostumbrado silencio, su padre a su lado, mantenía la misma postura.El viejo Hyūga, el anterior líder, no estaba de acuerdo con los pensamientos de su hijo, menos aún, que se pensara en Hinata cómo sucesora, siendo ella tan débil, indefensa, sin carácter...pero se lo diría en privado; cómo bien sabía, el líder tenía que parecer neutral y con el objetivo fijo del bienestar del clan. Una ofensa cómo esa, rebajaría la autoridad del líder, y eso era algo que no se podía permitir.

Los honorables miembros continuaban destrozándose en múltiples comentarios desfavorecedores contra Hinata, y en comentarios ensalzadores hacia Hanabi...aunque la verdad, ellos sólo querían sacar beneficio de esa situación.Cualquiera de las dos, la mayor o la menor, tendría que casarse.

La obligación del líder no es sólo mandar, proteger y dirigir al clan, tampoco es sólo el proteger los más custodiados secretos del Byakugan... sino también el asegurar legítimos herederos.

La heredera de Hiashi es mujer, una mujer siempre adopta el apellido del marido, y esta tradición es inquebrantable... Si el sōke, se casa con cualquier hombre de otro Clan, el clan Hyūga desaparecería.Tres de los miembros, tenían nietos, todos de la rama principal, con la misma edad que Hinata...los demás, nietos con edad similar, un años o dos mayores, que Hanabi... Cualquiera de ellos podía ser elegido, y sería un salto magistral al poder, de parte de alguno en esos viejos.

La opción más clara a elegir era Hanabi, no tan sólo por ser la más hábil, o la más fuerte de las hermanas, sino por ser la más pequeña, y al mismo tiempo, la que podían manipular con total tranquilidad... Un joven sōke, el sueño deseado por cualquier consejo manipulador.

— Me retiro a mis aposentos, haré mi decisión pública, después de pensar y pedir guía y dirección a nuestros ancestros, lo cual espero den respuesta pronto; que tengáis una buena noche.

Hiashi se puso en pie, caminando a paso lento y salió.La enorme luz de la luna inundaba el pasillo, llenandolo de una intranquible luminosidad, Hiashi levantó la mirada, extrañado ante el enorme tamaño de esa luna...estaba casi seguro que ese no era su tamaño normal, pero decidió no darle tanta importancia, quizá se trataba del perigeo del astro, el tiempo en que la luna estaba en su punto más cercano a la tierra...

Pasó por el dōjo de entrenamiento, y miró al hijo de su querido hermano Hizashi entrenar, un joven de la rama principal parecía estar ayúdando, aunque el movimiento del muchacho era confuso, los golpes iban y venían, el muchacho cada vez más, parecía frustrado, los golpes lanzados comenzaban a perder la elegancia de un entrenamiento, para convertirse en golpes de ataque, nada refinados.

Neji por su parte, no mostraba signos de cansancio, y esquivaba cada golpe con elegancia, contraatacando con su Rotación Celestial de los Ocho Trisgramas (Hakkeshō Kaiten) para enviar a su contrincante, lejos de su rango de ataque, o regresando a su postura inicial, algo que asombró al jefe del clan, ya que Neji no tenia visión, su Byakugan era inútil, pero seguía usando las técnicas secretas de la rama principal cual si pudiera ver... lo dicho, un genio.

Neji conocía bien su situación cómo miembro del bōke, no podía lastimar a un miembro del sōke, así que utilizaba el Kaiten para mentenerlo lejos y que no sufriera ningún daño.Un último intento del muchacho de atacar al prodigio, y un último Hakkeshō Kaiten, que lo envió a otro extremo...

— Gracias por ayudarme a entrenar, Neji-San— murmuró el joven tras levantarse y haciendo una reverencia antge el genio antes de retirarse del lugar, y tras salir, haciendo una reverencia al ver a Hiashi.

Neji quedó de pie, en medio del piso de madera del dōjo, y caminó hacia un sector del lugar, trayendo un trozo de tela, mejor dicho, una pequeña toalla. Sentado, se dispuso a secarse las gotas de sudor que ya comenzaban a asomar en su rostro.

— Neji...deberías estar durmiendo.

— Hiro-San, necesitaba ayuda con su entrenamiento, Hyūga-Sama.

El tono de voz de Neji era frío, quizá demasiado, pero Hiashi podía comprender. Era la voz de un chico golpeado por el destino, un destino que él no eligió, un destino que lo tenía atado, uno que lo hizo odiar la rama principal desde la infancia... él no podía pedirle felicidad a una persona así, pero tampoco había rencor, algo por lo que daba gracias a Kami-sama, su sobrino ya no mostraba ningún rastro de ese antiguo y destructivo sentimiento.

— Levántate y ve a dormir.

