La parte 2/ Final del Gaamatsu escrita por AlmParedes
- Papeles, papales ¡y adivino! ¡más papeles! - Temari observo la pila de papeles que yacían en su frente y frunció el ceño- pobre chico, en fin, supongo que unos sellitos de ayuda no le vendrán mal. - miro a su derecha el tentador sombrero de Kazekage y sonrió - Si él puede yo también- se puso el sombrero de kazekage y fue detrás del escritorio de su hermano preparada para hacer un largo y aburrido favor. Un "toc toc" en la puerta principal a la entrada de la oficina hizo que tirara estrepitosamente el sombrero a un costado y se levantara para ponerse en posición recta y mantener una mirada seria.
- Escucha Gaara necesito que me asign... ¡¿qué haces tú aquí?! - su hermano menor la miro asombrado. No era muy frecuente ver la oficina sin Gaara dentro.
- Eres solo tú...bah- abandono aquella faceta suya tan "estirada" y relajo los hombros- que bien que hayas llegado Kankuro, toma unas cuantas hojas y ayúdame a ponerles sellitos.
- ¡¿Dónde está el enano rojo?! - pregunto preocupado.
- Tranquilo. Le conseguí una cita. Déjalo ser normal por lo menos algunas veces- respondió despreocupada.
- ¡¿Estás loca?! Si el consejo de Ancianos se entera de que está en una "cita" perderán la cabeza ¡él es el Kazekage! Tiene muchas responsabilidades.
- Pero antes de ser Kazekage es nuestro hermano, recuerda eso. Además, el consejo de ancianos jamás se enterara.
- ¿Y qué demonios planeas hacer si viene alguien en busca d él como lo hice yo?
- ¿Jutsus de transformación? ¡Ay por favor! Usa la cabeza Kankuro.
- Aquí entre nos... ¡¿Quién demonios accedió a salir con él?! Más de la mitad de la aldea le tiene miedo...
- Su ex aprendiz...Matsuri.
- ¡¿Qué?!- sus globos oculares casi salieron de sus cuencas por la sorpresa- ¿la genin de ojos grandes?
- Esa misma, ponte feliz por nuestro hermano ¡eres un hermano insensible!- replicó ella- pero, a todo esto ¿qué viniste a buscar con él?
- Le hice unos cambios al Cuervo y quería que me asignara alguna persona disponible para una batalla. Para ver la efectividad de los cambios.
- ¡Genial!- sonrió con vigor y alegría - no le puedo dar la espalda a mi hermanito querido del medio. Vámonos, yo te ayudo.
- Pero y Gaa...
- No lo buscan jamás... ¡anda! Vamos a probar que tiene de nuevo el cuervo. Aunque, francamente, nada de tus juguetitos va a poder conmigo jamás.
- Eso lo veremos. Campo de entrenamiento, ahora.
- De eso estaba hablando...
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- Linda noche ¿no es así? - Gaara se sintió un verdadero idiota al dejar salir esas palabras tan simples y cutres de su boca. Pero no se le ocurría nada más que decir estando a solas con una chica. La inexperiencia lo estaba matando. Si esto fuera una batalla campal ya estaría a tres metros bajo la tierra.
- Si...bastante bonitas las constelaciones. - Vaya respuesta más fría y sin sentimiento. Matsuri no podía asimilar como frente a las demás personas era todo menos tímido. Ella se caracterizaba por dos cosas: sus ojos grandes y su personalidad simpática y explosiva. Lastimosamente frente a Gaara lo único que relucían eran sus ojos. El resto solo quedaba en un "dicen que".
- "llévala a comer o algo, lo mismo ocurre con Shikamaru, ustedes los hombres son todos iguales y yo..." - esos consejos de su hermana mayor llegaron a su mente. ¿Llevarla a comer? ¡no sonaba tan mal! La comida siempre arreglaba todo, o almenos eso creía. - ¿quieres salir a comer? - pregunto de imprevisto- digo, ver estrellas es un poco aburrido.
