#24- Teian.

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Ino Yamanaka dio un último salto, para luego dejarse caer en la fría comodidad de la gruesa rama de un árbol desnudo, mientras respiraba con dificultad, producto del frío del ambiente.

Sentía el rostro enrojecido y lastimado, pero eso no importaba tanto, no cómo el molestar al siempre estoico y serio Neji Hyūga, que por alguna razón quedó bajo su cuidado en medio de esa complicada misión, tomando el que Rock Lee consideró, el camino más seguro.

Habían avanzado hasta ese punto de manera lenta, Neji parecía más que cansado, algo normal si se toma en cuenta que era su primera misión luego de dos años de inactividad, y que apenas días atrás, fue sometido a una cirugía ocular.

— Así que...¿Estás bien?— preguntó, recibiendo un leve movimiento afirmativo cómo respuesta— Vaya que la debes querer mucho.

Neji frunció el ceño con fastidio, sabía que ir con Ino sería algo tedioso, pero las palabras de Rock Lee sobre los pocos conocimientos médicos de la joven y su estado no le dejó alternativa.

— ... Con razón Ten estaba tan mal, es un poco impulsiva y debió pensar que te gustaba.

— No veo por qué se hizo esa idea.

— Es normal, estaba cerca de ti y si no has tenido novia o por lo menos un affaire, debió pensar que era por ella— la normalidad con la que la rubia se refería era increíble, los análisis, acertados, y aunque no quisiera admitirlo, tenía razón en lo que decía. No había tenido la oportunidad de conocer a alguien que llamara su atención, quizá eso no existía, al menos no para él.

Ino por su parte, luego de ver que no podría sacarle nada con esa conversación, decidió dar un giro a la conversación, tocando un tema relevante al momento.

— Entonces...¿Esta misión es una especie de secuestro o qué?

— Iie— negó— Es el resultado de un juicio.

— ¿Eh?

— Lo explicaré luego, debemos seguir avanzando.

Con desgana Ino se levantó y comenzó a seguir al Hyūga en medio de un estorboso silencio, preguntándose el porque era tan serio. No pudo evitar recordar a la otra víctima de su forma de ser, demasiados chicos serios en el mundo.

El comunicador de Neji empezó a hablar, de parte del equipo de Kiba y Lee.

— Akamaru ha detectado el aroma de los demás, tienen que regresar al punto que os voy a indicar— la voz de Kiba comenzó a dictar las coordenadas en las que se encontraban, Ino y Neji cambiaron de curso de su viaje.

El silencio era lo único que lograba irritar a Ino, pero tuvo que callarse, mientras maldecía a Shikamaru por no dejarles una pista. Pero claro que no la dejaría, si ni siquiera sabía que habría un grupo dispuesto a romper las reglas y seguirlos. Pero se encargaría de decirle, por si en algún momento se repitiera la ocasión.

Luego de media hora, cuatro sombras aterrizaron sobre la nieve en un espacio abierto, Akamaru con el hocico metido entre la nieve, emitiendo ladridos de vez en cuando. La fría mirada de Neji provocó que ninguno dijera nada, ni siquiera Kiba que tenía muchas ganas en soltar un comentario fuera de lugar, o Ino que quería seguir molestando al castaño hasta conseguir una afirmación de su parte ante las sospechas de Tenten. Rock Lee dirigía al grupo, mientras era dirigido por Akamaru, y de esa manera continuaron con la pista que les quedaba.

- En la caverna-

Sai permanecía en blanco, había saltado al manantial y ahora permanecía en blanco, sólo mirando lo que parecía un espejo, del otro lado, observando detenidamente, una figura empezó a dibujarse, una que muy pronto empezó a reconocer. Cabello gris caía a los lados del rostro, junto a un par de ojos oscuros, la ilusión cruzó el espejo cómo si se tratara de agua y tomó la mano de Sai que en ese momento había vuelto a una versión infantil de sí mismo.

FateWhere stories live. Discover now