Reagan tenía treinta años, por supuesto que no era virgen. Dean tampoco. Pero Reagan James no quería involucrarse en ese punto con el chico y se había determinado a detenerlo cuando quisiera ir más allá de un beso, por más que a su libido le fastidiara la idea. Uno de los motivos era que casi siempre estaba alcoholizado o drogado, y Reagan aborrecía la idea de tener sexo con una persona prácticamente inconsciente. Otro motivo podría ser la edad, pero para Dean era una excusa barata.
Dean no era un niño y Reagan lo sabía bien. Simplemente no quería follarlo. Si el rubio insistía Reagan guardaba silencio y lo ignoraba, era su especialidad. Dean se distraía rápido, pero nunca se desanimaba y volvía todos los días.
Cierta vez se ausentó por demasiado tiempo. Se lo veía por el vecindario, normal, pero no llegaba a casa de Reagan James, ni a su tienda de dulces. Al castaño no le producía mucha intriga, un poco tal vez, pero pensar en la razón no lo atosigaba. Si volvía, bien, si no, bien.
Y volvió.
Pero venía con dos personas más.
━¿Quiénes... quiénes son?━le había preguntado Reagan en privado.
━Elías y Leonor ━nombró Dean señalando a cada uno; el primero era alto, con el cabello teñido de un rojo brillante y una expresión altiva; el segundo era un pelinegro que no alcanzaba el metro setenta y esbozaba una sonrisa tíimida y gentil. Ninguno le generó confianza━. Sé que tu casa no es ningún hospedaje pero es que... no tienen dónde dormir. Viajarán mañana, solo sería por hoy, por favor, Reagan ━dijo el rubio, todo en su expresión y gestos era sugestivo e insistente, pero Reagan estaba dudando demasiado.
━Lucen... drogados ━murmuró el castaño mirándolos mejor, después se centró en el chico frente a él━, igual... igual que tú.
━Sí. ━Dean sonrió un tanto nervioso; no estaba tan ido como otras veces, pero había fumado un poco con ese par━. Por favor, ¿pueden quedarse?━preguntó de nuevo y se apoyó sobre Reagan, buscando besar su boca, pero fallando al ser sujetado sin mucha fuerza por los hombros.
━Pue-pueden quedarse. ━Reagan suspiró, empujándolo con suavidad. Dean estaba algo molesto por ser rechazado, pero sonrió ampliamente al conseguir una respuesta positiva.
Elías y Leonor eran amigos que Dean había conocido ese mismo día, pero no se le había ocurrido mencionarle el detalle a Reagan.
Si bien aseguraba estar más consciente que otras veces, Dean sentía que todo el cuerpo le pesaba demasiado, así que nuevamente se había instalado en la habitación de Reagan para dormir. El dueño de casa supuso que tal vez no mentía y no había fumado tanto, pero sus "amigos" quizá no le habían proporcionado la droga que usualmente consumía y en cambio tenía una cantidad leve pero potente de una sustancia diferente en el organismo.
La noche transcurrió y Reagan bajó a la cocina en la madrugada por un vaso con agua; era silencioso, aun en su propia casa, así que sus invitados tuvieron una animada charla sin percatarse de que había alguien más en la planta baja.
━Sería increíble. ━ Elías era quien hablaba, supuso Reagan.
━Te has follado cosas mejores. ━El que reía era Leonor.
━Ya sé, pero es lo mejor que he visto entre todas las ciudades que hemos visitado hasta ahora ━repuso Elías igualmente riendo. Reagan no sabía de qué hablaban, y no le interesaba realmente, pero se detuvo a escuchar con más atención en el momento en que se dirigía a las escaleras y Leonor hablaba de nuevo.
━Desde ese chico Ren, cierto, pero ese idiota de Dean ya te rechazó, ¿piensas forzarlo? ━Leonor seguía riendo, apenas bajando la voz. Reagan se tensó por completo.
━Otra puta que me dirá que no pero está claro que me desea, Leo. Esta es de esas ciudades cerradas de mente a más no poder y él se ve muy reprimido. Le haré un favor dándole de tragar mi polla.
Pasos. Elías se dirigía a la cocina. Reagan sintió sus manos temblar cuando los había oído hablar de Dean, pero fue muy firme cuando agarró una botella de vino que tenía cerca ━de su madre, que él conservaba más como decoración ya que no bebía━ y lo usó para golpear a Elías apenas éste cruzó el umbral de la cocina.
Reagan olvidaría por completo lo que tuvo en su mente en ese momento, a excepción de la ira y el asco; hizo trizas la botella al seguir estrellándola contra el mancillado rostro de Elías, con sangre a borbotones humedeciendo la alfombra, además de salpicar la ropa y el rostro del propio Reagan.
