Protecting Yu | winrina

By paradiseworlds

38.3K 5.8K 1.3K

Han intentado asesinar al embajador del país. Esclavo del miedo, decide aumentar la seguridad de su familia y... More

Introducción
1
2
3
4
5
6
7
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29

8

1.3K 206 22
By paradiseworlds

Narrador

Minho le dio un trago a su café. Eran las siete y media de la mañana, su guardia de seguridad Key estaba en la puerta junto a el. El pobre embajador se pasó toda la noche sin poder dormir apenas, solo pensaba en Karina y el casi secuestro al que la sometieron. Se sentía impotente, que necesitaba hacer más aunque fuera prácticamente imposible.

—Key, se me ha ocurrido algo.

—¿Sí señor?

—Creo que le voy a decir a Karina que se vaya a casa de sus tíos un par de días hasta que se calme todo esto. Tienen una pequeña casa a las afueras con una granja y animales, lo mejor es que se aleje de la prensa y lo que sea que nos esta haciendo esto. Con sus tíos estará bien.

—Me parece una buena idea. Será lo mejor.

—Me aterra que le pueda pasar algo. Si esos impresentables vuelven a intentar hacerle algo... —suspiró—. Lo único es que Minjeong deberá ir con ella, ¿esta bien eso?

—Claro que sí. Confío en ella, sabe lo que hace. La seguridad de su hija esta en sus manos.

—Esta bien —asintió—, voy a decírselo a Melinda para que prepare a Karina cuando se levante. Quiero que se vayan esta misma mañana. Puedes decírselo tú a Minjeong.

Key asintió.

Mientras Minho hizo un par de llamadas. Necesitaba encontrarse con el inspector, quería saber más de ese hombre y qué escondía. Antes de continuar con sus labores de persona a cargo de un país, Key fue hasta la habitación de Minjeong en la zona de trabajadores para comunicarle lo que Minho había decidido.

Al llegar vio a su hija terminando de alistarse, se peinaba su flequillo rojo oscuro.

—Hola papá, ¿pasa algo?

—No cariño, todo bien —le dio un beso en la cabeza—. ¿Cómo estas?

—Bien, bien. Lo de ayer fue demasiado shock diría yo, nunca he vivido un caso así tan de cerca.

—No quiero imaginar como debe estar la señorita Yu... —suspiró. Minjeong se quedó pensativa, Key habló de nuevo—. Por cierto cariño, venía a decirte que vas a estar un par de días fuera. El señor Yu quiere mandar a su hija a la casa de sus tíos, esta junto a su granja, y tendras que ir con ella.

—Esta bien.

—Sé que no te llevas bien con ella pero ten paciencia...

—No te preocupes, algo me dice que irá mejorando —sonrió.

—Cualquier cosa me llamas, sea lo que sea que necesites.

—Lo sé papá, no te preocupes.

Minjeong agarró su teléfono y salió del cuarto junto a su padre. Key se marchó con Minho a sus labores, mientras su hija fue a la cocina para tomar algo de desayuno y prepararse para cuando se despertara Karina.

—Gracias por el café Melinda —sonrió.

—No me lo agradezcas cielo, ¡estoy para eso! —rió—. Come alguna magdalena, están recien hechas.

Minjeong agarró una y le dio un bocado, de hecho estaba bastante buena. Echaba de menos la comida casera, antes de trabajar con los Yu vivía a base de comer fuera o precocinados, así que esto era de extrañar. A los pocos minutos entró una mujer del servicio, no la había visto nunca.

—Oh, déjame que os presente. Creo que no os conocéis.

—No, la verdad —rió Minjeong.

—Ella es Leia, se encarga de la limpieza de la parte este de la mansión —la mujer me sonrió—, es la madre de Jess, a ella si la conoces.

—Sí, si la conozco —sonrió—. Encantada, yo soy Kim Minjeong, la guardaespaldas de Karina.

—Lo sé, lo sabemos todos, después de lo de ayer... —Leia sonrió—. Fue bastante heroico.

—No fue nada.

—Dejate recibir un par de flores, querida —guiñó, Minjeong sonrió.

En realidad la joven estaba cansada de que le repitieran todo el rato lo mismo, que en el fondo lo entendia por lo que había pasado, pero no le gustaba que le dieran las gracias continuamente por algo que para ella fue el bare minimum.