— Hai.

Y Neji se levantó, y se marchó.

El también tenía que irse a su habitación, esa noche tenía mucho de que pensar, y muchas cosas que sopesar, antes de poder dar una respuesta a la elección que tenía que dar, y elegir entre sus dos hijas, quién sería designada cómo la heredera del clan.

-Frontera entre el País del Fuego y el País del Viento-

Dos de los pequeños genin corrían en dirección a Konoha, escoltados por un chūnin y una jōnin del clan Yamanaka. Ino misma iba entre los que escoltaban a los pequeños, y cargaba a uno a sus espaldas, ya que la alarma llegó hasta oídos del Kazekage, enviando a un equipo hacia la frontera, y ella no se perdería la acción, eso si que no.

Lo sentía mucho por el señor Kazekage controlador y su empeño de mantener todo bajo control, y el pésimo carácter de Kankurō, pero ella era ahora una Jōnin de Konoha y ese asunto le incumbía, cómo todo asunto que involucraba al tratado entre aldeas escondidas. Pero desde que llegó a Suna cómo embajadora de Konoha no le permitían hacer absolutamente nada, y eso la tenía cabreada, sin mencionar que extrañaba a sus amadas flores y a su familia...bien podía darse un break.

Así que escapó y se dirigió a la frontera junto al equipo chūnin de Suna, dos hombres adultos y un mocoso un año menor, con la grata sorpresa de encontrar a Hinata entre el equipo de Konoha, cabe destacar, la única conocida.

La misión se dividió, tenían que dejar a los pequeños en Konoha, pidiendo a Kami, que el equipo de Hinata y el recién llegado de Suna, resistieran. Los bandidos eran peligrosos, una banda conocida por robar jutsus secretos, y manipular el agua al antojo, habían dejado huella un año atrás en Kiri, luego en Kumo, y ahora en Suna...


Hinata corría entre los árboles, cansada y con peligrosos cortes en el abdomen. El sujeto tras ella, manipulaba el agua cómo si fueran cuchillas, era un extraño tipo de jutsu del Suiton que jamás había visto, el sujeto creaba con su chakra el agua y luego la utilizaba como filosas agujas, rápidas cuchillas o algún estilo de corte... Seguro ese ninja era de la aldea escondida entre la niebla... o por lo menos perteneció a esta en un tiempo pasado.

Su Palma del Vacío de los Ocho Trigramas (Hakke Kūshō) fue totalmente inútil, la onda de impacto de chakra que voló de su palma, pareció sólo una leve brisa ante el imponente enemigo, y sólo quedaba una solución, pero sola no podría. La última vez que realizó la Palma de la Pared del Vacío de los Ocho Trigramas (Hakke Kūhekishō), fue en la cuarta guerra, pero no lo hizo sola, su Niisan estaba con ella y entre ambos lograron ejecutar ese jutsu, ahora no se sentía capaz de realizarlo sola, tendría que usar ambas manos y sus flancos quedarían expuestos.

Era una empresa difícil, más con ese sujeto pero por un momento cerró los ojos, y respiró con calma...intentando llamar a la serenidad y desvíar, ahuyentar a la creciente desesperación.

A sus pensamientos, lo primero que asomó fue su querido Naruto-kun ...siempre con una enorme sonrisa y cabezotas cómo ningún otro, gritando una y otra vez que jamás se daría por vencido y luego recordando el entusiasmo de Ino al relatar la hazaña de Naruto, usando el elemento viento en su rasengan...Naruto una vez más, en sus recuerdos volvía a inspirarla... él siempre fue un modelo a seguir, el gran fracasado orgulloso que luego se convirtió en la salvación del mundo shinobi...

"La naturaleza del chakra del clan Hyūga es Fūton y Suiton"

Por un ínfimo segundo su mente se desvío del recuerdo de Naruto... ahora parecía lograr escuchar las lecciones de su niisan... Se miro a si misma de quizá trece o catorce años, sentada, escuchando a Neji, momentos antes de continuar el entrenamiento, respirando con dificultad por el esfuerzo...con su cabello azulado, un poco más largo, y su antiguo traje de entrenamiento en negro...su niisan para ese momento, ya era un chūnin y ya dominaba una naturaleza del chakra...Hinata abrió los ojos, y una enorme sombra la cubría...

— Por fin el ratón ha dejado de correr...— El sujeto rió de manera ahogada, burlandose, juntó sus manos y procedió a invocar el agua alrededor— Suiton...

— ¡Suiton Suijinheki!— gritó Hinata de inmediato, recordando su largo entrenamiento con ese elemento e invocó uno de los jutsus de protección a base del Suiton que logró ver en la cuarta guerra y logró memorizar... el Jutsu acuático: Muro de agua... El agua alrededor se arremolinó en torno a ella a modo de muro de protección, las múltiples agujas de agua impactaron en contra pero fueron absorbidas por el muro...