- "¡me está invitando a comer! "- pensó con alegría. - Por supuesto, me encantaría- respondió tímidamente.
- Huh, tardaremos bastante si seguimos a pie, te propongo algo. - en ese momento Gaara formo una especie de nube de arena y subió en ella. - Un paseo aéreo para llegar más rápido... ¿subes?- el chico estrecho su mano en dirección a Matsuri y esta se ruborizo al instante.
- Le tengo miedo a las alturas. - Replico con timidez, la sola idea de estar "pegada" a él la intimidaba bastante. Aunque, en el fondo moría de ganas de hacerlo. Se había pasado un cuarto de su vida diciéndole a Temari lo mucho que quería estar a "solas" con Gaara.
- Por favor- hace tanto que el no usaba esas palabras, aquella muchachita de ojos grandes estaba logrando milagros aquella cálida noche. Primero, le había hecho sonreír ni más ni menos y sin esfuerzo alguno, y ahora, lo estaba orillando a decir "por favor" sin siquiera utilizar la fuerza. Esa joven era increíble. - prometo que te protegeré. - Gaara se sentía el ser más estúpido de la tierra, estaba actuando fuera de sí, aunque, ese sentimiento de protección y de "no sé qué" que le despertaba Matsuri lo hacía sentir completo. Ella era como la medicina de la cual solía hablar su tío.
- Está bien. - cerro los ojos y subió al montículo de arena de un salto. Aquella sensación de vértigo desapareció segundos después de sentir el brazo del joven rodeando su cuerpo y atrayéndole hacia él.
- Te dije que nada pasaría. - Dijo titubeando. Gaara trago saliva y no se atrevió a mirar a los ojos a Matsuri. Su corazón latía con rapidez, eso era tan raro, luego comenzó a sudar, el nunca sudaba, en el fondo pensaba que si tal vez Matsuri no estaba utilizando algún jutsu raro para matarlo. Error, él no podía morir, joder, también afectaba su lógica. Dentro de poco también sería su visión, su olfato, y así, hasta dejarlo invalido.
- Nunca había visto lo bonita que era la aldea desde arriba. - alego ella con ternura- es muy bonito ver a las personitas felices desde aquí arriba ¿no lo cree?- al terminar su frase giro su cabeza y su cálida sonrisa y grandes ojos café chocaron con los ojos aguamarina de Gaara.
- Me gusta ver a mi pueblo feliz. Sacrifique muchas cosas en esta vida para ver bien a mi pueblo.
- ¡Es que eres muy bueno! - alego con alegría. ¿Bueno? Años atrás calificar a Gaara como "bueno" era imposible. Pero ahora, ahora las cosas eras diferentes. - ¡me encanta ese restaurante!
- ¿Huh? - Gaara se sintió un tanto cohibido por esa afirmación- ah...Ahh. - en ese instante hizo bajar su nube de arena y tanto el como ella, para asombro de los presentes, ingresaron a un restaurante común y corriente como una simple pareja de enamorados.
- Gaara...- Matsuri se sentía un tanto incomoda teniendo tantos ojos observándola- no es por ser atrevida...pero... ¿estás acostumbrado a que la gente se te quede viendo?
- Algo. - respondió corto.
- Pues yo no. - esa respuesta hizo reír a Gaara en voz baja. Matsuri comenzaba a ser simpática, las personas simpáticas le gustaban mucho.
- Disculpe ¿acaso usted es el Kazekage? - un mozo se acercó a ellos y se dirigió a Gaara con el mayor respeto posible.
- Si- en ese momento el hombre intento hacer una reverencia pero fue rápidamente detenido por Gaara- por favor, sin reverencias ni etiquetas de por medio. Solo quiero tener una cena como un aldeano normal.
- Pero señor, con mucho respeto, usted es el...
- Ya lo escucho- el tono de Matsuri era algo mandón. Sonaba a algo que diría su hermana- el Kazekage quiere tener una cena como un miembro más de nuestro aldea. Lo que él dice son órdenes. Cumple su pedido.