Leonor escuchó ruidos extraños, fue por su amigo y quedó en shock ante el grotesco escenario. El pasmo le impidió gritar o reaccionar de alguna manera, lo cual le brindó la oportunidad a Reagan de ponerse de pie, tomar en manos una maceta y repetir el procedimiento, sólo que con Leonor tuvo que asegurarse de haberle arrebatado por completo la vida degollándolo con un cuchillo.
Reagan dejó caer el utensilio cuando se puso de pie y su sangrienta obra cruzó sus ojos para llegar a turbar su raciocinio. Entró en pánico. Se suponía que a su mente había llegado la idea de golpear a ese par. Había exagerado. Su respiración se volvió errática. Corrió escaleras arriba. Sus manos estaban empañadas con sangre pero el olor a vino era el que predominaba. Ingresó a su habitación y sacudió a Dean por los hombros, pero no podía hablar; había asesinado a Leonor y a Elías, por comentarios que si bien habían estado fuera de lugar, no ameritaban tal despiadado destino.
Se supone que eso no debía volver a pasar.
Dean pareció despertar pero era difícil saberlo en la oscuridad, murmuró un par de cosas y cuando Reagan creyó recuperar el habla, Dean sujetó su manchada camiseta y lo atrajo para morder sus labios. Siempre, sin falta, rozaba y limitaba el contacto esperando que Reagan lo intensificara, y dejando de lado lo sucedido recientemente, Reagan le dio el gusto.
A Dean pareció no alterarle sentir que la ropa de Reagan estaba un tanto húmeda, tal vez estaba muy drogado o el olor a vino hacía ver como innecesaria una explicación. Lo seguro es que hizo un esfuerzo por despojar a Reagan de sus prendas, y aunque el mayor dudó, tenía una extraña sensación hormigueándole ━una erección era sencilla y dolorosa de conseguir pero no era suficiente incentivo para ceder y follar a Dean; esto era algo más━, así que él mismo se deshizo de su ropa, se encargó de la ropa de Dean y siguió besándolo, mientras sus manos, llenas de sangre, acariciaban la delgada y suave contextura física de Dean Xiao. Le resultó interesante cubrir de sangre el cuerpo del menor también, y más tratándose de la sangre de unos imbéciles que habían estado soltando mierdas acerca de él; eso estaba excitándolo asombrosamente.
━Espera, espera ━gruñó Reagan, su voz cortándole el aliento a Dean y haciéndolo desistir de su intento por tocarse━. Lo haré yo ━dijo con su voz profunda suavizándose. El mayor siguió besándolo en la boca mientras con una de sus manos empezaba a masturbar a Dean. Su propio miembro se había endurecido ya y la urgencia por fundirse en el chico rubio estaba presente en su cuerpo, más que nunca, insostenible.
Hizo a Dean correrse, pero vaciló sobre qué hacer después.
━No tengo nada con que lubricarte... ━dijo de pronto Reagan. Tenía aceite de oliva, pero el ambiente se desmoronaría por completo si bajaba a la cocina, y además Dean podría ir tras él y encontrarse con el desastre que había hecho.
━No importa ━suspiró Dean contra su boca━, desde hace rato que estoy preparado ━aseguró frotándose contra Reagan, con una sonrisa débil tirando de sus labios. El castaño se mordió el labio, ¿había estado masturbándose en su cama? ¿Con él estando en la habitación contigua? ━. Lo hago cada vez que me rechazas ━refunfuñó Dean━, y otras veces también, pero no se siente como debería, ni siquiera puedo follar con alguno de mis amigos, lo intenté, pero te quiero a ti, señor James.
El mayor tragó saliva, sintiéndose un tanto desencajado, aturdido, encantado.
La habitación estaba bastante oscura, pero Dean podía sentir la creciente erección de Reagan. La sintió adentro menos de un minuto después y no se molestó en contener un grito que sobrepasó el que había soltado cuando llegó al primer orgasmo inducido por Reagan.
Tenía que sonreír, aunque las embestidas que Reagan empezaba a realizar estaban enviándole diversas cantidades de electricidad a cada puta zona sensible ━y definitivamente no carecía de aquellas━; por fin estaba sucediendo. Estaba temblando debajo de Reagan James, con el gran y perfecto pene de aquél buscando profundizar más y más en su interior y pronto llenarlo hasta los huesos de su semen. Y Dean quería que eso pasara, sin duda, llevaba soñando con eso desde el momento en que recobró lucidez y analizó de pies a cabeza a Reagan. Nunca había confirmado tanto que era gay.
Dean quería rogarle que profanara cada agujero que tenía, pero lo único que podía hacer en ese momento era lloriquear, gemir y jadear. Reagan estaba gruñendo como si no fuera suficiente. Como si quisiera desgarrarlo, consumirlo, devorarlo.
Dean estaba dispuesto a lo que el mayor quisiera hacer con él.