[Kilian 21 años – Amira 16 años]
Estoy en el despacho de mi padre, caminando de un lado a otro, no voy a dejar que se lleven a Amira, de eso estoy seguro, así tenga que enfrentarme a tío Mason y a mis primos.
-Es nuestra, nos pertenece, pertenece a esta manada – gruñe Tyr en mi cabeza y yo no puedo estar más de acuerdo.
-No dejaremos que se la lleven – le prometo, cuando escucho que la puerta del despacho de papá se abre, me giro para mirar a papá con su rostro completamente serio y a tío Mason sin entender nada.
-Siéntense – nos indica papá y tío Mason se sienta enseguida, frunzo mi ceño, pensando en que ya no debería llamarlo más tío, después de todo es mi suegro – Kilian siéntate – me gruñe papá, sacudo mi cabeza para sacudir mis pensamientos y camino hacia la silla que queda libre a lado de Mason.
-Discúlpate con tu tío por gruñirle – me dice papá.
-No lo voy a hacer – gruño y papá me mira fijamente a los ojos.
-¿Quieres empezar con el pie izquierdo con tu suegro? – me dice por link en tono burlón, yo bufo.
-Te prometo que todo tiene una explicación Mason – le dice papá.
-Explicación que estoy ansioso por escuchar, ¿ustedes dos no se odian? – pregunta frunciendo en el ceño, yo aprieto mi mandíbula, porque odio que todos piensen eso, ¿ella también lo pensará? ¿Me odiará?
-Yo no la odio – digo rápidamente.
-Okey – dice frunciendo su ceño - ¿entonces?
-Es mi mate – digo al mismo tiempo que la puerta se abre.
-¿Qué? – escucho dos gritos femeninos detrás de mí, sé que es mamá y tía Irina, quien ahora será mi suegra, no más tía Irina.
-Pasen y cierren la puerta – dice papá, yo no aparto la mirada de Mason, sus pupilas se dilatan y me mira de una forma que no me deja saber que está pensando, no se mueve, solo respira.
-¡Sabía que alguno de mis chicos sería el mate de Ami! – dice mamá feliz.
-¡Estoy tan feliz! – dice tía Irina, siento como se abrazan y dan pequeños saltos.
-Mates – dice al fin Mason – Eres el mate de mi princesita – se tira hacia atrás en su silla con sus brazos cruzados y continúa mirándome fijamente, yo comienzo a ponerme nervioso, es tío Mason, se supone que todo va a estar bien, ¿no?
-Sí, Amira es mi mate, y no voy a dejar que te la lleves tío, es mía – digo de forma posesiva, él se lleva una mano a su mentón, y pellizca su labio inferior con el pulgar y el índice.
-¿Ami lo sabe? ¿La reclamaste? – Me pregunta y yo trago saliva mientras niego con mi cabeza – Entonces no eres una mierda – dice con un tono más grave de lo normal, yo enseguida me tenso de pies a cabeza e intento controlar a Tyr, que quiere saltar sobre Mason - ¿por qué no la reclamaste en el momento que la sentiste? ¿Vas a rechazar a mi princesa? – los músculos de Mason también están tensos, preparados para saltar sobre mí y defender el honor de su princesa, de MI princesa.
-Por supuesto que no – gruño.
-¿Entonces? ¿Por qué Amira no sabe que eres su mate?
-Porque en el momento que me enteré estaba lo suficientemente ocupado intentando mantenerla con vida – gruño, sujetándome con fuerza de la silla para no saltar sobre él.
-Te veo lo suficientemente bien como para decirle que eres su mate – dice, esa jodida cara de piedra que está poniendo en este momento me está sacando de mis casillas, había visto esa cara varias veces, pero nunca dirigida hacia mí o hacia algún miembro de nuestra familia.
-Mason – dice Irina parándose a lado de él y poniéndole una mano en su hombro – Cálmate, es Kilian, nuestro sobrino – le dice, noto como sus músculos se aflojan un poco, pero solo un poco.
-Me importa una mierda quien sea, si va a estar con mi hija tiene que ser el mejor, amarla y respetarla hasta su último día, pero él parece que no quiere eso.
-No se lo he dicho porque quiero darle tiempo, ¡ni siquiera se ha transformado joder!
-¿Esperas a que se transforme y que ella descubra que eres su mate? Seguro estará muy feliz de saber que su mate le ocultó ese hecho por más de un año – me gruñe con sus dientes apretado – Va a rechazarte en el preciso momento que se dé cuenta que tú eres su mate, ¿eso es lo que quieres? Porque mi princesa guerrera no se va a dejar ningunear por nadie – mi corazón se aprieta de dolor al pensar en Amira rechazándome, y enseguida sé que Mason tiene razón, si yo esperara a que Ami se transforme y se dé cuenta ella sola, ella va a rechazarme, porque va a pensar que yo no la quiero, cuando en realidad la quiero con todo lo que soy.
-Tienes razón, no había pensado en eso, hoy mismo le diré que soy su mate.
-Tienes que hacerlo Ki, y también tienes que reclamarla, Ami sigue corriendo riesgo, y la única oportunidad que tiene es que tú la marques para que su sangre deje de ser tan atractiva para los vampiros – me dice Irina.