- Mil perdones señorita. - Gaara sonrió para sí mismo, pese a ser tan pequeña y con el comportarse tan tímida, Matsuri, tenía mucha personalidad y sabia defender lo suyo. Eso, sin dejar de lado su ternura. Ella era la especie de mujer que todo hombre desearía, no llegaba a ser una mujer de un carácter muy fuerte o potente, como "Sakura Haruno" de Konoha, o para no ir tan lejos, como su propia hermana, Temari. Tampoco era una mujer con un carácter sumamente dulce y dócil como la legendaria heredera del clan Hyuga, Hinata Hyuga o como lo fue en vida su madre. Matsuri era "agua tibia" en medio de una oleada de agua caliente y Agua fría.
- Solo queremos tener una cena. - agrego el pelirrojo al volver de sus pensamientos y encontrarse con la realidad de que había bastante personas formando fila tras suyo para entrar al establecimiento y ellos seguían parados. Ya se imaginaba los comentarios de la gente "El kazekage es un adolescente mal educado con aspecto cutre, cutre"
- Señor, en ese caso tendrán que esperar, nuestro establecimiento esta un tanto lleno. - titubeo el hombre, acto seguido, desplazo la gran cortina que tapaba la entrada real al restaurante. El lugar estaba rebozando de personas. Tendrían que esperar mínimo una hora.
- Ufff...- Matsuri dejo salir un suspiro y parpadeo un par de veces- ¿sabe señor? El kazekage es una persona ocupada que debe de estar muy cansado. En serio muy cansado. Búsquele un lugar donde comer su cena tranquila. - ¡¿Qué?! El chico pensaba que Naruto de Konoha era insistente y con muchas mañas, pero, frente a aquella joven se quedaba corto.
- Tiene razón señorita, Hablare con el encargado. - el hombre había olvidado por completo los primeros pedidos de Matsuri y fue en dirección a la oficina del dueño.
- Debo decirte que a mí no me gusta usar mi autoridad de Kazekage con mi pueblo- ante ese comentario la joven se ruborizo un poco a causa de la vergüenza- pero en momentos como estos es necesario. Bien hecho.
- Señor Onishi, tenemos la honorable visita de Lord. Kazekage aquí en nuestro establecimiento. Dígame... ¿qué tengo que hacer?- pregunto el mozo.
- Así que el Lord. Kazekage está aquí eh- aquel hombre de edad mediana y bigote muy evidente no sonaba tan contento al oír tal cosa mientras fumaba un cigarrito tras su escritorio- ¿a qué viene? ¿también están presentes sus hermanos?
- No...No señor. Dice venir a cenar con una chica, eso es todo.
- ¿Así que "Gaara" pese a ser nuestro Kazekage también se la da de casanova? Pero miren que niño. - Lo que nadie sabía era que el dueño de aquel restaurante formaba parte del cierto número de personas que estaban contra el régimen de mandato de Gaara. Eran los radicales, personas que no estaban a favor de Gaara, de sus hermanos, y mucho menos de su gobierno. La razón de que este hombre formara parte de tal grupo se remontaba a años atrás, en su juventud tal vez. El hijo del antiguo Kage había matado a su hermano sin más ni menos. Era bien sabido que antes , cuando la oscuridad reinaba en su interior, Gaara, el portador del Shukaku, basaba su existencia en matar gente sin razón aparente, y entre tantos y tantos, uno de los afectados había sido el hermano de este.
- ¿Señor? ¿qué hago?- Titubeo.
- No te preocupes tú, yo mismo atenderé a Lord. Kazekage en mi establecimiento. - Malas noticias para la pareja. El pasado de Gaara le cobraría un mal momento.
- ¿Porque crees que se tardan tanto?- pregunto la joven.
