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Narrador

Tras despedirse de su familia y prepararse para echar de menos la nostalgia de aquella granja, Karina y Minjeong volvieron a la mansión de los Yu. Aquellos días fueron muy especiales para Karina, aparte de que se lo pasó bastante bien, fue un pequeño paso para conocerse mas a sí misma.

Al llegar a casa su padre la recibió con un abrazo fuerte, si había algo cierto de Minho es que adoraba a su hija con todas sus fuerzas. Key, que estaba a su lado, le sonrió cálidamente a Minjeong, ya se encargaría de darle un abrazo fuerte después.

—¿Qué tal el viaje?

—Todo genial papá, me encantó estar por aquí. Era todo muy nostálgico.

Su padre esbozó una sonrisa.

—Tal vez deberíamos ir pronto juntos. Un fin de semana en familia estaría bien.

—Eso sería genial —dijo abrazándole de nuevo—. Hoy me quedaré en casa. Quiero descansar.

—Eso esta bien cariño. Por cierto Minjeong, discúlpame. Hoy es tu día libre así que puedes marcharte ya, tómatelo hasta mañana al medio día ya que has tenido que trabajar hoy también.

—No se preocupe señor. Gracias —sonrió.

Karina se quedó pensativa tras escuchar eso. No recordaba que Minjeong tenía el dia libre así que probablemente volvería a casa, quedaría con esa tal Minju, que por mucho que fuera su amiga, la morena no dejaba de pensar en ese mensaje donde pedía que la abrazara fuerte de nuevo y le decía lo mucho que la quería.

Aunque hayan decidido mutuamente cortar todo esto que tenian, no podía evitar sentir algo extraño en su interior.

Minjeong se retiró a su estancia para recoger un par de cosas y marcharse.

—Oye papá.

—Dime —respondió Minho.

—¿Crees que esto durará mucho? Ya sabes, todo lo que nos ha pasado estos meses.

Minho suspiró y abrazó a su hija de lado.

—Ojalá que no, mi niña. Pero no te preocupes, vamos a estar bien, ¿vale?

Karina esbozó una sonrisa y asintió. Por un lado estaba deseando que esta pesadilla terminara ya, que todo se solucionara y volvieran a su vida normal, pero por otro lado se preguntaba... ¿qué pasará con su guardaespaldas? Suspiró.

Al rato Karina también fue a su cuarto, pero antes de ir se pasó por el de Minjeong. Había algo en su interior que no la dejaba tranquila.

La pelirroja escuchó alguien llamar a la puerta. Cerró la mochila y respondió.

—Adelante, esta abierta.

Karina entró y Minjeong frunció el ceño.

—Karina, no puedes estar aquí. Es la habitación del servicio.

La morena cerró la puerta después de entrar.

—Solo quería agradecerte lo que has hecho por mí estos días, me lo he pasado muy bien y te agradezco que me protejas.

Minjeong esbozó una sonrisa.

—No me agradezcas esas cosas. Solo quiero que estes bien —Karina se ruborizó al escucharla.

La pelirroja se puso la mochila y fue hasta la puerta, pero tenía que pasar por delante de Karina. La morena le cortó el paso.

—Karina, tengo que irme.

—Espera, yo... Tú... —negó—. No te rías, ¿vale?

—¿Qué pasa?

Karina miró hacia la derecha con vergüenza.

Protecting Yu | winrinaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