Minjeong le dio el último sorbo al café y vio como Karina bajaba las escaleras, ya estaba arreglada.

—Mel, ¿para que son esas maletas? —preguntó Karina.

—Oh, señorita. Su padre ha decidido que debería irse un par de días a la casa de sus tíos para salir del foco de atención.

—¡¿La de la granja?!

—Sí, señorita.

Karina rodó los ojos.

—Esta bien, pero solo porque quiero ver a los caballos. Voy a preparar las cosas.

Karina alzó la mirada y vio a Minjeong observándola desde la cocina, la miró un par de segundos. La pelirroja le sonrió haciéndole una seña con la cabeza en forma de saludo, Karina hizo una mueca tornada a sonrisa y subió las escaleras de nuevo con rapidez.

A Karina no le gustaba familiarizar tanto con su guardaespaldas. Últimamente estaba sintiendo una conexión extraña con Minjeong, pero era confuso para ella. No la soportaba y seguía queriendo que se marchara, pero después de que le salvara la vida era como si algo de ella quisiera que la siguiera cuidando, aunque disfrutara molestándola.

Karina hizo la maleta rápidamente y bajó. Minjeong ya habia dejado sus cosas en el coche, estaba esperando a que bajara.

—¿Esta lista, señorita Yu?

—No me digas señorita, parezco una abuela.

Minjeong alzó las cejas.

—¿Cómo prefiere que la llame?

Karina bajó dos escalones quedándose a su altura. Examinó su rostro una vez mas.

—Karina. Solo Karina.

—Esta bien, Karina. Vamos al coche.

Ambas subieron al vehículo y pusieron rumbo a la casa de los tíos de Karina. Era una hora de viaje pero para la pelirroja se le hizo mucho mas largo ya que condujo todo el camino. De vez en cuando le echaba un vistazo breve a Karina, que miraba por la ventana o daba pequeñas cabezadas del sueño. A Minjeong le estaba comenzando a dar ternura, pero aquello se esfumaba cuando soltaba alguna de las suyas por la boca.

—Pon música, hay mucho silencio —musitó la morena acomodando su cabeza en el asiento.

Minjeong encendió la radio, automáticamente empezó a sonar un canal de deportes. La pelirroja lo pasó, el siguiente era música clasica, volvió a pasarlo hasta que llegó a uno pop. Estaba sonando If The World Was Ending de JP Saxe y Julia Michaels.

Cuando empezó a sonar la canción Karina la reconoció, comenzó a tatarearla y cantarla por lo bajo mientras miraba por la ventana. A Minjeong le relajaba escucharla cantar, no lo hacía nada mal y la canción era preciosa.

I know,
You know,
We know,
We weren't meant for each other and it's fine

Giró su rostro y la observó unos segundos. Otra vez volvió a apreciar lo bonito que era su rostro calmado. Los detalles de sus facciones eran una obra de arte, Minjeong comenzaba a darse cuenta que mirar así a la persona para la que trabajas no era correcto, y mucho menos ético.

Suspiró y puso su vista al frente eliminando cualquier pensamiento que se le pudo pasar por la cabeza.

***

—¡Hola tío Yu! —dijo Karina abrazandole—. Hola tita, ¿cómo estáis?

Karina saludaba a sus tíos bastante contenta, parecía que de verdad estaba disfrutando estar ahí. Minjeong dejó las maletas en la entrada y se posicionó tras Karina.

—Hola mi cielo, estamos genial ¡y ahora que viniste aun mejor! —dijo su tía.

Su tío asintió y habló acercándose a ella.

—Tu papá nos contó todo lo que estaba pasando... Cielo, ten mucho cuidado.

—Lo sé, por eso estoy aquí —Karina se giró hacia Minjeong—, mi guardaespaldas viene conmigo, se llama Kim Minjeong.

—Es un placer señores Yu —dijo Minjeong con una sonrisa.

—El placer es nuestro, Kim. Gracias por cuidarla.

—Es mi deber.

"Es mi deber", repitió Karina en su mente. Porque claramente es pura obligación, nada más que eso.

—Bueno mi niña, ya sabes donde esta todo en esta casa. Te hemos preparado tu habitación de siempre, tienes mantas y toallas allí. La habitación de al lado sería donde dormirá Minjeong —dijo a la pelirroja—, también tienes mantas y toallas.