- No lo sé, supongo que es por la falta de espacio. - Gaara noto como Matsuri arrugaba sus cejas en signo de impaciencia y le causo cierto sentimiento de ternura. Temari no mentía cuando decía que Shikamaru de Konoha le solía decir que amaba cuando esta parecía "Una vieja problemática" al estar molesta. Al parecer muchas cosas que le ocurrían a Temari con el hijo del clan Nara le ocurrían a él con Matsuri ¿sería una señal? Si. Definitivamente era una señal de que Shikamaru y Temari tenían una linda amistad.
- Gaara...Gaara te está hablando. - Una sacudida en su brazo lo despertó de sus pensamientos. Era su cita la cual lo estaba sacudiendo para que este prestara atención al hombre que tenía frente.
- ¿Ha?... ¿qué ocurre?- respondió cohibido.
- Ocurre que estas pisando mi restaurante haciéndote pasar por lord. Kazekage ¡Impostor!- El hombre era muy consiente que él jamás lograría vencer en una batalla a un ninja de tan alto nivel como Gaara. Pero si lo podía vencer políticamente. Personas como el no podían simplemente dejar sus trabajos y "salir en citas". Si ya era muy criticado que el Kazekage apenas y cumpliera los 16 años, sería aún más criticado por dejar de lado sus obligaciones y salir con otra joven, que para colmo, no pasaba de una simple genin de clase media. Cabía hasta la posibilidad de que pensaran hasta en destituirlo de sus cargos.
- ¡¿Qué?! ¡como que impostor! - Matsuri se puso a la defensiva de inmediato y ocasiono que el lugar entero guardara silencio.
- ¿Acaso usted cree que Lord. Kazekage saldría con una niña como tú? ¿acaso alguien cree eso posible?- Ante tales preguntas el pueblo en general estallo en risas.
- Por supuesto que sí .- se defendió
- ¿Y tú que impostor? ¿cuánto tiempo te llevo perfeccionar esta técnica que te ayudo a parecerte a nuestro honorable Kazekage?
- ¡Gaara! ¡haz algo!- grito Mat.
- No tengo nada que decir en mi defensa. - para sorpresa de ambos Gaara solo se inmuto en decir esas simples palabras.
- Pero Gaa... ¿huh?- Se auto interrumpió al ver que el hombre le hizo un gesto con las manos a su ex sensei.
- ¡Personas como ustedes no merecen estar a la vista del público! - el hombre apunto a un cuartito que se encontraba cerca de su oficina y Matsuri entendió todo al fin. Al estilo autoridad, el hombre quería que ambos esperaran en ese cuarto.
- Gaara... ¿porque no hacen nada?- pregunto entre dientes.
- Solo haz lo que te diga. Te lo explico todo luego. - respondió el en un susurro.
Si antes ya se sentía un verdadero Idiota, ahora se sentía un verdadero imbécil. Se sentía bastante mal teniendo que caminar como todo un criminal frente a su pueblo , los cuales creían que era un impostor, y tener que ver como Matsuri estaba cada vez más confundida.
- Se quedaran aquí en espera. Informaremos a la torre principal acerca de ustedes. Si resulta ser un impostor su destino será estar en la cárcel por tratarse de un criminal. Pero si resulta ser el verdadero Lord. Kazekage podrá irse sin más ni menos. - Ambas opciones le gustaban al hombre. En ambas Gaara salía perdiendo. Era bastante obvio que si era el verdadero Gaara, así que lo más probable era que estuviera libre en cuanto vinieran en su búsqueda. El problema radicaba que al ser "rescatado" tendrían que realizarse los procedimientos necesarios y el consejo de ancianos se acabaría enterando.
El hombre cerró la puerta de un portazo y dejo a Matsuri y Gaara en una habitación a medio lijar y sin muebles. Tendrían que esperar sentados en el piso.
- No entiendo nada ¡explícame que fue eso!- ordeno la castaña.
- Huh- en ese momento Gaara cubrió con su arena todo el cuarto imposibilitando que alguien pudiera oír sus conversaciones desde afuera-Matsuri, tú tienes que saber que el solo hecho de haber dejado de lado mis obligaciones para salir contigo me puede condenar a perder mi cargo.
