Jungkook
Lógicamente, sabía que no tenía derecho a enojarme con Seokjin. Pero la lógica había abandonado la conversación hacía mucho tiempo en lo que a él se refería.
Cada vez que me llamaba en mitad de la noche, salía corriendo. Él me necesitaba y yo estaría allí sin lugar a duda. Siendo realistas, haría lo mismo por cualquiera de mis compañeros de banda.
¿Abrazaría a Taehyung o Arlo hasta que se durmieran? ¿Los mantendría cerca para mantener a raya las pesadillas? Posiblemente no.
Pero era Seokjin y estaba sufriendo. ¿Cómo no iba a hacerlo?
El recordatorio de que me había deslizado entre las sábanas aún calientes por su última conquista era algo sin lo que podría haber vivido. Claro, era un poco asqueroso, pero no era por eso que saberlo me había golpeado en el estómago.
No voy a negar que cuando Seokjin mencionó los abrazos, estuve tentado. No es que realmente creyera que acurrucarse con otro hombre le hacía menos heterosexual, más bien estaba desesperado por alguna indicación de que Seokjin sentía lo mismo.
Pero no lo hacía. Las palabras que me había lanzado poco después lo demostraron.
Regresé a mi habitación vacía y me recosté contra la puerta cerrada. La angustia que me asfixiaba se liberó.
Y entonces me di cuenta de cuántas veces había hecho esto. Correr a una habitación vacía antes de dejar libres mis sentimientos. Llorar por un hombre que nunca sería mío. Uno que, sin saberlo, me estaba rompiendo el corazón una y otra vez.
Enterré mi cara entre mis manos, el sonido áspero de mis labios se amplificó. ¿Cuántas veces más podría hacerme esto a mí mismo?
Porque esto era culpa mía. No de Seokjin. Mis sentimientos eran mi propia responsabilidad. Seokjin no podía evitar sus sentimientos platónicos más de lo que yo podía evitar amarlo.
Con un aliento tembloroso, me limpié las mejillas mojadas y endurecí mi resolución.
No podía seguir haciendo esto.
No era justo para mí. No era justo para Seokjin.
Una vez que terminara esta gira, seguiría adelante.
Me mataría, pero no tanto como esto. Tal vez si amara a otro, podría volver a sentirme yo mismo.
En lugar del hombre destrozado que actualmente ocupaba mi piel.
🎸🎸🎸🎸
Durante los siguientes diez días, mis problemas pasaron a un segundo plano cuando la relación de Jimin y Taehyung pasó a ser el centro de atención.
En un momento, estaban enamorados y felices, y al siguiente, Jimin estaba en un avión de regreso a Inglaterra y Taehyung estaba angustiado. Incluso en el escenario, el lugar que más amaba luchaba por mantenerse unido.
Por primera vez, Seokjin y yo dirigimos nuestra atención a Taehyung. Entre nosotros, logramos distraer a la audiencia del inminente colapso de Taehyung, pretendiendo coquetear con él mientras le dábamos tiempo para recuperarse.
Originalmente, todos creíamos que Jimin se había ido después de una discusión, habiéndole dicho a Kevin que había estado usando a Taehyung todo el tiempo. A pesar de mis reservas sobre cómo se sentía realmente Jimin, algo en la historia no parecía cierto. Nada en Jimin sugería que fuera alguien que huyera de una situación difícil.
Pero cuando la verdad de la situación quedó expuesta, fue mucho peor de lo que cualquiera de nosotros podría haber imaginado.
Nuestro gerente no solo había orquestado efectivamente toda su ruptura, sino que también nos había estado estafando durante años. El último artículo de Jimin expuso cómo él y nuestro contador habían estado confabulando para canalizar partes de nuestras ganancias hacia sus propias cuentas.
No hace falta decir que Kevin había sido despedido sumariamente. Sólo la idea de demandas judiciales nos impidió darle un buen puñetazo.