-Joder – digo agarrándome la cabeza – No quiero marcarla hasta que se transforme, puede ser peligroso para ella que la marque antes de su transformación – digo tirando suavemente de mis pelos.
-Sin embargo, es más peligroso que no la marques – dice papá y yo asiento con mi cabeza, de forma pensativa, no sé qué sería de mí si lastimo a Amira mientras la marco, de solo pensarlo un dolor paralizante me recorre.
-Estoy muy feliz de que seas tú el mate de mi hija Ki – me dice tía Irina parándose delante de mí, con una de sus pequeñas manos en mi mejilla – sé que protegerás a nuestra hija siempre, de la misma forma que sé que la harás eternamente feliz – me dice sonriéndome, un calor recorre mi cuerpo y me siento feliz, feliz de saber que a tía Irina le gusto para ser el mate de su hija, por eso tiro suavemente de su mano y la abrazo, ella deja un beso en mi cabeza y se separa.
-¿Por qué yo no sabía nada de esto? – Pregunta mamá con las manos en su cadera, con papá nos miramos y ninguno de los dos le contesta - ¿Einar? – papá me lanza una mirada de auxilio y yo casi tengo que carraspear para disimular mi risa
-Papá no te dijo nada porque yo quería ser el que te lo diga – decido decir, salvándolo a papá, mamá concentra toda su atención en mí – planeaba decírtelo hoy, pero no contaba con la visita de ellos – digo señalando con mi cabeza a Mason e Irina.
-Estoy un poco ofendida porque me dejaste afuera, pero estoy más feliz que ofendida, así que es tu día de suerte – me dice y viene rápidamente para envolverme en sus delgados brazos, yo no dudo en corresponderle el abrazo.
-Mason – susurra Irina una vez que nos separamos con mamá, Mason pone sus ojos en blanco y comienza a hablar.
-Tienes que decírselo a Amira, hoy Kilian, no voy a dejar que le rompas el corazón a mi princesa – me dice en tono serio y yo asiento con mi cabeza – Si mi hija te acepta, bienvenido de forma oficial a la familia – dice con una sonrisa de costado, para después palmearme la espalda – Y suerte con Amira – se ríe y papá también lo hace, yo frunzo mi ceño desconforme por sus burlas.
-Dejen de asustar mi sobrino-yerno – dice tía Irina abrazándome de costado, yo frunzo el ceño pasándole un brazo por sus hombros.
-Suena raro que te siga diciendo tía, pero suena aún más raro no hacerlo – le expreso mi dilema y ella ríe.
-Pues por más que seas el mate de mi princesa, siempre vas a ser mi sobrino – me asegura y yo le sonrío, dejándole un beso en su frente.
-¿Cómo piensas que se va a tomar esta noticia Ami? – suelto un suspiro, imaginándome un millón de escenarios, y lamentablemente ninguno favorable para mí, ¿me aceptará? Después de todo siempre le mostré mi lado más detestable, actué demasiado mal con ella. Mierda, estoy seguro de que me va a odiar.
-Tal vez al principio se demore en digerir la información, tendrás que darle tiempo, pero va a terminar aceptándolo.
-No quiero que solo lo acepte – digo frunciendo mi ceño y ella suelta una risita.
-Cariño, el vínculo entre ustedes está, y estoy segura de que Amira lo siente, como nos pasó a tu madre y a mí, por más que quisiéramos negarnos, el vínculo está y ustedes nos atraen como miel a las abejas. Tenemos que aceptar el vínculo y nuestros sentimientos, lamentablemente mi hija es testaruda, estoy bastante segura de que al principio va a querer negarse a entregarse a ustedes, van a tener que trabajar en que no pueda resistirse a ustedes – me guiña un ojo y yo le sonrío, sabiendo que vamos a hacer hasta lo imposible para que nos quiera y quiera estar con nosotros.
-Voy a hacer que nos acepte tía – le prometo mirándola a los ojos, ella me sonríe y deja una suave caricia en mi mejilla.
-Lo sé cariño, lo sé.
-No se la van a llevar ¿verdad? – pregunto con miedo, mi tío me mira y suspira.
-Cuando Ami sepa que son mates veremos que hacemos, después de todo, la decisión es de ella – yo asiento con mi cabeza.
-Si decide irse, me iré con ella – digo mirando directamente a papá, él sonríe de costado y asiente con su cabeza.
-Lo sé.
-Bien – digo asintiendo con mi cabeza.
-Bien – me dice él, mamá solo suspira, seguramente deseando que Ami acepte quedarse en la manada.
Cuando los cuatro mayores comienzan a recordar cómo se enteraron de que eran mates y empiezan a contar sus historias, decido que no quiero ser partícipe de la charla, por lo que me despido con la excusa de mi próxima guardia. Cuando salgo de la mansión, me transformo enseguida y corro hacia mi puesto de guardia, y mientras estoy atento a mi alrededor pienso en cómo decirle a Amira que es mi mate, lo único que tengo seguro es que cuando termine mi turno la buscaré para decirle, ya no puedo dilatar más el asunto.
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Perdón, perdón, perdón. Solo vengo a pedirles perdón por no haber podido subir antes.
Nos leemos la próxima semana.