- No lo sabía. - sus grandes ojos se llenaron de lagrimillas.
- Pero. Aún tenemos una oportunidad de salir bien de esto. Este hombre debe estar contra mi régimen político, por eso actúa de manera tan errática. Para que yo pudiera tener este respiro mi hermana quedo a cargo de mis responsabilidades, ella es una Kunoichi muy responsable...
- ¡Súper responsable!- el escuchar ese "pero" la había calmado mucho. Incluso bromeo sarcásticamente acerca de lo responsable que era Temari.
- Espera... ¿tú sabes cómo es Temari en verdad? - eso si lo había tomado desprevenido, ósea, él sabía que eran amigas ¿pero de ahí a conocer a la Temari amable? Eso ya era mucho.
- ¡por supuesto! - inconscientemente comenzó a reír. - es la persona más simpática y escandalosa que existe.
- Entonces poder explicarte las cosas como son. Temari quedo a cargo de todo. Por ende todo lo que le llegue al "kage" pasara por sus manos, pues estoy muy seguro que se hará pasar por mí. Cuando ella se dé cuenta de esto vendrá por nosotros dos y nos sacara sin hacer el menor escándalo. Una vez que estemos en la Torre destruiremos todo lo que sobro de esta noche y lo nuestro quedara en un "Dicen que".
- ¿estás seguro que funcionara?- se notaba cierta tristeza en su mirada.
- Por supuesto. Temari es una de las personas más astutas que conozco.
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- Me muero - la joven rubia entro a la habitación del Kage haciendo crujir sus hombros- debo admitir que el cuervo me dejo muerta.
- No deberías haberle pegado tan fuerte con tu viento. Hermana sin aprecio por mis bebes. - le recrimino el entrando a la oficina de su hermano.
- Está hecho para romperse y machacarse, no te quejes.
- Juro que mi chakra no se restaurara en menos de un mes. - el chico giro el cuello y se propuso a tomar asiento en una de las sillas que se encontraban en el lugar. Tanto Temari como el habían agotado todo su chakra compitiendo entre sí.
- Solo nos queda esperar a Gaara. - ella sonrió y fue tras el escritorio de su hermano.
Fueron alrededor de 20 minutos de pura calma y silencio hasta que...
-Toc.
-Toc...
- Lord. Kazekage se necesita de su presencia con suma urgencia. - Aquella voz era la de un mensajero que estaba supliendo el lugar de Kankuro.
- Toda su maldita vida pegado a esta silla y justo que el pobre sale lo vienen a buscar. - susurro mientras corriendo fue a despertar a su hermano.
- ¿Qué quieres?- pregunto de mala gana.
- ¡Lo están buscando! - dijo con preocupación- ¡están buscando a Gaara!
- Maldición...- se puso de pie y ambos comenzaron a mirar el cuarto en busca de una salida. Sus chakras eran nulos. Tendrían que improvisar.
- Señor Gaara- el hombre tras la puerta seguía insistiendo. - déjeme pasar por favor.
- ¡puedes pasar! - una voz que intentaba emular la voz de Gaara le dio el pase libre al lugar.
- Señor Gaara tene... ¡¿porque tiene usted unas flores saliendo de su cabeza?!- observo como de la silla del Kazekage, el cual le daba la espalda y miraba hacia la ciudad, resaltaban un par de flores rojas.
- Me está ayudando a decidir qué tipo de flores quiero para mi habitación. - La hermana mayor entro en escena. Ella llevaba un simple y corto vestido casual, muy alejado de su habitual uniforme negro y largo. - ¿qué necesita del honorable? - pregunto en un tono autoritario y enojón.
- Señorita Temari...- aquel pobre joven no podía disimular su nerviosismo al ver a la hermana de su superior de esa forma. Era bien sabido que la princesa de Suna era muy bonita, pero pocos la podían ver de esa forma- hemos tenido un inconveniente en un restaurante en el este del pueblo. El encargado del lugar dice tener capturado a un impostor que se está haciendo pasar por Lord. Kazekage acompañado de una muchacha que describió como "ojona y del tamaño de un maní". Se necesita con urgencia la presencia de Gaara ante el consejo de anciano...- en ese momento intento acercarse a Gaara pero Temari lo detuvo.