Ahora estábamos de regreso en Londres, listos para realizar nuestro espectáculo final. Esta semana ni siquiera estaba en el itinerario original, pero Kevin la había añadido en el último minuto, ansioso por exprimirnos todo lo que valíamos.
Taehyung se había dirigido a Southampton en el momento en que aterrizamos en Londres, decidido a recuperar a su reportero. A juzgar por las enormes sonrisas en sus rostros cuando se unieron a nosotros en el backstage de Wembley, su reconciliación había sido todo un éxito.
Con todo lo demás que estaba sucediendo, no había pensado en la llamada telefónica que le había hecho a mi agente hacía un par de semanas.
Sabía que era lo mejor. Necesitaba la distancia de Seokjin. Necesitaba espacio para dejar que mi corazón sanara.
Taehyung agarró un micrófono y comenzó a entusiasmar a la multitud. Con Jimin de nuevo entre el público, todo su carisma y bravuconería anteriores habían vuelto al centro del escenario.
Mi mirada se dirigió a mi mejor amigo. Esta noche, había combinado una camiseta negra ajustada con los jeans desaliñados con los que le gustaba vivir. Enloquecía a nuestros estilistas, pero Seokjin valoraba la comodidad por encima de todo.
Como si pudiera sentir mi mirada, dirigió su atención hacia mí. Cuando sus ojos conectaron con los míos, todo su rostro se iluminó como el maldito sol. Su pequeña sonrisa se convirtió en una amplia sonrisa mientras me lanzaba un guiño juguetón.
Incluso cuando mi boca se torció para devolverle la alegría, fue como una flecha en mi corazón. ¿Cómo podría no amarlo? Pon a cualquier persona cuerda en su compañía, deja que su alegría se derrame sobre su vida y dile que no caiga.
Porque no podrían. Estar bajo la luz del sol de Seokjin era la trampa más peligrosa de todas. Se acercó a mí y no podía respirar. Sabiendo lo que quería, me di la vuelta para darle la espalda.
Nos apoyamos uno contra el otro, tocando nuestros instrumentos y cantando los coros en el mismo micrófono.
Por primera vez, mi mente no estaba en mi actuación. No tenía idea de si toqué las notas correctas. Si canté las palabras correctas.
Lo único en lo que podía pensar era en que me alejaría de Seokjin una vez terminado este espectáculo.
No habíamos estado separados por más de una noche desde que nos conocimos.
¿Podría hacerlo?
Lo necesitaba... pero ¿podría?
Ajeno a mi lucha interna, Seokjin se alejó. Sólo cuando él vino detrás de mí me di cuenta de que la canción había cambiado.
Taehyung cayó de rodillas y mi corazón cayó al suelo al mismo tiempo.
'Tease', también conocida como mi versión personal del infierno.
Las manos de Seokjin rodearon mi pecho y sus labios presionaron mi cuello. Me puse rígido. ¿Se daba cuenta de que sus labios me estaban tocando o simplemente había quedado atrapado en el momento?
Mis manos se movieron en piloto automático. Seokjin siguió lanzando besos apenas visibles por mi cuello hasta llegar a mi oreja. Luego, con un solo dedo, me sacó el auricular.
El rugido de la multitud me golpeó como una explosión. Al parecer, disfrutaban de la atención que Seokjin me prodigaba tanto como mi polla.
—¿Qué ocurre? —me gritó al oído.
Sacudí la cabeza, manteniendo la sonrisa en mi rostro y mis dedos moviéndose.
—No me mientas —insistió, su brazo rodeó mi pecho para sostenerme firmemente contra él. Para el público, probablemente parecía como si me estuviera susurrando cosas dulces al oído—. No me mientas, Jungkook. ¿Qué ocurre?
Mi estómago se retorció. Le mentí. Le mentí todos los putos días. Cada vez que lo miraba a los ojos y lo llamaba mi amigo. Cada vez que lo abrazaba por la noche y deseaba más. Cada vez que me follaba a alguien e imaginaba que era él debajo de mí.
Y ahora mentiría una vez más. Soltándome, le lancé un guiño exagerado y volví a colocarme el auricular.