El Jōnin encargado miró la situación, el claramente había ganado su lucha individual y ahora iba a ayudar al primero que estuviera en su camino, la primera era Hinata, pero parecía apañarselas contra el enorme sujeto.

El muro de agua alrededor de la chica se deshizo, y saltó...ambos puños cerrados, encerrados en una enorme energía azul, cada una con una cara parecidas a leones y comenzó a golpear al ninja perverso. Cada golpe absorbía chakra del cuerpo del ninja, cada golpe iba debilitandolo más y más...ante un último golpe, el Jōnin del clan Nara utilizó su jutsu de posesión de sombra para inmovilizar al sujeto, que exhausto cayó de bruces.

Hinata bajó de su posición, todavía sangrando, pero utilizando la Palma Recuperadora (Shōsen Jutsu) para tratar la segura hemorragia que provenia de su lastimado abdomen.

El Jōnin a cargo se limitó a esperar que el sangrado se detuviese.

— Hyūga, ve con los demás y ayuda...

— Hai.

Y Hinata salió de ese rincón hacia donde estaban los demás, pero en el momento que llegó, estos ya habían logrado derrotar a sus respectivos oponentes, aunque todos tenían graves heridas...

Amanecer...

Los rayos del sol impactaban los rostros de los cansados viajeros, sus fuerzas mermadas por la reñida batalla en la frontera...Ino junto a su pariente Yihu Yamanaka, esperaban a los demás para remitirlos al hospital de Konoha, donde Uzumaki Sakura esperaría con los implementos necesarios para curarles.

El Nara a cargo del equipo pidió audiencia ante el Hokage, aunque por obligación tenía que pasar primero por el hospital, no tenía ningún rasguño así que le dieron el alta inmediatamente.

Shidara Nara, caminó hacia la mansión del Hokage, tenía ya redactado el informe de la misión, cosa de toda la noche, y el informe llevaba dos papeles adjuntos, cada uno con una referencia a un shinobi en específico, del cuál había notado habilidad y un muy buen desempeño...

Luego de entregar el informe de una misión exitosa, regresar al hospital y checar el estado de sus compañeros de equipo, suspirar de alivio al ver que todos estaban fuera de peligro, se dirigió a los guardias de la entrara para entregar la orden de prisión a los criminales, después de unos minutos varios ninja ANBU aparecieron en una nube de humo blanco, y luego desaparecieron de la misma manera, llevándose con ellos a los prisioneros.

El Nara volvió sobre sus pasos hacia el territorio del clan Nara, sólo quería descansar, comer algo y jugar un poco con sus dos hijos gemelos, a los cuales casi no podía ver por su trabajo de shinobi...no muy a lo lejos observó al recién llegado Shikamaru, hijo de Shikaku, que también había llegado de una misión, nada difícil, el mencionado estaba acostado sobre la hierba y junto a él, la embajadora de Suna en Konoha, Subaku No Temari...ambos disfrutando de las nubes...

Shidara continuó el camino a su casa, dónde esposa e hijos esperaban.


En la oficina del Hokage, dos de los recién llegados de la misión en la frontera fueron convocados por el rokudaime, Kakashi Hatake, gracias al documento que Shidara entregara.

— Takeru Akimichi...— El Hatake miró con una fría mirada al joven de no más de dieciséis años.— El informe indica un buen manejo de energía elemental tierra...

— Hai, Hokage-sama— murmuró el joven, se podía notar orgulloso, y más después de haber entrenado bastante sobre su habilidad natural con el Doton, pero mismo tiempo estaba nervioso, gracias a la mirada con el único ojo que el Hokage dejaba al descubierto.

— Irás de inmediato con los examinadores y mostrarás la habilidad que posees.

El chico inclinó la cabeza en una ligera reverencia y salió casi corriendo, con un extraño escalofrío recorriendo su espalda.

— Y Hyūga Hinata...— El Hatake miró al otro documento, y asintió— Irás con los examinadores.

— Hokage-Sama...yo...

— El informe del Jōnin a cargo evidencia un buen manejo de elemento agua...irás a probar tu dominio en Suiton...

— Ha... Hai...

Y Hinata salió... Aún no entendía nada en lo que pasaba, ni para que el Hokage los estaba enviando con los llamados examinadores, ni siquiera que esos examinadores fueran cómo el grupo que conoció en la etapa de exámenes para chūnin años atrás...ella sólo fue al lugar donde la dirección anotada en el pequeño papel indicaba.

Al llegar al sitio, varios ninjas especiales ANBU esperaban, dirigiendo a los menores hasta un sitio, y un pequeño enfrentamiento comenzó.

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