- Wow...Wow...Wow. - dijo ella- ¿dónde vas tan rápido?
- Necesito hablar con Gaara con suma urgencia...- respondió haciéndola a un lado.
- Espera no...- ella lo tomo del brazo- es que aún no hemos conversado.
- Lo siento señorita pero el trabajo me está apurando...
- Temari que no se me acerque- dijo Kankuro olvidando que tenía que emular la voz de Gaara.
- ¿señor Gaara? ¿qué le ha ocurrido a su voz? Esta demasiado gruesa...
- Maldición. - dijo en un susurro.
- Ew...- la cabeza de Temari andaba a mil, estaban a centímetros de ser descubiertos- ew... ¡la pubertad! - dijo de imprevisto y tomo al hombre de la ropa para acorralarlo contra el escritorio- la pubertad hace milagros...yo por ejemplo soy un milagro viviente. - dijo en modo seductor.
- Señorita Temari... ¿qué está haciendo usted?- al instante una gota de sudor corrió por su rostro.
- Mi hermanito está muy ocupado firmando algunos tratados con Konoha- dijo de manera insinuante-sería muy bueno que nosotros conversemos en algún momento... ¿no?
- Cof, cof. Konoha...Cof, cof... ShikamaruNaracornudo...- dijo Kankuro fingiendo tener cierto ataque de "toz".
- Es que a causa de mi ESTUPIDO HERMANO tienes que estar trabajando a estas horas y eso me pesa en la conciencia. Porque ahora Gaara está muy ocupado tratando cosas entre KONOHA y SUNA las cuales NO TIENEN NINGUNA RELACION más allá de lo laboral... ¿muy simpático no?
- Eww...- no tenía muy bien planteada la situación. Por un lado Temari le daba miedo, pero por el otro lo atontaba bastante. Ella era muy bonita- yo creo que n...
- ¡Le vas a decir a esos ancianos que Gaara no puede atenderlos y punto! - ordeno ella en un tono furioso. Ya le había perdido la paciencia, demasiado lento para su gusto. Lo empujo para afuera de la habitación y cerró la puerta en su cara estrepitosamente.
- ¿Ahora qué haremos?- Kankuro se sacó el florero que tenía en la cabeza y camino en su dirección- sigo sin entender porque hacía falta esto en la cabeza.
- No hacía falta- dijo riendo- quería verte de esa forma.
- Ya déjate de juegos, se supone que el simpático soy yo. ¿Qué haremos con Gaara?
- ¿pues qué más? vamos a buscarlo.
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- "Dile algo"- Gaara era demasiado malo interpretando las emociones de los demás, incluso las suyas. Hace minutos que había un silencio incomodo de parte de ambos. Matsuri tenía la mirada perdida e incluso el, valga la redundancia, que no podía asimilar bien las emociones de los demás, podía notar que estaba triste. - Matsuri, necesito hacerte una pregunta. - Dijo con el máximo de tacto que podía llegar a tener.
- Dime. - Subió la mirada y se encontró con los ojos aguamarina de Gaara. El la estaba mirando fijamente.
- ¿Por qué desde que dejaste de ser mi alumna me has dejado de hablar? ¿acaso hice algo malo?
- No...- Mat intento sonreír pero algo en su ser la inquietaba- por supuesto que no. Gaara tu eres un ser humano increíble.
- Huh...- Esas palabras lo hicieron sentir especial. Pese a que Matsuri supiera de ante mano que él tenía un pasado no muy bueno, esta parecía comprenderlo muy bien. Ella no lo juzgaba- Intento ser una persona a la cual le calce bien el puesto de Kazekage. Mi pueblo es lo más importante que tengo.