—Gracias a los dos —Karina sonrió—, por ahora dejaré las cosas e iré a dar una vuelta. Quiero ver a los caballos, siguen todos bien, ¿verdad?

—Claro que si. Los tienes en el establo, si quieres montar alguno avisa a George —el capataz— para que te lo prepare.

—¡Genial!

Karina y Minjeong fueron a dejar todo en sus respectivas habitaciones. Karina fue rápida así que al salir se paseó por la habitación de Minjeong, quien se había quedado embobada mirando la decoración. Era todo antiguo pero con mucho detalle, como si estuviera todo medido al milimetro para estar donde debe estar.

—¿Te gusta? —preguntó Karina a su espalda.

Minjeong se giró de la sorpresa.

—Es todo muy bonito.

—Solía venir aquí con mi familia en verano, también tienen piscina. Luego mi padre postuló para embajador y pasó lo de... —se calló—. Dejamos de venir.

A Minjeong no se lo habían comentado evidentemente, pero pudo deducir que se trataba de su madre. Por el silencio que hizo Karina interpretó que no estaba lista para hablar de ello.

—Entiendo —respondió—, ¿le trae muchos recuerdos?

—Bastantes. Es una casa muy familiar, no como la mía, que es enorme y por mucha gente que haya siempre estará vacía.

La mirada de Karina era apenada, con tristeza.

—Le entiendo. Cuando mi madre murió, mi padre quiso cambiar parte de la casa —la atención de Karina se puso en Minjeong—, sentía que no podía seguir adelante viendo los mismos lugares donde fueron felices.

—A veces esos mismos momentos felices son los que te dan fuerza para seguir adelante.

—Supongo que cada persona lo ve de una manera distinta. Yo opino como usted —esbozó una sonrisa.

Karina, sin aguantarse más, habló.

—¿Qué le pasó? —hizo una pausa—. Si puedo preguntar.

—Cáncer. Murió cuando tenía catorce años.

—Lo siento mucho —Minjeong asintió—. Mi madre murió cuando tenía diez años. Fue un accidente de coche —suspiró—. Nunca se llegó a saber qué pasó con exactitud.

—También lo siento.

Karina esbozó una sonrisa.

—¿Quién me iba a decir que iba a tener algo en común con la matoncita? —dijo burlona.

Minjeong se acercó más a ella.

—A veces las cosas te sorprenden.

Los ojos de Karina analizaron el rostro de su guardaespaldas. Desde su mirada, hasta su nariz, bajando a sus labios y a ese pequeño aro en su labio. Fueron segundos pero le bastaron para darse cuenta de que era mucho más atractiva de lo que había pensado.

Minjeong se sentía tensa porque cuando al miraba... Cuando veía sus labios tan cerca de los suyos tenía que luchar con sus pensamientos más profundos y debía ganar esa batalla... Debía ganarla porque si no lo hacía acabaría pasando algo que no estaba bien. No podía pasar.

—Vamos a ver los caballos —dijo Karina interrumpiendo el silencio.

Minjeong lo agradeció.

—Claro —respondió Minjeong esclava de la tensión de esos instantes.

Karina se giró y salió de la habitación, al perder contacto con ella... Minjeong suspiró, sacó todo el aire que estaba reteniendo.

Cada vez que Karina clavaba sus ojos en ella de esa manera la pelirroja sentía que se ahogaba. No sabía explicarlo, pero existía.

Continue Reading

You'll Also Like

460K 18.1K 48
it all started with a shrek meme. ENHYPEN JAKE 엔하이픈 재이크
81K 3.2K 18
- in which a certain moral filled girl and her classmates gets caught in a middle of a war against... zombies. ©Lee Jae-kyoo, Kim Nam-su 2022
244K 8.4K 52
𝘞𝘪𝘯𝘳𝘪𝘯𝘢 𝘧𝘧 __________________________________________ "You Bangs my tri!" "I, what!?" "Sabi ko you bangga bangga my tricycle!" Di lang tricy...
4.4M 123K 39
"I wanna kill you.." He whispered huskily. "I dare you" I said. Seventeen year old Sonee rave win's a contest to go stay at Dracula's castle for two...