Me dio una mirada exasperada. Uno que me había dado muchas veces antes.
Alejándome durante el solo de batería de Arlo, di una palmada sobre mi cabeza, logrando que la multitud se uniera.
Podía sentir a Jin mirándome. Sentía su confusión.
Por eso te vas, me dije. Era lo mejor. Para los dos.
Cuando le di la espalda al público, Seokjin no era el único que me miraba. Arlo me estaba siguiendo, su boca formaba una línea sombría.
Le asentí. De todos ellos, él sabía lo que yo estaba sintiendo.
Mantuve mi distancia de Seokjin durante la siguiente canción. Mi piel zumbó como si mi cuerpo supiera que estaba a punto de arrancarnos de él. Rogándome que no lo hiciera. Rogándome que aprovechara esta única oportunidad que teníamos para tocarlo y no sentir culpa ni vergüenza.
Me resistí durante todo 'Deep Down', pero cuando pasamos a 'Night's Darkest Secret', mi resolución comenzó a resquebrajarse.
Taehyung tomó mi guitarra y me lanzó una mirada preocupada que coincidía con la expresión de Arlo. Mierda. Necesitaba controlarme antes de que el público se diera cuenta.
Normalmente, esta era la única canción en la que invadía el espacio de Seokjin.
Donde sería yo quien lo tocaría y provocaría.
Esta noche había planeado mantener la distancia. Pero cuando pronuncié la primera línea, quedó claro que mi mejor amigo tenía otras ideas.
Apareció ante mí, con el labio extendido en un puchero exagerado. Incluso con mis dos auriculares puestos, pude escuchar el rugido de la multitud intensificarse.
Seokjin arqueó una ceja y la fractura en mi resolución se convirtió en una caverna, dejándola hecha pedazos en el suelo.
Sin pensarlo, hice girar a Seokjin, colocando mi cabeza sobre su hombro y sujetándolo fuerte con mi brazo libre. Se derritió en mi abrazo, apoyó su peso sobre mí y me dejó sostenerlo.
¿Por qué no puedes ver?
Estoy aquí, pero me pierdes cada vez
Se supone que debes estar conmigo
Sin embargo, me pierdes cada vez
No retuve nada. Dejé que la emoción saliera de mí y entrara en el micrófono. Sostuve a Seokjin contra mí y me dije que ésta sería la última vez. Esta distancia que estaba poniendo entre nosotros nos cambiaría para siempre. Nunca más haríamos esto en el escenario. Nunca más tocaría a Seokjin con tanta libertad, sabiendo que nunca volvería a ser lo mismo.
Esta era la última vez. Así que me permití abrazarlo.
Como si pudiera sentir la cruda emoción que estaba desatando, Seokjin giró la cabeza hacia un lado. Nuestras miradas chocaron y había una pregunta allí que no había visto antes.
Así que eso es lo que siempre será
El secreto más oscuro de la noche
Deseando que estuvieras conmigo
Nuestras bocas estaban ahora a sólo unos centímetros de distancia. Taehyung. Arlo. Todo el maldito estadio. Todos se desvanecieron en la nada. Para mí no existía nada excepto Seokjin.
Nunca nada lo había hecho.
Su mirada cayó a mis labios y podría haber jurado que sus ojos se oscurecieron.
Antes de darme cuenta de lo que estaba pasando, Seokjin avanzó.
Redujo esos pocos centímetros y arrasó mi corazón en una sola acción. Sus labios se encontraron con los míos. Suave. Cálido.
A lo lejos, sentí mi mano abrirse alrededor del micrófono, dejándolo caer al escenario. No estaba seguro de quién de nosotros se movió primero. Sólo que ahora estábamos uno frente al otro. Manos en el cabello del otro. Los cuerpos se apretaron alrededor del bajo de Seokjin.
Mi lengua pasó por los labios de Seokjin y se abrieron fácilmente. Nuestras lenguas se encontraron en un feroz duelo y casi lloré por el sabor.
Seokjin me estaba devolviendo el beso. Y se sentía tan bien.