- Gaara...yo veo en ti esperanza. Esperanza de que todos podemos cambiar. Si te deje de hablar fue por dos razones, uno: tú te convertiste en algo sorprendente, en el líder de una nación, y yo, yo sigo siendo una simple Genin y dos: sé que suena estúpido, pero soy muy tímida.
- Baya...- Esa no se la vio venir. No sabía cómo responder eso con exactitud- Yo pienso que eres simpática. - Quizá fue por instinto, tal vez porque ese sentimiento de reconforto que el sentía cuando era niño de parte de Yahamaru, al tocar este su mano con dulzura para calmarlo, fue esa la decisión casi automática que tuvo para demostrar su preocupación hacia ella. Tocarle la mano - Matsuri, escúchame. Yo...yo tengo muchas responsabilidades en mi vida. Yo no sé lo que es "amor" exactamente. Pero frente a personas como mis hermanos, incluso frente a mis amigos, en especial Uzumaki Naruto, tengo ese deseo que nada les pase en esta vida, pero contigo es diferente.- Sentencio.
- Pero...- esas palabras le dolieron en su Alma por pequeños segundos. Gaara tomo aire y continúo.
- Contigo es diferente...es diferente porque me haces sentir otro tipo de "deseo de protección". Tus ojos me alivian el Alma. Yo...yo creo que siento amor por ti. - Gaara se sentía muy confundido. Por otro lado Matsuri estaba a punto de llorar. Llorar de felicidad.
- Escucha Gaara... No sé qué quisiste decir con "Todo quedara en un dicen que" porque yo no quiero que te olvides de mí.
- Matsuri. Yo jamás me podría olvidar tu mirada, tus ojos. Si hubiera sido otra chica jamás habría dejado de cumplir las reglas y exponerme a este tipo de situaciones, pero cuando supe que vería tus ojos esta noche, ahí es donde me di cuenta que tenía que mandar al diablo las reglas.
- ¿en serio el consejo te exige tanto? - Matsuri no lo pensó dos veces y le dio un abrazo. En ese momento Gaara sintió como ese abrazo tan fuerte junto todos los pedazos rotos de su corazón.
- Si. "Necesito que me consigas una flor legendaria que florece solo cada 2 mil años para adornar la sala de mi casa" "O Gaara, necesitamos con urgencia algún ninja del país de la nieve porque queremos ver nieve" y otras cosas más. Al principio tomaba muy en cuenta sus pedidos tontos, pero ahora los ignoro.
- Veo que ellos pueden interferir mucho en tu vida- ella sonrió un poco triste- incluso sobre tu futuro ¿no es así?
- Nunca me había tomado el tiempo de pensar en ello...
- Tu futuro es estar alado de alguna aliada fuerte Gaara... ¿no es así? Por el bien de la aldea supongo que hasta tienen pensado con quien te casaras. - Matsuri por fin había dejado salir las cosas de manera clara.
- Es posible- Fuera de todo Gaara era una persona seria- Pero escucha bien esto Matsuri. Nadie nunca me hará sentir como tú. Mi hermana siempre me dijo "Pueden pasar mucha personas en tu vida, incluso personas por las que puedes llegar a darlo todo y amar inmensamente. Pero siempre existirá alguien que te quitara el sueño con tal solo apreciar su mirada por unos segundos, una persona por la cual darías tu vida sin pensarlo dos veces, ese el amor verdadero y esa persona nunca podrá ser remplazada." Hasta este momento nunca había entendido esa frase ¿cómo es posible amar a alguien, pero, que sobre ella exista alguien por la cual sientas algo que no puede ser expresado con palabras? .Me parecía ridículo. Pero ahora lo entiendo, Matsuri, eres esa persona. Nadie sabe que me deparara el futuro, pero entiende algo, mi vida siempre te pertenecerá.
- Te amo. - Eso fue lo único que ella respondió. Luego, toco suavemente su rostro. El rostro de Gaara era tan suave y carente de imperfecciones.
- Yo. Yo también te amo. - Ese era el momento. La respiración de Matsuri era entrecortada, y en medio de dudas se acercó a sus labios. Gaara no sabía a lo que se estaba exponiendo, pero sabía que era lo deseaba su Alma. Sus ojos, ese enorme ojo café fueron lo último que vio antes de juntar sus labios por los de la joven. Aquel beso estaba cargado de sentimientos. Dicen que el primer beso es inolvidable, pero en el caso de ambos ese dicho quedaba corto.
- Te amo y mi vida siempre te pertenecerá a ti. - Ella sonrió y observo el rostro pálido y confuso de su amado. Su corazón siempre le pertenecería a Gaara, y el corazón de Gaara siempre le pertenecería a ella. Eso era algo que jamás se podría romper. Jamás.
- No sé qué estoy sintiendo en estos momentos. Estoy confundido. Pero sé que es bueno porque me trae felicidad. - Gaara le dio un pequeño beso en la frente y toco su rostro. En medio del momento Gaara desvaneció la arena que cubría las paredes del cuarto y se puso de pie.
- ¿qué ocurre?- pregunto ella mientras él le tendía el brazo para que también se pusiera de pie.
- ¿Vez esa ventana sin terminar? - pregunto él.
- Pues si... ¿Qué tiene? - ella curvo una ceja y tomo su mano derecha.
- Bueno...detrás de ella están mis dos hermanos intentando espiar.
- ¡Hola! Gaara... ¿quieres salir por favor? Tuvimos algunos inconvenientes y pues... ¡estamos agotados hermanito! Entonces puedes salir antes que alguien piense que estamos locos, yo sé que tú no lo puedes ver, pero te informo que tu hermosa hermana este sobre una pila de maderas esperando el momento adecuado para decirte que vinimos por ti- Ahora que la arena ya no obstruía el paso de sus palabras, por fin Temari y Kankuro pudieron escuchar sus voces adentro.
- ¿Ósea que todo este tiempo pudiste haber salido de aquí si querías?
- Por supuesto que si... ¿por algo es el kazekage no?- la voz burlona de Kankuro se hizo presente.
- ¡ya cállate que arruinas momentos románticos! - refunfuño la rubia.
- No hace falta que me pegues con una rama. - al parecer Temari opto por el lado violento.
- ¡¿entonces porque te quedaste?! - Matsuri estaba muy confundida.
- Porque quería pasar un tiempo contigo- el volvió a tapar el cuarto con su arena- porque un momento a solas contigo lo vale todo- Pese a estar temeroso. Gaara se acercó a ella y le dio con dificultad un pequeño y rápido beso en los labios. - Adiós Matsuri. Nunca voy a olvidarte a ti, ni a tus ojos. - En un parpadeo Gaara y sus hermanos ya habían desaparecido del lugar, no por nada eran ninjas de Elite, claro, eso sin antes dejar la ventana del cuarto abierta para que Matsuri pudiera salir.
- Adiós...adiós mi pequeño gran luchador. - Ella sonrió y se tocó el pecho en señal de amor y reconforto, luego, miro por última vez aquel feo cuarto sin terminar y salió por la ventana.
Esa noche las cosas habían quedado claras, ninguno sabía que le depararía el futuro, ni con quienes tendrían que pasar el resto de sus vidas pero... pero aquella promesa ya estaba hecha. El corazón de Gaara nunca podría olvidar los ojos de Matsuri.
¡Hola! les habla la creadora y escritora de este homenaje al Gaamatsu. Creo que algunos ya me conocerán , Soy Alma ( @almparedes por si alguien quiere pasarse por mis historias, si, son fanfics de Naruto) y tengo la gracia y privilegio de trabajar en este proyecto con Mickey , la cual además de ser mi escritora favorita también es una de mis mejores amigas desde que tengo 6 años . Espero que les haya gustado mi trabajo y tan solo me queda avisar que muchos ( e interesantes ) one-Shots seguirán siendo lanzados en este libro. Mis grandes saludos y abrazos para todos ustedes.